-Nunca en mi vida, hasta hace casi dos años, había pasado hambre, frío o cualquier otra situación desagradable. Pero hace un tiempo lo tuve que hacer. Mi familia tenía mucho dinero, por lo tanto yo no sufría en absoluto, hace cuatro años fui secuestrada, y con ayuda de un amigo muy cercano me pudieron rescatar…- Rodrigo estaba en shock, en su interior, creía saber quién era en realidad,- pero un día fuimos atacados por los Damswork, mi padre siempre había sido un hombre muy correcto, pero ese tipo no acepto que mi padre se negara a firmar un contrato, además de que la hija mayor de este tipo se le ofreció a mi papá y obviamente la rechazó. No tenía a nadie con quien pudiera contar… solo una persona a la que no sabía cómo encontrar… no podía ir con quiénes creía que podía contar, eran unos malditos traidores, así que decidí vivir en los barrios más bajos para que no me encontraran. Una pandilla de chicos me llevó con ellos, pero se la pasaban golpeándome y molestando… creí que las chicas que estaban con ellos eran buenas, pero solo era una mentira- dijo Luci con decepción, sintiendo como las piernas le temblaban, las manos le sudaban y el corazón latía rápidamente,- un día, ellas me dieron un par de tragos que me dejaron mareada y me llevaron a un solitario callejón con un viejo gordo y feo que quería aprovecharse de mí, para mí fortuna el viejo Donald estaba cerca y me ayudó a salir ilesa. Me ofreció un techo seguro, así que lo acepte, me daba mucha confianza estar cerca de él, me ayudó a entrenar y volver a tener la fuerza que solía tener antes de llegar a las calles, le dije sobre lo que sabía de defensa personal y manejo de armas, él me enseñó a cómo ayudar a un herido. Inicialmente me había dejado estar en su casa, pero cuando bebía era violento, jamás me hizo daño, pero para evitarlo, creímos que era mejor que me quedara en el cobertizo, me regaló la ropa que había sido de su hija, pero ví que tenía ropa de niño, así que decidí usar la de su hijo. Me recordaba mucho a mi tío que me dió esto- dijo Luci mientras sacaba una pequeña arma de bolsillo, Rodrigo la tomó entre sus manos y la reconoció, era una de las armas que le había dado a Hugo algunos años atrás. Al fin se habían encontrado.
-Tu eres…
-Lucia Ferguson… al fin te encontré Rod- respondió Luci con una sonrisa en los labios, pero con muchas lágrimas detrás de sus párpados luchando para ser libres. Rodrigo estaba atónito, sin importarle su estado, se levantó de su lugar y caminó hacia ella, encerrándola en un fuerte abrazo. Su corazón latía muy rápido, al fin había encontrado el único recuerdo que quedaba de lo que antes había sido una familia feliz. Luci se sentía a salvo y feliz de haberlo encontrado, con cautela correspondió a tan afectuoso abrazo. Ambos corazones latían rápido, pero con tranquilidad de haberse encontrado, quizás era obra del destino que los había puesto en el mismo lugar, quizás el destino en verdad quería que Luci fuera algo parecido a una salvadora, no sólo para las niñas, si no también para un alma que estaba muriendo con cada día que pasaba, el alma de Rodrigo se iba marchitando cada vez más por no saber del paradero de Luci. Al tenerla entre sus brazos sentía como su alma volvía a la vida, era como aquella flor que esperaba a la llegada de la primavera para florecer y regalar un hermoso resplandor. Un suspiro se escapó de los labios de Rodrigo, la felicidad que sentía en ese momento era una felicidad que no podía describir.
'Hugo, Iliana, Christian, les prometo que cuidaré de Luci, la cuidaré como lo hubieran hecho ustedes, es una promesa'
'Mamá, papá, tío Hugo, tío Mati, les prometo que haré hasta lo imposible para vengarlos, ahora que al fin me he encontrado con Rod, estaré bien, entrenaré mucho y quienes les hicieron daño pagarán caro la osadía de lastimar a nuestra familia. Es una promesa' ambos se aferraban fuertemente uno del otro, como si temieran que de soltarse, jamás se encontrarian nuevamente.
