Conociendo la academia.

Agotados de tanto correr, la princesa Ekaterina y Davor estaban listos para luchar contra aquellos que los persiguen, podían escuchar los gritos afuera de la casa donde se habían resguardado, de un momento a otro, los iban a encontrar, ya no podían escapar, así que empuñaron sus espadas y esperaron a que aparecieran.

Fue entonces que la puerta se abrió de golpe.

—¡¡Lina!!

—¡¡Princesa!!

—¿Anya? ¿Chicos?

Por la puerta no atravesaron asesinos buscando su vida, sino que liderados por Anya, Anton y Pieter, ellos tres y el resto de sus compañeros de clases estaban ahí para ayudarlos.

Anya especialmente corrió a abrazar a Ekaterina, las lágrimas en sus hermosos ojos demostraban lo mucho que se preocupó por la vida de su amiga, quien estaba conmovida y no paraba de agradecerles a sus compañeros por estar ahí para ella.

—¿Cómo fue que nos encontraron? ¿Y que fue todo ese escándalo afuera? ¿Qué pasó con los asesinos?

—No fue nada fácil mi princesa —Comento Anton—, una vez apagaron las llamas en la puerta de la academia, burlamos a los guardias y salimos en la misma dirección que Anya vio que había tomado, escuchamos rumores de un ataque a un local, pero antes de poder ir hacia allá a investigar, fue que vimos la magia de fuego con que los atacaron, así supimos que debían estar cerca.

—Y obviamente nos encargamos de los asesinos —Intervino Pieter— aunque no pudimos averiguar nada de ellos, los que capturamos vivos tomaron algún tipo de veneno antes de que pudiéramos interrogarlos.

—¡Estaba desesperada por venir a ayudarte! ¡No vuelvas a asustarme de esa manera!

—Lo siento Anya —Le dijo acariciándole la cabeza

—Lo bueno es que estabas bien acompañada —Le guiño el ojo y enseguida volteo a ver a Davor

—Eso es cierto —Respondió con una enorme sonrisa

—¿Y tú quién eres? ¿Por qué estabas junto a Ekaterina? ¿Qué relación tienes con la princesa? ¿Estás coludido con los asesinos?

Fue Pieter quien se acercó a Davor para cuestionarlo en forma amenazante, pero antes de que este pudiera responder, el joven aventurero perdió el conocimiento.

—¡Davor! —Exclamo asustada la princesa

...◊◊◊...

Al día siguiente, las noticias del intento de asesinato de la princesa Ekaterina corrieron como pólvora por todo Vexala, era la primera vez en años que un incidente de ese tipo ocurría en territorio “neutral”. Afortunadamente la princesa regresó sana y salva antes de provocar un grave incidente diplomático, aun así, quedaban muchas interrogantes en el aire; nadie sabía la identidad de aquellos asesinos, los pocos que pudieron capturar, se suicidaron con veneno antes de que ser interrogados; tampoco se sabía si algún otro escapó o si tenían aliados en la ciudad que los estuvieran apoyando.

La hipótesis que habían formulado los oficiales de la ciudad y de la academia era que se trataba de un grupo rebelde que buscaba causar una nueva guerra entre el Imperio y el resto de las naciones. Mientras un grupo buscó asesinar a la princesa, otro grupo se encargó de hacer estallar varios puestos de vigilancia en la ciudad.

Con un portazo, Ekaterina salió molesta de la oficina de la directora de la Academia Militar y de facto gobernante de la ciudad de Vexala.

Había sido citada para dar su versión de lo ocurrido la noche de ayer, siendo interrogada por poco más de dos horas, pero ella tampoco tenía mucha información, lo único de lo que estaban seguros es que ella era el objetivo de esos asesinos, y que las explosiones en otras partes de la ciudad fue parte de un plan elaborado para mantener ocupados a los guardias de la ciudad.

La incesante cantidad de preguntas de la directora y su segundo al mando, habían puesto un poco irritada a Ekaterina, pero no era nada que no pudiera controlar, sin embargo, su paciencia se agotó cuando le informaron que en tanto terminaba la investigación y se aseguran de que estaba a salvo, tenía prohibido salir de la academia.

—Son unos idiotas, intentaron asesinarme y por eso me castigan, ¿¿qué tienen en la cabeza?? —Refunfuño mientras salía del edificio administrativo

—Lina, ¿Te encuentras bien?

