Hijos De Lucifer.

Lucifer había aceptado bajar, él tenía pensado quedarse lo de siempre: unos minutos. Pero esos minutos se convirtieron en días, y luego en meses, llevamos tres meses aquí abajo.

Pensé que lo iba a pasar peor, que no iba a poder pasar aquí más de una hora, pero para seros sincera estoy mejor aquí abajo que arriba. Por tonto que parezca hice "amigos" entre ellos está: Abaddon.

Era uno de los demonios que a mí parecer era el más peligroso, después de Lucifer claro está.

Fue convocado por Moisés, para así tirar las plagas y bueno... Todos los males a la tierra junto a la madre de Lucifer.

Es el rey de la riqueza y la avaricia, suele torturar a las almas que cuando estaban esas personas vivas eran ricas, o que solían tener más que otros.

—No es por ser egocéntrico pero este look me queda genial —habló Abaddon mientras se miraba al espejo.

Yo estaba sentada en la silla de la casa de Lucifer.

—A mí no me gusta —le fui sincera a lo que él se giró para mirarme. —Es verdad, te falta algo —dije levantándome para mirarlo.

—¿Qué me falta? —Se tocó el pelo.

Lo tenía de color negro, era un negro muy fuerte, sus ojos eran de color amarillo, siempre los tenía así, su cuerpo estaba bien formado y tenía bastantes tatuajes, era bastante alto, me pasaba tres cabezas.

—Los zapatos, llevas zapatillas de andar por casa —él rio.

—Son cómodas —suspiré volviéndome a sentar en la silla. —Por cierto, hoy hablé con Lucifer, no estaba muy contento —me encogí de hombros.

—Desde que bajamos ya no está contento con nada —le reste importancia al asunto.

—Deberías hablar con él —negué apoyando los brazos en la mesa.

—Salgamos un rato, estoy harta de estar aquí metida.

—Lucifer no...

—Qué le jodan a Lucifer, vámonos - lo cogí del brazo y lo saqué fuera de la casa.

Estuvimos andando por todo el infierno, viendo a las almas llorar, gritar. Muchos de los demonios se reían al verlas sufrir.

—Abre un portal y vamos a otro sitio —dije para luego mirarlo.

—Lucifer me va a cortar a pedazos Irena, y todo por tu culpa —reí.

—¿Le tienes miedo? —Me crucé de brazos.

Suspiró. Abrió el portal y pasamos por él.

Estábamos en un césped muy amplio, era todo muy verde, había montañas, animales, una cascada que caía en el

río y que pasaba justo delante de nosotros. Era hermoso.

—¿Dónde estamos? —Dije maravillada mirando todo a mi alrededor.

—En el jardín del Edén —abrí los ojos y la boca sorprendida.

—¿De verdad? —Asintió mirándome —aquí es donde todo comenzó, Adán y Eva fueron creados en este jardín —no podía articular palabra de lo maravillada que estaba.

—¿Y cuando fueron desterrados donde fueron? —Abaddon me miró.

—Pensé que eso lo sabías —negué.

—Nunca me he leído la biblia y en clase cuando lo explicaban yo no escuchaba —rio mirándome.

—Dios les dijo a Adán y a Eva que comieran del fruto de cualquier árbol, menos de uno en concreto, Lucifer tentó a Eva a comer la fruta prohibida, Adán al enterarse de eso quiso probar también, y Dios los desterró a la tierra, al mundo humano, dándoles como castigo la muerte y el dolor físico, vamos lo que ahora sois los humanos.

—Hablando de la fruta prohibida quiere referirse a las relaciones sexuales ¿no? —Abaddon asintió.

—Si, Lucifer y Eva las tuvieron, luego Eva las tuvo con Adán. Eva quedó embarazada de Lucifer y de Adán, Abel fue el primer hijo de Eva...

—Hijo de Lucifer —Abaddon asintió.

—Y Cain fue el segundo, hijo de Adán, Cain mató a su hermano ya que le acusaba de ser el culpable de la caída de sus padres —abrí la boca sorprendida.

—¿Lucifer sabía que tenía un hijo? —Asintió.

