Capítulo 18: Sucesos de la Realidad Alternativa

“Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los «cómos».” –Friedrich  Nietzsche. (Viatorem)

Fue un día tranquilo, un día de estar con nuestros interiores. Lo único raro fue  quizá mi siesta a media tarde, Liz había dormido al mismo tiempo que yo, me  sentía mareada y ella también. ¿Qué habremos estado haciendo?, ¿por qué  semejante sensación?, tal vez hayamos estado en una montaña rusa astral y  despertamos antes de vomitar.

A las 10 recibí un mensaje de la cuenta de Alice…

¡Vamos con una pequeña historia tía!

Estaba muy campante como rocío encima de una flor. La corriente fluía al igual  que lo hacía yo. Era 2012 y tenía 20 años, mi hermana se había casado con un  chico de la facultad de ciencias, su nombre era Kelvin, era divertido y de  personalidad extravagante.

No podía creerlo, Alice me relataba los sucesos de la realidad alterna.

Teníamos una amiga en común... Su nombre era Liz. Se enamoró de un chico  egocéntrico, tan impertinente, pero me caía bien... llevaba por nombre Mark. Eran  totalmente opuestos, pero ambos perdieron la cabeza el uno por el otro.

Y así se fue mi hermana, el tío Kelvin, y estos dos a la hermosa ciudad capital,  eran vecinos... yo iba usualmente los domingos, estaba sola, me sentía perdida  sin Alice. No hacía nada sin ella, así que tenía que ir a verla.

Liz por otra parte... era confidente de ambas y fuimos las 3 chicas destinadas a  permanecer juntas. Todos nos llamaban “las brujitas”.

Liz era el sol... su energía reposaba en el día y salía su alma de su cuerpo  explorando lugares extravagantes pasados, presentes y futuros. Era asombroso.  Alice el sol nocturno... reposaba en la noche y salía a cambiar dimensiones. Y yo...  simplemente era el sonido hueco que hablaba en la mente de las personas era su  "melodía".

Quien me escribía no era Alice… Era Melody.

Había un compañero llamado Kevin, en varias ocasiones nos lo topamos, era muy  divertido y reíamos a carcajadas, pero a Alice jamás le agrado y Mark también  apoyaba esa opinión.

Estando lejos, Alice convocó una reunión en el hermoso embalse de un lago  cercano, todas animadas asistimos. Comenzamos a hablar de nuestras vidas y

cuando tocó el tiempo de leer las cartas del tarot, más de una se llevó una gran  sorpresa, pero la que se llevó la más intensa... ¡Fue Liz!

Tenía dos meses de gestación de unos gemelos, verdaderamente fue un enorme  impacto. Kevin, propuso asesinarlos. Todas nos quedamos estáticas y hechas de  piedra.

Alice... no dijo nada, solo arrugó su rostro plagado de pecas. Liz miró horrorizada  a Kevin y yo... solo me quedé en un trance, Alice al final habló por todas y dijo un  claro y fuerte “¡No!” Y atacó con la mirada a Kevin, el cual respondió muy tranquilo  que los mataría el, así accediéramos o no. Yo intervine y dije civilizadamente que  no lo veríamos más y que dejaríamos vivir a esos niños, y así es como él se fue.

Dimos la noticia a los otros... fue una explosión considerable, primera vez que el  tío Mark quedaba totalmente sin habla, era digno de admirar.

Alice se volvió la protectora personal de Liz, hasta me sentí desplazada por esa  acción. Alice cambió... era extraño en ella porque odiaba a los niños, pero a estos  por alguna razón, no. Estaba muy contenta y se decía a sí misma “la tía Alice”.

Comenzaron a pasar cosas, como estaba lejos de la capital iniciando una relación  con el tío Jonas, ellas dejaron de escribir y de llamarme. No atendían los  teléfonos, luego al poco tiempo, pasando ya los 9 meses recibí una llamada  telefónica paga de Jamaica y la voz insegura de Alice me recibió.

Dejé que relatara la historia, y me platicó de nuestra familia espiritual, dijo que  harían un comic y un libro sobre nosotros, se escuchaba tan contenta que no  decidí reclamar, ni inmutarme. Los hijos de Liz ya habían nacido, y me informé de  que pronto volverían a Ingresum, no dije nada y colgué.

Regresaron y vi a los hijos de Liz, eran preciosos y regordetes. Esos niños eran  extraños, hasta su padre lo admitía. No jugaban, no se ensuciaban, no  desordenaban, eran perfectos. Pequeños monstruos inteligentes, diría yo.

Cuando las criaturas extrañas cumplieron 7 años su padre pereció, muriendo de  causas inexplicables, jamás lo entendí. Liz y Alice estaban devastadas y los niños  al fin se comportaban como humanos y lloraban estrepitosamente.

