Capítulo 16

—Teniente —lo saludó sin dejar de desordenar más su oficina.

—¿Donde pasaste la noche?.

—En casa de Paul ¿Porque? No me digas qué me extrañaste.

—Si, lo hice —admitió sin decir que no había pegado los ojos en toda la noche pensando en todo lo que Reed seguramente estaba haciendo con Paul.

—Pues ya me tienes aquí sólo para ti —coqueteo empujando con un dedo a takada sobre un sofá.

—¿Porque no dormiste en la estación? Creí que siempre lo hacías.

—Mmm, me infla el ego que estés celoso —confesó sobre las piernas de Takada que lo besó suavemente.

—Me gusta tocarte. ¿Porque eres tan cruel?.

—Tocarme no es la gran cosa.

—Lo es para mi ya que parece que soy el único cuyo toque te molesta.

—No me molesta que me toques, solo no me gusta dar explicaciones.

Takada lo acercó más acariadolo lentamente, al ver que no se negaba le quitó la chaqueta, lo tomó de las manos y lo acostó sobre el sofá besándolo, acariciándolo de forma muy dulce.

Mientras Reed estaba distraído disfrutando de los besos y las caricias. Takada tomo un par de esposas dispuesto a devolverle el favor de haberlo esposado todas las veces que lo hicieron, alzó la mirada a sus manos para ponerlas y lo vio. Reed tenía Muchas cicatrices en las muñecas, eran el tipo de cicatrices que quedan en un intento de suicidio. Reed pareció notarlo ya que se sentó de golpe viendo a Takada que no dejaba de ver sus muñecas.

—¿No te gusta dar explicaciones? —el tono de reproche no pasó desapercibido—. ¿Que, acaso eres suicida? -Reed sonrió burlonamente tocando su labio superior.

—Algo así —se paró levemente poniéndose la chaqueta de nuevo—. Es es hora de que te vayas, debo seguir ordenando mi oficina no encuentro nada aquí —lo ignoro bajando las mangas de la chaqueta disimuladamente.

—Si, me voy -fue dejando a Reed en el sofá pensativo ¿Tal vez debía decirle?. No, no lo perdería si se lo decía, todos se asustaban siempre. Pensándolo mejor, lo perdería cuando el caso se cerrará ¿Qué más daba? Si pasaba un poco antes. Pero el quería disfrutarlo todo el tiempo posible, ahora era probable que no volviera a disfrutar de su magnífica polla meditó Reed, los siguientes días fueron bastante incómodos cada vez que Reed trató de pasar algún informe Takada lo ignoró por lo tanto dejó de enviarlos a él consiente que debían hablar… o no. Afuera las cosas seguían su curso normal, con el típico trajín de una estación policiaca.

—Paul, Elliot ustedes patrullen el centro del pueblo. No se alejen demasiado, los demás patrullen el resto reporten cualquier cosa sospechosa inmediatamente no importa que tan mínima sea —ordenó el capitán a sus hombres ante rumores de que los buitres planeaban algo.

—¡Paul pedazo de Idiota! hace tiempo que no te veía has envejecido —alguien dijo de buen humor.

—¿Sam? ¿Qué rayos? ¿Qué haces aquí? —Paul se sorprendió ante la aparición de su antiguo compañero.

—Estoy de regreso amigo, no me sienta bien la gran ciudad —un Sam de apariencia cansada contó.

—¿Porque no lo supe antes?.

—No pude localizarte —afirmó a abrazándolo—. ¿Y bien? Vamos a estar juntos de nuevo supongo.

—No supóngas nada Sam, Paul tiene un nuevo compañero, ya veré con quien te pongo —habló el capitán.

—Ya quiero ver quien es capaz de aguantarte además de mí —bromeó Sam.

—Elliot Silver mucho gusto —se presentó Elliot que ardía de los celos al ver a este hombre tocar a Paul tan familiarmente.

—¡Vaya que eres bonito! Tienes cara de niño rico ¿Que haces aquí?.

—Trabajo aquí ¿Y tú?.

—También —respondió sosteniendo la mirada.

