Annie, Andy y Nathalia salieron del cobertizo para ocultarse entre los yerbajos altos de la propiedad a varios metros de dónde Luci estaría protegiéndolas, estaban muy cerca de la carretera, si algo salía mal podrían huir rápidamente.
Luci vacío algunas botellas de alcohol etílico en la cubeta y regresó hasta la puerta trasera de la casa del viejo Donald, dónde roció el suelo con el alcohol mientras Rodrigo hacía un par de bombas Molotov. Por otro lado, el viejo Donald esperaba pacientemente la hora de su muerte, sentado en su viejo sofá, con una botella de whisky en la mano. Luci regresó al cobertizo y vió el avance de Rodrigo, quien al verla pasar por la puerta le dió una media sonrisa.
A escasos dos minutos se escucharon disparos muy cercanos, lo que estaban esperando se acercaba. El cuerpo de Luci temblaba, su corazón volvió a palpitar con fuerza, su respiración era irregular, la adrenalina comenzaba a recorrer cada parte de su cuerpo.
Tomó una de las tres armas que tenían, se aseguró que tuviera varias balas, pero inmediatamente tomó la otra arma.
-¿Que se supone que haces?- preguntó Rodrigo confundido
-Nuevo plan, me acercaré más a la puerta para poder disparar al suelo en la parte flamable, me llevaré las bombas y te dejare varios cartuchos… soy más pequeña, me puedo ocultar con mayor facilidad, se me hará más fácil a mí, tú serás la última línea de defensa… así que yo salgo y tú te quedas. Y nada de peros.- agregó Luci al ver que Rodrigo abría la boca para protestar. Rodrigo pensó por un momento, sabía que de cierta manera, la mocosa tenía razón, así que aceptó el plan de Luci. Los sonidos de las balas se escuchaban cada vez más cerca, Luci tomó aire y lo sacó lentamente. Cerró sus ojos, y rogó porque las cosas le salieran bien, necesitaba vivir a como diera lugar. Abrió los ojos nuevamente y salió del lugar sin ver a Rodrigo, llevándose lo que necesitaba.
Los ojos de Luci eran más oscuros de lo que en realidad eran, esta mirada era atemorizante. El silencio sepulcral y una tensión intensa gobernaban el lugar. Un disparo dentro de la casa se escuchó, el corazón de Luci se encogió tras escuchar dos disparos más. La puerta trasera se abrió de golpe, el momento había llegado, la acción estaba por comenzar. Luci prendió la mecha de dos botellas, las cuales arrojó a los hombres después de avanzar unos pasos adelante de la zona humedecida con alcohol. Las bombas estallaron incendiando a los seis hombres, cinco más salieron a ver lo que ocurría al escuchar los gritos de sus compañeros, pero cuando estaban en la zona que Luci había preparado con alcohol, apuntó al suelo y disparó. Los gritos de sufrimiento de los hombres que estaban siendo calcinados llenaban el ambiente. Más hombres salían de la casa intentando ver de dónde venían los ataques, pero por más que forzaban sus vistas para encontrar la ubicación de su atacante, no lograban ver nada. Una tercera bomba los sorprendió, quienes eran alcanzados, intentaban apagar las llamas que consumían sus ropas, mientras que los apenas iban saliendo eran lastimados con los vidrios que salían volando. Los hombres que aún quedaban dentro empezaron a disparar hacia el cobertizo, sin saber que la que los estaba exterminando estaba a escasos metros alejada de ese punto. En medio de la oscuridad, Luci apuntó hacia la casa y comenzó a disparar. A pesar de que dejó de platicar casi por dos años, aún tenía una puntería y habilidad increíble para manejar las armas pequeñas. Estaba en un debate interno entre esperar a que salieran y arrojarles las bombas o arrojarles las bombas a la casa, aunque eso último era más peligroso, así que decidió esperar a que salieran de ahí. Los disparos dejaron de escucharse, Rodrigo se preguntaba si había sido herida, pero descartó la idea al no escuchar lo que sería el grito de dolor de Luci, se asomó por la ventana cuidadosamente para ver si lograba ver algo de lo que pasaba, pero solo se veía las escasas llamas en el suelo. La puerta se abrió lentamente produciendo un chirrido y por ella se asomó un hombre, al no ser atacado salió por completo y tras él, varios hombres más. Cuando estaban cerca del punto dónde se encontraba Luci, una pequeña llama apareció, una de estas botellas era más gruesa y costaría romperla, así que lanzó la que se rompería con mayor facilidad, para cuando lanzó la siguiente que era más gruesa, un disparo se escuchó, rompiendo la botella y causando graves daños a los hombres, Luci se arrastró hasta llegar al cobertizo, cubriéndose con la capa de humo que se estaba produciendo.
