DIECIOCHO:

   No pensé que mi madre celebrara su cumpleaños, y mucho menos que haría un espectáculo de ello. Al llegar a casa, me encuentro con una fiesta armada de la que yo no tenia ni la más mínima idea. Habían preparado una enorme mesa en el jardín, flores de distintos colores y música en vivo Una gran celebración a la que pronto llegarían los invitados... 

《 ¡Mamá y su necesidad de ser alabada!》.

   Digo, no es que me moleste la idea de Chistiam en la casa, camuflado por una oleada de invitados... dándole paso libre para hacer lo que quiera pero esto... esto es como demasiado.

    - ¿Que haces así vestida cariño?. - mi madre me ataca apenas entro al jardín, aún ataviada con la ropa que he llevado todo el día y tengo mis apuntes en mano - Los invitados están por llegar, por cierto...

  - Ya voy mamá!. - me doy la vuelta sin dejarla terminar, seguro comenzará a preguntarme porque he llegado cinco minutos tarde y me retará por no haber avisado que me detuve a descansar.

    ¡Si, así de controladora es!.

   Entro a mi habitación y sonrío al ver una caja sobre la cama. En ella encuentro un hermoso vestido de encaje y tela transparente color beige. La falda corta de volantes hace que mis piernas resalten y después de bañarme, ponérmelo y alisar mi cabello, me aplico un maquillaje algo cargado que queda perfecto con el atuendo y me pongo unas zapatillas de tacón alto del mismo color. Al mirar el resultado me quedo atónita. Si, mi intención era verme hermosa, ¡pero me he pasado!.

     Escucho alguien aporrear la puerta, veo la hora, y me doy cuenta de que llevo más de dos horas aquí encerrada. Mi corazón se acelera al imaginar que quizá sea él,  que ha venido a terminar lo que dejamos inconcluso en la tarde. Siento una pequeña decepción al ver que es mi padre que ha venido a buscarme. Sonríe al ver mi cara, pasa y se sienta junto a la cama, dando unas palmaditas en el colchón para que me siente a su lado.

   - ¿Esperabas a alguien más?. - Niego con la cabeza y sonrie. - ¡Te ves fantástica cariño!.

  -  ¡Gracias!. - sonrío complacida.  - Y no. Solo no esperaba a nadie.

  - Está abajo. - dice de pronto y volteo a verle sorprendida.- ... Y creo que también te espera, porque miraba a todos lados como si se sintiese perdido.

  - ¿Carl?. - Hago una mueca al mencionar su nombre. Aun no se me borra el amargo sabor de su descaro. Mi padre se percata de eso, ladea la cabeza y me da una palmadita en la espalda.

  - ¡Ese chico, Mathews no me agrada! - sonrío al entender a qué se refiere y el me guiña un ojo con complicidad, luego se levanta de la cama y camina hacia la puerta. - ¡Que disfrutes la noche pequeña!.

   Sale de la habitación dejándome una sonrisa de oreja a oreja.  Es genial saber que al menos tengo un aliado en esta batalla, y eso me da fuerzas para continuar con esta locura.

   Al llegar al jardín me sorprendo de la cantidad de gente que ha sido invitada. Solo las familias más importantes de la región y amigos cercanos los cuales a la mayoría ni conozco.Mi madre se pasea como un pavo Real por toda la fiesta, no puedo evitar poner los ojos en blanco por su actitud. Me abro paso entre la gente buscando a alguien con quien pasar este mal rato y es cuando lo veo. Está recostado de un árbol al final del jardín, se ve impresionante con ese traje. Sonrío como tonta solo de verlo. Nuestras miradas se encuentran y  abre bien los ojos al verme. Puedo ver que está sorprendido, lo que hace que valga la pena todo el rato que pasé preparándome para verle. Enarca una ceja cuando estoy a solo unos metros de llegar a su lugar; se acomoda para venir a mi encuentro pero de repente se detiene, pone mala cara y se va. Es en ese momento en el que escucho la desagradable voz de Carl en mi oído.

  - No mi gyna... - pongo los ojos en blanco. El rodea mi cintura con sus brazos e intento zafarme pero susurra -¿ En serio vas a enrollarte con ese idiota en la fiesta de tu madre? - niega con la cabeza- ... ¡Eres una chica muy mala!. - suspira- ¡Tanto que nos hubiésemos divertido si fueras sacado toda esta personalidad ardiente antes!... lastima.

  - Suéltame- le suplico pero vuelve a negar.- Carl, por favor... ¡Ya déjame en paz!.

  - ¿Para qué corras a revolcarte con él?...- siento la amargura en su voz y trago saliva nerviosa. Jamás pensé que Carl fuera así. Mentiroso y controlador si, pero esto es demasiado -  ¡No mi amor... tu eres mía!.

   Dicho esto me tomó del brazo y me llevó consigo. ¡Esto se ve mal!.

      CHISTIAM:

  ¡Maldito!. Tengo que aguantarme toda la noche como ese imbésil la toca. La lleva de aquí para allá como si fuese un juguete, luciendola ante todos como su trofeo.   Puedo ver la incomodidad en su rostro y quiero ir a donde está y llevármela lejos de toda esta mierda.

¿ES QUE SOY EL ÚNICO QUE SE DA CUENTA DE QUE NO QUIERE ESTAR CON ÉL?

