Ninguna de las tres daban crédito a lo que acababan de escuchar, ¿De verdad traicionaría a Rodrigo y se iría con ese tipo?
-Bien, vamos- contestó el hombre con una sonrisa triunfadora, pero sin dejar de apuntarle a Luci. Le quitó el arma que llevaba con ella y se la guardó en la cintura, con un tono burlón dijo
-Las niñas como tú no deberían jugar con juguetitos como estos. Vamonos.- Las gemelas querían salir y detener a Luci, pero Nath las tomó de las muñecas deteniéndolas. Las miró y negó con la cabeza en total silencio, no sabía cuál era el plan de Luci, solo sabía que si las había encerrado en ese lugar, era porque algo tenía en mente.
Mientras caminaban, el hombre le pidió a Luci que lo llevara hasta donde guardaba Rodrigo todos los documentos importantes.
El plan inicial de los atacantes era simple: entrar, tomar de rehén a una de las niñas para obligar a Rodrigo a entregar documentos importantes que solo guardaba en su mansión, ya que era uno de los lugares más protegidos dentro de las propiedades de los Collins, al final matarían a las niñas y a todos los que pudieran. No contaban con que una de ellas se ofreciera voluntariamente a ser guía para encontrar esos papeles y proporcionarle una salida. Viéndola bien, sí que era bonita, incluso más de lo que la hija mayor lo había sido a esa edad. Si la llevaba con su jefe, quizás podrían sacar gran provecho de su belleza.
Caminaron por los pasillos solitarios, hasta llegar a un estudio al final de uno de los corredores de la enorme mansión. La puerta estaba cerrada, el sistema de seguridad pedía un código de acceso para poder ingresar al interior. Luci tecleó el código, la pantalla inicialmente roja, pasó a verde. El hombre caminó detrás de la niña, escaneaba de arriba abajo el lugar, el cual era muy grande.
-Allá- señaló Luci un cuadro a lo alto de una familia muy numerosa.
-¿Qué quieres decir?
-Que detrás de ese cuadro, está la caja fuerte donde guarda todos los documentos que quieres. Pero tienes que alzarme en tus hombros para que pueda llegar hasta ellos. Al igual que la puerta, esa caja fuerte está protegida por una clave de acceso... aunque te la dijera, necesitas muchos centímetros más para llegar al teclado y al interior de ella para tomar todo lo que quieres.
La lógica de Luci era cierta, el cuadro estaba en lo alto, si decidía arrastrar el sofá le llevaría más tiempo y le causaría problemas.
-Esta bien… date prisa y sube- contestó mientras se ponía de rodillas para que la niña subiera por su espalda, Luci subió lo más que pudo las patas de su pantalón por sus pantorrillas para tener la mayor movilidad posible. El tipo guardó su arma para que le fuera más fácil sujetarla de las piernas para darle mayor seguridad. Una vez que sintió que Luci estaba estable sobre él, empezó a subir lentamente, acercándose a la pared donde estaba colgado el cuadro. Luci lo retiró cuidadosamente, revelando la caja fuerte que se encontraba escondida detrás de él.
Sin que el sujeto que la cargaba se diera cuenta, de su cintura sacó la navaja que había conservado desde la noche anterior.
-¿Te falta mucho? El tiempo se acaba.
-Tranquilo, todo está bajo control.- contestó tranquilamente revelando el filo del arma en su mano. Sin dudarlo más, con un brazo rodeó la cabeza del hombre, sujetándolo firmemente contra su abdomen mientras sus piernas rodeaban su cuello con fuerza para después deslizar de un lado a otro la filosa navaja, provocando una herida en su garganta. La única reacción que pudo tener el hombre fue golpear las piernas de la niña que se aferraban a él para poder liberarse.
Siendo sincero consigo mismo, había sido demasiado ingenuo al haberle creído a la niña que ahora le arrebataba la vida, recordó que antes de salir del cuartel todos fueron advertidos de ella, no esperaba que en verdad fuera tan astuta que incluso lo había logrado engañar, había creído en la falsa ayuda que le daba, las adulaciones vacías que había usado para de alguna manera, manipularlo… si lo hubiera pensado un poco más, se habría dado cuenta de que era demasiado bueno para ser verdad. Ahora ya era demasiado tarde para huir de ella, su imprudencia le estaba costando caro.