El universo es un lugar muy extraño e inmensamente grande, el destino es traicionero e impredecible, ahora que estaban reunidos, la vida se quería divertir un poco, llevarlos en una montaña rusa y reírse de todo lo que estaba por venir para ambos.
Unos suaves golpes en la puerta los sacaron de aquella burbuja en la que se encontraban.
-Adelante-ordenó Rodrigo separándose de Luci. Una chica diferente a la que se habían encontrado cuando llegaron entró en el lugar
-Señor, la señorita llegó.- dijo amablemente. Luci estaba confundida, una semilla de curiosidad se plantó en su interior, ¿Quién era la chica que había llegado?
-Bien, dale el cuarto de siempre.- ordenó. Fijó su mirada en Luci, alborotando el cabello de la niña le dijo- Ve a tomar un baño, ella te guiará a tu recamara, ya conoces la casa, así que no creo que sea necesario que alguien te espere… apresúrate para que el doc te tome una muestra y sea analizada, quiero asegurarme de que tengas buena salud.- Luci asintió con una gran sonrisa en los labios, Rodrigo no pudo evitar sonreír al ver iluminado el rostro de Luci.
-Bien, pero tú y yo tenemos mucho de qué hablar en otra ocasión, ¿De acuerdo?- Rodrigo asintió regalándole una sincera sonrisa, luego vió como la chiquilla se dirigía a la salida del despacho para tomar un baño caliente que tanto necesitaba. Mientras subían las escaleras, decidió hablar con la chica que iba delante de ella:
-Las otras niñas que llegaron, ¿Sus habitaciones están lejos de la mía?
-No señorita, las cuatro habitaciones está una muy cerca de la otra… si no es mucha indiscreción, ¿le puedo hacer una pregunta?
-Claro, ¿Qué te gustaría saber?
-Bueno, es que cuando llegué por usted al despacho del señor, noté que había una atmósfera diferente. Además, hace rato que no veo al señor Rodrigo sonreír como lo hace con usted, por lo general no permite que alguien esté tan cerca de él, a menos que sea la señorita Alice… y usted estaba muy cerca de él, y si no es mucha indiscreción quisiera saber que relación hay entre ustedes
-Rodrigo es un gran amigo, hace mucho que nos conocemos. Supongo que es porque hace mucho que no nos veíamos y por eso él sonrió cuando yo lo hice… por eso la cercanía tan poco usual.
-Oh, ya veo. Ahora entiendo porqué es tan amable con ustedes.- esta chica se veía de por lo menos 24 años y era muy amable. Luci quería preguntarle por la mujer que había llegado a ver a Rodrigo a altas horas de la noche, pero antes de poder decir algo, la joven abrió una puerta, haciendo un ademán para que Luci pudiera entrar.- señorita, esta es la habitación que se ha preparado para usted, el doctor estará aquí en un momento más, si no necesita algo más, yo me retiro.
-Esta bien, gracias…
-Mi nombre es Eva
-Oh, gracias Eva, puedes llamarme Luci
-Bien, de acuerdo Luci.- dijo Eva al tiempo que salía del lugar.