—Lo supo años después, Lilith la primera esposa de Adán supo la verdad, se enteró de alguna manera y fue a decírselo a Lucifer, tiempo después todo el infierno se enteró de la relación que Lucifer y ella tenían

—¿Y cómo se lo tomó al enterarse que tenía un hijo?

—Le dio igual, no le importó —suspiré mirando a mi alrededor.

—¿Por qué Lucifer y Lilith se separaron? —Abaddon negó.

—No lo sé Irena, lo que sí sé es que tuvieron muchos hijos, uno de ellos soy yo —abrí los ojos sorprendida.

—¿Eres hijo de Lucifer? —Dije anonadada.

—El primero por ende el mayor —rio.

—No me lo creo —dije mirándolo incrédula.

—Bueno eso es problema tuyo, pero yo no te he mentido.

—¿Podemos volver? —Él asintió.

Volvimos al infierno, nada más entrar Lucifer me cogió de la muñeca y me llevó a la casa.

—Antes de que te pongas a gritar y todo eso te quiero hacer una pregunta ¿Por qué mierda no me dijiste que tenías hijos? —Me crucé de brazos mirándolo.

—No le veía la importancia —reí sin ganas y negué.

—Claro, es que no la tiene —dije sarcástica —Abaddon es tu hijo, hijo tuyo y de Lilith, Abel quién también era tu hijo y la madre era Eva. Todos los putos demonios de aquí son tus hijos ¿No pensabas contármelo verdad? —Él negó.

—No, no tenía pensado contártelo, es mi vida y mi pasado, no te importa —la verdad que no me sorprendía para nada su respuesta.

No sé si estaba haciendo bien en reprocharle el que no me lo haya contado, pero fue tanta mi sorpresa que no pude callarme y no decírselo.

Sabía que era su vida, su pasado, pero no entendía por qué no me lo había dicho, en estos tres meses yo le había contado casi toda mi vida y él ni siquiera me ha contado una cuarta parte.

Podía estar exagerado un poco la situación, no lo sabía, pero me había sentado mal que no me lo contara, que no confiara en mí como para decirme eso.

—Bien... Vale, gracias por la sinceridad —sonreí y salí de la casa.

Bajé las enormes escaleras hasta encontrarme en el nivel 1. El Infierno estaba dividido en tres niveles, el 1 era el más peligroso, el 2 el medio y el 3 el menos peligroso.

En el 1 era donde Abaddon y Astoreth trabajaban, eran los que más torturaban almas.

—Astoreth —la saludé ella sonrió.

—Hola, Irena —dejó el cuchillo que tenía en la mano encima de una mesa. —¿Has visto a Lucifer? —Asentí.

—Está en casa

—¿Me puedes cubrir un segundo? —Abrí los ojos sorprendida.

Y ahí fue donde todo comenzó, donde ya no volví a ser la misma, donde todo mi tiempo se resumía en castigar también almas.

Cuando yo castigaba a un alma la mía descansaba más y fue así donde yo me sentía feliz y bien conmigo misma... También me hacía bien no ver a Lucifer ni hacerle caso.

****

Solo quería dejar algo claro, en esta historia no todo es real, casi nada lo he sacado de la biblia ni nada de eso, todo es inventado, ni siquiera sé si Abel en realidad era hijo de Lucifer o si los demonios también lo eran. Es todo sacado de mi imaginación, nada de lo que hay escrito en ella puede ser real. Un beso y espero que os esté gustando la historia.

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Comments

Jessica Flores

Jessica Flores

Hola 👋. Me gusta tu novela por que relta muchas cosas de lucifer. Pero de que lilith fue la primera mujer y no eva es cierto. nomas que las iglesias no lo dicen aparte de que las iglesias dicen muchas mentiras 1por ejemplo de que jesus fue crusificado y es mentira yo no creo aparte como save la iglesia.

2023-05-23

1

Astrid Riverdall 🖤💙

Astrid Riverdall 🖤💙

está historia está padrísima ,súper buena 👏 felicidades 🥳 autora

2022-09-30

0

Fralu

Fralu

Ahí a me encanta autora 😍 gracias por los capítulos espero más 🙏😊

2022-02-17

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