”Sea cual sea nuestro destino, lo enfrentaremos juntos, es lo que hacen las almas gemelas” –Alyson Noel (Amandi)
Soy en resumen, el secreto universal de todos los tiempos, y el raro caso de un alma que posee 75% de sí. La destrucción de espacios vacíos ha sido mi único crimen, que ha dado como fruto mi otra… ¿Mitad? Si a eso se le puede llamar un 25%.
He vivido miles de veces encontrándome con lo que significa ser creído en pensamientos e imágenes, la hija que nunca fue concebida. Porque fui nacida de una unión espiritual en sueños en la luna, por Liz y Kevin, mis padres espirituales, aunque algo dentro de mi decía que debía de haber algo más. Es un poco confusa la lógica de la naturaleza de mi energía, pero es algo que descubriríamos después de numerosos viajes dimensionales y regresiones.
Nico Guerra, el chico con el que me di mi primer beso, es mi otra parte. Lo conocí en un crucero, en mi viaje de quince años. Admito que realmente no quería nada demasiado grande para la ocasión, al fin y al cabo ¿No era como cualquier otro cumpleaños sin sentido celebrando un año más cerca de nuestra muerte y más lejos de nuestras esperanzas?
No se crean, tampoco somos una familia muy adinerada, pero supongo que mis padres intentaban compensar tantos incidentes, más que todo los relacionados con una señorita muy similar a Alice.
–Para nada. Tú eres un caso un tanto extraño, además, Alice dijo que tu alma gemela apenas la conociste por una semana… –Dijo una vez Liz, y no hubo más qué decir, supe que era Nico.
Recuerdo cómo salí de esa fiesta de medianoche en el barco que me agobiada y como me siguió para dar un paseo a caminar, también cuando vimos juntos el océano. Una noche incluso, me llevó al último piso del barco y nos recostamos a mirar las estrellas, allí sucedió, un pequeño e inocente beso, después de allí prosiguió un abrazo, pude sentir como su corazón latía a toda prisa y no creía que lo hacía por mí. Nadie nunca me había visto de esa manera, siempre había sido la típica marginada.
Esa noche volvimos a ver las estrellas. Y me repetía como la primera vez “This is our moon”. Definitivamente, la luna estaba llena y preciosa, desde entonces prometió que siempre al verla estaría conmigo y yo al verla con él, incluso en los momentos más difíciles de nuestras vidas por separado. ¡Pero qué ingenua me sentí! sin derramar lágrimas confiando una y otra vez en sus mismas palabras “Esto no es un adiós, nos volveremos a encontrar”. Y en definitiva, jamás pensé que sería una y otra vez en siguientes vidas, sin embargo era un encuentro más que seguro.
En aquel viaje pisé las áridas tierras de México y me sumergí en las pálidas aguas jamaiquinas. Pero aquello no era nada comparado con lo que ocurría en esa cápsula del tiempo andante que me rodeaba por los océanos. Era la perfecta burbuja de vida de todo aquel que osara tripularla. El crucero.
Mis compañeras de viaje disfrutaban sentirse ricas lanzando el helado que había hasta más no poder. Pero he de admitir, que de no ser por ellas, no me hubiese abierto a conocer a tantas personas de tantas nacionalidades.
Al verlo, me sentí como esta noche, cuando vi las millones de estrellas resaltando en el total negro del cielo nocturno, después de tantas noches sin haber visto ninguna.
Me relajaba estar en un barco, avión o en un carro. Supongo que es por la tranquilidad de saber que estoy avanzando y dirigiéndome hacia algo y poder permitirme estar quieta. La mayoría del tiempo soy consumida por la ansiedad de hacer montones de cosas, nunca siento merecerme un descanso.
He considerado siempre que soy de esos que no tienen un hogar fijo, soy ciudadana y nativa del universo, y no me defino aquí, ocupo un territorio mucho mayor. Estoy segura de que si realmente hay un lugar para mí, está muy lejos de aquí, llegar será un arduo camino, y es justo el que ahora atravieso.
Entendí que mi ser y mi verdad, por más fuerte que sean o por más que me moviera, seguirían siendo solo aire percibido por quienes comprendían, todos los que ven otra cosa están atacando a otra cosa, por ello decidí sentarme, unos cuantos me siguieron, lo mismo pensé del liceo, por más que juzguen estoy en mi camino, solo así conseguiré quien comprenda mi melodía.
Aunque cada par de almas gemelas es distinto. Los padres espirituales de Jonas y Ralph tuvieron un sueño, muy común en almas gemelas. Ambos en el sueño eran una misma persona, sentían que iban caminando en un bosque frondoso, pero tenebroso.
Entran entonces a una escuela cuya estructura se parecía bastante a Mesdom, pero con más aura de hospital mental que este, que ya de por si lo parece.
Es cuando sienten que van caminando por un pasillo, y, aquí los sueños empiezan a ser diferentes: Kenny sintió que al final de él se encontraba una chica, y Keyla a un chico, y es como con un beso se fusionan ambos lados como espejos.
El alma puede llegar a hacer regresiones simbólicas y en ella traducir. Un ejemplo sería hablar en alemán siendo tu lengua nativa el español, mientras hablas sentirás que lo has dicho en español. Algo parecido ocurrió en este caso, el de mis tíos espirituales.
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