Una Princesa, Un Aventurero Y Un Dilema.

Una Princesa, Un Aventurero Y Un Dilema.

La princesa y el aventurero.

—¡Nunca me alcanzarán!

Exclamaba jubilosa una joven de hermoso cabello plateado mientras su corcel avanza a todo galope adentrándose más y más por el bosque, dejando atrás a sus perseguidores.

De angelical rostro y esbelta figura, su fino ropaje denota su estatus como noble.

—¡¡Sigan avanzando, no dejen que se siga alejando!!

Gritaron aquellos hombres que iban detrás de ella, quienes no se habían dado cuenta de que en ese momento aquella joven ya había bajado de su caballo y se había escondido detrás de los árboles, dejándolos pasar mientras persiguen a su corcel.

—Problema resuelto.

Una sonrisa de victoria se dibujaba en su rostro, la bella joven de ojos violetas en ese instante se dio la vuelta para continuar su camino, pero no se había percatado del desnivel en el terreno, resbalando por una ligera pendiente, provocándose bastantes cortes y raspones durante la caída.

Pese al dolor, no tenía tiempo que perder, pronto descubrirán su engaño y no tardaran en regresar a buscarla, debía seguir moviéndose si no quería ser atrapada.

Armada con arco y flechas, así como su fiel espada en la cintura, la joven comenzó a explorar aquél bosque, maravillada de la vista tan hermosa y del aire fresco tan puro que llenaba sus pulmones.

Metros más adelante, encontró a una criatura que la puso en alerta, un “lobo de sangre”, una bestia de más de cien kilos cuya ferocidad es por todos conocida.

“Es mi oportunidad” pensó creyendo que aquél animal se convertiría en un trofeo para su colección.

Procurando no hacer ruido, la joven de cabello plateado tomó su arco y flecha, apuntándole con cuidado, en ese instante, el lobo volteo a verla y aulló de forma escalofriante, un cosquilleo recorrió la espalda de la joven, quien de repente vio como aquella bestia se dirigía hacia ella.

—No tengas miedo Ekaterina, solo dispara.

La joven tragó saliva y enseguida disparó su flecha, la cual solo rozó el lomo del lobo, el cual se abalanzó sobre ella, dándole apenas tiempo de esquivarlo.

Haciendo a un lado su arco, desenfundo su espada y encaró al animal. El lobo le lanzó una mordida, pero la joven no se amedrentó y le enterró la espada directamente en el cuello.

—Eso fue fácil.

Comentaba al zafarse del cuerpo sin vida de la bestia, bañada en su sangre, todo rastro de elegancia en su vestir se había perdido por completo.

Pero un nuevo aullido la puso en alerta, fue en ese momento que se dio cuenta de que se encontraba rodeada por una jauría de lobos.

Valientemente se defendió con su espada, manteniéndolos a raya, pero aún así los lobos se iban acercando más y más.

De repente, una de aquellas bestias se le lanzó encima, su espada era lo único que evitaba que le arrancara la cara de una mordida.

La joven estaba exhausta, tenía al lobo encima y poco a poco sentía como se le iban las fuerzas. De reojo podía ver como se acercaba otro lobo, “Es el fin” pensó.

Pero no se iría sin pelear.

Con la última fuerza que le quedaba, le dio una patada al lobo que tenía encima y justo cuando el otro lobo estaba por morderla, le cortó la cabeza.

Se dibujó una sonrisa de satisfacción en su rostro, ya sin energía, se arrodilló y vio como el resto de las bestias se acercaban para acabar con ella.

Se negaba a pedir auxilio o cerrar sus bellos ojos violetas, había aceptado su destino.

Entonces vio como una flecha se clavaba en el cráneo del lobo que estaba punto de morderla, casi enseguida otras flechas se clavaban en el resto de los lobos, la puntería de quien las disparaba sin duda era precisa y letal.

Fue en ese momento que vio por primera vez a su salvador, no era un caballero de brillante armadura, sino lo contrario, un hombre desaliñado con ropa desgastada, que manejaba el arco con maestría.