—Dejen su concurso de meadas para otro día caballeros, ahora todos a trabajar.

Sí señor contestaron todos dispuestos a obedecer.

—Elliot, bebé ¿Que fue eso?.

—Lo siento Paul, no se que me pasó el no me agrada, hay algo raro en el.

—Elliot lo conozco hace más de 10 años, no es mala persona.

—Hay algo sospechoso en el, no se como explicarlo pero lo se.

—Creo que sólo estás celoso —sonrió estacionando el auto frente al alegre parque del pueblo.

—No Paul esto es diferente —suspiró.

Mientras ambos discutían esto, en el auto una ráfaga de disparos los puso en alerta ¡Estaban disparando contra ellos en pleno corazón del pueblo! ¡Y no era ni medio día!.

El ataque duró solo unos segundos, provocando que Paul se lanzará instintivamente sobre Elliot para protegerlo. Este reaccionó igual y ambos terminaron en el piso del auto esto fue lo que los salvó. El primero en llegar a la escena fue Sam minutos después llegaron otros policías y los paramédicos afortunadamente no había heridos sólo el auto de Paul cubierto de agujeros de bala pero aún funcional o algo así.

—¿Cómo llegaste tan rápido Sam? —Preguntó Paul mientras los paramédicos lo revisaban.

— Sólo pasaba por aquí, Reed me dejó en la estación y desapareció lo estaba buscando —se justificó.

—Ya veo ¿Nos llevás a la estación?. El capitán está hecho una furia.

—Amh, lo siento no puedo tengo algo que hacer.

—Lo supuse, cuidate amigo —lo despidió—. Elliot vamos, Reed nos llevará informó Paul a su compañero, quedándose momentáneamente pensativo. Tal vez Elliot tuviera razón y Sam estuviera en algo turbio ¿Pero como era posible? Se conocían hacia muchísimo tiempo, Sam no era un corrupto ¿Entonces que estaba pasando? ¿Porque reaccionó así? Es como si estuviera escondiendo algo.

—Paul, ¡Paul!, ¡¡Paul!! —gritó Elliot intentando alertar de la llegada de Reed.  

—¿Que? Lo siento estaba distraído.

—Puedo notarlo. Te decía que Reed está aquí ¿Estás bien? —Pregunto al ver que Paul no lograba concentrarse.

—Dejalo princesa, si no te atiende ven a mi casa —ofreció Reed seductor.

—Estoy bien Elliot lamentó preocuparte —lo miró con ternura—. Reed no olvides que sé cómo deshacerme de un cadáver.

—¿Lo vez? Esta bien —se dirigió a Elliot—. Sabia que reaccionarias, tranquilo Elliot no es mi tipo no soy un asalta cunas como otros, los prefiero más de mi edad —se burló despreocupado.

—Pudrete Reed, en serio “PUDRETE”.

—Estoy de acuerdo detective pudrase —apoyo Elliot.

—Vaya, el gatito tiene garras ¿Enserio  eres capaz de ser grosero? Creí eras bondad pura, a veces parece que te criaron las monjas de los modales.

—Reed, eres un imbécil.

—Vamos es cierto, parece que fue criado en un monasterio y luego lo enviaron a modelar a París ¿Has sido modelo? Si la respuesta es sí ¿Donde consigo tus fotos?.

—¿Que? ¿Que significa eso? —se sorprendió Elliot sin entender lo que estaba diciendo Reed.

—Bueno bebé Elliot, veras tu eres muy, muy, muy, muy atractivo ¿Cierto Paul? —Interrogó echándole un vistazo ¿A poco no lo sabías?.

—Se que soy guapo, pero tampoco exageren.

—No lo hago, la cuestión es que no solo eres guapo. Paul es guapo, Takada es guapo. ¿Tu? Tu eres demasiado hermoso, bello, precioso

—Cierto —le dio la razón Paul sintiéndose profundamente abochornado.

—O tranquilo Paul, tú tampoco estás mal sólo no me la paras, eso es una cosa buena si me la pararás sería incesto —bromeó—. Y esa actitud de “soy muy macho” te sienta bien, aunque no te queda no por lo de que te gusten los hombres sino porque eres muy bueno, deberías ser más malo. Ya sabes se un poco cruel.

