Capítulo 1

El chico había pasado toda la mañana preparándose mentalmente para la reacción de su padre estaba seguro de estar lo suficientemente listo para lo que viniera. O eso creyó, ya que a pesar de haber corrido mentalmente los peores escenarios sobre la posible reacción de su padre, las palabras de este hirieron su alma más profundamente de lo que hubiera imaginado.

-¡¡Largo de mi casa maldito maricón, no te vuelvas a aparecer por aquí eres repulsivo, todo en ti es asqueroso largo!! -Gritó el oficial Braun a su hijo después que este le confesó que era gay.

-Papá escúchame, por favor -suplico su hijo Junior al borde de las lágrimas. Realmente quería que lo escuchará y explicarle que las cosas no eran como él creía. Esta era una nueva y buena época maldición ¿Porque no lo podía ver? El quería al menos intentar hacerlo razonar, pero la mirada iracunda de su padre lo asustó demasiado.

-No tengo nada que escuchar no te crié así, estoy seguro de que no lo hice ¿Dime en que me equivoque? ¿Dime que hice mal? Sin importar de que se trate seguro podemos solucionarlo.

-¡Basta papá! ¡No te equivocaste en nada! -el ataque de ansiedad empezaba a manifestarse en Junior y su padre pareció notarlo.

-Calmate Junior buscaremos ayuda ¿si?. Si eso es, buscaremos quien te cure. Todas las enfermedades tienen cura o tratamiento esta no debe ser diferente -habló con emoción amarga el oficial Braun-. Lamento mi reacción fue chocante, pero... pero... tengo, tengo una solución. Si yo tengo una solución, estarás bien todo estará bien sólo no le digas a nadie no sé qué haría si la gente se entera.

-¡¡No voy a buscar ayuda!!.

-¿Porque no? Es claro que necesitas ayuda, orientación o que se yo.

-Papa no estoy enfermo -Junior se acercó despacio a su padre-. No estoy enfermo, yo solo... solo tengo gustos diferentes a los tuyos.

-Claro que estás enfermo Junior, por el amor de dios date cuenta ¿Quien en su sano juicio creería que algo así es normal? ¡¡Eso es de pervertidos, de gente enferma!! Tu no eres un maricon.

-¡Pero lo soy! Te guste o no yo soy gay, gay, maricon o como quieras papá entiende de una vez.

-Largo -siseo entre dientes-. Si no estás dispuesto a ver un psiquiatra, internarte o hacer algo por tu problema no te quiero ver, tienes problemas necesitas ayuda. ¡Aceptalo maldición! Deja que busque una cura para ti así todo volverá a estar bien.

-Papá por favor... -el tono de súplica en la voz de Junior no ablandó el corazón de su padre.

-¡¡Qué te largues de mi casa!! -el chico tembló ante el sonoro grito-. Yo no voy a permitir que un asqueroso maricon como tu esté ensuciando mi casa con su inmundicia. Este es un hogar decente, yo viví aquí con tu madre, juntos construimos un cálido y normal hogar para ti. Fuimos muy felices en esta casa, tú estás contaminando sus recuerdos, eres un desviado, eres un maldito enfermo -tan crueles palabras echaron fuera el gran miedo que llenaba el corazón del chico reemplazandolo por coraje.

-Ok, como quieras -se paró erguido-. Yo me voy pero escucha esto, cuándo te arrepientas, y se que lo harás. Cuando quieras verme de nuevo solo llámame ¿De acuerdo?.

-Eso jamás pasará a menos que te normalices, de lo contrario nunca quiero volver a saber de ti y tu inmunda vida -Junior suspiró resignado.

-Como sea -pensó en irse y no voltear, pero ese hombre era su padre. Había sido un gran padre, claro hasta hoy, por lo que volteó-. Papá no estoy molesto contigo, más bien estoy profundamente herido. De cierta manera ya me esperaba tu reacción, aun así no creí que sería tan extrema. Te quiero mucho, a excepción de esto eres un gran ser humano y por eso siempre seras mi querido padre. Como ya te dije no estoy molesto contigo si muy herido pero no te odio, adiós papá, te amo-se despidió Junior.

-Solo vete -susurro el oficial Braun viendo como su hijo de 18 años tomaba sus cosas y se iba.

¿En que se había equivocado? ¿Qué había hecho mal? ¿En qué momento dejó que su hijo se volviera marica? ¿Cómo era posible? ¿Como no lo notó?. Tal vez si hubiera visto los síntomas antes habría podido llevarlo a que lo tratarán, tantas preguntas se le pasaban por la cabeza mientras se desplomaba en la puerta cerrada, la misma que su hijo usara unos minutos antes para irse. Quería ir y rogarle que no se marchará, quería decirle que también lo amaba, pero su razonamiento estúpido se lo impidió. Aún así, no lo pudo soportar y lloro, lloro por horas hasta que el sonido del teléfono lo despertó.

-¿Si, diga?.

-¿Paul, dónde demonios te metiste? -Interrogó su amigo Reed-. El jefe pregunta por ti, apurate.

-Si, si ok ya voy, ya voy -gimió levantándose del lugar donde se había quedado dormido.