  Me paso la mitad de la noche alejado, ignorando las miradas de advertencia de Marcus y bebiendo de mi copa con amargura.  Ya no aguanto más esta mierda, así que pienso en dejar este estúpido teatro de mierda y volver a casa  cuando alguien se acerca y me extiende un vaso. Vacío todo el líquido de un solo trago y volteo a ver quien es.  Kevin, se recuesta a mi lado con cara de pocos amigos.

  - ¿ Y a ti qué te pasa? - digo irritado -.

  - Nada. Solo que odio a los cobardes.  - su comentario me molestó muchísimo, me miraba serio y su pierna temblaba ansiosamente. 

  - ¿A quién le dices cobarde?. - meneó su dedo en el aire hasta que me señaló a mí. Es evidente que esta ebrio. Ebrio y enfadado.

   - ¿No se supone que estás enamorado de ella capullo? - la pregunta me deja en shock. - Lo ideal es que vayas y le des una paliza a Carl para después llevarte a la doncella lejos.

  - ¡Ya deja de ver tantos dramas!... - suspiro cansado -. Escucha,  si yo voy y hago eso que me estás diciendo...

  - Salvarás a mi amiga de ser infeliz con él- interrumpe.

  - Ella quiere que me mantenga al margen.

  - ¿Sabes ?... no concuerdas con el perfil. -suelta de pronto -. ¡Pensé que eras de los que no se rendían hasta conseguir su objetivo!.

  - ¿De qué hablas? - estoy empezando a perder la paciencia. La verdad es que si, ella me gusta, pero... solo no quiero arruinarlo -

  - ¿Estás estúpido? - se pone serio -. Mira... Yo llevo siendo amigo de Gynna ¡TOOODA LA VIDA!, Y jamás la había visto tan radiante como desde que ustedes empezaron con lo que sea que tengan juntos... - Suspira y pone la mano en mi hombro. Su apreciación del tema me inyecta esperanza.

    《¿Es así, de verdad le doy felicidad?》

-... Pero ella está asustada, ¡de hecho siempre lo está!, Y SI TÚ NO TE PONES LOS PANTALONES Y LUCHAS POR ELLA... ¡LA VAS A PERDER!.

   Lo miro sorprendido. Eso no me lo esperaba. Miro en dirección a mi chica. Está en la pista de baile con Carl, bailando con el ceño fruncido. Sé que me está buscando porque mira a su alrededor impaciente. Seguro debe estar pensando que estoy cabreado, y de hecho lo estoy, pero no con ella, más bien lo hago conmigo mismo... por quererla. Entre tantas chicas y me vengo a enamorar de la que está más lejos de mi alcance.

    Me acerco por detrás y quedo lo mas cerca posible de ellos. Le está diciendo algo que no entiendo, ella hace una mueca de desagrado y concluyo que ese es mi momento de acercarme.

-  ¿Puedo? - me dirijo al muy idiota que resopla irritado . Ella abre los ojos e intenta decirme algo pero el interviene.

  - ¿Que te hace pensar que voy a cederte a mi chica? - me mira con suficiencia y puedo ver el temor en los ojos de Gyn.

  - ¡Porque no quieres dar un espectáculo en público!... - pone los ojos en blanco -. ¿O quieres que en esa pantalla de allá - señalo la gran pantalla que se ha puesto en la tarima improvisada del jardín-... se reproduzca cierto video de un cerdo que conozco follandose a la hija del alcalde? 

   Su rostro palidece antes de colorearse rojo de ira. Toma aire frustrado y se acerca a mi. Me preparo para darle una paliza pero solo suelta el aire bruscamente y se retira. No sin antes voltear a verme amenazante.

   - ¡Esta me la debes Brown!... Y yo me cobro todas las deudas...

  - ¡Si, claro!. - respondo con una sonrisa y él se va. 

    Mis ojos van directamente a ella y la sonrisa desaparece. Esta tan pálida como una hoja de papel y por su mejilla sonrojada se escurre una lágrima solitaria. Con mi dedo la detengo antes de que llegue al final de su recorrido. La comisura de sus labios se curva en una pequeña, casi imperceptible sonrisa y un poco de mi anterior miedo desaparece.

- ¡Gracias! - musita con una sonrisa desconectandome de la realidad.

Me quedo hipnotizado mirándola y ella agacha la mirada. Es tan hermosa, que me va a volver loco; desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron me tiene a su disposición.  Podría hacer cualquier locura solo por poseer esa sonrisa... Por estar cerca de ella.

     Sonaba Photograph de Ed Sheeran; y aunque no me he considerado nunca una persona romántica, he de admitir que la música era idónea para el momento. Nuestras miradas entrelazadas mientras nuestro cuerpo se mecía en la misma sintonía... me hizo creer que había algo más que solo la venganza, que podía creer... que podía amar.

   Mientras bailábamos, mi mano recorría su camiseta de encaje, el contacto con su piel, aunque fuese por encima de la ropa, se sentía maravilloso. Todo a mi alrededor desapareció y lo único que existía era ella. Doy un pequeño beso en su boca sin importar quien estuviese viendo. Al mirarme, sus ojos se iluminaron y un leve color rosa tiñó sus mejillas. Le dedico una sonrisa y ella me devuelve el beso, permaneciendo así hasta el final de la canción. 

  Como dije... ¡No hay otro lugar donde quisiera estar!.

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