Capítulo 6

—Bella durmiente, despierta cariño —la voz juguetona de Paul se escuchó mientras lo meneaba suavemente. El hombre mayor iba dispuesto a arreglar las cosas aunque no sabía como lo haría por eso se había quedado viéndolo mientras dormía. Vaya que es hermoso pensó viendo sus rasgos perfectos, mientras estaba distraído Elliot lo jaló a la cama quedando encima de él mirándolo directamente a los ojos y vio pánico en ellos. 

—¿¡Que rayos haces idiota!? Mauda haz algo, ayudame por favor —suplicó con risa nerviosa.

—Se les hace tarde —alcanzó a decir esta—. Les preparare café así que dense prisa —ofreció yéndose confundida, tenía la sensación de haber presenciado algo que no debía. ¿Pero que? Hace tiempo que sentía que algo se traían estos dos pero no era para tanto ellos eran amigos, así que era normal que jugarán así. Ella misma había visto jugar aún más rudo o mucho más cariñosos e íntimos a los demás chicos de la estación pero había algo en la mirada de Paul cuando lo veía dormir que le parecía raro lo veía como con adoración. Bueno se dijo y si así fuera ¿Que? No es como si fueran los primeros, además yo no soy tan retrógrada ni de mente cerrada ¿Verdad?. Los voy a observar de cerca se prometió mientras preparaba café. Minutos después Paul y Elliot bajaron tomaron café y se fueron al trabajo. 

Increíblemente no hubieron silencios incómodos ya que Elliot decidió no preguntar, después de todo no existía relación romántica alguna entre ellos y sentía miedo de la respuesta que le darían. El no lo quería perder sentía que tenían algo bueno fuera lo que fuera que tuvieran. Paul por su parte no sabía cómo decirle las cosas por lo tanto la rutina volvió a ser como eran antes, al menos frente a sus compañeros ya que al terminar su turno o en sus descansos partían en silencio a casa de Paul donde tenían sexo hasta no poder más, luego Elliot se marchaba y se encontraban en la estación o Paul pasaba por el. Eso se convirtió en su rutina diaria y sin darse cuenta habían pasado casi tres meses de esto. 

Un día en los que Paul se encontraba con Elliot en la estación se encontró con una escena divertida. Una presuntuosa rubia molestaba a su mejor amigo Reed, este parecía a punto de explotar. Al ver a Paul lo llamó con ojos esperanzados de que Paul lo ayudará. 

—Te presentó a Fanny, ella pregunta por tu compañero. Señorita — dijo dirigiéndose a la chica—. Este es el compañero del agente Silver los presentó mientras escapaba como niño. 

—Mucho gusto soy el agente Paul Braun el compañero de Elliot ¿Tu… quien eres?

—Soy su prometida —aseguró la rubia presuntuosa mostrando una deslumbrante sonrisa. 

Paul sintió que un cuchillo le atravesaba el corazón pero al fin y al cabo él mismo le había dicho que lo de ellos sólo era sexo. La chica era realmente bella; alta, rubia, ojos celestes claros, tal vez él fue a un poco idiota por juzgar a la gente a primera vista pero la chica se  veía de alcurnia vestía unos pantalones; beige claro, una blusa color crema, zapatos elegantes un collar de perlas y el dichoso anillo con un diamante enorme en su mano.

 

—Vaya que es un hombre con suerte —aseguró intentando sonar emocionado—. Acompáñame te llevaré a otro lugar a que lo esperes —ofreció galante. La dejó en una oficina, cuando salía Elliot estaba a unos metros de él. 

—Lamento llegar tarde, tuve algo importante que hacer —se explicó entregándole un café con una gran sonrisa.

—Tu prometida vino a buscarte —soltó de una vez casi sin aliento. Elliot se veía bastante confundido, por un momento pareció que iba a decir algo pero no alcanzó a contestar ya que Fanny se le abalanzó a besarlo y abrazarlo muy emocionada.

—Oh bebé, no sabes cuanto te extrañe —decía melosa y emocionada.

—¿Fanny? —Elliot se veía realmente sorprendido de verla, aún parecía querer decir algo pero Paul decidió irse rápidamente ya que su incomodidad crecía mucho en su interior. 

—Yo me voy, quédate el tiempo que necesites si hay alguna emergencia te aviso —Paul salió de allí con el corazón a punto de salirsele del pecho corrió al estacionamiento donde subió al auto y golpeó el volante con todas sus fuerzas. La furia que sentía era inmensa pero la vergüenza era aún mayor se sentía avergonzado de los celos que sintió cuando imaginó a Elliot con Fanny, ella cuadraba mejor a su lado que el. ¿Y porque pensaba en esto? El mismo había puesto los límites ¿no? Unos toques en la ventanilla lo hicieron voltear, era Mauda que lo veía con preocupación y ojos interrogantes.

—¿Estas bien?. 

