Cuando llegaron a la mansión, por órdenes de Rodrigo, ya habían preparado la comida. Todos se dispusieron a tomar su lugar en la mesa, sin embargo, se dieron cuenta de que faltaba un lugar, pero le restaron importancia.
Al terminar de comer, las niñas dejaron los platos sucios en el fregadero, después de ello, irían a acomodar las cosas que habían comprado.
-Rod, ¿Podemos hablar?- Rodrigo suspiró pesadamente, sabía que el momento había llegado. Ambos entraron en el estudio y tomaron asiento, Rodrigo detrás del escritorio y Luci frente a él.
-Bien, soy todo oídos- afirmó recargando su peso en el respaldo de la silla
-De acuerdo. Ayer hicimos un trato…
-Sobre eso…-Luci levantó su mano, interrumpiendo a Rodrigo
-Primero que nada, quiero saber exactamente a qué te dedicas, ¿porque Damswork intentó matarte ayer? Ni se te ocurra ocultarme nada, ayer casi te pierdo otra vez. Si voy a trabajar para tí, necesito saber a qué te dedicas.- Rodrigo soltó lentamente el aire que contenían sus pulmones y empezó a hablar
-El mundo de los negocios puede llegar a ser complicado en varias ocasiones, hay quienes en vez de mejorar sus estrategias, deciden terminar con sus oponentes de una manera muy sucia.
-Si solo te dedicas a "negocios limpios", ¿Porque tienes tanta gente cuidándote?¿Porque todos están armados hasta los dientes?
-Respecto a eso, entre más importante seas, más te tienes que cuidar... Desde aquel caos de Damswork y nuestras familias, decidí doblar la seguridad, tanto para mí, como para mis padres y tío. Ahora que estás aquí, no pienso bajar la guardia. Pero…- a pesar de que sabía que Luci ya sospechaba de sus otros negocios, se le complicaba decirle abiertamente la verdad. En el fondo, tenía miedo de que ella se alejara de él al saberlo. Armándose de valor continuó- otros de mis ingresos son por la venta de drogas y armas, a pesar de que esto está mal, no soy de los que hiere de manera directa a las personas: no mato a mujeres, niños o personas inocentes. Desde que la vez que te secuestraron, desprecio aún más la trata de personas y el tráfico de órganos, en verdad odio esos negocios. Pueda que todos estos negocios sean igual de despreciables, pero yo creo que el tráfico de personas y órganos son mucho peores que el tráfico de drogas y armas, ellos separan familias, llevándose a inocentes para conseguir más dinero… Luci, ¿Me tienes miedo? ¿Me temes ahora que sabes esto?- en los ojos de Rodrigo se podía ver preocupación, ¿Y si ella decidía irse? Apenas la había recuperado, no quería eso, no podría soportarlo otra vez. Luci se quedó en silencio por varios segundos, que para Rodrigo fueron eternos. Finalmente, separó sus labios y empezó a hablar
-Tenía mis sospechas… pero no creí que fuera verdad.- su voz era suave mientras que su mirada estaba perdida en algún punto del escritorio.
-Yo… ¿Te he asustado?- preguntó nuevamente Rodrigo.
Luci sacudió la cabeza en forma negativa -Si fuera la Luci de hace dos años, quizás me hubiera asustado un poco, pero ahora que tengo una perspectiva diferente de la vida, solo estoy un poco sorprendida, aunque… ¿Qué te llevó a tomar ese camino? Desde que tengo memoria, siempre has sido un chico correcto, incapaz de hacer daño, a no ser que haya razones muy grandes para soltar un puñetazo, ¿desde cuándo eres así?- los latidos del corazón de Rodrigo aumentaron su velocidad, se debatía entre decirle la verdad o no. Luci lo miraba expectante, esperando pacientemente su respuesta. Después de varios segundos, los labios de Rodrigo se separaron para hablarle lo más tranquilo posible.
-La razón por la que lo hice,es un asunto muy importante para mí. No quiero incomodar con la respuesta.
-¿Qué clase de explicación es esa? Se supone que confiamos el uno en el otro, ¿O no? Date prisa y dime
-Luci…
-Por favor- volvió a pedir Luci juntando sus pequeñas manos de porcelana
-Bien, te lo diré. Pero me tienes que prometer que no te sentirás mal por lo que diré
-¿Ah?¿Por qué me sentiría mal?
