Celos.

—¿Celosa? —Pregunto Anya

—Ce-celosa, no, para nada, ¿Por qué estaría celosa? ¿Y celosa de quien?

Le respondía mientras se cruzaba de brazos y veía a la distancia a Davor sostener un duelo de práctica con una hermosa joven de cabello rosa.

—Solo me aburro, eso es, Pieter, vamos a practicar también nosotros.

Sin darle tiempo de responder a su compañero, le lanzó una espada de madera y le ordenó que la siguiera.

—Definitivamente esta celosa —Sonreía Anya disfrutando la escena

...◊◊◊...

Cuando Ekaterina le explico a Davor la condición que puso el príncipe Pascal para aceptar su ingreso a la academia, este le dijo que no se preocupara, que tenía bastante experiencia en el campo de batalla, lo cual alivió un poco de la inquietud que tenía ella, después de todo, Pascal es el mejor peleador que había en la academia, habiendo entrenado desde pequeño con los mejores maestros de la espada de su reino.

Ciertamente sentía curiosidad por conocer su habilidad con la espada, puesto que cuando escaparon de los asesinos, solo ella llegó a enfrentarlos mientras él yacía envenenado. 

Es por ello que le insistió que tuvieran una sesión de entrenamiento, nada le emocionaba más a la princesa que batirse en un duelo, y por alguna razón, sentía especial emoción por su encuentro con Davor. 

—¿Qué piensas de Davor? 

Preguntó Anya quien recostada sobre la cama veía como su amiga se cambiaba de ropa frente al espejo. 

—Es valiente y amable, confiable…

—Y guapo.

—Sí, no puedo negar que es masculino y tiene buen porte.

—¿Te gusta?

—Claro que no.

—Entonces porque te preocupa tanto como te vea, ya te has cambiado de ropa mil veces.

—Soy una princesa, siempre debo verme bien, no es que quiera que él en especial me vea bonita, ¿y bien? ¿Cómo me veo?

Al final, decidió utilizar una blusa blanca con vivos en morado y plata, los colores tradicionales de su país, así como una falda corta negra con mallas color blanco para poder moverse libremente durante el combate y no preocuparse por manchar su honor de princesa al tener más piel expuesta de la que debería. 

—Hermosa como siempre.

En ese momento se le ocurrió algo a Anya que la hizo soltar una risa que puso nerviosa a Ekaterina.

—Esa risita no me gusta ¿Qué estás pensando?

—Con quién te casas…

—No jugaremos a eso.

—… a quien amarías en una noche de pasión desenfrenada…

—Olvídalo, no jugaré.

—… y a quién matarías.

—Odio ese juego, siempre pones pésimas opciones.

—Elige entre el príncipe Pascal, Lord Lockridge y… Davor.

Ekaterina se quedó pensativa un momento, pero enseguida negó con la cabeza.

—Lo estabas pensando, dime, ¿Con quien te casarías, a quien amarías y a quién matarías?

—No, mejor vámonos o se nos hará tarde.

Ambas jóvenes se dirigieron al campo de práctica, pero Anya no estaba dispuesta a rendirse.

—Bueno, te conozco mejor que nadie, así que te diré lo que estabas pensando. Pascal definitivamente está fuera. —Anya hizo un ademán de cortarse la garganta con el dedo— ¿cierto?

—Cierto.

—Bueno, eso era fácil, ahora ya solo queda Lord Lockridge y Davor, bueno, también está fácil de responder, de entre ellos, es obvio que te casarías con el rico heredero. Nuestro gallardo aventurero no tiene oportunidad. Aunque bueno, el podría…

Tomándola por sorpresa, se le acercó al oído y le murmuró “Puede ser tu amante.”

Ekaterina se detuvo en seco, sonrojándose por completo, mientras Anya se carcajeaba a más no poder.

—¡Eres una tonta! —Anya empujó a su amiga y a paso veloz se fue al campo de entrenamiento.

...◊◊◊...

