Carlos y las niñas empezaron a ver los escaparates de las tiendas, al entrar a una de ellas, comenzaron a buscar entre lindos vestidos, blusas, pantalones, pantalones cortos, abrigos, algo que les pudiera gustar. Sin embargo, Luci solo escogió un par de prendas, se las llevó a un probador y se las midió, algunas blusas fueron descartadas, ya que por alguna razón la hacían sentir incómoda. Al salir del probador, volvió a poner las cosas que no le habían gustado en su lugar, al poco rato las demás niñas llevaban en sus manos algunas cosas. Carlos les había dicho que compraran lo que más les gustara, y que no se sintieran presionadas, tenían suficiente tiempo para poder ver en los alrededores, y así pues, llevaron algunas de las prendas que más les llamaba la atención. Así se la pasaron por un rato, entrando a distintas tiendas, probándose ropa y calzado según sus gustos. Luci fue hasta la ropa deportiva, eligiendo shorts, pantalones holgados, sudaderas impermeables, blusas cómodas, tenis, gorras… En fin, la mayor parte de la ropa que había escogido era ropa deportiva. Dos años atrás, le gustaba usar hermosos vestidos, pantalones cortos, blusas de manga corta o sin manga, zapatos de piso, etc... ahora prefería usar pantalones deportivos holgados, blusas de manga larga, tenis cómodos, por alguna razón se sentía mucho más protegida con ello. No sabía de que la protegía, pero era como esa ropa la hacía sentir, aunque se vió obligada a llevar un poco de ropa y zapatos un tanto más femeninos
-Por cierto, elijan un poco de ropa deportiva, les hará falta- dijo Luci mientras se dirigía a buscar pijamas. Carlos notó el enorme cambio en lo que había elegido Luci, además del tipo de ropa que había elegido, los colores eran tonos oscuros, incluso las prendas que eran más adecuadas para niñas eran de color negro, morado, violeta, rojo, azul y blancas, algunas blancas con franjas negras
'Quizás vestir tanto tiempo como un chico le hizo cambiar de gustos' pensó Carlos. Las niñas obedecieron y llevaron con ellas algunos conjuntos deportivos. Al salir de aquella tienda, Carlos y las niñas pasaban cerca de un local donde se escuchaban gritos, luces de muchos colores, niños entraban emocionados, mientras que los que salían, salían sudorosos, con la cara roja por el esfuerzo físico y a rastras por sus padres
-Luci- dijo Andy-¿Qué hay de interesante aquí?
Luci miró hacia aquel establecimiento y en su mirada se reflejo una enorme emoción y contestó
-Esto es un arcade. Carlos,¿Tenemos suficiente tiempo?
-Tenemos por lo menos dos horas
-Genial, ¿Podemos?
-Claro, denme un momento para que dejen esto en el coche.- Las niñas asintieron felices. Al cabo de algunos minutos más entraron, había un sin fin de juegos y más en que las niñas se divirtieron, olvidándose del tiempo, incluso Carlos perdió la noción del tiempo. No fue hasta que sus estómagos les exigió alimento que decidieron salir del lugar. Sin embargo, apenas iban saliendo del lugar, una llamada hizo que Carlos se tensara en el momento
-¿Dónde carajos están?- dijo Rodrigo al otro lado de la línea- Los quiero aquí en diez minutos para el funeral del señor Donald
-Ey…- Carlos se disponía a decir algo, cuando Luci le arrebató el celular
-Rod, nos vemos en el cementerio, ¿De acuerdo? Tenemos un pequeñísimo contratiempo
-¿Está todo bien?- preguntó Rodrigo al escuchar a Luci
-Todo bien, solo que necesitamos un poco más de diez minutos para llegar, ¿Te parece bien que nos veamos allá?
-Bien, de acuerdo- respondió Rodrigo dándose por vencido
-¡Gracias Rod, eres el mejor!- expresó Luci alegremente al conseguir más tiempo
-Bárbera- dijo Rodrigo con una sonrisa en los labios- nos vemos en media hora en el cementerio
-De acuerdo- luego de eso Luci colgó la llamada y se dirigió a las niñas y a Carlos- no tenemos mucho tiempo para perder, así que nosotras cuatro iremos a comprar algo adecuado para el funeral, mientras que Carlos le pide a alguien que compre algo para comer, tendremos que ser rápidas. Así que Carlos, cuando le pidas a alguien que vaya por comida, nos alcanzas en esa tienda- señaló Luci- alguien tiene que acompañarnos, así que date prisa.
