Capítulo 4

—Despierta maldita sea —decía sentado junto a la cama con los ojos cerrados tomándolo de la mano, un acto que venía repitiendo desde hacía más de una semana. 

—Mira si me besas la mano será demasiado raro, además tu voz es irritante —la tenue y aún así ronca voz de Paul sonó levemente en la habitación. 

—¡O por dios estás despierto! No lo puedo creer —se emocionó Elliot lanzándose a abrazarlo—. Lo lamento mucho Paul —su disculpa salió llena de sentimiento y mucha sinceridad, tanta que de verdad le llegó a Paul. 

—Oye princesa sigo herido ¿Recuerdas?.

—Lo siento, ¿Como éstas?. 

—Como si me hubieran atropellado —le sonrió aún con dolor.

—Bueno no te atropellaron, pero casi te matan... por mi culpa, de verdad lo siento mucho yo ni siquiera vi al tipo que te disparó así de inútil soy. 

—Tranquilo este trabajo es peligroso, todos los oficiales lo saben, no fue tu culpa —Paul acarició la cabeza de Elliot levemente—. Ahora quítate de encima y avisa a los médicos ¿quieres?. Elliot cayó en cuenta que había estado sobre el a centímetros de su rostro todo el tiempo esto lo hizo avergonzarse—. Mirate pareces colegiala con novio, ¿No me digas que te gusto? —lo molesto Braun mientras levantaba las cejas de forma divertida—. Naaaaa ya calmate no eres mi tipo te faltan…

—¡¡Un buen par de tetas!! Ya me lo haz dicho mil veces —grito furioso, azotando la puerta tras de sí. 

—¿Que rayos? -pensó en voz alta Paul mientras se reía y es que era demasiado fácil molestar al chico su cara de frustración cuando se enojaba le recordaba a un niño haciendo un berrinche. 

—¿Que carajos fue eso? —Se decía Elliot mientras llamaba a los médicos y al jefe para avisar que ya había despertado. Se sentó en el sofá de la sala de espera mientras los médicos examinaban a Paul, no lograba entender qué le pasaba sentía que un gran peso le oprimía el pecho además una enorme angustia se iba apoderando de él, de un momento a otro todo se volvió negro y lo próximo fue despertar en una cama de hospital en la misma habitación de Paul. Según los médicos el estrés unido al cansancio extremo por no dormir bien había causado que colapsara y ahora necesitaba reposo y muchos líquidos ya que también se encontraba severamente deshidratado. 

—Elliot, lamento mucho haber estado molestando. Yo no lo sabía, el capitán me dijo que no te habías movido de aquí y que Mauda incluso te había tenido que traer ropa porque ni a eso quisiste ir a casa, no sabes cuanto te lo agradezco —Elliot no contestó no sabía qué decir pues el verlo allí con el torso descubierto lo ponía nervioso e incomodo y no lograba pensar con claridad, Paul por su parte ni siquiera volteó en su dirección parecía sumido en sus pensamientos con el ceño fruncido. 

—Bueno ya pueden irse a su casa —al fin después de pasar, Paul casi un mes y Elliot 3 días en el hospital, les dieron el alta médica—. Paul debes cambiar tus vendajes dos veces al día, debido a que recién retiramos el drenaje aun se puede infectar así que toma tus medicinas no lo olvides o habrá complicaciones. Elliot, tu por tu parte estás bien sólo no te estreses demasiado —recomendó la doctora—. Y no olvides beber agua tus riñones estarán agradecidos.

El capitán y otros compañeros aparecieron para felicitar a Paul por su recuperación, más debido a una emergencia surgida en la estación sólo Mauda y Elliot se quedaron para llevarlo a casa.

—Elliot cariño, ¿Porque no te quedas y ayudas a Paul a cambiarse los vendajes? Además aprovechas y le haces compañía, te traeré ropa —ofreció sin darle tiempo a responder marchándose. Así era Mauda nadie podía llevarle la contraria. Desafortunadamente el ambiente estaba tenso entre ellos, era muy incomodo para ambos.

—Elliot si quieres irte no te detengo ¿De acuerdo?. Yo… ya estoy mucho mejor, la verdad no es necesario que te quedes si te sientes incómodo. Si quieres irte solo vete —ofreció Paul mientras ambos se encontraban en el sofá de la pequeña sala.

—¡No!, todo está bien, yo te cuidare hasta que volvamos al trabajo después de todo también estoy suspendido por desmayarme en el hospital —sonrió mirando los labios gruesos de Paul. Este lo miro un poco incrédulo, luego ambos volvieron a sumirse en un gran y muy, muy, muy incomodo silencio. Cansado de todo esto y sin saber muy bien porque, en un impulso se acercó a él y lo besó. Paul se tensó rápidamente al principio sin embargo le correspondió segundos después relajando visiblemente los hombros.

