Capítulo XV

Samay

Después de ese día no nos hemos separado, de hecho, hace dos meses me mudé a su apartamento, él lo hizo en realidad. Si, literalmente, cargo con todas mis cosas en casa y luego mandó a llevarlas, loco. Recuerdo que estuvo un mes convenciéndome y señalando los puntos importantes de vivir juntos, entre ellos ahorro de combustible y menos contaminación del ambiente. Todo porque él me recogía a diario en mi casa, para luego llevarme al trabajo y así. Comenzaba a descubrir que tratar de ganar en algo contra este hombre era una tarea casi imposible, negociando era muy bueno y convenciendo más. Maldito CEO con habilidades para los negocios.

La realidad es que pensé que, en mi vida, por primera vez todo iría bien, pero ahora descubro que no es así. Ha habido una fuga de información en la empresa y sin razón, usaron mi nombre para esto o con algún objetivo específico, no lo sé. Por suerte Mandy no lo cree, lástima que los demás de la empresa no lo vean así. Bueno, no saben de mi relación con él y que dormimos juntos a diario, por lo que es casi imposible que sea yo el topo. Alexis también me apoya, claro mi cuñado es de oro y un sol con mi hermanita. Adoro como la malcría, a pesar de que mi hermana a veces se excede en su comportamiento.

En fin, los tres sabemos que esto es un ataque personal contra mí, pero no caemos en por qué. La verdad me entristece mucho esta situación porque algunos me atacan verbalmente, cosa que no le cuento a Mandy o es capaz de despedirlos. Se ha vuelto sobre protector a tal grado que a veces no me gusta, pero no lo culpo luego de conocer mi pasado. Anoche después de tener sexo desaforado nos acurrucamos y hablamos del tema, no podíamos encontrar una razón por la que alguien haría algo así en mi contra. Podrían odiarme como asistente del CEO, pero eso sería dañar a la empresa.

Ah, sí, la parte sexual atrapo tu curiosidad, bueno, pues puedo decir que casi todas las noches tenemos relaciones. No solo él me desea con demasía, yo no me quedo atrás. Se puede decir que nuestra primera vez fue mágica, fue esa noche que no conocía, bueno, en realidad fue de día. Era nuestro primer fin de semana juntos, así que me quedé el viernes y al amanecer del sábado, mis ojos se encontraron con un cuerpo de modelo. Su piel me llamaba y lentamente me acerque hasta que termine besando su abdomen y luego probando su piel con mi lengua. Cuando miré su rostro, sus ojos estaban fijos en mí, tragué en seco.

—Hagámoslo.

—¿Estás segura?

—Sí, quiero sentir lo que es estar contigo y ser uno.

—No me opongo a esa frase para nada.

Ambos reímos en lo que él se subía sobre mí y se adueñaba de mis labios. Con este hombre aprendería muchas cosas y la primera fue como besar con pasión. Nunca nadie había probado mis labios de esa forma, mi única experiencia fue de besos fríos, labios tiesos y nada más.

Mandy no era así, le gustaba tentar mis labios hasta dejarlos hinchados. Para luego profundizar en mi boca con su lengua y llenarme de su sabor. Con solo eso mi cuerpo quedaba embelesado en sus brazos, podía poseerme como quisiera, nada lo detendría.

Esa vez sentí un vacío cuando sus labios dejaron mi boca, pero un shock eléctrico me recorrió cuando sus besos viajaron por mi rostro y descendieron por mi cuello. Sus calientes manos acunaron mis senos llenándo a estos de caricias y tentándolos con pellizcos para luego ocuparlos con su boca. Dios nunca me había sentido tan bien, el cosquilleo en mi interior me llevaba a la locura y mis partes bajas gritaban por más. Necesitaba que me tocará y lo expresaba con el movimiento de mis caderas. Él captó la señal porque sus dedos descendieron y jugaron con mi zona. Apreté las sábanas entre mis manos, pensé que iba a romperlas.

—¡Mandy te deseo!

—Tranquila, cariño, lo sé, pero debemos ir despacio para no hacerte daño. Voy a probarte una vez más.

Y con eso descendió hasta mi monte de venus y me perdí en un mar de lujuria. Mi mente se opacó y no supe de mí, hasta que sentí que mi respiración volvía a normalizarse. Más no duró mucho porque justo en ese momento, la sensación de algo entrando en mi cuerpo volvió a robarme el aire.

Su voz se oía lejana, mis ojos estaban llenos de lágrimas y mi mente difusa. Sé que me arqueaba, gritaba y cada toque se quedaba en mi piel grabada. Luego todo se oscureció y me perdí en la inconsciencia de mi cerebro. No fue por mucho, quizás media hora que estuve dormida, pero en ese tiempo Armando casi tuvo un ataque al corazón. Lo único que lo tranquilizó fue que escuchó mis leves ronquidos, je, je.

Ese día tuve que rogar para tener más sexo, por supuesto que quería más, como no hacerlo luego de probar lo maravilloso que es. Pero Mandy decía que no quería volver a verme desmayada y por eso se negaba. Al final lo convencí, ni que hiciese falta mucho. ¿Eh? No volví a desmayarme, pero si me pasé el domingo en cama porque no paramos, no era suficiente de su piel para mí ni de su ser en mí.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***