Al salir de la dirección, se encontró con Anya y Davor, quienes esperaban por ella, al verlos, su humor cambió rápidamente, de enojo a sorpresa, y luego a preocupación.

—¿Qué haces aquí Davor? Deberías estar reposando, el doctor dijo que necesitarás varios días de recuperación.

—Ya me siento mejor, soy un aventurero, no puedo darme el lujo de pasar mucho tiempo sin hacer nada, y bueno, me estaba aburriendo de estar en ese cuarto.

—En realidad él quería verte, y por eso lo traje.

Comento Anya, causando que Davor desviara la mirada, mientras Ekaterina no podía evitar sentir como su corazón daba un pequeño salto de alegría.

—Tengo ensayo en el coro, así que Lina, ¿Por qué no le muestras a Davor la academia?

Sin darle tiempo para responder, la joven juntó las manos de ambos y sonriendo pícaramente, se despidió.

—No es necesario que lo hagas, si estás ocupada…

—No, no, está bien, si quiero, me encantaría mostrarte la academia.

Al momento de dar el primer paso, se dieron cuenta de que seguían tomados de la mano, soltándose enseguida mientras desviaban la mirada.

La Academia Militar Vexala fue originalmente construida como bastión hace más de seiscientos años, cuando existía el reino de Kahabelle; cuenta la leyenda que fue construida en el mismo lugar donde nacieron los primeros dragones, por lo que es considerada tierra santa de la religión Dragonia, la doctrina con más seguidores en el continente.

Con el paso del tiempo, el reino de Kahabelle desapareció, pero la Orden de Dragonia mantuvo su sede en este sitio, convirtiéndose paulatinamente en un centro de formación militar, hasta el día de hoy, en que es la institución educativa más reconocida del mundo.

Ekaterina le muestra muy emocionada a Davor todos los rincones de la Academia, desde los dormitorios, los salones de estudio, los jardines, el comedor, la gran biblioteca, las caballerizas, los campos de práctica, incluso una catedral.

Una maravilla de la arquitectura que ha sido adaptada para atender las exigencias de la propia realeza.

—Este lugar es increíble.

Comentó Davor al ver el campo de práctica de tiro con arco.

—Si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, me costaría trabajo creer que existe un lugar como este, tienen de todo, es lo más lujoso que he visto en mi vida.

—¿Lujoso? Entonces espera a conocer el palacio donde crecí, esto no es nada.

Ekaterina se dejó llevar y emocionada comenzó a presumir los lujos que tiene su hogar, fue entonces que noto que Davor se había quedado callado, pensativo.

—Disculpa, no quise alardear, solo hable de más, lo siento.

—No te preocupes, eres una princesa después de todo y no me molesto lo que decías, sino que me quede pensando en lo distinta que es su vida comparada con la mía, la de un aventurero sin hogar ni familia.

—¿Ser aventurero es tan difícil como dicen?

—Lo es, y no lo digo tan solo por el peligro que representa matar monstruos y esas cosas, lo digo porque la mayoría de los aventureros viven al día, incluso los más reconocidos, las recompensas que ganamos casi siempre se van en pagar comida, hospedaje, suministros, armas; arriesgamos nuestras vidas en cada misión, por eso no podemos escatimar en equipo, así que es poco lo que podemos ahorrar.

Las palabras de Davor dejaron pensando a Ekaterina, quien hasta ese momento pensaba que la vida de un aventurero era fácil y divertida, viajando por todo el mundo conquistando calabozos y derrotando monstruos inimaginables.

—Que complicado, no lo había visto de esa manera. Los estudiantes de la academia no tenemos ese tipo de preocupaciones, al salir de aquí heredaremos títulos o incluso los nobles de bajo rango son reclutados por otros nobles para servirles, asegurándose un futuro sin problemas.

—Cierto, estudiar aquí es una oportunidad que muchos quisiéramos tener.

Desde que le salvó la vida, Ekaterina ha estado pensando en la forma en que podría recompensarlo, no le había aceptado el oro que le ofreció, por lo que se sentía en deuda, y fue así como se le ocurrió por fin la manera en que lo recompensará por haberla rescatado.

—¡Está decidido! A partir de ahora, estudiarás aquí.

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