-¿Dónde están tus hombres? No tenemos mucho tiempo.- preguntó Luci algo agitada. Rodrigo marcó nuevamente el número de su amigo, quien al primer tono atendió la llamada
-Ey, ¿Dónde rayos estás? Se nos están acabando las balas- dijo rápidamente Rodrigo, quien escuchó algunos disparos, no podía distinguir si provenían del otro lado de la línea o era unos disparos cercanos.
-Hermano, estamos cerca… ya casi terminamos aquí,- contestó Carlos.- llegamos en un minuto.
Luci estaba ansiosa, varios disparos llegaban desde la puerta de la casa, así que le quitó el teléfono a Rodrigo y algo alterada dijo
-¿Les cuesta tanto dividirse en dos grupos? NO TENGO SUFICIENTES BALAS Y AUN HAY MAS HOMBRES, MUEVANSE O TODOS MORIREMOS.- acto seguido colgó la llamada, se posicionó cerca de la puerta y comenzó a disparar. Las pocas llamas que aún quedaban le facilitaba ver a los hombres. Rodrigo se posicionó cerca de la ventana e imitó las acciones de Luci. Por otro lado, Carlos estaba perplejo, para empezar aún no terminaba de procesar que una niña lo regañara, y en segundo lugar la voz se le hacía muy familiar. Al cabo de un par de balas, Carlos y sus hombres comenzaron a avanzar hacia la casa, desatando una balacera.
Se oía una lluvia de disparos desde ambos lados de la casa, eliminando uno a uno los hombres que intentaban llegar a Rodrigo.
Las gemelas y Nath se escondían lo más que podían entre las hierbas, rogando por que todo terminara pronto y que Luci regresara sana y salva.
'Mierda, aún no es tiempo' pensó una de ellas.
Los hombres que habían salido de la casa por la parte trasera fueron eliminados al igual que los que estaban en la entrada y dentro de la casa. Poco después de que los disparos cesaron, una potente voz se escuchó desde la puerta trasera de la casa, la cual ya estaba llena de agujeros por las balas:
-¡ROD! IMBÉCIL DE MIERDA, ¿DONDE ESTÁS?- Carlos lo estaba buscando dentro de la casa, hasta que se dio cuenta de que en realidad estaba fuera, pero no podía ver si dentro o fuera del cobertizo. Rodrigo sonrió de lado al escuchar la voz de su mejor amigo, y con dificultad se dirigió hacia la salida bajo la mirada de Luci, quien decidió quedarse quieta hasta recobrar la calma para poder hacer su petición.
-IDIOTA, ¿TE ATREVES A INSULTARME CUANDO ERES TÚ EL QUE NO SE APURABA A ENCONTRARME? CASI ME MATAN Y TU DURMIENDO…-dijo Rodrigo con una sonrisa en los labios, sabía que Carlos solo estaba preocupado, la mayoría de los insultos eran más una muestra de preocupación que una ofensa.
-Pero llegué antes de que lo hicieran, ¿O no?- contestó Carlos al ver a su amigo avanzar hacia delante. Poco antes de poder estar cara a cara, vio a una pequeña figura avanzar hacia ellos, no se había dado cuenta de que ese pequeño ser había salido del mismo lugar que Rodrigo.
-ALTO AHÍ.-dijo Carlos al tiempo que sacaba su arma, y varios de sus hombres le apuntaban a Luci, quien en un acto de reflejo levantó las manos.
'¿Por qué siempre me tienen que estar apuntando?' Pensó Luci.
-DE RODILLAS Y SUELTA EL ARMA- ordenó Carlos. Bajo su atenta mirada, Luci obedecía y se puso de rodillas tirando a un costado el arma.-¿TU QUIEN CARAJOS ERES Y DE DONDE SALISTE?-preguntó Carlos algo asustado por no haberla visto antes, creía que se trataba de un duende por su estatura y sigilo.
