-Ahora vuelvo.- Dijo Luci dándole un beso en la sien a Andy, acto seguido volvió a salir. Tenía que armarse de valor para hablar con el hombre, a pesar de haber mostrado cierta dureza antes, en realidad estaba asustada, pero tenía que hacer algo. Antes de tomar el picaporte, respiró profundo varias veces, necesitaba estar tranquila. Cuando sintió que sus nervios estaban bajo control, abrió la puerta y se dirigió a la sala.
Vió que el hombre estaba terminando de comer la media manzana que le había dado el viejo. A paso lento se acercó a él y se sentó en una parte libre del sofá.
-¿Cómo te sientes?- preguntó Luci, sentía un cosquilleo en el estómago, eran sus nervios que casi la consumía
-Ya mejor que hace rato.- contestó Rodrigo más tranquilo
-Me alegra... necesito saber si tienes alguien de tu total confianza, alguien que posiblemente te esté buscando para que venga a sacarte. Si hay más sujetos buscándote, no tardarán mucho en encontrarte, no tengo muchas balas y será difícil protegerte- dijo con un poco de inquietud. Rodrigo asintió varias veces entendiendo a lo que se refería.
-Si hay alguien
-Bien, márcale para que venga por ti.
Rodrigo se palpó los bolsillos sin encontrar nada, entonces recordó que se le había caído en el coche cuando fue atacado. Volteó a ver a Luci con preocupación, quien lo veía con el ceño fruncido.
-Mierda, lo dejé caer cuando me atacaron.- contestó Rodrigo a todas las interrogantes que se estaban formando en la cabeza de Luci. Tenía que ser una broma, estaban en un peligro muy grande, y si no tenían refuerzos sería aún peor.
Luci se quedó en total silencio, Rodrigo sentía impotencia al saber que no podría cuidarlas como lo requería.
'Carajo, ¿cómo pude olvidar el celular? ¡Ay Lucía!¿En dónde tenías la cabeza?' Se reprochaba mentalmente. Después de pensar por un momento más, se levantó y caminó hacía la salida principal sin decir ninguna palabra.
-¿A dónde vas?
-A conseguir un teléfono, quédate aquí hasta que vuelva, no tardo
-Pero…- Rodrigo quiso negarse, pero antes de que pudiera decir algo más Luci respondió:
-Si nos quedamos sin hacer nada, no solo tu morirás; lo haré yo, el viejo Donald y más inocentes. Si hay alguien en quien puedes contar en estos momentos, lo vamos a necesitar, ahora estoy hasta el cuello contigo… por lo tanto, siendo que yo estoy en mejores condiciones que tú y que conozco la zona mejor que tú, iré yo. Y esto NO está a discusión, ¿Entendido? .- Su voz era firme, para ser tan joven era muy decidida. Subió a la planta alta con total confianza, como si de su casa se tratara. Cuando volvió a bajar traía puesta una sudadera que le quedaba un poquito grande, al parecer era una sudadera de un chico. Antes de salir de la casa, tomó una gorra que estaba en un mueble cercano a la puerta y salió del lugar. Si Rodrigo no supiera ya que es una niña, con la vestimenta que traía puesta, el cabello mal cortado cubierto en su mayoría con aquella gorra, hubiera jurado que se trataba de un chiquillo. Le causó gracia, ya que hasta su actitud era muy similar a la de un niño… en ese momento se le vino el recuerdo de una pequeña con ojos expresivos y una actitud algo altanera por culpa del tío de la niña. Recordó una de las razones por las que tenía que sobrevivir a toda costa, por lo tanto, rezaría para que la pequeña regresara lo más pronto posible y pudieran salir de ese lugar.
Luci recorrió el barrio con paso rápido hasta llegar al lugar donde habían quedado los cuerpos de los hombres a los que les había quitado la vida anteriormente. Buscó en los bolsillos del cadáver hasta que encontró un celular, el cual pedía una contraseña de acceso.