Así que, tal como lo ordenó Luci, las cuatro niñas entraron en la tienda, buscando que ponerse, no había pasado un minuto cuando llegó Carlos. Habiendo escogido cada quien su atuendo, pagaron por ellos y cada una entró a un vestidor para llegar lo más pronto posible con Rodrigo. De los dos coches que habían llegado al centro comercial, uno iría directo a la mansión de Rodrigo con todas las cosas que habían comprado las niñas, mientras que en el otro coche en el que iban las niñas se dirigía al cementerio. Carlos conducía tan rápido como podía, en los pocos altos con los que se encontraron, aprovechó para poder darle una mordida a su sándwich y calmar su hambre.
Faltaban solo dos minutos para que se terminara el tiempo que Rodrigo les había dado, cuando llegaron a su lado.
-Al fin llegan, ¿Dónde se habían metido?
-Lo siento- se disculpó Luci- es solo que quise entrar en un arcade para distraernos un poco, pero se nos fue el tiempo- dijo mientras agachaba la cabeza.
-Vaya, organizaste todo muy rápido- dijo Carlos para evitar algún regaño de Rodrigo, sabía que en parte él también tenía la culpa. Pero no contaba con que Rodrigo lo conociera mejor que nadie
-¿Por qué no las sacaste antes? Seguramente deben tener hambre, después de esto iremos a comer
-Tranquilo, hemos comido un sándwich antes de venir- dijo Nath
-Si, estamos bien por ahora- agregó Annie
-ESTÁN EN PLENO CRECIMIENTO, DEBEN ALIMENTARSE BIEN Y NO DESCUIDAR SU SALUD, ASÍ QUE DESPUÉS DE ESTO IREMOS A COMER, Y NO ESTÁ EN DISCUSIÓN
-Ya ya hermano, te vas a hacer viejo más rápido- dijo Carlos posando una mano sobre el hombro de Rodrigo.
-Vamos- dijo Luci mientras se adentraba en el cementerio. Rodrigo se puso a la par de ella y la guió hasta donde descansarían los restos del viejo Donald. El funeral fue algo sencillo, además de ellos no había nadie más, ya que Alice se había quedado en la mansión. Después de los incidentes de la mañana y el de la noche, era mejor que se mantuviera lejos de Luci.
'Señor Donald, gracias por cuidar de Luci todo este tiempo, que estuvo lejos de mí, un simple gracias no es suficiente para expresar el verdadero agradecimiento que siente mi corazón. Descanse en paz, y si existe una vida después de la muerte, espero poderlo conocer nuevamente.' Rodrigo se sentía agradecido y triste, ya que sabía que para Luci era alguien importante, además que cuando estuvo en su casa, se mostró verdaderamente amable. Sin conocerlo, lo ayudó. Quizás en parte se debía a Luci, pero podía sentir algo especial en ese hombre, que sin temor dió su vida a cambio de la de ellos.
'Viejo Donald, gracias por sus cuidados. Siempre recordaré su bondad y cariño. Probablemente tarde un poco para que nos encontremos nuevamente, pero si de algo estoy segura, es que nos volveremos a ver. Si llega a reencarnar, espero que siga teniendo ese corazón tan noble y bondadoso que se le otorgó en esta vida. Desde lo más profundo de mi corazón, se lo agradezco.' Luci no pudo contenerse por tanto tiempo, sin que nadie se diera cuenta, excepto Rodrigo y Carlos, las lágrimas mojaron sus suaves mejillas.
En el rostro de las gemelas, el dolor de la pérdida de una persona tan importante para ellas se reflejaba claramente en sus bellas facciones.
Después del funeral, Rodrigo se acercó a Luci, se inclinó lo suficiente para poder encararla, sus ojos marrones reflejaban una enorme tristeza. Era la segunda vez que perdía a alguien importante para ella, levantando la mirada, se encontró con los bellos ojos miel de Rodrigo, pensó en todo lo que él debió pasar desde la muerte de su hermano, por lo sucedido la noche anterior, quizás era igual o mayor al su sufrimiento que ella tuvo que experimentar.
