-Hugo, ¿Te imaginas que mi hermanito y tú sobrina se casaran? Al fin seríamos una verdadera y más unida familia, ¿No es correcto?
-¿Quieres morir? Tu hermano y mi preciada sobrina nunca se casaran- afirmó Hugo
-Entonces… ¿Prefieres un forastero que alguien conocido? En mi opinión, Luci y Rod harían una excelente pareja, aunque Luci sea un poco caprichosa de vez en cuando y algo altanera, Rod sabe cómo apaciguarla. Además que la trata muy bien.
-Pensándolo por ese lado, quizás tengas algo de razón… pero Rod es más grande que Luci, me temo que no siempre le tendrá la paciencia que es requerida para tratar con ella. No menciones el tema frente a mi hermano y mi cuñada, son capaces de matarte por intentar unir en matrimonio a su amada hija, no les agradará la idea de un matrimonio arreglado… aunque para ser sincero, me convenciste con tu razonamiento, sería agradable unir a nuestras familias como una sola.
Rodrigo tomó la mano llena de lodo de Luci para limpiar los raspones de sus manos y frente. La dejó sola para que se cambiara y quitará todo el fango que la manchaba, una vez hecho, entró y la curó, su tacto era gentil, en verdad la apreciaba demasiado.
Ahora, esos recuerdos eran más que lejanos; ahora, esos recuerdos vivían en el mar de la memoria, que llegaban de vez en cuando hasta ella para recordarle lo que había perdido por causa de otros y sus ambiciones.
El agua caliente comenzó a golpearla, poco a poco sus músculos se empezaron a relajar, la sensación era verdaderamente agradable. La espuma en su cabello corto se sentía bien, el agua caliente si que ayudaba a relajarse.
Al terminar de ducharse, tomó la toalla que tenía a un lado, la fragancia a flores inundó sus fosas nasales. Enrollada en la toalla, vió que en su pierna izquierda tenía un corte superficial, quizás se lo había hecho cuando fueron atacados en la casa del viejo Donald, sin embargo sus brazos no estaban libres de pequeños raspones al igual que su pierna derecha. Al verse nuevamente en el espejo, su reflejo tenía algo diferente, no podía explicar qué era, pero sabía que algo había cambiado.
Se apresuró a ponerse la ropa, era un conjunto de ropa para dormir de color azul marino, la tela era suave y cálida, la sensación de estar en casa cada vez se hacía más grande. Quizás si lo estaba, ya que no estaba sola; Rodrigo, las gemelas, Nath y Carlos estaban con ella. Una parte de ella entendía que lo que puede ser llamado como hogar no solo radica en estar en un lugar donde has estado gran parte de tu existencia, si no el lugar donde estas con las personas más importantes que hay en tu vida. Siendo así, ese era ahora su nuevo hogar.
Apenas iba saliendo del baño cuando escuchó golpes en la puerta
-Pase- pidió Luci mientras se dirigía al cesto de ropa sucia para dejar lo que se había quitado. Aunque lo más probable era que la terminaría tirando, ya que dudaba que las manchas de sangre se le pudieran quitar, añadiendo que la ropa ya estaba rota y algo vieja.
La puerta se abrió y el doctor entró
-Tu eres Lucia, ¿Cierto?
-Así es, usted es el doctor que hará mi reporte médico, ¿No es así?
-Correcto, empezaré por tomar una muestra de tu sangre para enviarla al laboratorio, cuando vayan por su expediente se les tomará una foto y será incluida en el.
-De acuerdo.
-Bien, si fueras tan amable de subir la manga de tu blusa hasta más arriba del codo te lo agradecería.- Luci obedeció a lo que el médico le pedía. Al ver su brazo, notó los múltiples raspones que había en este.
-¿Te duelen?- preguntó el doctor.
Luci negó rápidamente con la cabeza
-Son solo raspones, no duelen en absoluto.
-De acuerdo, si es así continuaré con mi trabajo.
El doctor sacó la sangre que necesitaría para elaborar el expediente médico.
-Bien, mi labor aquí ha terminado, así que me retiro.
-Gracias doctor
Él solo le regaló una sonrisa, después de haber avanzado un par de pasos se detuvo, giró su cuerpo para ver a Luci, quien estaba sentada aún en el mini sofá.