Luci inspeccionó la habitación, esta habitación era lujosa, la cama era bastante grande como para que dos o tres niñas pudieran dormir en ella, había un tocador, una mesita de noche, un escritorio, un mini sofá frente a una pantalla de plasma. Había dos puertas, una era del baño y la otra del vestidor. A pesar de que la familia Collins se había reducido a los dos hermanos, la mansión era extremadamente grande, a su memoria llegaron los recuerdos de cuando solo tenía entre cuatro y cinco años, las veces que jugaba con los hermanos Collins a las escondidas y terminaba perdiéndose en algún lugar de la exuberante mansión. Su habitación era de un color coral, aunque sus gustos en cuanto a colores y demás aspectos habían cambiado, no le desagradaba en absoluto el color, por el contrario, lo encontró muy bonito, todo hacía juego con el color de las paredes. Tomó la ropa que estaba en la cama y entró al baño, abrió el grifo del cual empezó a salir el agua caliente. Se observó por un rato en el espejo que había ahí, se vió el rostro lleno de sangre, el cabello se le pegaba a causa del sudor, habían sido demasiadas emociones por una sola noche, sabía que al fin podría tomar el descanso que tanto anhelaba. Cuando se deshizo de sus ropas se dió cuenta de que en verdad estaba hecha un desastre
-¿En serio Rodrigo me abrazó mientras traía este desastre?- se preguntó Luci, ella recordaba que a Rodrigo no le hacía mucha gracia que se le acercara cuando ella estaba manchada con barro u otra sustancia… A menos que estuviera herida, recordó que cuando tenía alrededor de siete años, había ido de excursión con los hermanos Collins y su tío Hugo. Les informó que iría a dar una vuelta por los alrededores, pero en el camino se tropezó con una rama y se golpeó la cabeza con una roca, afortunadamente no fue nada grave, solo le quedó un chichón, algunos rasguños y la ropa hecha un desastre. Cuando regresó hasta donde estaba su tío y los hermanos, Rodrigo se alarmó al ver el estado en el que había regresado Luci, a grandes pasos llegó hasta ella. La sujetó de los hombros agachándose para estar a su altura, la escaneaba de arriba a bajo, y muy preocupado la cuestionó
-¿Qué te pasó?¿Estás herida? Niña tonta, ¿Porque regresas así? Vamos a limpiarte las heridas y para que te cambies… pff se supone que solo saldrías a ver los alrededores y ahora regresas con una fea marca en tu rostro bonito- Rodrigo intentaba bromear para ocultar lo nervioso que estaba al verla regresar así.
-Incluso si me queda una cicatriz en mi cara bonita, seguiré siendo hermosa como siempre.- le contestó Luci. Hugo levantó su pulgar en señal de aprobación por su comentario, mientras que Matías reía alegremente.
Rodrigo le dió un suave golpe en la frente con sus dedos a Luci y añadió
-Tonta, solo me preocupo por qué en el futuro seas capaz de encontrar un esposo, y si tienes una cicatriz fea, quizás arruine tu cara.
-Umm, si es así… ¿Estaré sola toda mi vida?¿Crees que nadie me va a querer?
-¡Yo siempre te voy a querer mi pequeña lucifer!- exclamó Hugo
-Incluso si tu cara estuviera deforme, yo también te querría- secundo Matías. Luci les sonrió ampliamente y luego sus ojos se clavaron en los de Rodrigo
-¿Y tú?¿No me querrás si me queda una cicatriz?- preguntó sin desviar la mirada
-Umm…- Rodrigo fingía pensar, la sonrisa de Luci desapareció lentamente al no recibir respuesta de quién estaba frente a ella. Se cruzó de brazos e hizo un puchero mostrando su molestia. En cuanto lo hizo, Rodrigo estalló en una carcajada para luego añadir.-¿De dónde sacas que te quedarás sola? Obviamente siempre estaré contigo, sin importar a donde vayas, ni como te veas… aunque tuvieras mil marcas tatuadas en la piel, aunque estuvieras deforme, aunque nadie te quisiera, yo sí lo haría y me quedaría contigo.- un silencio se instaló en el lugar. Luci y Rodrigo estaban sumergidos en un trance mientras que Hugo y Matías hablaban al ver que no prestaban atención a lo que pasaba a su alrededor.
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Comments
Cinzia Cantú
Será que ese sentimiento vuelva a estar entre los dos ?? Quien será la señorita que llegó a la mansión ????
2025-01-06
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Bradamanta del Este
ojalá se queden juntos y ninguna mujer los separé. tengo miedo de Nath cuando crezca por su carácter y la prometida de Rodrigo. lástima que Lucía es tan chiquita aun
2022-11-23
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