Capítulo 7

—¡Voy a matarlos malditos imbéciles! —grito Paul furioso mientras Elliot subía junto a él.

—Es tu culpa, siempre me dices princesa, muñeca o cualquier otra estupidez que se te ocurra -después de eso Paul manejo despacio con los vidrios a medio abrir, ninguno dijo nada hasta llegar a casa de Paul dónde en cuanto bajaron del auto siguieron con los golpes durante largo rato dejando destrozada la pequeña sala. Discutieron y se lanzaron golpes, sin la intención de lastimarse realmente, hasta que ambos acabaron exhaustos debido al esfuerzo. 

—Lo siento, no se que me paso.

—No Elliot, yo lo siento fui un idiota se supone que soy el oficial de mayor rango yo debería darte el ejemplo no actuar como lo hice, creo que es mejor solicitar al capitán que nos reasigne. 

—Allí está de nuevo ¿Lo vez? Nunca hablamos, nunca me dices nada. Tu nunca cuentas conmigo para nada, por favor di algo y no tomes decisiones por ti mismo. 

—No tengo nada que decirte, creeme cuando te digo que no tengo una prometida por allí sin que nadie lo sepa. 

—Claro que no, lo tuyo es peor tienes un amante aún más joven que yo.

—¿¡Que!?...

—Yo te vi. Te vi con él, el otro día en el restaurante ¿Recuerdas?. 

—¡¡Aaaaah!! no lo puedo creer —grito exasperado lanzándole otro golpe—. ¿Enserio crees que voy por allí teniendo sexo con todos los chicos que veo? ¿Que rayos te pasa idiota? Creo que no sabes esto, pero antes de ti yo nunca había estado con otro hombre. Es más ni siquiera había pensado en la posibilidad de que otro tipo metiera su polla en mi.

—Pero te vi con él ¿Recuerdas? Incluso vino a tu casa el otro día.

—Pero claro que vino, él solía vivir aquí hasta que lo eche literalmente como a un perro. Yo… no te lo dije porque no me dejaste explicar siempre que lo intente te negaste a escuchar, cambiabas de conversación u otra cosa hasta que deje de intentar no es mi tema favorito así que no insistí demasiado. El es mi hijo ¿De acuerdo? Vino a invitarme a su boda yo.. yo… yo soy un gran  hipócrita, me niego a ir porque va a casarse con un hombre a pesar de todo lo que te dejo hacerme sigo sin aceptar las decisiones de mi hijo —contó  con amargura. 

—Paul… 

—¿Que te dice eso de mi?. 

—Yo me negué a escuchar porque temía la respuesta, aún así no explica porque nunca quieres que salgamos es incomprensible para mi dime ¿Porque te niegas a cual... —Elliot no término ya que fue interrumpido abruptamente.

—¿Porque no quiero salir públicamente contigo? Porque tengo 36 años Elliot. Esos son 14 años de diferencia, estuve casado desde los 16 y no volví a tener otra relación seria después de que enviude, además está el pequeño detalle de que tengo un hijo 2 años menor que tu. Tu eres un niño que no sabe nada sobre amar a insistes en aferrarte a esto cuando esto no debería ser, míranos Elliot casi podría ser tu padre, soy un hombre mucho mayor que tu. 

—Paul yo… 

—Tu eres un chico lindo ¿Que haces jugando a esto conmigo? Soy demasiado viejo para ti. 

—Pero no lo eres, creeme no te pareces ni un poco a mi padre de ser así nunca habrías despertado nada en mí además ¿Porque rayos asumes que quiero caminar por allí de la mano contigo? Nadie pensaría nada si salimos a beber a comer o a donde queramos somos compañeros ¿Recuerdas?.

—Elliot, yo... de verdad no se que decirte. 

—Entonces no digas nada, es más no le diremos nada a nadie nunca si eso quieres. Yo aceptaré cualquier cosa de ti como un perro porque no quiero perderte. —Elliot se acercó y lo abrazó por detrás, amaba esa enorme espalda que se hacía más pequeña mientras más bajaba.

—No te me acerques por favor. Dios, mi juicio se nubla cuando te tengo tan cerca, aléjate por favor —pidió con voz ronca y llena de sentimiento—. ¿Además que hay de tu prometida? Entre otras cosas que no quiero mencionar en este momento.

—¿Fanny? Nuestras familias han sido amigas por muchos años la conozco desde los cinco o seis años  tanto mi padre como los suyos siempre asumieron que nos casaría, yo no creí que fuera en serio hasta hoy ¿Viste el anillo que Fanny traía? Era de mi madre ya que mi padre lo tenía asumo que el se lo dio, al igual que mi dirección ahora deberé ir a casa a arreglar este desastre, pero creeme no tengo idea de cómo pasó te lo juró. 

—Aún así esto no es correcto, no está bien. 

—¿Porque no? Como ya te dije un millón de veces tu me gustas y creo que tenemos algo bueno no lo echemos a perder por cosas sin sentido como una etiqueta y esas tonterías esto será nada por el tiempo que sea necesario, y si algún día decides que lo que tenemos tenga nombre ya veremos qué nombre le damos en el camino. Lo importante es que yo quiero estar contigo ¿Que hay de malo allí?. 