-Luci, ¿te puedo llamar así?
-Claro- respondió con una pequeña sonrisa
-¿Te puedo pedir un favor?
-Mientras esté a mi alcance lo haré
-¿Podrías cuidar de Rodrigo? Últimamente no ha dormido bien, ha estado sometido a bastante presión, y en más de una ocasión ha sido herido de gravedad… Su salud es lo suficientemente buena por ahora, pero me preocupa que en algún momento pueda enfermar de gravedad. Es terco y difícil de manejar, ¿Crees que me podrías ayudar a que se cuide mejor?
-Umm, ¿por qué cree que él me escuchará?
- Tienes un aura especial, creo que tú podrías ser mi aliada en cuanto al cuidado de Rodrigo se refiere, ¿Me ayudarás?
-Claro que si, no se preocupe por ello.
Después de un pequeño intercambio de sonrisas, el doctor salió de la habitación de la niña, quien salió al cabo de algunos minutos después de él. Al no ver a nadie en el pasillo, supuso que todos estaban en el comedor. Al llegar hasta ahí, Nath y las gemelas estaban del lado izquierdo del lugar principal, mientras que del lado derecho ya estaban puestos dos lugares. Las niñas reían entre pequeñas bromas que solían hacerse. Cuando Luci se acercó más a la mesa, el mayordomo apartó la silla para que lograra sentarse más cómoda.
-Señoritas, ¿podrían esperar al señor?
-Claro- contestó Luci con una suave sonrisa. Luego miró a las niñas al otro lado de la mesa y comenzó a hablar.- Rodrigo ya está algo al tanto de nuestras vidas…
-¿Qué le contaste?- interrumpió Nath
-Solo lo que era necesario y lo que quería saber. Nuestras vidas van a cambiar a partir de hoy, quiero que tengan en cuenta que ya no estamos con el viejo Donald. Nos tendremos que apegar a las reglas que Rodrigo nos de
-¿Rodrigo?- preguntó Andy
-Su nombre es Rodrigo Collins, por lo que recuerdo es un maniático de la limpieza, no le gusta del todo que brinquen en los muebles… en pocas palabras, es más como un viejito que un joven, así que tenemos que comportarnos, no le hablaremos de tú sí no nos lo permite. Hice el trato con ellos, tendremos todo lo que necesitaremos para crecer hasta ser mayores de edad, así que hay que aprovechar todo el tiempo que estemos en este lugar.
-Lo conoces más de lo que sabemos, ¿Cierto?- inquirió Nath. Luci asintió levemente soltando el aire que por alguna razón estaba conteniendo
-Él es a quien tenía que buscar.
-Entonces…
-Seguiré estando a su lado, les prometí que las cuidaría y eso voy a hacer. Las protegeré de lo que sea y de quién sea, siempre y cuando se sepan comportar. Si ustedes cometen un error, las dejaré que asuman las consecuencias… Si son inculpadas y me lo demuestran, buscaré la manera de que salgan del problema, y en su defecto aceptaré el que sea su castigo. Aunque ya encontré a la persona que creí no volver a ver, aún cumpliré lo que prometí. Pero quiero que pongan todo de su parte, ¿De acuerdo? De vez en cuando ayudaremos con las tareas domésticas, aunque sea un poquito, ¿Ok?- el temor de las niñas era que fueran abandonadas, de alguna manera habían generado una ligera dependencia a Luci. Pero escucharla hablar tan firme como la vez en que se conocieron, les dio calma a sus corazones.
Rodrigo estaba parado en la entrada del comedor, las niñas estaban tan concentradas en lo que les decía Luci, que no se dieron cuenta de su presencia.
