¿Culpable De Todo?

Mi vida ya no es como era. Antes era una chica feliz que vivía al lado de sus padres y le contaba sus problemas a su mejor amiga. Todo cambió cuando Lucifer el mismísimo diablo apareció en sus sueños convirtiéndolos en pesadillas y haciendo que todo se volviera realidad.

Siempre pensé que la biblia era mentira, que las cosas que me contaba mi abuela era una invención que también le hicieron creer a ella desde pequeña. En sí para mí la iglesia y todo lo que la rodea es una mierda, creo que, en Dios, pero no en la iglesia, ni en los curas mucho menos en la biblia.

Pero Lucifer me hizo ver las cosas de otra manera, cabe destacar que no me hizo cambiar de opinión sobre lo que os acabo de contar, sigo pensando lo mismo, a lo que me quiero referir diciendo que: "me hizo ver las cosas de otra manera" es que ni el bueno es tan bueno ni el malo tan malo.

Yo antes me consideraba una persona buena, una persona que no le haría daño a una mosca, pero cambié o es que siempre fui así... Ahora a lo que me dedico es a torturar almas y pasar de todo aquel que antes me podía llegar a importar.

Lucifer desde hace unos días intenta hablar conmigo mi única respuesta es: "no tengo tiempo", las cosas entre él y yo no andan nada bien. Nuestro destino es este, reinar en el infierno y eso es lo que yo intento hacer.

Llegan almas cada semana, no sabía que moría tanta gente en un solo día.

Lucifer envía a las almas a su nivel, muchas de ellas van al nivel uno, y muy pocas van al tres.

—Si vas a seguir ignorándome muy bien, pero te necesito en el nivel dos —miré a Lucifer y comencé a caminar.

—¿Me llevas o me tengo que tirar? —Lucifer me cogió de la cintura y extendió las alas.

Llegamos al nivel dos, comencé a andar junto a él y llegamos a una habitación. Muy pocas veces he bajado a esos niveles.

Pero no eran nada diferentes, solo que tenían menos habitaciones que el nivel 1.

—¿Y me necesitas para...? —Pregunté para qué él respondiera.

—Ramón Jusen, es un alma que llegó hoy aquí, no debería estar aquí, debes mandarla al primer nivel.

—¿Por qué no lo llevas tú? —Me crucé de brazos.

—Quiero que lo hagas tú —dijo sin más para luego irse.

Negué con la cabeza, me acerqué a uno de los demonios y pregunté:

—Ramón Jusen ¿en qué habitación está? —El demonio me miró y sin decir nada comenzó a caminar.

Anduve detrás de él hasta llegar a una habitación, en esa habitación no había nadie, el demonio me miró.

—Se escapó —abrí los ojos sorprendida y con miedo.

—¿Cómo mierda se escapó? Estáis aquí para vigilar, como se entere Lucifer nos ahoga en la lava —el demonio comenzó a correr dejándome ahí sola.

Miré las escaleras y bufé, las tenía temor, eran escaleras muy largas, y se podía apreciar más el olor a azufre, prefería que Lucifer me subiera a tener que subir yo y que el estómago se me revolviera.

Subí al nivel 1, estuve buscando a Lucifer por todos los lados, pero no lo encontré, busqué a Astoreth y le conté lo que estaba pasando.

—Lucifer nos ahoga —asentí suspirando.

Subí a la casa y lo busque estaba en su oficina.

—Lucifer —hablé para que él me mirara.

—Has tardado —fruncí el ceño.

—¿De qué hablas?

—Ramón Jusen no existe, lo inventé para ver cuanto tardabas en decírmelo —levanté una ceja.

—¿Me estás vacilando? Eres imbécil —él rio.

—Ya le puedes decir a Astoreth que no sigan buscando —me senté en el sofá y lo miré.

—Vas y se lo dices tú, me cansé de andar —sonreí falsamente a lo que él se levantó y se sentó a mi lado.

—Has cambiado mucho en estos meses —comenzó a hablar —antes no eras así Irena, antes te daba miedo estar aquí y ahora odias estar en la tierra —sonreí.

—Este es nuestro destino ¿no es así? —Él asintió.

—Pero tu alma estaba pura, pequeña, ahora la has manchado y de las peores maneras. Antes solías sonreír mucho ahora lo único que haces es sonreír falsamente y mirar con asco a todos habló con pena en la voz.

—No soy la única que cambié —Lucifer suspiró levantándose.

—¿Yo cambié? —rio —la única que ahora ve a las personas de diferente manera eres tú, ahora ves a todos con asco, yo sigo siendo el mismo, sigo siendo la misma persona que quiere tus besos, estar entre tus brazos. Tú solo me esquivas y me pones como el malo de la historia cuando no es así —reí y negué.

—¿Quieres decir que yo soy la mala? Lo único que quiero es acabar con todo, si subo ahí arriba no tengo nada Lucifer, tú acabaste con todo lo que tenía, con mi mejor amiga, con mis padres, ¡con todo! —Me levanté frustrada del sillón.

—¿Que yo acabé con tu mejor amiga? —Se llevó las manos al pelo haciendo que su manga se remangara y se le pudieran apreciar los tatuajes. —Tu mejor amiga vendió tu alma ¡entiéndelo de una puta vez! ¡Yo no fui el culpable de eso!

—Pero tu acabaste con su madre —levanté más la voz haciendo que los ojos de Lucifer se pusieran rojos —el culpable de todo eres tú Lucifer, todo es tu culpa, no quieras hacerte el bueno cuando lo único que haces es manchar a las personas —se acercó a mí convertido en demonio y me agarró del cuello —si por tu cabeza está pasando matarme hazlo, hazlo de una vez y acaba con todo —me soltó el cuello haciéndome caer hacia atrás en el sillón.

—Cuando veas que la única que se manchó fuiste tú veras las cosas de otra manera, tú quisiste bajar aquí abajo, tú aceptaste torturar a las almas, nadie lo decidió por ti, solo tú —volvió a su forma normal.

—Todo comenzó cuando tú mataste a su madre —fue lo último que dije para salir de la casa.

Abaddon estaba fuera de la puerta, me miró con el ceño fruncido.

—¿Pasó algo?

—Pregúntale a tu papi —lo empujé para que me dejara salir y bajé al nivel 1.

Busqué a Astoreth pero no la encontré.

Abyssus otro demonio, su nombre significa: "desesperado", y como el propio significado indica es el rey de la desesperación, el que hace que todas las personas se desesperen.

—Irena —dijo levantándose de su silla. —¿Todo bien? —Preguntó al ver mi cara.

—Lucifer y sus mierdas - me crucé de brazos. —Pero no te vine a contar mis penas, quiero subir a la tierra - Abyssus me miró.

—¿Para qué? —Se acercó a mí.

—Necesito ajustar cuentas.

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