Capítulo 15

Después de lo que pasó entre Reed y Takada las cosas entre ellos no cambiaron. Más bien parecía que cada día era peor, el sexo era bueno, había pasado algunas veces más pero la frustración de el teniente por no poder tocarlo lo hacía irritable.

Sobre todo porque Reed no parecía tener problemas con que otros lo tocarán. También estaba la cuestión de que ni se enteraba de lo que le provocaba al teniente. Ya que como siempre lo ignoraba el mayor tiempo sus, compañeros de equipo por otro lado tenían que soportar su mal humor hasta en el apartamento que compartían por lo que decidieron que el teniente necesitaba relajarse.

—Teniente todos vamos a salir por la noche, nos preguntamos ¿Si vendría con nosotros? Preguntó otro miembro del equipo.

—Si está bien —aceptó malhumorado tenía que distraerse un poco o su cabeza explotaría ¿¡Porque rayos no lo dejaba tocarlo!? ¿Acaso lo hacía por molestar? ¿Era así con todos sus amantes? No, no, no iré por ese camino se dijo mientras entraban al lugar repleto de gente bebiendo y bailando.

Y ¿Como no?. Allí estaba ese idiota junto a otros dos detectives y dos policías parecía muy unido a uno de los policías si los abrazos, las sonrisas y usar su hombro como almohada eran una señal. En cuanto lo vio dirigirse al baño fue tras él.

—¿Tienes algo con ese policía? —Interrogó furioso sin saber por qué exactamente—. ¿Sabes que? No importa susurro metiéndolo en un cubículo junto a él. le daba igual si a Reed no le parecía se quitaría las ganas de besarlo y tocarlo todo lo que quisiera y así lo hizo.

Lo besó profundamente mientras lo tocaba de arriba abajo sobre la ropa y bajo esta. Le pareció ver en Reed sorpresa al principio y luego su mirada parecía dulce eso hasta que se agachó y sin más le hizo sexo oral. Fue sin duda el mejor sexo oral de su vida, cuando eyaculó Reed simplemente lo trago y salió del cubículo dejándolo sólo para que se recuperará.

Cuando Takada al fin logró calmarse y salió, su equipo bailaba en la pista. Uno de los detectives parecía muy entretenido con la cantinera, el otro bebía una soda junto al policía más viejo. Sobre el regazo de este, con una pierna a cada lado estaba Reed colgado de su cuello y abrazándolo, viéndolo a él con una sonrisita que lo incómodo. El policía más joven intentaba en vano quitarlo de allí, todos reían incluso Reed. Nunca lo había visto sonreír así, era obvio que estaba ebrio.

—Muy bien, yo ya hablé es tu turnó ¿Qué problema tiene Takada contigo? —Le preguntó Paul a Reed cuando esté regresó del baño.

—Yo reporte el caso de los buitres, no está muy feliz de estar aquí creo. Paúl sé que él es capaz de llevarme al límite puedo darme cuenta cada vez que me mira o está cerca de mi.

—Eso no sería bueno, llámame ante cualquier cosa. Sabes que puedes contar conmigo.

—Lo se, esta pendiente del teléfono y detenme por favor.

—¿Porque no hablas con alguien? Tal vez ya sea tiempo.

—Habló contigo.

—Sabes a lo que me refiero.

—Si, lo se -la noche pasó entre risas y bromas de mal gusto entre ellos 4 que se conocían hacia tanto pero que sabían tan poco uno del otro. Y Elliot que se les había unido disfrutando de la camaradería y ambiente de amistad de todos, Mike y Ray fueron los primeros en irse.

—¿Nos vamos, para que puedas ir a darle a tu príncipe? —Reed se burló ya ebrio—. Dejame en la estación voy a dormir en una celda vacía no estoy de humor para manejar.

—No voy a bajar hasta la estación a lanzarte en una celda, ven a mi casa —después de una corta discusión al fin se dispusieron a irse, Ignorantes de la mirada que no los dejó en ningún momento. El policía el cual ahora Takada recordaba se llamaba Paul ayudó a Reed a caminar

—Puedes dormir en mi cuarto —decía el rubio.

—Dormiré donde yo quiera —respondió Reed arrastrando las palabras—. Tal vez  quiero dormir con Paul, es acogedor dormir con el.

