Luci se apresuró a llegar con las niñas, estando cerca de donde les había ordenado que se ocultaran dijo que voz alta:
-Andy, Annie, Nath… todo se acabó. Pueden salir.- Apenas terminó de hablar, Andy se abalanzó a abrazar a Luci. Su pequeño y frágil cuerpo temblaba, las lágrimas empapaban sus mejillas, su corazón ya estaba tranquilo al ver que Luci había regresado por ellas, tal y como lo había prometido.
Luci correspondió al abrazo de Andy, quizás esta era la última vez que podría abrazarlas. Tenía que contarles sobre el trato, no quería que siguieran estando en peligro. En su interior el sentimiento de confianza hacia el hombre que había ayudado era demasiado fuerte, era el mismo sentimiento de confianza que había sentido cuando conoció al viejo Donald, y no se había equivocado al confiar plenamente en él.
-Vengan aquí, hay noticias.- Dijo mientras las niñas se acercaban poco a poco.- Hice un trato con esos hombres para que las lleven con ellos,- el miedo comenzó a invadir los cuerpos de las presentes, a lo que Luci agregó para calmarlas,- las llevarán y cuidarán de ustedes, tal como lo intentó hacer el viejo Donald, a cambio de mi trabajo o mi vida, podemos confiar en ellos. Después de esta noche, ustedes podrán tener una vida cómoda, por lo menos hasta que sean mayores de edad. Así que quiero que aprovechen el tiempo que dure este trato, saquen el mayor provecho que puedan, me aseguraré que tengan comida y un lugar seguro para vivir.
-¿Estás segura de lo que harás? ¿Estás segura que respetarán el trato?- preguntó Nath inquieta.
-Lo estoy.- contestó Luci con firmeza.
-Haré lo que tú digas Luci.- respondió Andy sujetándose fuertemente de ella. Annie asintió, también seguiría la orden de Luci, quien solo sonrió de lado. Desde que se conocieron, las dos la obedecían sin rechistar a pesar de que Annie tenía un genio más amargo que Andy. Luci soltó un suspiro cansado, la noche había sido muy ajetreada.
Minutos más tarde regresaron hasta donde estaban los hombres, Rodrigo se había negado a irse sin las niñas, quería que Luci supiera que podía confiar en él. Las niñas avanzaron hasta estar a una distancia prudente, Carlos hizo una seña para que la Nath y las gemelas avanzaran hasta donde estaban ellos. Luci las miraba atenta a cualquier movimiento que hacían.
-De rodillas- ordenó Carlos, a lo que Luci obedeció.- Aún tienes tiempo de arrepentirte de tu propuesta, ¿Estás segura que quieres arriesgar tu vida por la de ellas?- Carlos esperaba a que Luci cambiara de opinión, pero esta solo miró por unos segundos a las niñas y contestó
-Estoy segura.
'Si no puedo sobrevivir, al menos me aseguraré de que las niñas vivan cómodamente' pensó Luci.
'Eres muy valiente niña, dar tu vida por quienes amas es cosa de valientes… no cualquiera está dispuesto a sacrificarse.' pensó Rodrigo. Carlos se sorprendió, sabía que la niña quería vivir, pero aún así decidió cambiar su vida por la de las niñas.
-Bien, tu lo haz decidido.- Dijo Carlos mientras le quitaba el seguro del arma, el corazón de las gemelas se les oprimía, Carlos y Rodrigo esperaban la reacción de Luci, quien solo cerró los ojos a la espera de la muerte.
'Rayos, esto no puede estar pasando… aún no.' Pensaba Nathalia. Pasaban los segundos, y la llegada de la muerte aún no llegaba, Carlos estalló en una sonora carcajada, a lo que Luci abrió los ojos sin saber que pasaba, las niñas se veían entre ellas pensando que posiblemente le hacía falta un tornillo. Rodrigo solo dió una sonrisa de medio lado.