Era fin de semana, la mayoría de los estudiantes salen de la academia para pasar el día en la ciudad y los que no, se encierran en sus habitaciones para descansar o completar deberes pendientes. El ambiente está muy tranquilo, eso le gusta a Ekaterina, podrá tener su duelo con Davor sin llamar tanto la atención, aunque hubiera preferido salir e ir al bosque para entrenar, lamentablemente le han restringido la salida de la academia debido al atentado que hubo en su contra.

Al acercarse al campo de práctica, comienza a escuchar el sonido de las espadas de práctica chocando entre sí.

“¿Ya comenzaron a entrenar sin mi?” Pensó y aceleró el paso, mientras Anya la perseguía.

Al entrar, se encontraron con Pieter y Anton, quienes atentos observan el duelo que sostenía Davor.

—Parece que si llegamos tarde —Comento Anya

Frente a ellos se encontraba Davor luchando contra una joven de cabello rosa y piel bronceada, de cuerpo atlético, sin duda es una joven de gran belleza, comparable incluso a la de Ekaterina.

Se trata de Neele, quien de hecho es prima de Ekaterina y con quien mantiene una rivalidad para demostrar quién es mejor con la espada.

Una joven de aspecto serio, callada y que prefiere mantener su distancia con los demás, pero cuando está combatiendo su rostro cambia por completo, una sonrisa se dibuja en su rostro, desapareciendo la chica tranquila y transformándose en una guerrera salvaje.

Neele busca propinar un corte lateral, pero Davor lo desvía con su espada y enseguida lanza una estocada, la cual es bloqueada, los rostros de ambos están muy cercanos y en sus rostros se puede notar que están disfrutando de su encuentro.

—Recibimos a Davor como nos pidió la princesa y al llegar aquí, Neele ya estaba entrenando —Comento Anton

—Y al parecer ya se conocían —Agrego Pieter

—¿Enserio? —Respondió Anya— ¿De dónde se conocerán?

—No alcanzaron a decirnos —Le decía Pieter sin perder detalle del combate— Y como ustedes no llegaban, Neele le dijo a Davor que tuvieran un duelo, pero ya llevan rato así.

Sin duda el duelo que sostenían era muy entretenido, por momentos Neele aprovecha su velocidad para tener la ventaja, pero la experiencia de Davor le permitía igualar el combate.

La princesa los miraba atenta, al igual que los demás disfrutaba el combate que sostenían, viendo la habilidad de Davor se sentía más tranquila de que podrá derrotar a Pascal y así poder entrar a la Academia, sin embargo, no puede evitar sentir un malestar en su corazón, viéndolos sonreír y gozar de su encuentro, no puede evitar querer intercambiar de lugar con su prima.

Ella desea que la sonrisa de Davor sea para ella, y nada más ella.

Es por ello que cuando escucha que Anya le pregunta si está celosa, la evade y mejor se pone a practicar junto a Pieter.

Se colocan a un lado de ellos y sin mayor aviso, Ekaterina comienza su ataque, desatando los sentimientos que guarda en cada estocada.

—¡No perderé! ¡Te derrotaré para demostrarte mis sentimientos!

Las palabras de Pieter no llegaron a su princesa, quien dividía su atención entre derrotarlo, y en el combate que ocurría a un par de metros de ellos, viendo a Neele sonreír como nunca antes la había visto, algo que le causaba cierto malestar.

Pieter es de los mejores espadachines del Imperio, y en cualquier otro momento, Ekaterina hubiera disfrutado de su encuentro, pero ese día no era así, Ekaterina no sabía a ciencia cierta lo que sentía, solo sabía que estaba decidida a derrotarlo y rápidamente lo abrumó con su ofensiva, haciéndolo tropezar y caer justo donde se encontraban Neele y Davor, empujando a ambos, y causando que la joven cayera encima del aventurero.

—Lo siento —Le dijo Neele apenada

—No pasa nada.

Ambos se sonrojaron, y Neele fue la primera en ponerse de pie, solo para encontrarse con la espada de Ekaterina, cuyo espíritu parecía estar en llamas.

—Creo que es un buen momento para definir de una vez por todas quién es mejor.

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...Saludos a todos, gracias por leer y por sus comentarios, los aprecio mucho....

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