—Si, Mauda no te preocupes yo solo…

—¿Tiene que ver con la prometida de Elliot? Esa chica es impresionante cualquier hombre sentiría envidia.

—Tu no tienes idea de nada —suspiró amargado.

—Por favor Paul, te conozco hace años yo cuidaba de tu hijo cuando tenías que trabajar ¿Recuerdas? —Mauda lo observó durante unos segundos segura de sus sospechas—. Además Elliot es como mi sobrino ¿Enserio crees que no me daría cuenta de sus enredos amorosos?. 

Paul trago saliva y levantó un poco el rostro se sentía aún más avergonzado.

—Mauda, yo…

—No te mortifiques, llevan muy bien su actuación en público no creó que nadie lo sepa —aseguro—. Pero de todos modos ¿Porque te avergüenzas? Comprendo que puede ser difícil por el trabajo pero…

—¡Por el amor de Dios Mauda! Tengo 36 y estoy en un estacionamiento llorando por alguien que aparte de ser un hombre, tiene 22 putos años. ¿Y dónde está el? Está dentro con su bella y despampanante prometida de la cual yo no sabía nada ¿Que tan patético soy? ¿Que más bajo voy a llegar? —Preguntó sentándose en el capó del auto junto a ella con los brazos cruzados.

—Yo no diría que es despampanante, bonita si, pero no despampanante además ¿Qué tiene eso que ver contigo y lo que puedes ofrecerle? Porque algo has de tener para que el té vea como te ve.

—El creé que está enamorado de mi, pero eso no es posible es sólo un niño dudo que sepa lo que es estar enamorado de verdad. 

— Uno no elige a quien amar Paul, uno simplemente ama fíjate en Neil y yo. Imagínate una mujer de 20 años divorciada dejada de lado por su esposo por ser estéril y además negra, se que eso no cuenta pero si incluso hoy en día aún hay gente que no ve con buenos ojos las relaciones interraciales, imagínate en mi época mi propio padre solía decir, cada oveja con su pareja y además según los estándares yo no era muy bonita que digamos. Neil por su parte era un chico blanco algunos años menor que yo, de mejor posición social, él estaba muy enamorado de mi. Aun así nuestra relación fue condenada en cuanto se supo pero nosotros luchamos porque nos amábamos hoy tengo 54 años y Neil 50 llevamos 34 años juntos no fue fácil pero aquí estamos ¿Mi consejo? Lucha por el.

—Mauda, que dos hombres estén juntos no está bien no es lógico además no está bien luchar por algo así, es una condena.

—Luchar por lo que amamos no puede ser pecado, Dios no condena el amor los humanos en nuestra ignorancia lo hacemos. 

—Es sólo que, no le veo ningún provecho a estar juntos ambos somos hombres.

—Cariño, su relación se basa en el deseo, la pasión, la lujuria pero sobre todo en el amor no en la necesidad biológica de procrear, de cierta forma su relación es más pura. 

—Gracias Mauda, pero yo me voy no puedo con esto —dijo mientras ponía su mano en la puerta del auto dispuesto a abrirla.

—¡Ni pienses que te iras sin mi! —Gritó Elliot. Mauda observó el enojo, la ira y el coraje creciendo en la mirada de ambos hombres cuando estos se vieron uno al otro por lo que se retiró en silencio.  

—¿No debes volver con tu prometida? B...e...b...e —se burló sarcástico Paul. 

—¡Hay por favor! Deja de ser tan infantil como si tu fueras siempre sincero conmigo —le recriminó lanzándole un puñetazo en el rostro, un puñetazo que le fue devuelto, terminaron a los golpes en el estacionamiento de la estación. El capitán y otros compañeros llegaron rápidamente para intentar separarlos. 

—¡Basta! —Gritó el capitán Neil—. Suficiente ustedes dos, miren como se  arreglan entre ustedes mi comisaría no es un ring de boxeo este lugar para mi y muchos de sus compañeros es sagrado y merece respeto los amonestó furioso.

—Capitán… 

—Capitán nada. Enfriense la cabeza y vuelvan mañana para entonces quiero que sus diferencias estén solucionadas. —Paul subió a su auto listo para irse, el capitán lo volvió a interrumpir.

—¿No piensas llevar a tu compañero? Te recuerdo que tienen que arreglar su mierda —lo regañó aún molesto por el escándalo.  

—Si el príncipe no debe dejar sola nunca a su princesa —se burlaron Mike y Ray mientras se reían a carcajadas ganándose una amenaza del capitán. 

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Comments

Elizabeth Moreno

Elizabeth Moreno

maufa eres increíblemente buena como amiga

2024-02-08

2

Ellizabett car :0

Ellizabett car :0

muy bien Mauda, pero Fanny...🤔

2024-01-08

4

Mary (Lupis❤️🌹)

Mary (Lupis❤️🌹)

esa mujer es increíble Mauda tu muy bien

2023-12-22

1

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