-¡Braun! ¿Dónde te habías metido? ¿Crees que puedes hacer lo que te plazca? Tu, maldito estás equivocado -bromeó Sam, su compañero.

El oficial Braun no estaba de humor para bromas por lo que lo atacó sacando toda la furia, la culpa, el enojo y la frustración que traía dentro. Terminaron dándose golpes por toda la estación de policía donde ambos laboraban, mientras sus compañeros veían con la boca abierta como esos hombres que habían sido amigos por muchísimo tiempo se molían a golpes.

-¡¿Paul? A mi oficina ahora! -gritó su jefe-. No, mejor no ¿Sabes que? Vete a casa estás suspendido por seis días.

El oficial Paul Braun se levantó salió de la estación con la sangre aun chorreando de su boca, tomó su auto y se fue a casa pensando en su hijo. Ese chico que él tanto amaba, ese niño que él vio nacer, que el vio crecer. El estuvo cuando enfermo, cuando tuvo esa herida en el pie, cuando logró que la maestra le cambiará su 6 por un 9, estuvo todas las mañanas para comer juntos y llevarlo a la escuela. Cuando su esposa murió su mayor preocupación era que su pequeño hijo de cuatro años en aquel momento se enfermara. Que tiempos aquellos donde su mayor preocupación era un dolor de muelas o de estómago pensó mientras manejaba a casa, recordó todo lo que vivió con su hijo no había sido un mal padre a veces no estaba debido al trabajo, pero no había sido un mal padre y si no había sido un mal padre ¿Entonces... porque? ¿Porque su hijo había salido torcido? ¿Sería acaso que lo había descuidado mucho en esos días en que tenía que trabajar? Quizá, tal vez eso le había afectado, tal vez había sido su culpa, o culpa de alguien más o de algo más.

- ¿¡Porque!? ¿¡Porque¡? -Gritó en el auto una y otra vez mientras manejaba. Sin darse cuenta se encontró frente a su casa, se bajó con todos aquellos pensamientos en su cabeza, las lágrimas no paraban en sus ojos sacó una botella de whiskey, se sentó, sin estar demasiado consciente se la termino, continúo con el sixpack de cerveza en la nevera, con el vino que estaba desdé quién sabe cuando y todo el alcohol que había en la casa. Cuándo se lo acabó fue a la licorería y compro más, mucho más, suficiente para una fiesta universitaria. Era obvio que no pensaba hacer ninguna fiesta solo quería olvidar todo el dolor que sentía, quería no sentir nada nunca más, así como así se pasó cinco días bebiendo con la intención de morir por una intoxicación para su mala suerte esto no pasó. El sexto día se levantó, lloro por millonésima vez, decidió que había sido suficiente, así que se baño y paso el resto del día tirado en su sillón mirando a la nada esperando que el otro día llegará para irse a trabajar y al fin después de dormir un par de horas, llego. La alarma sonó se levantó, se bañó, se vistió vio con tristeza la habitación de su hijo sin atreverse a entrar o siquiera abrir la puerta y se fue al trabajo como si nada hubiera pasado.

-Buenos días Braun -el jefe Neil lo saludó-. ¿Que tal tus vacaciones?.

-Bien, supongo señor -gruñó.

-Me alegro, porque te tengo malas noticias. -el capitán miró hacia él y habló-. Samuel a sido transferido.

-¿Qué? ¿Porque?... ¿Fue por mi?.

-No te preocupes, la golpiza que le pusiste no tiene nada que ver. De hecho ese mismo día te estuvo esperando para decirte pero no le diste tiempo.

-¿Y quién será mi compañero entonces? Samuel y yo llevábamos casi 5 años como compañeros.

-Pensé en castigarte. Ya sabes ponerte con Reed pero no pienso ascenderte a detective eso sería como un premio por tu comportamiento de mierda. Eso no está bien, así que por el momento nadie. Sabes que en este pueblo no pasa nada casi nunca y si pasa los de arriba se encargan.

-Ok jefe Neil, como diga.

Dos años habían pasado desde que su vida se había ido por el desagüe, tanto que incluso se había alejado un poco de sus amigos íntimos. Por eso la risita de sus compañeros mientras entraba a la estación le hizo tener un mal presentimiento.

Nota: Esta historia, así como todas las demás, son originales y cuentan con registro de autor en safe creative. Gracias por leer y comprender que escribir historias originales lleva mucho tiempo y no está bien robar historias ajenas.

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Comments

Lisvet 🥰🏳️‍🌈🏳️‍🌈❤️🥰🥰😘

Lisvet 🥰🏳️‍🌈🏳️‍🌈❤️🥰🥰😘

🤬🤬🤬 ya lo odio, menos mal que en mi caso se aceptó al cabo de unos meses pero nunca hubo ofensas de esa magnitud por dios y si soy bisexual en nada me arrepiento 🥰

2024-04-12

1

dani

dani

ay q q chisme pa bueno

2024-03-04

1

Wang Chao

Wang Chao

alamadre, ¿qué pasó?, únicamente me comí un pedazo de pollo y ¡pum! en el siguiente párrafo me metieron dos años de trancazo

2024-02-08

4

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