—Me parece bien, empezaré contigo maldito loco —lo miro enfadado—. Tu mejor que nadie debería saber que no siempre somos lo que aparentamos si no mirate, afirmó visiblemente molesto y es que Reed había tocado cada uno de los puntos sensibles de la relación que tenía con Elliot. Después de eso el viaje a la estación se hizo en completo silencio.

Al llegar a la estación el capitán estaba entre furioso y preocupado principalmente porque el ataque había sido en el centro del pueblo, alguien pudo salir lastimado o peor morir.

—Me alegró que estén bien muchachos —expresó el capitán después de revisar superficialmente a Elliot.

—Si bueno, por poco no lo logramos señor. Esos tipos salieron de la nada.

—Lo supongo, lo importante es que ni ustedes ni ningún civil resultó herido.

—Por poco capitán, lo único destrozado es mi auto —se quejó Paul.

—Muy bien quiero a todos los policías, detectives y el equipo especial del teniente Takada buscando a estos malditos. Excepto ustedes dos, rindan su informe, vayan a emergencias que los revisen y luego a casa enviaré agentes para su protección.

— Capitán, creo que seríamos más útiles aquí —aseguró Paul. 

—Si además no estamos heridos dejemos ayudar —apoyo Elliot lo dicho por su compañero.

—No está a discusión, tomen un auto del depósito y vayan a casa o los suspendo —amenazó el capitán.

—Mierda no puede enviarnos a casa no es justó.

—Lo sé Elliot, pero que más da no podemos hacer nada. Vamos a casa necesitó tranquilidad o voy a explotar.

Paul manejo despacio con la mano de Elliot sobre la suya, al menos tendría a Elliot con el mientras este asunto durará suspiró pensando en lo que harían al llegar. Tal vez esto no era tan malo tendría tranquilidad y podría pensar sobre todo lo que estaba pasando.

Al llegar a casa se percataron que tenían visitas, el padre de Elliot miraba con asco la humilde vivienda y con superioridad dijo.

—Vaya que pocilga ¿Tan mal te va sin mi dinero? —Se río malicioso y burlón, Elliot lo observó furioso más no tuvo tiempo de defender el que consideraba su hogar puesto que Fanny salto sobre el.

—¡Mi amor! Te extrañe muchísimo, no tienes idea cuanto quiero que sepas que te perdonó por lo que pasó en la fiesta nuestro compromiso sigue en pie seré una buena esposa —prometió cursimente.

—No voy a casarme contigo Fanny, es necesario que lo entiendas.

—¿Y tu quien eres? No me digas que el desviado con el que se acuesta mi hijo, eso sería vergonzoso considerando que tenemos casi la misma edad —el padre de Elliot soltó veneno.

—Yo... yo... yo... —Por primera vez en su vida Paul no supo qué responder, él mismo había usado este tipo de palabras soeces innumerables veces pero que se las dijeran directamente lo turbo.

—Vasta papá, no te metas con Paul. El sólo me da donde quedarme —lo sacó del apuro Elliot.

—No lo creó, apuesto a que este viejo perverso es con quién te estás revolcando.

—No me interesa lo que piensas papá, por favor vete.

—Mucho gustó Richard Silver —se presentó el hombre con Paul que intentaba que su voz saliera de su garganta.

—Igualmente debo regresar a la estación —fue lo único que logró decir.

—Paul… por favor no te vayas —suplicó en voz baja.

—Lo siento Elliot, nos vemos después —se despidió fríamente tragándose el nudo que sentía en la garganta.

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Comments

Ellizabett car :0

Ellizabett car :0

Maldito el padre de Elliot y Fanny, ojalá desaparezcan pronto

2024-01-10

7

Mary (Lupis❤️🌹)

Mary (Lupis❤️🌹)

carajo ese señor como friega

2023-12-23

1

Lilith Bang

Lilith Bang

Reed me recordó a Dazai

2023-02-22

2

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