-PROMETELO- exigió Rodrigo
-Bien, lo prometo- contestó Luci levantando su mano derecha
-Hace más de cuatro años, el puesto de líder de la mafia se nos ofreció a mi hermano y a mí por igual, pero ambos lo rechazamos, no queríamos involucrarnos en asuntos de ese tipo- comenzó a relatar Rodrigo- el tío Victor no tiene más familia, por eso nos ofreció el lugar a nosotros. Algunos meses después de rechazar su propuesta, fuiste secuestrada; al principio creí que había sido mi tío quien lo había hecho para presionarnos, pero cuando se enteró que habías desaparecido, puso manos a la obra. Estaba muy nervioso, no sabía que tan peligrosa era la situación para tí, así que le pedí a mi tío y al tuyo que me dejaran ir con ellos para traerte de vuelta… aunque al principio se negaron, entendieron mis razones para ir, ellos me ayudaron a infiltrarme en el equipo de rescate y sacarte de ahí. Después de eso, mi tío me platicó que había reunido suficientes pruebas para refundir a Damswork en la cárcel, pero el infeliz pagó una gran suma de dinero para no poner un pie en ese agujero. La ira me cegó al recordar el estado en el que te encontré y la vista más horrible jamás antes presenciada, hablé con mi tío para ser su sucesor. Intentó persuadirme diciéndome que era mejor que lo pensara un poco más, pero yo ya no quería esperar ni un momento. Unos meses después de haber tomado gran parte del cargo, empecé a atacar a Damswork a través de su territorio tan amado. Según mis investigaciones, ese infeliz ama más el dinero que su propia familia, además que ellas eran inocentes…
-¿Ellas?
-Su esposa e hijas. Anteriormente intentó asociarse con tu padre, al no lograrlo, usó a su propia hija para tenderle una trampa y chantajearlo. Afortunadamente siempre fue un hombre inteligente y honorable, por lo que sus planes no salieron como él quería. No aceptando el resultado, decidió eliminar a todos. Ahora intentó hacer lo mismo conmigo, la diferencia es que yo acabaré con él antes de que lo haga conmigo.
-Rod, no me puedes dejar fuera del juego. Anoche tomé mi decisión: tomaremos venganza por lo que ha hecho y no me puedes decir que no. Entrename, daré todo de mi para ser la mejor, te ayudaré en todo lo que me pidas, planearemos cada paso juntos.
-Pequeña, me pones en una situación difícil, ciertamente sé que tienes potencial… pero no quiero que manches tus manitas con sangre,- dijo tomándole las manos, para después depositar un suave beso en el dorso de ambas manos,- ni que en un futuro sientas remordimiento por lo que hiciste en un ataque de ira.- los ojos de Rodrigo reflejaban preocupación, no quería que Luci actuara por puro impulso. Pero ella le sujetó el rostro con ambas manos obligándolo a verla para empezar a hablar firmemente
-Rod, ayer ya me manché las manos, ensuciarmelas un poco más no me va a molestar. Me remorderia más la consciencia si no hiciera nada para que Damswork pague por sus estupideces, eh prometido vengar a nuestros familiares. Aunque todavía soy joven e ignoro muchas cosas, tengo muy presente que el que es débil perece; no quiero eso, no si ese idiota es el que nos quiere muertos. Quiero aplastarlo como la cucaracha que es. Por favor Rod, por favor déjame hacerlo o por lo menos intentarlo, déjame ayudarte. Ayer ya hicimos un trato, no te puedes retractar, ¿De acuerdo?- Rodrigo se quedó en silencio, sumergido en sus pensamientos por varios segundos analizando un poco más la situación. 'Cristian, Iliana… en estos momentos creo que es la mejor opción. Supongo que es la única manera en que la puedo proteger de lo que se viene.'
-Bien, lo haremos juntos. Pasado mañana empezaremos con tus entrenamientos; iremos poco a poco, no quiero que te sobreesfuerces y salgas lastimada, ¿Entendido?