Después de esto se desconectó ¡No podía dejarlo así! … A la hora volvió a  aparecer, y prosiguió.

Luego pasó un año, Kevin se había acercado mucho a nosotras, demasiado...  Alice no le encantaba la idea y yo no sabía porqué o a que se debía.

Decidí alejarme de ellos y formar mi propia familia, me aparté de ese mundo que,  para mí, era fantasía.

Después de un tiempo prudencial Alice llamó llorando con desesperación, me dijo  que Liz había desaparecido. ¿Cómo era posible eso? Le pregunté cómo podía  ayudarla y me dijo que estaba en Inglaterra, que debía ir de inmediato.

Cogí el primer boleto de avión y me fui de cabeza a la dirección dada previamente.  Así, me encontré con una Alice totalmente diferente, su rostro ya no era el mismo  de antes, había pequeñas arrugas y bolsas debajo de sus ojos.

Me explicó que Liz desapareció en el espacio, quedé perpleja y pensé que ya  Alice necesitaba ayuda profesional, pero al demostrármelo, cambié de opinión.  Observé como la gente que conocíamos dejaba de existir.

Por ejemplo, el panadero Juan, era muy servicial y un día cuando fui a comprar  leche, una señora me atendió... y al preguntar por la ausencia de Juan me  respondió que la única persona que había estado atendiendo esa panadería era  ella y nadie más. Comenzaba a delirar, no quería comer ni siquiera bañarme. Me  la pasaba horas y horas viendo fotografías para recordar cada detalle.

Iniciamos tomando fotos a todo lo que veíamos, luego lo dibujábamos y  posteriormente a eso, escribíamos. Esto sonaba de verdad a una película de  terror.

Fui a muchos lugares... hablando con personas y nadie me creyó y tomamos la  salida más tangible que durante meses estuvimos investigando, ir a un punto  crucial y reanudar todo. Tuvimos que ir al Big Ben de Londres, ingresar en los  engranajes y hacer una regresión profunda que permitiría viajar y que toda la  pesadilla acabara. Pero para ello, debíamos ingerir muchas pastillas de dormir, lo  que es igual a un suicidio y ahora después de tanto buscar líneas de tiempo,  hemos cambiado y modificado la pesadilla... para nosotras han pasado siglos,  pero la verdad nos estamos volviendo más jóvenes y en menos de 10 días no  seremos capaces de seguir comunicándonos con ustedes.

¿Quién nos descubrió? La NASA, estuvimos más de 4 años cautivas hasta que un  buen hombre del FBI nos sacó de allí, porque leyó el expediente y él sabía que  éramos su familia espiritual, había soñado con nosotras. Se inventó una historia y  lo despidieron y después de allí... ¡lagunas mentales!

Algo modificó la realidad una vez más... Alice lo sabe, pero jamás me enteré de lo  sucedido, desde entonces vivimos observándolos sin pisar Ingresum, donde todo  inició.

¿Por qué amamos Ingresum? Era nuestro hogar, allí están nuestros recuerdos y  nuestra vida se perdió allí.

Ahora saltamos de país en país, haciendo pequeñas regresiones, para poder  espiarlos y hacer que todo sea como antes, pero de una manera segura y  prudencial donde seamos felices. Todo este tiempo hemos ido a diversos portales  del mundo marcando el camino para que no tropiecen y se desestabilicen.

Alice acusa a ellos de lo que pasa... Pero ¿quién nos creerá? Si la NASA pensó  que éramos seres de otro mundo, y los otros... que estamos más que flipadas.

Fuimos ingrusantes, pero ya no podemos serlo más, nadie recordará cómo  éramos, cómo nos llamamos en realidad. Tal vez existirán las mismas almas, pero  no la misma vida.

Es una lástima, porque hay recuerdos que me gustaría que de verdad existieran  para siempre y otros que no existieran jamás para ustedes.

–Melody, lo recordarán –Tipié en el teclado –Vivirán en mi historia, me aseguraré  de ello. Quisiera decirte también, que quizás no queremos el mismo camino que  ustedes, no todo podrá volver a ser exactamente igual. Pero no te preocupes,  todos los recuerdos que quieres que vivan para siempre, confíamelos y vivirán  como miles de luces en almas de mis lectores.

Pero se desconectó.

Al menos, ya entendía algo de la cuenta regresiva que llevábamos para resolver  nuestros misterios. No solo se trataba de cerrar ciclos, ni encontrar nuestros  destinos, ni evadir el lavado de cerebro Iluminatis, si no, que desaparecerían  nuestros guías espirituales, y nos fusionaríamos con otra realidad ¿Acaso se  caería la nuestra como la conocemos también?

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