Sin poder contenerse un momento más, se abalanzó a él, abrazándolo fuertemente, un siniestro pensamiento cruzó por su mente: ¿qué pasaría si algún día él también se iba de su lado? No, definitivamente no quería perder a nadie más, en especial si ese alguien era Rodrigo.
-Prométeme que jamás me dejaras- susurró Luci en el oído de Rodrigo- prométemelo, por favor- susurró nuevamente Luci con un nudo en la garganta. Rodrigo aún estaba un poco aturdido con la repentina acción de Luci, cuando se dió cuenta de su respiración irregular, le acarició el cabello con una mano, mientras que con la otra sujetaba su frágil cuerpo
-Te lo prometo. No te dejaré sola, a menos que me lo pidas, incluso si estoy al borde de la muerte, no te dejaré ir, es una promesa.- A lo lejos, un par de ojos avellana los veía con algo de celos. La cercanía de Rodrigo y Luci era simplemente envidiable.
-Te quiero- murmuró Luci. Rodrigo se quedó paralizado ante sus palabras, a pesar que solo eran dos, tenían un gran significado para él. Sus palpitaciones eran rápidas, sentía su corazón cálido al igual que sus mejillas. Si, solo esa mocosa a veces insoportable era capaz de llenar su ya vacío corazón.
-Yo también te quiero enana.- articuló Rodrigo, no pudo evitar sonreír. Ciertamente tenía novia, pero siendo honesto consigo mismo, su cercanía no se comparaba con la de la chiquilla que ahora estaba en sus brazos.
Luci se separó lentamente de Rodrigo, había un pequeño y casi imperceptible brillo en sus grandes ojos. Como si estuvieran en sincronía, ambos dirigieron sus miradas hacia el lugar donde descansaban los restos de sus familiares, desde el momento en que el señor Donald le dió una mano a Luci, ella ya lo consideraba parte de su familia.
-Mami, papi, tío… Ahora ustedes son testigos de la promesa que Rod me ha hecho. Mati, si tu hermano no la cumple, podré atormentarlo a mi manera. Gracias por habernos permitido encontrarnos nuevamente.
-Y si tú intentas escapar de mí, te buscaré por cielo, mar y tierra. Ni creas que te dejaré sola.- Luci asintió con una sonrisa.- Ven, acércate- ordenó suavemente Rodrigo, de la bolsa de su pantalón, sacó una cajita y en su interior había un anillo, el cual era traspasado por una cadenita de oro. El anillo tenía grabadas las letras F & C. Obviamente era un anillo algo grande para los delgados y delicados dedos de Luci. Rodrigo le rodeó el cuello con la cadenita, tomó su mano e hizo que sujetara el objeto que colgaba de ella, para después cubrir con sus manos el pequeño puño de la niña que tenía frente a él
-Luci, te apoyaré en cada decisión que tomes, te prometo que estaré contigo sin importar el tiempo que pase. Quizás no ahora, pero en algún momento, mi vida te pertenecerá por completo… y cuando llegue ese momento, este anillo lo portarás en tu delicada mano.- la voz de Rodrigo se escuchaba algo temblorosa. Su atención se centró en los grandes ojos de Luci, pudo ver que había cierta confusión por sus palabras, a lo cual, Rodrigo sonrió y agregó- Ahora no lo podrías entender, pero cuando seas aún más grande, cuando tengas casi mi edad, lo entenderás…
-Pff, hablas como si tuvieras 30. Tienes razón, no comprendo del todo lo que me quieres decir, pero creceré rápido para entender.- los labios de Rodrigo se curvaron al escuchar la respuesta de Luci.
-Bien, vamos a casa.- Entrelazando sus manos, ambos caminaron hacia las camionetas que los llevarían de regreso. Carlos conduciría, en el asiento del copiloto iba Rodrigo, mientras que en los asientos de atrás se encontraban las niñas, relatando lo bien que se la habían pasado mientras estaban de compras.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 96 Episodes
Comments
Cinzia Cantú
Una gran tristeza colmó el corazón de las niñas y de Rodrigo también
2025-01-07
1
Celeste Shin
que duro todo lo que les paso!!!
2024-03-21
1