...IV...
...¡Lo decido, yo!...
«¡No puedo creerlo!»
Lenay disfrutó la situación otra vez y le dirigió una mirada burlesca a Ilia.
¡Ya se declaraba ganadora de las apuestas! Además que esa era su venganza por rechazarla la semana pasada de manera tan lánguida.
—¡Ya! —gritó Ilia—. ¡De una vez! ¡Abran paso! —Al sentirse tan frustrado.
En tanto, todas las hienas risibles le abrían paso.
Por supuesto, la encargada de la prueba que se encargaba de registrar las fichas se sorprendió al verlo de repente como el siguiente de la cola, pero no dijo nada al ver que era una decisión conjunta.
No era una persona que se hiciera tantos líos.
Por tanto sacó una aguja y, de una forma hábil e casi indolora le sacó algunas gotas de sangre del dedo índice para depositarlas en el test. El cual, era un objeto tan pequeño como un borrador y tan blanco como su bata.
—Es todo, ve con mi compañero para que registre tus datos en una ficha y espera unos minutos para tu resultado.
Ilia notó el privilegio que la encargada le tuvo, y no quiso agradecérselo. No quería ese tipo de favoritismo, a pesar de que lo acababa de usar y renegaba al encontrar su mirada pegada en él.
Pues a los demás –primero– los habían estado separando en grupos de cinco, les registraban sus datos en una ficha y, luego les tomaban el examen para finalmente entregar los resultados por grupo.
No podía dejar de fruncir el ceño. Quería tirarles cosas o destruir algo. Quería amenazarlos. Pero aún no podía subir la mirada. El piso era su único aliado cuando estaba nervioso.
«Qué incordio», pensó Ilia impotente.
El siguiente encargado le tomó sus datos amablemente, a la vez que le regalaba una sonrisa coqueta y un trato dulce. Cosa, que tampoco quiso agradecer y, pasó a separarse del montón con el ceño fruncido para esperar su resultado.
Sus propios compañeros y algunos muchos más –de otras aulas– estaban a la expectativa. Leerían el rostro del chico flor, o de cualquier manera, le quitarían el papel cuando este tuviera el dichoso sobre en sus manos. Cualquier cosa que sucediera primero.
¡No importaba!
Era imperativo saber lo que dijese ese papelito por el bien de sus apuestas. Sobre todo, para Lenay, que ya andaba anotando la posición de todos los profesores para hacer su movida.
—Esta es la mía —indicó.
Por tanto, el profesor Aiden, adelantándose a cualquier pensamiento desordenado, se acercó a Ilia premeditando a sus inoportunos alumnos. ¡Ya los tenía bien chequeados y desde hace rato! Así que los amenazó con una mirada para que guardaran orden y no dejaran en vergüenza al colegio ante los miembros del Ministerio de Salud.
Entonces, él mismo le alcanzó, de manera cordial, el sobre con los resultados del examen a Ilia.
—Ten.
Amabilidad, que Ilia no tuvo, ni la diligencia ni el asomo, de agradecer.
No iba a abrir el sobre premeditadamente. Quería regresar el malestar que le habían dado toda la semana. Y no echaría ni un vistazo, para fastidiar a cualquiera que lo mirase expectante.
«Si te sientes preocupado no abras el sobre hasta llegar a casa», recordó lo que su padre dijo en la mañana. «No hay ningún problema con que quieras ser más discreto que el resto. No es tu obligación ceder ante la curiosos».
Entonces Ilia se calmó un poco, en lo que los demás esperaban a que el profesor se distrajera un rato.
—Pero, ¿cómo hacemos eso? —Lenay habló.
—¡Ya sé! —habló Neizan, como la cabeza de las estrategias—. Finjamos una pelea. ¡Golpéemos a alguien!!!
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^^^Quisiera tener una mejor cámara, o si quería un scanner.^^^
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Comments
imposibol
ya le tomaron el resultado wey
2022-02-15
1