NUEVE:

  No sé por qué hice eso, No debí hacerlo. Había ido a comprar unas cosas nada más, se suponía que solo era entrar y salir. Ya me ha quedado claro que no quiero, no debo tener nada que ver con esa chica. Al verla, una extraña sensación se apoderó de mi, no se si fue mi conciencia o algo más pero sentí una incesante necesidad de disculparme por haber sido un imbésil.

Voy a donde está con sus amigos y puedo ver cómo su rostro palidece. Pero luego me habla con esa pesadez que tanto me irrita, y en ese momento decido que no vale la pena...

...Pero quiero hablarle, quiero tenerla cerca, sentir su aroma...

    No se que me pasa y retrocedo a su lugar, sin dejarla siquiera reaccionar la tomó en brazos y me la llevo lo más lejos que puedo.

    En cuanto llegamos a una de las áreas en remodelación la dejó en el suelo y me mira furiosa. Comienza a insultarme, me empuja y me pregunto ¿por qué solo conmigo actúa asi?. La he visto con otras personas y siempre es amable con todos, siempre sonríe y parece feliz. Pero cuando yo estoy cerca actúa de manera distinta, como si soltara todo aquello que lleva reprimido... y me gusta, no sé porqué... pero me gusta.

     No tengo ni puta idea de cómo responder a sus preguntas.  La escucho pero en lo único que puedo concentrarme es en cómo sus carnosos labios se mueven haciendo que se me haga agua la boca.

    No aguanto más. La atraigo a mi cuerpo y junto nuestros labios en un beso. Se resiste, pero no quiero soltarla. Desde el día en que la conocí no he podido pegar un ojo pensando en el sabor que tendrían esos labios, el placer que podría proporcionarle cuando...

     Mi mente queda totalmente en blanco. Por alguna razón que no entiendo ella deja de resistirse, se pega más a mi y envuelve mi cintura con sus brazos. Nuestras lenguas danzan al compás de un mismo deseo y es lo más hermoso que he sentido en mi jodida vida..

      ¿En serio... qué carajos dices?.

   Paseo mi mano por su espalda sin separarnos ni un segundo, no quiero parar, mi corazón late agitadamente y juro que puedo sentir sus latidos compaginando con los míos. Emite un pequeño gemido en mi boca. ¡Haría cualquier cosa por volver a escuchar eso!... por tenerla conmigo...

   《Espera... ¿ Que estoy haciendo?.》

    Me separo de golpe y salgo de ahí lo más rápido que mis temblorosas piernas me lo permiten. Puedo sentir su mirada en mi espalda mientras me alejo, hasta que la pierdo de vista. O bueno... mejor dicho, ella me pierde de vista a mi.

     Yo me quedé como un idiota mirándola sin que pudiera notarme hasta que regresó a casa.

   Después de eso no volví a hablarle en toda la semana. Ese día al llegar a casa, la presión que sentía en la entrepierna era insoportable, así que decido llamar a alguien que pueda ayudarme con eso.

    Contesta luego del tercer tono.

   - ¿ Chistiam? - escucho su voz al otro lado del teléfono y hago un gesto de fastidio. ¿QUE ESTOY HACIENDO?.

   - Si Britney soy yo. - respondo sin muchas ganas -. ¿ Estás ocupada?.

   - ¡Noo darling!... ¡Para ti nunca estaría ocupada !- pongo los ojos en blanco -. Dime... ¿Quieres venir a mi casa?

     《 ¡Genial, ni siquiera tuve que proponérselo!》.

   - No me parece mala idea... ¡Pásame la dirección y salgo para allá!.

   Pasamos toda la tarde follando. La pasé muy bien a decir verdad, pero en ese momento no sabia en el lío en el que me estaba metiendo. Resultó ser la chica más pesada y fastidiosa con la que me he topado. No se me despega ni un minuto, por más que le he dejado claro que solo fue un revolcón y ya, parece no captarlo.