Las piernas de Luci empezaban a tomar un ligero color rojizo dónde era golpeada. Con el corazón acelerado, la adrenalina recorriendo cada célula de su cuerpo, inclinó su cuerpo hacia su izquierda, apuñalando al hombre en el corazón. Los movimientos de este se detuvieron al instante que sus pupilas se dilataban: sangre fresca salía de su boca, cuello y pecho, manchando el pantalón de la chiquilla. Un zumbido inundó sus oídos, para después sentir como una explosión extra de adrenalina inundaba su cuerpo, comenzando a apuñalar repetidamente el corazón del moribundo, manchando sus manos y rostro cada vez más.
-SIGUE ASI, NO TE DETENGAS- ordenaba ansiosa una voz femenina cerca de ella. El cuerpo cayó lentamente de rodillas, Luci aflojó el agarre de sus piernas para poder ponerse de pie, recargó el cadáver contra su propio cuerpo bañado en sangre para poder continuar apuñalandolo. No se preocupó en saber quién le pedía que lo hiciera, solo siguió apuñalando el cuerpo ya sin vida, no podía detenerse… o más bien, no quería detenerse.
Una vez que la situación estuvo bajo control, Carlos y Rodrigo subieron rápidamente las escaleras para cerciorarse de que las niñas estaban bien. Al entrar a la primera habitación, vieron que un vestido negro estaba en el suelo: era el que Luci estaba usando en el funeral. Rodrigo sintió una horrible opresión en su pecho al imaginarse la peor escena de toda su vida.
-¿Hay alguien aquí?- preguntó Carlos con arma en mano, no quería recibir una desagradable sorpresa, por lo que se mantenía alerta. Del armario, se escucharon suaves sollozos. Carlos se acercó para abrir la puerta, cuando vio que Annie y Andy salían corriendo para abrazarlo por la cintura.
-Calma, todo está bien… ya pasó
-No es cierto, Luci…- Andy no podía hablar, se había empezado a ahogar con su llanto. Al escucharla, Rodrigo dirigió su atención hacia ellas, su mirada era profunda y fría.
-¿Dónde está?- preguntó desprovisto de emociones
-Se fue con ellos- contestó Nathalia. El aura que rodeaba a Rodrigo se volvió sumamente hostil.
-Ella… ella estaba siendo amenazada. Antes de que se la llevaran, logró cambiarse de ropa, ví cuando guardo algo en su cintura… no logré ver con claridad lo que era. Rodrigo, quizás aún estén en la mansión. Por alguna razón venían por nosotras, ya que cuando el sujeto entró, le preguntó por las tres. Busquen en los lugares donde tengas guardado cosas importantes y Luci lo sepa. Ella aún está en peligro.- explicó Annie lo más calmada que pudo. Miró a Nathalia, y en su cabeza se formuló una gran pregunta, ¿Por qué dijo tal cosa? Si bien ella también había sido testigo de lo que Lucia había dicho, y le tomó un poco más de tiempo darse cuenta de que todo se trataba de un plan de Luci, Annie consideró que las palabras que había usado Nath, definitivamente se interpretarían de una mala manera.
Sin decir palabra alguna, Rodrigo salió del lugar, y se dirigió hasta el estudio que usaba más como almacén de documentos importantes. Al llegar a la puerta, vió que estaba abierta. Sacó su arma, preparándose para alguna confrontación, pero su meta era sacar a Luci sana y salva de ahí.
Sigilosamente se adentró al lugar, pero se quedó atónito ante lo que estaba viendo: Luci apuñalaba el cuerpo una y otra vez… toda su ropa y cuerpo estaban teñidos de rojo. Rodrigo no podía creer lo que estaba viendo, ciertamente había visto algunas facetas agresivas de Luci, pero nada comparado con lo que estaba presenciando... Parecía un demonio que disfrutaba cada vez que hundía la navaja en el cuerpo inerte. Vió que Luci daba un par de pasos hacia atrás mientras masajeaba sus sienes, parecía estar algo desorientada… quizás había tenido un mareo.
