2.3 Feromonas asfixiantes / Celo Incontrolable

...III...

...Celo Incontrolable...

El pobre delegado estaba casi tendido en el suelo tratando de levantarse sin mucho éxito.

Pero ¡Bah!

Eso no es lo que Neizan necesitaba saber. Debía aprovechar los pasos que retrocedió el profesor Aiden -porquien sabe qué razones- y ayudar a su buen amigo.

—¡Dan! ¡Hermano! ¡Vamos! ¿Qué te pasa? —preguntó Neizan—. Dame la respuesta si estás tan sorprendido

Pues Ilia –el girasol prejuicioso– andaba aprovechando la confusión para quitarle el resultado de la apuesta.

Dan apenas escapaba mientras se cubría del tentador aroma. Necesitaba apartarse del centro del caos. Y sus amigos no le ayudaban.

—¡Ey!, ¡Dan! —fastidiaba Ilia también, a la vez que fingía preocupación para hacerle bajar la guardia—: ¿Estás bien? Ve a descansar si te sientes mal.

Dan iba preguntándose si perdería su cordura tal como decían en la noticias. ¡No tenía tiempo para otras cosas! ¿Acaso no entendían que no era adecuado estar peleando a su alrededor?

Él era un alfa.

Es más.

Desde el primer examen de subgénero lo sabía y ocultaba. Nunca se había sentido orgulloso de serlo. No quería que sus amigos lo apartaran. Todos eran betas. Todos a su alrededor eran normales.

¿Por qué le tenía que pasar eso a él?

Su experiencia, con ese tipo de situaciones, era nula. No podía pensar bien. ¡Todo ese maldito aroma lo embriagaba sin freno!

Pero...

«¿De dónde?», se desesperó. «¿de dónde venía?».

Tenía que alejarse.

No obstante, sus amigos no lo entendían.

Le reventaban la cabeza con sus exigencias. Entre los dos andaban inquietándole. No les importaba cuan mal podía verse. Estaban más enfocados en ganarse la oportunidad de quitarle el resultado, antes que el otro lo adelantara.

¡Qué inoportunos!

«¿Por qué Dan se ha quedado sin palabras después de leer el examen?», se preguntaba Ilia.

«¿Beta u omega?», dramatizaba Neizan por el bien de su apuesta.

En paralelo, Lenay no entendía lo que pasaba. El delegado se ahogaba con su propia respiración.

¿Acaso se había pasado de la raya?

—¿James? —llamó preocupándose tarde por él—. ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

¡Solo lo empujó un poco!

Este temblaba débilmente.

Su piel se hacía más sensible y su cuerpo pedía cosas que no podía comprender. ¿Por qué sentía calor en todo el cuerpo?

Necesitaba «algo», pero no sabía qué.

Todo era tan confuso que, cuando Lenay le tocó el hombro, este le botó la mano. ¡No quería que lo tocara! ¿O tal vez, si? No lo sabía. ¡Estaba demasiado sensible!

Tenía cierto temblorcillo en todo el cuerpo. Se sentía avergonzado. Sentía una ola de placer asfixiante. Y tenía miedo. ¡Mucho miedo!

—¿Esto es lo que llaman "estar en celo"? —cuestionó James apretando los dientes para que las lágrimas no se le escaparan.

No iba permitir verse mal.

Entonces, percibió la presencia de un alfa demasiado cerca de él.

¿Quién era? No le conocía.

—¿Quién eres? —rabió Lenay a la vez que veía como los profesores se movían por todo el patio de manera sospechosa.

En tanto:

—¡Beta! —leyó Ilia al fin lo importante.

Pues, por supuesto, ignoraba el barullo que se formaba a su alrededor.

¡Nada de eso importaba! ¡Él era un beta! Y sonreía soltando brillitos.

—¡Lo sabía! —reía a gusto mientras se lo presumía a Neizan.

¡Nunca debió dudar!

Entonces, quiso anunciarlo a todo el mundo. Pero cuando levantó la vista del papel...

Justo en sus narices, Neizan, Dan y él vieron una «chica volando».

«¿Qué?», sorprendieron los tres.

¿Literalmente, alguien estaba volando?

La respuesta era un rotundo: «Si».

—¿Lenay? —casi rio Ilia al reconocerla—. ¡Wow! ¿Te hicieron retroceder? —burló y empezó a contar la distancia—. ¿Dos metros quizá? —Para finalmente echarse a reír.

El chico flor no sabía quién le había hecho eso.

Pero si sabía que debía darle sus más sinceras felicitaciones. ¿Dónde estaba el o la responsable? Necesitaba estrecharle su cálida mano. Pues no cualquiera ponía a Lenay sobre las cuerdas.

—¡Los demás alumnos retírense! —demandó el anciano profesor de Algebra con aspereza—. ¡Y profesor Aiden haga algo con sus alumnos! —reclamó cuando estos no cooperaban por andar vitoreando la pelea.

Era un todo un desastre.

Del cual, Aiden no podía hacer nada para remediarlo. Él se había aplicado un supresor como medida de primeros auxilios, llevaba un terrible dolor de cabeza y descansaba en una silla hasta recuperarse.

¡Era un completo caos!

Uno en el que los betas del 1 B no entendían ni la punta de lo que pasaba. ¡¿Pero, qué importaba?! Siempre apostaban cuando ocurría alguna cosa rara.

A estos les gustaban las peleas.

Así que, aprovechando lo atractivo de la gresca, sacaron rápidamente sus móviles para grabarlo.

¡Eso debían postearlo!

¡Ya averiguarían después la razón!

Lo único que interesaba era el disfrute que se podía sacar.

Algo sin precedentes se concentraba alrededor de James. Había un «alguien» bastante feroz que lo coprotagonizaba y no dejaba que nadie se acercase al delegado.

¡Qué emocionante!

—¡Ey! ¡¿Ella no es una de los encargados de la prueba?! —disfrutaron del show—. ¡Ey! ¡Ey! ¡No se acerquen!

Pues a cualquiera que diera un paso en falso, ella lo golpeaba y lo alejaba. Sin importarle quien fuese la amenaza. incluyendo «betas».

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^^^ James:^^^

^^^Peculiaridad:^^^

^^^Es el mejor amigo de Lenay.^^^

^^^Le gusta estudiar.^^^

^^^Práctica Karate.^^^

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