Alguien a quien sobornar.

—¿Aceptas?

Ekaterina sorpresivamente le ha dicho a Davor que ahora sería estudiante de la Academia Militar Vexala, dejándolo sin palabras.

—Y no aceptaré un no como respuesta, eres un aventurero valiente y genial, que me ha salvado la vida en un par de ocasiones, mereces algo mejor que una vida como aventurero errante.

—No tienes que tomarte tantas molestias, aceptaré el oro que me ofreciste en un principio si gustas, después de todo, soy un simple plebeyo, no hay manera que permitan que yo estudie en este lugar.

—Eso no será ningún problema, soy la princesa Ekaterina Tarasov y nada evitará que estudies en esta academia —Decía con gran entusiasmo

...◊◊◊...

Desafortunadamente las cosas no serían tan sencillas para poder inscribir a Davor en la academia.

Las políticas de inscripción a la academia eran muy claras y estrictas, solamente siendo de sangre real o noble podían ingresar. Para que Anya, quien nació siendo plebeya, pudiera estudiar ahí, el mismo emperador del Imperio tuvo que interceder en favor de la amiga de su hija. Ekaterina pensó que con Davor sería una situación similar, solo tenía que pedirle el favor a su padre y este arreglaría todo, tal como hizo con Anya.

—¿Cómo que rechazaron su inscripción? —Exclamó sorprendida Ekaterina— si es por el dinero, puedo pedirle a mi padre que mande cien cofres llenos de oro.

—No es cuestión de dinero princesa, sino que el reglamento de la escuela es claro, solamente la realeza o la nobleza puede entrar a esta academia.

—Y con esos cien cofres de oro sobornamos a quien tengamos que sobornar para que lo acepten.

—Así se habla Lina —La animaba Anya

—¡Pediré el oro enseguida!

—Espere princesa, hay una opción con la cual no desperdiciará el oro de la nación.

—¿Y qué estás esperando? ¿Cuál es? ¿Falsificar su árbol genealógico? ¿Darle un título nobiliario falso?

—¿Por qué Ekaterina quiere solucionar todo haciendo cosas ilícitas? —Le pregunta en voz baja Pieter a Anya

—No tengo idea, ¿tendrá algo que ver que sus padres son primos? —Le respondió

—¿¿Perdón?? —La volteo a ver con una mirada muy seria la princesa

—No nada, Anton, nos decías de la otra opción, de preferencia que no sea algo ilegal.

—Si, bueno, la academia contempla el otorgar becas a estudiantes sobresalientes o descendientes de nobles caídos en desgracias que en el pasado hayan tenido lazos con la academia.

—Eso es perfecto, estoy segura que Davor es sin duda sobresaliente en el combate y en lo académico, y si no, falsificamos su árbol genealógico y decimos que su tatatatarabuelo estudio aquí.

—No será necesario princesa, eso es solo una formalidad, lo importante es que el consejo estudiantil de su visto bueno, consejo estudiantil del cual le recuerdo es usted presidenta, aunque nunca asiste a las reuniones.

—Para eso te tengo a ti Anton, eres mejor que yo para esas cosas —Le dijo con una sonrisa traviesa

—Le recuerdo que algún día será emperatriz, debería tomárselo más en serio.

El comentario de su subalterno fue totalmente ignorado por Ekaterina.

El consejo estudiantil de la academia cumple la función de resolver problemas entre los estudiantes, así como ayudarlos en su vida escolar, siendo un enlace entre alumnos y profesores. Representantes de las tres naciones lo conforman, buscando darle voz y voto a cada una de las facciones que predominan en el colegio.

—Entonces no hay problema, como presidenta del consejo estudiantil, daré mi aprobación para que le sea otorgada una beca a Davor.

—En ese caso, ya solo le faltará conseguir la aprobación de los otros dos miembros de la junta de gobierno del consejo.

—¿Junta de gobierno? ¿Cuál junta de gobierno? —Comento Ekaterina sin idea de que hablaba su compañero

—De verdad que tiene que ir a las reuniones —Dijo Anton preocupado—  la junta de gobierno la conforman los líderes de las tres facciones que integran esta academia.

El consejo escolar estaba dividido en dos categorías: Los roles administrativos como presidente, vicepresidente, tesorero y secretario; y la llamada junta de gobierno, conformada por los líderes de cada facción, quienes al final tienen la última palabra sobre las decisiones que tome el consejo escolar, aunque por lo general no se meten en dichos asuntos, tal como hace Ekaterina.

En el actual consejo escolar, Anton funge como presidente, y siendo partidario de Ekaterina, eso la convierte en la de facto presidenta del consejo, pese a que no ha asistido a ninguna de las reuniones.

—Espera espera cuatro ojos —Lo interrumpió Anya— estás diciendo que para que aprueben la beca necesitará pedirle un favor a sus… ya sabes.

—A sus prometidos, el príncipe Pascal y Lord Lockridge.

—Oh diablos, mejor busquemos a quien sobornar.

...◊◊◊...

Fuera de la academia, Davor recorre las calles de Vexala como cualquier otro día, dirigiéndose a la zona norte, un sector abandonado de la ciudad, donde personas sin hogar y criminales han encontrado refugio.

En este lugar, se mueve sin problemas, con una mano cerca de la empuñadura de su espada, listo para cualquier sorpresa.

—Seria genial vivir del otro lado del muro.

Sonríe al pensar en lo contrastante que resulta este lugar comparado con la academia, es como confrontar al día con la noche, mundos opuestos, cuya única separación es un gigantesco muro que incluso provoca que poca luz del sol ilumine estas calles.

Cuidando de que nadie lo siga, entra a una vieja mansión, el olor a humedad y desechos humanos invaden su nariz, lamentablemente está acostumbrado a ese tipo de olores y se adentra en aquella oscura vivienda.

Conforme avanza, comienza a sentir el olor de carne quemada, hasta que se encuentra con tres cuerpos calcinados, lo que lo lleva a empuñar su espada, listo para combatir.

—No te preocupes por ellos, solo libre al mundo de tres escorias, si no hubiera llegado temprano a esperarte, habrían violado a una niña inocente.

De entre la sombras se podía vislumbrar la figura de una joven delicada y que emanaba un aire de nobleza, de voz suave pero a la vez fría, lo miraba como un depredador mira a su presa.

—Los planes han cambiado —Le dijo Davor, envainando su espada

—Eso pensé, te vimos en la academia junto a ella, bueno, toda la escuela los vio, nunca te había visto sonreír tanto.

—Ella quiere que estudie en la academia.

—¿En serio? —Aquella joven se quedó pensativa un momento dibujando una sonrisa en su rostro— Me alegra mucho esa noticia, de hecho, creo que es lo mejor para todos, ya me estaba cansando de escabullirme para estos encuentros. Te esperaré en la academia entonces, hasta luego querido.

Sin decir más, aquella figura desapareció en la oscuridad, dejando solo a Davor.

—Supongo que todo está saliendo mejor de lo planeado.

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