DIECISIETE:

    El lunes me levanto tarde y agotada. Los preparativos para la prueba y los exámenes finales están consumiendo mi vida. Kevin y Sandra vinieron a estudiar todos los días después de clase.  No me atreví a contarle a Sandra sobre lo ocurrido todos estos días, con lo alarmista que es, seguro me da un sermón sobre la irresponsabilidad de mis actos. Kevin por su parte creo que ya lo sabe, o al menos se lo imagina, porque no dejó de lanzarme miradas acusadoras y de hacer comentarios alusivos... pasé todos estos días debatiendome entre reírme de sus ocurrencias o disimular mis reacciones.

    Esta mañana al levantarme, después de la larga y agotadora jornada de estudios de estos últimos días, miro el reloj y veo que son las 9:30 de la mañana. Salgo de la cama de un salto, tengo aproximadamente treinta minutos para alistarme y llegar a tiempo a mi primera clase. Me doy una ducha rápido, cepillo mis dientes y salgo a buscar que ponerme. Aunque la verdad es que no tengo ánimos de nada. Después de lo ocurrido el miércoles en el parque no lo volví a ver. Estoy un poco, no... muy nerviosa desde ese día. No paro de pensar en que quizás se haya arrepentido y no quiera perder su tiempo con alguien como yo, que quiera retractarse.

    No se porque me importa tanto, pero me importa. Desde que lo conocí sentí como si ya nos hubiésemos visto antes, como si algo más nos uniera... junto a él puedo ser quien realmente soy sin miedo a que me juzguen, me reta a cruzar límites que en otro momento no sería capaz y ni siquiera tiene que intentarlo... con ese chico siento que soy libre.

   Abro mi guardarropa y me decido por una falda plizada hasta más abajo de la rodilla color rosa, con una camiseta Blanca y zapatillas del mismo color. Me dejo el cabello suelto al natural y me aplico un maquillaje sencillo.

Cojo mi bolsa y salgo disparada para la clase, a la cual ya voy tarde. Al llegar, me abro paso entre todos los estudiantes hasta llegar al salón donde el profesor me regaña porque llevo veinte minutos de retraso. Bajo la mirada avergonzada y camino hacia mi lugar donde Sandra me esperaba con expresión seria.

  - ¿Que te pasa? - pregunto después de saludarla con un beso en la mejilla y sentarme a su lado,  pone los ojos en blanco antes de contestar.

  - No entiendo que le ven.

  - ¿A quién? - no entiendo nada. Paso mi vista por el aula pero no veo a nadie que no haya visto antes ¿acaso Sandy ya perdió la cabeza? - Estamos los mismos de siempre.

  - A él. .. - dice mirando a la puerta-. ¡Es un idiota!, y mira como las ignora... ¿es que acaso no se quieren un poquito?.

   Miro hacia la entrada para ver quien es el que tiene a mi amiga de tan mal humor y sonrío al ver a Chisthiam.  Llevaba un pantalón de mezclilla negro, una camiseta gris oscura y una cazadora de cuero del mismo color, negro. ¡Se ve increíble! Pensé.  Lo recorro con la mirada de pies a cabeza y cuando me detengo en sus ojos está mirándome. Me quedo idiotizada por el contacto visual hasta que mi amiga me da un fuerte empellón en el brazo.

  -... ¿Tu también Georgiana?. - resopla- ¡Esto es increíble!. 

  - ¿De que hablas?, solo que si... se ve bien.

   Sandra me dedica una mirada furiosa y yo continúo con mis apuntes. Chistiam se sienta a solo unos pocos metros de mi y puedo sentir su mirada clavada en mi durante toda la clase. No me atrevo a mirar para no enfurecer más a Sandra quien ha estado más irritable que nunca estas últimas semanas, me concentro en la clase y para cuando termina , él es el primero en salir del salón.

   Como teníamos clase de deporte, fuimos directo a los vestidores para cambiarnos. Sandra no volvió a hablarme en toda la clase, en su lugar se cambió de equipo dejándome sola a merced de Britney quien no paró de molestarme en todo el rato.

   Al culminar, todas se dieron una ducha y salieron del lugar. Yo, que había sido la bullyada del día tuve que quedarme a lo último para poder alistarme. Siempre me ha dado miedo este lugar. Queda un poco alejado del edificio principal y siempre está muy solo, por eso siempre que tenemos deportes trato de quedar lista entre las primeras para no tener que quedarme.

   ¡Gracias Sandy!... ¡Esto es maravilloso!.