'Mierda' pensó Luci por tener la mala suerte de encontrar un celular protegido. Fue hasta donde estaba otro cadáver y buscó lo mismo, la batería era poca, probablemente aguantaría hasta que llegara con su futuro aliado, pero decidió buscar en los bolsillos del tercer cadáver para probar suerte, a lo mejor podía encontrar uno mejor.
Y efectivamente lo encontró, era lo que necesitaba, el teléfono contaba con bastante batería y solo necesitaba la huella dactilar del dueño. Dudó en llevárselo, ya que no podría cargar con el cuerpo solo para desbloquear el celular, pero tenía bastante batería que llegaría a necesitar. Solo tenía una opción más, sin embargo, a pesar de haber demostrado tener suficiente fuerza mental al haber matado a esos hombres y no sucumbir ante el miedo que tenía, aún no se consideraba lo suficientemente dura como para desmembrar un cuerpo. Estaba en debate, ¿que podía hacer? En ese momento se le vino a la cabeza el momento en el que le arrebataron todo; ese fatídico día en el que se vió obligada a vivir en las calles, aquel día que la marcaría por siempre… ahora sabía quién era el causante de sus pesadillas y desgracias. Si quería borrar ese mal episodio de su vida tendría que hacerlo.
Volvió a buscar entre las ropas del difunto y encontró una navaja sencilla, tomó aire un par de veces y comenzó a cortar el dedo índice. Cuando terminó su tarea, se sentó un momento para intentar recuperar la calma, su corazón latía muy rápido, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal… pero tenía que decidir entre hacerlo o morir, y esa no era una opción.
Se levantó y comenzó a andar. Apenas dobló la esquina escuchó algunos pasos lejanos, por acto de reflejo se pegó a la pared del viejo edificio, rogando por no ser encontrada.
-Mierda… no debe estar muy lejos. Tenemos que encontrarlo.- escuchó una voz masculina lejana al lugar donde ella estaba refugiada.- No puedo creer que un puto mocoso se haya escapado.
Luci comenzó a avanzar de lado con grandes zancadas para huir de ahí. No tardó mucho en llegar hasta la otra esquina y comenzar a correr.
Un hombre vestido de un impecable traje negro y un arma en la mano, se acercó hasta el cuerpo de uno de sus compañeros, y se dió cuenta que habían sido saqueados, se inclinó más hacia uno de ellos y vió que le hacia falta el dedo índice. En su cabeza se formaron dos hipótesis, las cuales no tardó en compartir con su compañero que escaneaba de arriba abajo el lugar:
-Fueron saqueados, quizás fue él buscando un teléfono… pero quizás no. Les hace falta la billetera y otras cosas de valor. Solo a este- dijo señalando el cuerpo al que le faltaba un dedo- le quitaron el celular, viendo que necesitaba la huella para desbloquearlo, le quitó el dedo. Debió de ser un tipo duro para atreverse a hacer algo así. Quizás está jugando con nosotros, quizás alguien aprovechó el momento para conseguir algo… quizás no solo estemos buscando a un mocoso, sino que también a un posible ayudante. No creo que estén muy lejos.
-Lo importante es encontrarlo, ¿Tienes alguna idea?- preguntó enarcando una ceja. El hombre que inspeccionaba los cuerpos se puso de pie y sonrió, sacó su celular y marcó el número de teléfono al que le había pertenecido al difunto.
Luci se sobresaltó al escuchar el tono de llamada proveniente del celular… la estaban buscando. Rápidamente tapó con su pulgar la bocina del altavoz mientras lo ponía en modo avión, pero sabía que su reacción había sido lenta y que probablemente lo habían escuchado… por lo tanto tenía que darse prisa en llegar con su invitado.
Los hombres habían escuchado muy a lo lejos el sonido del celular, pero fue tan corto el tiempo que no pudieron distinguir la dirección de la que provenía.
-Llama al resto, los vamos a necesitar.- Dijo el hombre que había llamado.
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Updated 96 Episodes
Comments
Cinzia Cantú
No la tienen que encontrar, ella necesita escapar a como de lugar
2025-01-06
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Ernestina Puerto
ala ala, se pone frente complicado
2024-12-06
0