- Acabo de salir del mismo cobertizo que él.- contestó Luci señalando a Rodrigo, evadiendo la primera pregunta. Carlos se calmó al reconocer la voz de la mocosa que le había gritado por teléfono minutos atrás, se sentía más tranquilo e impresionado al saber que esa pequeña había protegido a Rodrigo en el momento que más lo necesitaba. Obviamente estaba pensando en recompensar la ayuda que les había dado y la valentía de haber jalado del gatillo… pero antes se vengaría por haberle gritado. Miró a Rodrigo y le guiñó un ojo, Rodrigo ya sabía lo que haría.
-BIEN, AHORA QUE HAZ VISTO TODO ESTO, COMPRENDERÁS QUE NO PUEDO DEJARTE IR, ERES UNA TESTIGO Y NO ME PUEDO PERMITIR DEJAR A NADIE CON VIDA, LO COMPRENDES, ¿CIERTO?- agregó Carlos quitándole el seguro al arma.
'MIERDA, ¿ENSERIO ME VA A MATAR? SABÍA QUE NO TENÍA PORQUE METERME EN DONDE NO ME LLAMAN… LUCIA, ¡¿EN QUÉ CARAJOS ESTABAS PENSANDO CUANDO LO HICISTE?!' Se reprochaba mentalmente, sabía que por su causa, el viejo Donald había muerto y ahora dejaría desamparadas a las niñas. Así que reuniendo un poco de coraje comenzó a hablar.
-Antes de que me mates, quisiera recordarle a tu amiguito quien fue la que lo salvó, estarán de acuerdo a que favor con favor se paga, ¿Cierto? Aunque él no me lo pidió, hice más de una cosa por él para que siguiera viviendo, arriesgué mi vida por la de él. Le saqué la bala que tenía en la pierna, por él mi inocencia se fue al desagüe cuando maté a esos hombres en la calle, lo traje con el viejo Donald para que lo sanara, tuve que cortarle el dedo a un cadáver para obtener el celular para que los contactara, retrasé y mate a varios hombres que venían tras él, cosa que jamás en mi vida había hecho, además de que un hombre ajeno a la situación murió, y también lo hizo por él, ¿Acaso piensa en incumplir con la promesa que le hizo al viejo Donald?- la voz de Luci iba cargada con el mismo tono firme al que Rodrigo se estaba acostumbrando. Carlos y el resto de los hombres estaban perplejos al escuchar todo lo que esa pequeña niña había tenido que pasar en una sola noche, algunos aún estaban incrédulos ante lo que escuchaban. Todas las miradas se posaron en Rodrigo, quien asintió confirmando todo lo que había dicho.
'¡Vaya! Menudas agallas tiene está mocosa' pensó Carlos
-¿Y bien?¿Qué pedirás por todo eso?- preguntó Carlos
-Para empezar, quiero seguir viviendo. También quiero que él,- dijo señalando a Rodrigo, -cumpla su promesa que le hizo al viejo Donald. Quiero proponerles un trato.- agregó Luci muy decidida, era su oportunidad para sacar a las niñas, y de ser posible, planear cómo tomaría venganza por la muerte de su familia
-¿Un trato?¿Qué nos podrías ofrecer que nos interesara?- preguntó Carlos ocultando su interés.
-Hay tres niñas de las que cuido como si fueran mis hermanas, quiero que nos lleven con ustedes y nos protejan hasta que seamos mayores de edad, dándonos todo lo que necesitemos; a cambio, pueden entrenarme, me quedaré y les serviré, ahora saben de lo que soy capaz… solo YO trabajaré para ustedes a cambio de unos años de comodidad para ellas… o bien, llevense a las niñas y pueden jurarme que las cuidarán a cambio de mi vida, anulando la petición de seguir viviendo pero manteniendo los beneficios para ellas… Por lo tanto creo que es un trato conveniente.- contestó Luci.
'Confirmo, esta niña tiene muchas agallas' dijo Carlos para sus adentros.
-Tomaré uno de los términos, ve por ellas- ordenó Carlos. Luci se apresuró a obedecer, cuál fuera su decisión la aceptaría.
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Comments
Ernestina Puerto
😁😁😁le salió más guarra , chiquita pero bien picosa, bola de tontos
2024-12-07
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Cinzia Cantú
En ningún momento esperaron que la niña fuera tan decidida. Muy pronto sabrán de quien se trata
2025-01-06
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Xenia Guayamo
Esos mafiosos son de lo último, más mafiosa soy yo 🤣🤣🤣
2024-10-29
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