   Digo con sarcasmo y comienzo a sacarme la camisa. Entonces siento que una mano pasa suavemente por mi cuello. 

   - ¡Te ves fantástica hoy!. - dice y da un pequeño beso a mi cuello haciéndome estremecer-. ¿Quieres que te ayude?.

   Me volteo y veo al hermosísimo Chisthiam enfrente de mi.  Sus hermosos ojos brillan por el deseo y su mano no deja de recorrer mi espalda. Me separo de él preocupada de que alguien nos vea.

- ¿Que haces aquí? - digo y una pequeña risita se escapa de mis labios. - Cualquiera podría vernos.

  - ¿Y? - dice y pongo los ojos en blanco. El sonríe con picardía y añade -. Tranquila. He cerrado la puerta al pasar. 

   Al escuchar esto me ahogo con mi propia saliva y comienzo a toser. La idea de nosotros solos aquí...

  - ... ¿Entonces?... ¿Quieres que te ayude o no?.

   Sonríe maliciosamente.  Me quedo mirando sus labios y por un impulso me pego a él. Su boca me da la bienvenida y comienza a besarme posesivamente. Pasa su lengua por mi cuello y poco a poco va recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi vientre en donde lo detengo.

  - ¿Que haces? - mi pecho sube y baja agitadamente, quiero que continúe, pero temo lo que pueda pasar.

  -¿Quieres que pare? - sus ojos brillan como dos perlas y la sensación que me produce es indescriptible.  Niego con la cabeza y el sonríe complacido.  Se muerde el labio y toma el borde de las bragas en sus manos,  suelta uno a uno los botones hasta que la falda cae en el suelo y se muerde el labio mientras me mira. Se levanta del suelo y sin dejar de besarnos, se quita la ropa y  caminamos hacia las duchas las cuales abre dejando salir el agua. Pasa su dedo por el borde de mis bragas y me besa el cuello haciendo que mis ojos se volteen por el deseo. Su mano viaja de mis senos a mi sexo, donde se queda haciendo movimientos lentos y suaves que me dejan sin aliento. Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo y siento como mis piernas pierden fuerza, Chistiam se aferra a mi cuerpo impidiendo que me caiga y en un instante tengo  mi primer orgasmo. Posa su cabeza en mi hombro y da un pequeño beso en mi cuello. Nos quedamos así, bajo la ducha, disfrutando del momento por unos minutos, hasta que una duda abrasa mi mente y tengo que preguntar...

  - Yo... ¿Quieres que haga algo?. - no lo veo, pero puedo sentir como sus carnosos labios se curvan en una sonrisa.

  - Aún no niña... - susurra a mi oído haciendo que algo en mi interior se estremezca-... Por el momento, esto es solo para ti.

   Me voltea y besa mi frente. Sonrío como una tonta al pensar en la locura que acabo de hacer y el me mira divertido.

   - Ya el próximo grupo de estudiantes está por venir... - suelta de repente-. Deberíamos salir...

   Miro al reloj de pared que está en la entrada y me aparto de un salto.

    - ¡Mierda!, he perdido la clase de biología. - cojo mis cosas y camino a mi casillero a cambiarme. Volteo a ver a Chisthiam para hacer lo mismo y lo veo recostado de uno de los pilares sonriente. -...¿Qué?

  - ¡Yo creo que más bien adelantaste materias! - y de sus hermosos labios escapa una carcajada. Lo miró mal y me Pongo el pantalón lo mas rápido posible.

- Idiota. - se acerca a mi con una sonrisa y doy un paso atrás. Si vuelve a tocarme así no salgo de aquí hasta mañana. - Da un paso atrás... tengo que vestirme...

   - ¿Continuamos esta noche en tu casa? - abro los ojos sorprendida. ¿Acaso se volvió loco?

  - ¿Estas de joda no? - Niega con la cabeza y yo agarro lo que me queda para salir de ahí. - ¡De verdad que a ti se te fundió algo en la cabeza!.

   - Tu padre ha invitado a Marcus a cenar, y como "su hijo" ...- hace énfasis en las comillas y no lo entiendo- , debo asistir. - me guiña un ojo- Así que nos vemos esta noche...

   Se detiene justo a unos centímetros de mi boca para decirlo. Mi respiración se acelera por la cercanía de sus labios, ¿Qué me pasa?, me quedo esperando a que me bese pero no sucede. Solo pasa por mi lado con una sonrisa de suficiencia y sale del baño como si nada.  Yo me quedo aquí. Mirando a la puerta confundida y sin aliento...

    《 ¡Este chico va a acabar conmigo!》.

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