Rodrigo se ocultó detrás de la pared cuando se percató de que Luci abría sus pequeños labios para hablarle al cuerpo tirado en el suelo.
-Ja, ¿En verdad creíste que lo traicionaría por una basura cómo tú? PRIMERO MUERTA QUE HACERLE ALGO ASÍ.- Luci se inclinó hacia adelante y le quitó el arma que anteriormente le había arrebatado.- Espero que te pudras en el infierno.- dijo mientras le escupía con asco. Caminó hacia la salida, cuando vió la alta figura de Rodrigo frente a ella. Inmediatamente se tensó y se preguntó si la había escuchado.
-¿Hace cuánto llegaste?- preguntó calmadamente
-Lo siento, apenas entré- mintió. La miró de arriba abajo y vio que había demasiada sangre sobre ella.- ¿Estás bien?- preguntó preocupado.
-Tranquilo, apenas y logró darme un par de golpes en la pierna, nada importante
-¿Segura?
-CLARO… Iré por alguien para que se lleven esta basura de aquí y vengan a limpiar este desorden.- Rodrigo vió que el cuadro que cubría la caja fuerte ya no estaba en su lugar, inconscientemente frunció el ceño. Luci dirigió su mirada hacia el punto que estaba mirando Rodrigo, volvió a ver su rostro y explicó- lo siento, pero tenía que ganar algo de tiempo para alejarlo de ellas. O me entregaba voluntariamente o bien las podían dañar, y sabes que no correré ese riesgo.
-¿Y qué hay de ti?¿Acaso no te pusiste en riesgo?-preguntó algo molesto
-No me hubiera arriesgado a hacer algo como esto si no hubiera tenido un plan ya preparado
-¿Y si no funcionaba?¿Qué ibas a hacer si no salía como tú esperabas?
-Por lo menos te hubiera dado algo de tiempo para que lo pudieran atrapar. Saliera o no como inicialmente lo había planeado, esa escoria hubiera muerto de alguna u otra manera
-Cierto, pero aún así me gustaría que no te pusieras en más riesgos…
-Desde el momento en que decidí entrar en tu mundo, siempre estaré rodeada de riesgos, no me puedes pedir eso, si yo te pudiera lo mismo, se que se te complicaría hacerlo… ponte en mis zapatos y dime si no hubieras hecho lo mismo
-Tienes razón, por ti haría cualquier cosa, menos eso
-Ahora si nos entendemos- dijo mientras se le acercaba con una tierna sonrisa
-¿Lucia?- la respiración de Rodrigo se detuvo por un momento al ver cómo Luci se desplomaba en el suelo- LUCIA, DESPIERTA.- le ordenaba mientras le daba ligeros golpecitos en la cara.
Las tres niñas y Carlos llegaron hasta el despacho donde se encontraba Rodrigo con Luci llena de sangre. Las gemelas se acercaron a ellos con los ojos llenos de lágrimas
-Llama al doctor, dile que lo quiero aquí ahora mismo- antes de que terminara de ordenar, Carlos ya le estaba marcando al doctor
-¿Luci? LUCI, DESPIERTA POR FAVOR- le pedía Andy
-¿Que paso?- preguntó Annie preocupada
-No lo sé, venía caminando hacia mí y se desmayó
-¿Tiene alguna herida?
-Me dijo que solo le había logrado dar un par de golpes en la pierna-
-El doctor ya viene en camino- dijo Carlos. Antes de que le hicieran más preguntas, Rodrigo tomó a Luci entre sus brazos y la llevó a su habitación, ignorando el dolor de su hombro y pierna. Al llegar, sacó una cajita con analgésicos que le había dado el doctor la noche anterior y se tomó algunas pastillas.
A los pocos minutos de que él la había acostado en la amplia cama, Eva entró con una tina de agua tibia y un paño limpio, detrás de ella entró otra chica con una pijama limpia.
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Updated 96 Episodes
Comments
Cinzia Cantú
Luci es muy valiente, qué le habrá pasado
2025-01-07
0
Celeste Shin
tremendas las agallas de esta muchacha!! 🤩
2024-03-22
2