  A Gynn la he visto todos los días en clase o por los corredores de la escuela. No he vuelto a acercarme. Por más que me matan las ganas de volver a comerme sus labios no es correcto. Yo no soy el tipo de hombre para ella... tengo muchos problemas... Ni siquiera sé porqué me planteo la posibilidad. 

    Casi siempre está acompañada por él.  El idiota del novio. Se les ve muy amorosos en el día, pero yo sé que es todo una pantalla... ella no es feliz con él. 

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  Hoy es la famosa fiesta de la que todos hablan. Britney se empeñó en que debía asistir. No sé ni siquiera porque acepté.

   Me estoy terminando de vestir cuando mi móvil suena, lo reviso y tengo un mensaje de Marcus (mi padrastro), diciendo que el domingo tenemos una cena en casa de un posible inversionista y debemos dar la impresión de ser una familia feliz porque el tipo es extremadamente familiar.

     《Lo que me faltaba. Tener que fingir frente a todos que amo profundamente a "mi familia "》.

      Le contesto con un simple 《Ok》, y vuelvo a lo mío. Llego a la fiesta a eso de las 10:00 y ya está abarrotada de gente. Me acerco a la barra y pido un whisky para así al menos tolerar un poco mi estadía acá.

      Todos bailan y parecen estar tan felices en este caos que me da la impresión de que nací en el planeta equivocado. Hago una mueca y me bebo todo el vaso de un solo trago. Siento como quema mi garganta y me agrada.

   Al cabo de un rato, estoy un poco mareado, así que me abro paso entre la gente y me dirijo al baño. En el segundo piso, comienzo a abrir una a una las puertas, estaban cerradas;  sigo en mi intento cuando giro una y siento como se abre. Abro los ojos como platos por lo que me encuentro frente a mi.

     Luke, el anfitrión de la fiesta, se besaba apasionadamente con nada más y nada menos que Kevin Scott... el amigo de Gynn.

   Se separan de golpe al verme y palidecen. Los veo en silencio y me pongo a pensar en la ironía del asunto.

     Por lo que he podido apreciar desde que llegué a este lugar, los del equipo de natación se pasaban la vida molestando a Kevin y aquí estaba uno... comiendoselo a besos en una habitación.

   Levanto mis brazos para quitarle importancia y salgo de la habitación  cerrando la puerta detrás de mí. Cuando estoy por bajar las escaleras Kevin me detiene.

   - Espera... Chistiam, ¿no?. - me mira suplicante y siento un poco de pena por el-.

   - Oye, si es por lo que acabo de ver... ¡Tranquilo, yo no he visto nada!. - le digo con sinceridad - Nunca tuve intenciones de contarle a nadie... No es mi asunto.

    Kevin me mira nervioso, puedo percibir el miedo en sus ojos, así que añado.

  - ... No es mi asunto, en serio. Eres libre de estar con quien quieras... además, ¿en qué época estamos?. - veo como su rostro se suaviza.

   - En este lugar no es tan fácil ser quien quieres... - dice abatido, se muerde el labio y continúa. - ... ¡Nos amamos!, pero su padre lo mataría si se entera... ¡Y los del equipo...

    Me cuenta sin que le haya preguntado. ¡Si que vine a parar al culo del mundo!, pienso para mi mismo, le pongo una mano en el hombro y asiento.

   - ¡Por mi no te preocupes! ¿Vale?. - el sonríe amablemente-. Yo soy una tumba. Solo... - cuando digo esto se tensa.  Yo añado con una media sonrisa- ... ¡Deberías ser menos descuidado!.

    Me doy la vuelta y sigo en mi búsqueda del baño. Puedo escuchar que me grita 《¡Graxx!》,  pero continuó sin responder.

    Cuando al fin encuentro el baño, me apresuro a descargar mis esfínteres , lavarme la cara y las manos y volver abajo... a la tortura.

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