—¿Estás bien?

Le pregunto sin dejar de disparar flechas a cualquier lobo que se acercara.

En ese instante Ekaterina sintió alivio por haber sido rescatada, pero por otro lado, se sintió avergonzada de que un desconocido la haya rescatado, y peor aún, que la haya visto en un estado tan deplorable, herida y con sus finas ropas rasgadas.

Después de todo, ella es Ekaterina Tarasov, princesa del Imperio Tarasov.

Su honor no le permite solamente aceptar la ayuda de aquel hombre, así que apoyándose en su espada, hace lo posible para ponerse nuevamente de pie.

—Lo estoy.

—¿Escuchas el río a lo lejos? —La princesa solo movió la cabeza en afirmación— ¡Corre y no te despegues de mí!

Con su propio orgullo como lo único que la motivaba a seguir, Ekaterina miró fijamente a aquél aventurero, quien disparó las últimas flechas que tenía en su carcaj y echó a correr, tomándola de la mano.

La princesa veía con preocupación como aquellos animales comenzaban a acercarse demasiado, quería gritar que no lo lograrían, pero no le daba la voz.

Es entonces que llegan al río, y sin mayor aviso, saltan abrazados, dejándose llevar por la corriente.

Eso fue lo último que recuerda, se había desmayado producto del estrés y la fatiga; una sensación de calidez la despertó, al abrir los ojos pudo ver de cerca el rostro de su salvador. Con el rostro todavía mojado, ya no se veía tan desaliñado y pudo percatarse de que se trataba de un joven de más o menos su edad, incluso le pareció bien parecido, siendo cautivada por sus hermosos ojos esmeraldas.

Ekaterina reaccionó en ese momento, la sensación de calidez desapareció, pero al mismo tiempo sintió como su cuerpo se sentía revitalizado, las heridas que tenía se habían curado.

—¿Puedes usar magia curativa?

—Como aventurero te enfrentas a muchos peligros y nunca está de más saber un poco de magia, especialmente si entras a territorio de monstruos, tuve suerte de encontrarte, por tu ropa es obvio que no eres aventurera, ¿qué hacías en un lugar tan peligroso?

La joven de cabello plateado se quedó callada, debía ser prudente, pese a que le haya salvado la vida, no sabía si podía confiar del todo en él.

Al ver su negativa de hablar, el joven comenzó a hablarle de aquellos monstruos, los lobos de sangre, de naturaleza carroñera, comenzó a explicarle que siempre atacan a criaturas heridas, guiándose por la sangre, de ahí su nombre. Seguramente esa había sido la razón por la cual la atacaron, por tantas heridas y raspones que tenía.

Mientras él hablaba, Ekaterina lo escuchaba con atención, le resultaba fascinante la forma tan elocuente en que hablaba aquél aventurero, hasta ese momento ella pensaba que los aventureros eran personas iletradas, brutos sin cerebro que hacían cualquier tipo de trabajo por unas monedas.

—Excelente arquero, usuario de magia y con grandes conocimientos, eres una persona muy interesante.

—Soy Davor, ese es mi nombre.

—Gusto en conocerte Davor, yo soy…

—¡¡Encontramos a la princesa!!

Absortos en su conversación, ninguno se dio cuenta de que habían sido rodeados por aquellos que perseguían a la princesa.

—¿Princesa? —Le pregunto confundido.

La princesa Ekaterina solo le respondió con una sonrisa inocente y tan bella, que le provocó que su corazón de aventurero se acelerara en un instante.

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...Espero les guste esta historia, y muchas gracias por leer....

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Comments

Inirida Contreras

Inirida Contreras

encantadora la trama

2023-08-12

1

Martha Divas

Martha Divas

woo me encanta

2022-07-07

1

ZACRO Killer

ZACRO Killer

se sintió algo raro del seguir la historia ya q paso de un momento a otro pero aún así fue interesante

2022-03-21

3

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Updated 62 Episodes

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