—Qué los dos somos hombres. Tu deberías estar con ella se ven muy bien juntos, ella es quien más te conviene ustedes formarían una bonita pareja y tendrían bellos hijos, un hermoso hogar. Ella es hermosa, yo ni soy mujer ni puedo ofrecerte nada que valga la pena —decía mientras un dolor profundo le recorría el pecho, le dolían sus palabras pero él creía realmente en lo que decía.

—No sabes de lo que estás hablando ¿Y que tal si yo no quiero nada de eso? ¿Que tal si yo no quiero casarme, tener hijos y un perro? ¿Te haz puesto a pensarlo? ¿Que tal si lo único que quiero es estar a tu lado? Porque tu eres mi todo, creeme yo dejaría todo por ti siempre, jamás tengas dudas de que te elegiré sobre quién sea o lo que sea.

—Eso no esta bien... Elliot… 

—No digas nada, Paul.

—Lo digo enserio, Elliot…no podemos…

—Dije que no dijeras nada —Elliot lo lanzó suavemente a lo que quedaba del sofá besándolo hasta quedar sin aliento—. Siempre dices que yo soy quien te lo hace pues hoy, dejaré que tu me lo hagas a mi ofreció mirándolo con deseo aún muy cerca de su boca. Con tan mala suerte que justo cuando empezaban a besarse con mucha pasión de nuevo alguien tocó la puerta. 

—¡Papá! Se que estas allí, abre la puerta necesitó hablar contigo esta vez no me iré hasta que me escuches no bromeó papá —Junior amenazó. 

—¡Claro, ya voy sólo espera un poco! —grito abriendo la puerta apresurado, sólo lo necesario para asomarse.

—¿Puedo entrar? —Junior empujo la puerta pero no logró abrirla.

—¿¡Que!? ¡Nooo! Digo si claro pasa —lo invitó nervioso.

—Papá ¿Qué pasó? —Se asombro al ver el desorden en la sala—. ¿Estas bien? ¿Te hirieron? —Junior se escuchaba preocupado de verdad.

—Estoy bien ¿Qué querías decirme? —Paul cambió rápidamente de tema capturando la atención de su hijo.

—Te exijo que vayas a mi boda, papá por favor entiendo que te incomoda pero eres mi padre quiero que estés allí el día de mi boda luego puedes volver a no hablarme si eso te hace feliz. 

—Está bien, iré lo prometo ahora vete —se impaciento arrastrándolo del brazo a la salida.

—¿Hay alguien en la casa? ¿Estás saliendo con alguien? —Se emocionó Júnior.

—Algo asi, por eso te pido que te vayas.

—¿Pero no me la vas a presentar? Soy tu hijo debería saber con quién sales así que presentame con tu chica.

—Claro que no, ya vete o no iré a tu boda —amenazó.

—Ok, esta bien me rindo —levantó las manos en señal de rendición—. Gracias Papá ¿Por cierto, podrías llevarla? Supongo que es de la estación ya que socializar no es tu fuerte envíe invitaciónes a Mauda dile al capitán que le de una. ¿Y papá?, Mamá murió hace mucho, mereces amar y ser feliz de nuevo nadie va juzgarte por eso el amor es el amor no puedes evitarlo él sólo surge sin permiso y sin condiciones suerte papá te quiero.

—Adiós Junior cuidate —lo despidió con el ceño fruncido, junior salió no sin antes curiosear con la mirada hacia adentro con la esperanza de ver algo pero no vio nada sin embargo un pensamiento extraño rondaba su mente pero considerándolo imposible lo ignoró.

—¿Ya se fue? preguntó Elliot saliendo del baño. 

—Ya —suspiró, continuaba un poco asustado. ¿Que habría pasado si Junior los descubría?—. Eso estuvo demasiado cerca, no puede pasar de nuevo — volvió a decir imaginando lo que pasaría si todos los demás se enteraban, poniéndolo bajo el peor de los escenarios imaginables.

—Por favor no actúes así, aquí es donde me gustaría que actuarás como el gran macho —Elliot dijo abrazándolo otra vez. Mientras hablaban de esto sus celulares empezaron a sonar, era el capitán que los solicitaba en la estación de inmediato y no lograba localizarlos en sus radios, por lo que se dirigieron a la estación nuevamente donde una gran algarabía por parte del personal resonaba ante un supuesto anuncio importante que el capitán iba a hacer.

—Bueno chicos, les presentó al grupo elite de investigadores —anunció el capitán mientras señalaba un grupo de 8 personas 6 hombres y dos mujeres que entraban al salón. El primero en ser presentado fue el jefe de grupo, el teniente Takada. El capitán presentó, al gran tipo junto a él, este era impresionante. Tenía algunos rasgos asiáticos, el tipo era enorme parecía un oso grizzly con unos bellos ojos celestes claros, casi podrías decir que eran transparentes.

—Su equipo estará colaborando con los detectives locales en la investigación del ataque a dos de nuestros oficiales —informó el capitán a su gente.

—¿Y a qué se debe el repentino interés de las altas autoridades en este caso en particular? Pregunto alguien.

—Los cadáveres recuperados en el lugar del tiroteo donde los oficiales Braun y Silver se vieron envueltos  pertenecen a un grupo de narcotraficantes que mueve toneladas de droga entre otras cosas por el país hacia el extranjero —Takada respondió. 

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