 Ambos se unieron en un remolino de sensaciones mientras se deshacían de la ropa que parecía estorbar en sus cuerpos que se sumían en el calor del momento, después de un tiempo Paul no pudo contenerse más y dejó escapar un fuerte gemido al sentirse invadido por la lengua de su compañero. Toda su mente estaba en blanco no tenía control de su cuerpo ni de sus sentidos, podía sentir cómo todo su ser flotaba fuera de su cuerpo. Un sórdido dolor lo sacó de sus cavilaciones. Elliot había entrado en él y rayos como dolía pero no intentó detenerlo porque Elliot se movía lenta y deliciosamente, a los pocos segundos de estar dentro tocó un punto que Paul no sabía que existía en su cuerpo. La sensación llevó su ser aún más lejos, a un lugar desconocido para él hasta entonces. El éxtasis de placer que le estaba provocando era demasiado, sintió ahogarse en el placer del momento y de repente “pum” todo se acabó su mente se aclaró y sólo quedó el recuerdo, la vergüenza y el cansancio ninguno dijo nada. Braun se quedó acostado en el sofá con Elliot tirado en el piso a su lado en completo silencio este se sentía tan asustado que sentía que si movía un dedo todo se quebraria por lo que se quedó en silencio observando a Paul este había perdido masa muscular mientras estaba en el hospital pero aun así se veía bien.

—¡Oh rayos estas sangrado, quédate quieto voy a cambiar los vendajes! Lo lamento no me había dado cuenta —se disculpó.

— Tampoco lo había notado —confirmó con el ceño fruncido—. Deja, me doy un baño y me ayudas con los vendajes —fue más una orden directa que una solicitud. 

Elliot se preparó para cambiar los vendajes. Braun salió del baño y camino a su habitación completamente desnudó luciendo ese cuerpo de hombre duró tan típico de los deportistas o los militares, Elliot no estaba seguro parecía una mezcla de ambos regímenes. Y es que el moreno tenía todo sus músculos muy bien definidos, sin llegar a ser exagerados tiene cuerpo de deportista pensó Elliot que no supo dónde meter la cara, deseo que la tierra se lo tragara mientras cambiaba de colores.

—Por favor —rió sarcástico—. No es nada que no vieras hace rato. 

—Si lo se, aún así verte así es bu...bue...bueno es complicado para mi. Lo siento es difícil organizar mis pensamientos en estos momentos —confesó nervioso viendo hacia abajo. 

—No te veías tan nervioso hace un rato, ya sabes cuando tenias tu lengua en mi ya sabes. ¿¡Porque carajos hiciste eso!? ¿Tiene idea cuánto hace que no tomaba una ducha? —Paul lucia realmente mortificado. 

—En el hospital se encargaron de que estuvieras muy limpió —Elliot replicó ganándose una mirada asesina. Paul se acostó con sólo unos bóxers puestos preparado para que le vendara la herida el silencio incómodo se apoderó del dormitorio nuevamente.

—No estoy seguro sobre qué decirte Elliot. Mierda yo ni siquiera se que esperas que diga -confesó viendo el techo de su habitación.

—Puedes negar lo que pasó, si quieres, yo no voy a forzar nada —ofreció el otro mirando el piso, el suspiro de resignación de ambos llenó el lugar cortando la terrible tensión.

—Es necesario que sepas que pienso echarle la culpa al hecho de que acabó de salir del hospital y probablemente aún este drogado. 

—¿Tan mal lo pasaste? —Preguntó Elliot con una mirada triste y culpable.

—No, no es eso además no soy tan cobarde como para no admitir que me gustó, pero esto no debe volver a pasar ¿De acuerdo? Y lo más importante es que nadie debe saberlo nunca.

 Las cosas raramente salen como las decimos ya que por lo general somos más fieles a lo que sentimos que a lo que pensamos. Por lo que la cosa esa que no debía volver a pasar, pasó de nuevo esa noche. De hecho pasó muchas veces más en los siguientes días hasta que Elliot fue restituido de nuevo al trabajo una semana antes que Paul y por toda una semana no se vieron, al séptimo día Paul también volvió al trabajo y en cuanto Elliot lo vio sus ojos brillaron como dos de las más brillantes estrellas que hay en el cielo nocturno.

 Los compañeros, el capitán y Mauda le hicieron una pequeña bienvenida a Paul todos lo abrazaron y charlaron con el. Todos menos Elliot que no estaba seguro de poder disimular su emoción por lo que se encontraba sentado en un rincón mirando disimuladamente a Paul mientras fingía ver su celular, la pequeña reunión llegó a su fin rápidamente cuando todos se dispusieron a trabajar incluidos Braun y Elliot estos parecían estar en piloto automático cuidando mucho no estar uno muy cerca del otro. Ambos subieron al auto y se dispusieron a patrullar hasta que Elliot rompió el mutismo en el que cada uno se había sumido lanzándose sobre él para besarlo.

—¡Oye idiota harás que me estrelle! ¿Que demonios te pasa? Que quedé claro que esto no debe volver a pasar ¿Entendido? —Elliot miró por la ventanilla furioso con si mismo por su impulsividad, hasta que Paul volvió a hablar—. Mejor vamos a mi casa, no quiero ver ni de chiste un hospital otra vez por lo tanto hay que evitar accidentados. —Elliot sonrió por lo bajó y no dijo nada el camino a casa de Paul ya se le estaba haciendo conocido.

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Comments

Laura Puente

Laura Puente

mira chiquito...de lo que renegavas ...y quedaste guango de placer 🤪🥵🥵 que calor

2024-04-21

1

Lisvet 🥰🏳️‍🌈🏳️‍🌈❤️🥰🥰😘

Lisvet 🥰🏳️‍🌈🏳️‍🌈❤️🥰🥰😘

🤭😉

2024-04-12

2

:vアレクサ

:vアレクサ

yo quede loca . . .

2024-04-06

4

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