2.4 Feromonas asfixiantes / Instinto de Bestias

...IV...

...Instinto de Bestias...

—Que salvajada —comentó Neizan al suponer lo que pasaba—. Se... se están peleando para aparearse con la «hembra» —asqueó con su propio comentario y, dio un paso atrás cuando Lenay (con los ojos) le pidió apoyo para salvar a James—. Yo no pienso involucrarme en ese documental de bestias en celo —excusó.

«¡Qué asco!», agregó en mente.

Los profesores y los encargados del ministerio intentaban contener la situación.

¿Qué de especial tenía ese «omega»? ¿Acaso era un caso de TFE*? (Trastorno de Feromona Excesiva). Es por eso que el aroma del delegado había acopiado tanta atención innecesaria?

¡Las feromonas de un omega normal no podían provocar ese nivel de agitación!

«Mierda», pensó Aiden al medir el más importante de sus problemas.

¿Dónde estaba Adriana?

Su hermana menor –la cual era una alfa dominante– estaba ahí como una de las encargadas de la prueba representando al Ministerio.

«Mierda», amargó porque una sola dosis de supresores no iba ser suficiente para él. «¿Por qué siempre le ocurren cosas así?», se quejó una vez más. Pues la desgracia siempre seguía a su hermana.

—Sacaré a James de ahí —advirtió Lenay dándose valor a sí misma.

¡Iba a matarse con la alfa que custodiaba a su amigo, así que necesitaba un apoyo!

Quiera o no. Sea como sea. Necesitaba a Neizan. Él debía pelear codo a codo a su lado. De manera voluntaria, u obligatoria, su buen amigo debía participar para asegurar la victoria.

Entonces, lo jaló del brazo sin dejarle opción a soltarse. Para que después –y con las energías recargadas–, corriera al centro de todo para cobrar un segundo round.

¡No iba perder tan fácil otra vez!

—Que salvajada —repitió Ilia con un tono más entusiasta al estar disfrutando del espectáculo. ¡James era un omega! ¡Nunca lo hubiera podido haber adivinado!

No obstante, su atención iba a la pelea que le parecía más entretenida. Es decir, la del profesor de Educación Física. El cual, completamente solo, andaba arremetiendo contra los dos orgullosos alfas de "1 A".

«¡Qué brutal!», comentaba Ilia en mente viendo las tremendas llaves que aplicaba.

Los tenía contra el suelo, mientras trataban de abrirles la boca para darles... ¿pastillas?

«Qué tonto», se burló.

¿Quién en su sano juicio aceptaría tomar pastillas en medio de una pelea?

—Me pregunto quién ganará... —celebró queriendo ir a hacer algunas apuestas.

Disfrutaba su suerte.

¡Él ya no era el centro de atención!

Pero:

—Ilia —llamó Dan para interrumpirlo—, ayúdame a salir de acá. —Él juntaba la poca fuerza de voluntad que le quedaba—. Por favor... que la cabeza me está matando

No quería que nadie supiera que era un alfa. No iba a caer. Este trababa de no respirar el aroma dulce que lo enviciaba. No sería igual que todos esas «bestias». Y gracias a ese pensamiento, había conseguido recubrirse la nariz y la boca con su antebrazo.

Tenía mucha fuerza de voluntad todavía.

Pero no resistiría por siempre.

Debía alejarse lo más pronto de ese lugar, sino quería...

—¿Qué? ¿Yo? —burló Ilia—. ¿Por qué debería ayudarte? Muérete solo —respondió casi despidiéndolo.

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Este es un personaje que no pensaba darle mucho contexto. Pero tal como fue avanzando la historia, decidí darle rasgos más específicos.

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^^^Dan ^^^

^^^Peculiaridad^^^

^^^Tiene el cabello castaño claro y los ojos color avellana.^^^

^^^Practica básquet.^^^

^^^Sabe Karate (al igual de James).^^^