-Entendido- al mirar por la ventana, se dieron cuenta que ya estaba anocheciendo
-Nuestra visita llegará hasta mañana, tuvo que encargarse de un asunto importante que le llevó un poco de tiempo y por eso no pudo llegar hoy
-Oh, entiendo.
Ambos se quedaron hablando por más tiempo en el estudio, hasta que escucharon disparos que los alertaron. Ambos salieron del estudio, al llegar a la mitad del pasillo, se encontraron con Carlos con un arma en la mano.
-Luci, llévate a las niñas a sus cuartos y no salgan de ahí hasta que esto termine- ordenó Carlos, a lo que la niña asintió
-Toma,- Rodrigo le extendió el arma que ella le había dado la noche anterior, la que le había dado Hugo,- ahora es tuya.
Luci la tomó, se dirigió a la sala, donde estaban las niñas agachadas detrás de un sofá.
-Vamos arriba- ordenó Luci, quitando el seguro del arma. Al verla, las niñas avanzaron hacia las escaleras de rodillas lo más rápido que podían. Detrás de ellas, iba Luci cuidando sus espaldas. Solo unos peldaños más y llegarían hasta la planta alta, cuando un disparo detrás de ellas las tomó por sorpresa, era Luci quien le había disparado a un hombre que había logrado entrar a la casa.- CORRAN- Luci disparó un par de veces más hacia la entrada.
Llegando al fin hasta la habitación más próxima, el corazón les palpitaba demasiado rápido. Una vez que Luci entró en la habitación, cerraron la puerta con seguro. Las gemelas se abrazaban, a su lado estaba Nath, sentada en el suelo, Luci avanzó hasta el ropero, al abrirlo, vió que había suficiente espacio para que pudieran esconderse.
-Entren.- volvió a ordenar. Sin poner objeción, obedecieron.- No salgan de aquí, a menos que alguien las venga a buscar, ¿Entendieron?- todas sacudieron la cabeza afirmativamente
-Luci, ¿Por qué no entrás tú también? Hay suficiente espacio…- empezó a decir Annie
-Tranquilas, tengo algo que hacer.
-Luci,- Annie quería decirle algo que consideraba importante, pero no estaba segura si era prudente decidirlo frente a su hermana y Nath,- ten cuidado. Tengo que decirte algo.
Por la expresión en la cara de Annie, supo que había pensado en que decir, así que solo asintió, después de cerrar las puertas del ropero, se puso unos pantalones y blusa que encontró en la cama y se dirigió a la salida. Ni bien había podido salir de la habitación, un arma le apuntaba a la cabeza. Las niñas podían ver lo que estaba pasando por las aberturas que había en las puertas, mordiéndose los labios, no se atrevían a emitir ni el más pequeño sonido
-¿Quién eres tú?
-Eso mismo es lo que debería preguntar yo
-¿Dónde están las otras niñas?- Luci frunció el ceño ante la pregunta, ¿Cómo sabía que habían más?
-No hay nadie más
-Mentirosa, se que hay otras tres…
-¿Y que si es así? Conozco este lugar mejor que nadie, te soy de más utilidad que juntando a todo el personal de este lugar.- la mirada oscura y profunda de Luci, hizo sentir escalofríos en la espalda del hombre. Pocos segundos habían corrido en el reloj, cuando los disparos se dejaron de oír. Luci sonrió con satisfacción- Aparentemente eres el único que queda con vida, si quieres salir de aquí y ser como un héroe para quien sea tu jefe, dime qué es lo que exactamente quieres, no solo te ayudaré a encontrarlo, si no que también te ayudaré a salir.
-¿Qué es lo que ganarás con ayudarme?- preguntó con incredulidad el sujeto
-Conservar mi vida, y quizás un lugar mejor… quiero que me lleves contigo, veo que están mejor preparados, en especial tú qué lograste llegar sin ningún rasguño hasta aquí, si me permites mantenerme a tu lado, creo que tendría más esperanzas para mí futuro, ¿Que dices?
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Comments
Cinzia Cantú
Bien Luci adelante con el arte de infiltrada
2025-01-07
0
Ernestina Puerto
vamos Luci lúcete con tus artes marciales
2024-12-07
0
Anonymous
Es astuta la niña
2023-09-09
1