Una aventura junto a Neele

—Jaja, que tonta, obviamente cuando hablaste de “aventura” te referías a una misión como aventureros, y nada más —Comento apenada— maldito cerebro, porque piensas en esas cosas —Murmuró

—De hecho fue el día que te encontré con Lord Lockridge.

Comentó Davor recordando el día que conoció a Neele.

Los seis estaban en una grada ubicada al lado del campo de entrenamiento, Ekaterina, Neele y Anya se sentaron en la primera fila, mientras que Pieter y Anton en la fila de atrás, de pie en frente de ellos se ubicó Davor, quien había accedido a contarles cómo fue su encuentro con Neele.

—Cierto, ese día recuerdo que habías mencionado que fuiste a recolectar hierbas y que hubo un monstruo —Le respondió Ekaterina al recordar ese momento

—Casi me come ese monstruo —Comento Neele

—¿De verdad? ¡Ya cuenten lo que pasó! ¡Y no omitan ningún detalle! —Les pidió Anya

—Pues nos conocimos en el gremio de aventureros, casualmente tomamos la misma hoja de misión al mismo tiempo.

—Huy, eso es romántico, ¿no crees Lina?

La broma de Anya solo provocó que Ekaterina le diera un coscorrón en la cabeza.

—¿Y qué hacías en el gremio de aventureros Neele? —Pregunto Pieter

—Como estudiantes de la academia tenemos prohibido tomar trabajos del gremio de aventureros —Agrego Anton

—Sentía curiosidad y fui a escondidas —Contesto fríamente

En ese momento Neele les mostró una pequeña placa de acero, la cual la acredita como una aventurera oficialmente registrada, sorprendiendo al resto de sus compañeros, quienes la bombardearon con toda clase de preguntas, pero Neele se sintió intimidada y se limitó a voltear a ver a Davor, pidiéndole ayuda con la mirada.

—Cualquiera puede ser aventurero, y entiendo que Neele pago una cuota adicional para que no le hicieran preguntas en el gremio.

—Si es tan fácil inscribirse, ahora yo también quiero ser aventurera.

—Recuerde que está castigada princesa.

El comentario de Anton rápidamente acabó con la ilusión de su alteza.

Davor siguió entonces con su relato.

Ambos tomaron por casualidad el mismo encargo, recolectar hierbas medicinales en el bosque al sur de la ciudad; pese a que Neele se había envuelto en una capa para buscar ocultar su identidad, era obvio que por sus ademanes que se trataba de una novata, por lo que Davor le propuso que hicieran equipo, pese a ser una misión sencilla de recolección, nunca se sabe cuándo podría surgir algún imprevisto.

Así fue como tomaron rumbo hacia el bosque, tiempo que aprovechó Davor para explicarle algunos temas básicos que debía conocer como aventurera, como revisar su equipo antes de cada aventura, llevar suministros necesarios, los peligros que hay en el bosque, entre muchas otras cosas.

—Hubo un momento en que pensé guardar silencio, tal vez el yo estuviera hablando sin parar la podría molestar, pero al contrario, ella me pidió que continuara.

—Aprendí muchas cosas que no sabía, te lo agradezco.

—Eres bueno para explicar las cosas —Comento Ekaterina— gracias a ti he aprendido sobre los lobos de sangre y de arquería.

—Si eres tan inteligente, debería pedirte que me ayudes a estudiar para los exámenes —Comento Anya

—No creo ser tan inteligente, solamente que como aventurero uno debe aprender muchas cosas, para estar siempre preparado.

Davor continúo su narración.

Para poder encontrar las plantas medicinales que les pedía su misión, tenían que adentrarse más y más en el bosque, lejos de los caminos, justo dentro del territorio habitado por animales y monstruos peligrosos, esa es la causa de que los aventureros sean contratados para recolectar dichos ingredientes.