-Mocosa, ¡debiste haber visto tu cara! Lastima que no te tome una foto para que te vieras.- dijo mientras regulaba su respiración.- Debo admitir que eres la niña más valiente que he conocido hasta ahora, la valentía, el valor, el coraje que muestras obviamente te lo recompensaremos… La opción que elegimos es la primera, pero recuerda que no somos gente con la que puedas jugar e incumplir con lo que has dicho hoy. Así que vamos, antes de que llegue la policía.- dijo Carlos mientras sostenía a Rodrigo para ayudarlo a avanzar, las niñas soltaron un suspiro de alivio para después seguir a los hombres. Cuando iban entrando a la casa, Luci recordó la masacre, tanto en la que había estado hace casi dos años atrás, así como la que se le había olvidado que se desató cuando llegaron los hombres de Rodrigo. Tomo de la mano a Andy, se paró frente a las otras dos niñas y dijo:
-Tomense de las manos y cierren los ojos, yo las guiaré hasta la salida.- lo que menos quería, era que vieran los cuerpos tirados en el suelo, en especial el cadáver del viejo Donald, su corazón dolía al verlo tirado en el suelo sin vida. Una vez fuera de la casa, Luci se dirigió a Rodrigo para hacerle una pequeña petición:
-¿Podríamos darle un entierro al viejo Donald?
Rodrigo sonrió y asintió, luego dijo:
-Ustedes irán con Alex.- subió al coche con ayuda de Carlos, una vez que estuvieron dentro el chofer arrancó y avanzaron. Las niñas subieron a una camioneta que las estaba esperando. En el camino, Carlos le habló a su médico de confianza para que revisara a Rodrigo y a las niñas, y envío a alguien para que consiguiera ropa para que pudieran dormir cómodamente. Cuando colgó la llamada volteó a ver a Rodrigo, quien iba muy pensativo
-¿Pasa algo?- preguntó Carlos.
-Solo estaba pensando.- contestó Rodrigo sin apartar la mirada de la ventana del auto.
-¿En?
-Lucia Ferguson… Hace casi dos años que desapareció y no la encontramos. Me preguntaba si los hombres que enviaste en verdad la están buscando como es debido, me preguntaba si estará bien. Hay muchos peligros para una niña pequeña que ha estado acostumbrada a una vida más cómoda… me preguntaba si aún estará con vida.
-Ey hermano, Lucia no es una niña común, Hugo la entrenaba. Esa mocosa engreída era bastante ruda como para dejarse vencer tan fácilmente. ¿Estás así porque hoy debería estar celebrando su cumpleaños?- inquirió Carlos, a lo que Rodrigo asintió.- Hermano, donde sea que esté, estará bien. Por lo mientras mantendremos el negocio de Christian a flote para cuando ella regrese.
Rodrigo asintió. Había varias noches en las que no podía dormir pensando en Lucia Ferguson. Sus pensamientos hacia ella habían aumentado al ver a la pequeña demonio enfrentando situaciones peligrosas, se preguntaba qué tanto había pasado durante su corta vida para ser así de fuerte. Una pequeña risa se le escapó cuando pensó en la posibilidad de que las dos se conocieran, o bien se volvían mejores amigas, o bien se mataban.
-Dejame adivinar en qué piensas en este momento,- dijo Carlos entrecerrando los ojos,- ¿será en la mocosa valiente con la que te has encontrado esta noche?
-Más o menos eso… estaba preguntándome cómo se llevarían si se conocieran
-Por cierto, que agallas las suyas, nunca me imaginé que el "príncipe de la mafia" sería salvado por una niña así
-Ni yo, pero fue así. No estoy seguro de lo que pasa, pero al parecer está así por los Damswork.
-¿Los Damswork?
-La ví muy alterada cuando vio el tatuaje en forma de serpiente de uno de los imbéciles que intentaban matarme.
Ambos se quedaron en silencio, una pequeña y remota posibilidad de que fuera ella a quien estaban buscando surgió, definitivamente tenían que quitarse las dudas.
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Comments
Samantha Ivett Olvera Rodriguez
lo vuelvo a repetir como es q no la reconoce es medio ridículo
2025-01-31
0
Cinzia Cantú
Chicos no busquen más Luci es esa niña y solo les falta darse cuenta.
2025-01-06
0
Celeste Shin
vaaaamo que se dio cuentaaa!!!! yo estoy a los gritos en casa!!! y pensando que tanto puede cambiar en dos años una niña!!!
2024-03-20
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