'Pequeña demonio, ¿Qué clase de magia usas para que todos hagan lo que dices? Sin duda, aún sigues siendo la Luci que recordaba.' Pensó Rodrigo, riéndose de él al recordar cómo en más de una ocasión terminaba cediendo ante ella. En su corazón, ella ocupaba un lugar especial, siempre se preguntaba si la encontraría algún día, si estaría bien… En la mayoría de sus noches de insomnio, esa niña invadía sus pensamientos, y en las pocas que podía dormir se metía en sus sueños. La veía detenidamente, detallando cada gesto que hacía, cada movimiento, cada expresión. Verla sentada en la misma mesa que él, le traía varios recuerdos de su familia. Cuando se percató de que la estaba viendo más tiempo de lo normal se regañó mentalmente
'Recuerda que aún es una niña, además de que tienes una relación. Es la hija de Christian e Iliana, NO puedes ponerle los ojos encima. Recuerda que es como de la familia' se sacudió las locas posibilidades de un futuro donde ella estuviera incluida, entró en el lugar. Las niñas se quedaron en silencio al instante, cosa que a Rodrigo le incomodó. Se sentó en su lugar y para relajar el ambiente comenzó a hablar:
-No sé que les haya contado esta malvada de mí, pero me pueden tratar con confianza, es posible que en el transcurso del tiempo podamos generar sentimientos de familiaridad. Así que no se incomoden conmigo, me gustaría que pensaran en mí como un hermano mayor. En cuanto a castigos se trata, evitaré ser rudo; espero que sepan apreciar la oportunidad que tienen frente a ustedes. Mañana irán a comprar lo que necesiten, uno de mis hombres de confianza las acompañará. Es mi primera vez tratando con niñas de su edad, así que les pido que me comprendan y me tengan paciencia; yo también haré mi mayor esfuerzo para tenerles paciencia y comprenderlas. Tanto a mi, como a mi amigo que les presentaré en cuanto venga, nos pueden pedir lo que necesiten. Luci ya me contó una pequeña parte de sus historias, espero que en el futuro puedan contarme más de ustedes.- culminó diciendo Rodrigo con una suave sonrisa.
-Disculpen la tardanza- dijo Carlos mientras entraba- aún tenía que hacer una pequeña revisión. Ahora sí, creo que es momento de presentarnos.- mientras servían la cena, las niñas frente a él se presentaban, pero la que estaba a su lado, estaba cabizbaja.-¿Y tú quién eres?- preguntó a Luci llegado su turno
-Carl Carson, creo que los tres somos muy despistados
-Que me llame Carlos Carson no me hace personaje de caricatura… un momento…- Carlos miró a la niña a su lado, quien al fin se había dignado a verlo a la cara, la única persona que acostumbraba a llamarlo así era esa pequeña demonio- TU… pequeña mocosa, ¿Cómo te atreves a desaparecer, darme tantas noches de insomnio, gritarme, darme órdenes, y venir a decirme Carl Carson sin darme mi dulce?- Luci le dio una sonrisa llena de altanería.- Bien, con eso me basta por ahora. ¿Sabías que desde que te fuiste ninguno de los dos ha podido dormir bien, y que hace un año él- dijo señalando con el tenedor a Rodrigo- ordenó que cenaramos tu comida favorita?- dijo con un poco de burla, todas las miradas se posaron en Rodrigo, quien se sonrojó al ver la sonrisa divertida de Luci
-Fue solo porque estaba acostumbrado a cenar lo que te gustaba comer en tu cumpleaños…
-¿Cómo lo es hoy? Veo que aún me recuerdas muy bien algunos de mis gustos.
-Me hacías pasar demasiado tiempo contigo, es lógico que se me grabarían tus gustos hasta los huesos.- contestó Rodrigo, tomando un gran sorbo de agua.
-Jum, creí que había otra razón.- dijo Luci fingiendo sentirse dolida.
-También porque ocupas un lugar en mi corazón.- agregó Rodrigo con burla
-Eso está mejor, aunque eres un mentiroso… tu ni corazón tienes.- sin querer, a las niñas se les escapó una pequeña risa
-Pff, ninguno de los dos tiene- aclaró Carlos burlándose de los dos. La cena transcurrió entre risas y recuerdos. Al principio, las gemelas y Nath se sentían fuera de lugar, pero conforme avanzaba la noche se integraban a la charla.
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Updated 96 Episodes
Comments
Cinzia Cantú
Será que en un futuro estarán juntos Luci y Rodrigo ??
2025-01-06
0
Ernestina Puerto
me gusta mucho la historia muchas felicidades, espero que Luci y Rodri se queden como pareja
2024-12-07
1
Celeste Shin
Me gusta mucho!!!
2024-03-21
0