—Así que su aventura era solamente recoger hierbas —Comento Anya— eso es lo totalmente opuesto a una aventura, ¡es un trabajo! Y aparte, aburrido, ¿dónde estaba el monstruo que te iba a comer Neele?

—Me descuide y fui imprudente —Dijo en tono seco

Mientras buscaban las hierbas, alcanzaron a escuchar un ruido extraño, como si un niño estuviera llorando en medio del bosque, por lo que Neele salió corriendo en su auxilio, Davor trató de advertirle que tuviera cuidado, pero ella ya se había adelantado.

Pronto se encontró junto a un arbusto la figura de un niño sentado en el piso, sosteniendo sus rodillas contra su pecho con sus brazos.

Neele se acercó a él con cuidado, no quería asustarlo, pero al estar a poco menos de un metro de él, tuvo el presentimiento de que algo estaba mal con aquél niño, el cual no dejaba de sollozar, y fue entonces que se dio cuenta de su error.

No se trataba de un niño, era un monstruo planta cuyo brote asemejaba a un infante e incluso podía hacer ruidos que sus presas confunden con llamados de auxilio, para sorprenderlos y enseguida atraparlos con sus ramas.

Al sentirla cerca, el monstruo conocido como Vetjede abrió sus fauces y le escupió a Neele una especie de resina que le cayó en parte del rostro y pecho, causándole un hormigueo que evitaba que se moviera con normalidad. En ese momento vio como las ramas del monstruo intentaron atraparla, pero antes de que lo hicieran, apareció Davor para cortarlas, provocando que el monstruo diera un chillido agudo, para enseguida huir, al ver que su ataque sorpresa había fallado.

—¿Y que era esa cosa que te lanzó? ¿Era veneno?

—Una toxina paralizante —Le respondió Davor a Ekaterina— el Vetjede la usa junto a sus ramas para inmovilizar a sus presas, aunque la verdad no es muy potente, solo basta con lavar la parte afectada y en unos minutos el efecto pasa.

—Davor me quito la blusa y me limpio.

El comentario de Neele, provocó que todos se quedaran viendo a Davor, quien rápidamente negó haber hecho algo inapropiado con su compañera.

—Si no se quita rápido la toxina puede provocar hinchazón en la piel, solo por eso se la quite y obviamente le di mi camisa para que se cubriera. Recuerdo que después de eso, Neele prefirió regresar a la ciudad, yo todavía me quede a completar la misión.

—¡Cierto! Recuerdo que ese día que nos encontramos me llamó la atención que no tuvieras camisa, así que esa fue la razón.

—Sí, fue una casualidad que nos volviéramos a encontrar.

La plática continuó con Davor narrándoles algunas anécdotas, incluso Pieter y Anton, quienes se habían mostrado más reacios a convivir con él, empezaron a integrarse en la conversación. Sin darse cuenta, el tiempo pasó y pronto anochecerá, por lo que Ekaterina le pidió a Davor un duelo, no quería dejar pasar la oportunidad de luchar contra él.

—¿Estás lista princesa? No pienso contenerme.

—Por supuesto, me sentiré insultada si lo haces, y como ya vi tu duelo con Neele, sabré si no vas enserio.

—Entonces prepárate princesa.

—Cuando gustes.

Mirándose frente a frente, empuñando sus espadas, no podían evitar sonreír mutuamente, buscaban calmar su respiración, pero sus corazones latían apresuradamente, expectantes del duelo por venir.

Anton confirmó que ambos estaban listos y entonces, antes de que pudieran iniciar, apareció la profesora Xandra, para anunciar que ya era hora de cerrar el campo de entrenamiento por ese día.

—Supongo que tendremos que dejar nuestro duelo para otro día princesa.

—Sí, es una promesa, otro día será —Dijo sonriente. 

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...¿Qué les pareció el personaje de Neele? ¿Quieren que siga apareciendo? Muchas gracias por leer, saludos a todos....

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