—No gracias, mi cuerpo no necesita más decoraciones. Tu con tu locura no quiero imaginar que me harás ¿Recuerdas la última vez?.

—No seas cruel te extraño. Tu puedes dormir con nosotros Elliot, no me molesta seremos un ¡Trío!.

—Te quedarás en la habitación de Elliot punto final, vamos a casa —terminó la conversación Paul, jalando de Reed.

Toda la conversación sucedió a menos de un metro de Takada y su grupo la furia volvió a apoderarse de él habían tenido sexo varias veces y esta era la primera vez que lo había besado. ¿Con otro simplemente iba y se dormía? Lo imaginó abrazado al cuerpo desnudo de Paul, lo había visto en una ocasión en la piscina de los apartamentos este traía sólo unas bermudas y pudo notar que su contextura corporal era similar. Paul era un poco más bajó que el pero igual no estaba mal y el otro el rubio parecía un maldito modelo ¿Que en esta estación no había policías normales?. Ya saben los barrigones que comen donas todo el día sentados en la patrulla, el único medio normal era el tipo rellenito y algo tartamudo que hacia de secretario en la estación. De repente le dolía la cabeza y no era por los tragos. No ya no pensaría en eso y sabía en qué distraerse bebió trago tras tragó durante el resto de la noche, lo siguiente fue despertarse junto a Diana con una terrible resaca y un sentimiento de haber traicionado a Reed, Diana parecía haber leído su mente ya que dijo

—Tranquilo nada paso eso no sería profesional. Sólo no me pareció buena idea que todo el equipo se entere de tus líos amorosos, oh si, yo lo se —se burló esta al ver la expresión de asombro e incredulidad de Takada—. Te la pasaste quejándote todo el camino, agradece que nadie quiso ir con nosotros debido a tu mal humor ¿No se supone que odiamos a muerte e Íbamos a hundir al detective?.

—Y lo haré, es sólo que el sexo con él es demasiado bueno.

—Si... no me lo digas por favor, me explicaste todos los detalles anoche hasta la mamada en el baño no podré volver a verlo sin recordarlo.

—Lo lamentó realmente no se que me pasa, pero es tan frustrante

—Si, si ya lo se —le restó importancia—. No deja que lo toques, lo beses o te quedes después del sexo. Detalles anoche ¿Recuerdas? ¿No se supone que eso es algo bueno?. Digo es sexo sin compromiso ¿No? No tiene que haber arrumacos, cariñitos ni nada después sólo sexo y listo tu eres así te conozco hace mucho y lo se. Creó que el detective te gusta y por eso estas molestó.

—Si, yo también creó que me gusta, pero no voy a enamorarme de él eso sería catastrófico.

—Sí bueno uno no elige de quien enamorarse. Ahora preparate se te hace tarde son casi las 6:am, yo dormiré un rato más —expresó bostezando.

Takada se levantó dispuesto a marcharse a la estación sabía que Reed no había llegado a dormir pues la lata vacía que tiraba casi todas las noches frente a su puerta seguía en su lugar, aún así echó un vistazo. La gente empezaba a despertar el lugar parecía en paz, subió a su auto y todo el camino escuchó música trataba de no pensar en Reed.

—Teniente como siempre tan temprano —lo elogió el capitán al verlo.

—Si capitán, me urge que esto termine para irme de aquí —aseguró ofreciéndole un café de la vieja cafetera.

—Eso es bueno, no nos gusta que extraños perturben la tranquilidad de nuestro pueblo. Ya es suficiente con la construcción de la cárcel y la universidad, es muy molesto tener tanta gente extraña de arriba a abajo.

—Si la cárcel de ratas. Escuché que será muy cómoda.

—Es una cárcel para informantes, quieren intentar que más criminales pequeños delaten a los grandes jefes ofreciéndoles comodidades.

—Vaya, yo que creí que era para los de arriba.

—No teniente, los de arriba están arriba no caen fácilmente y si caen no estaban tan arriba -las risas los hicieron voltear eran Reed, Paul y Elliot.

—El agente Paul realmente se lleva bien con el detective, —inquirió con un poco de enojó. .

—Si, ellos se conocen desde la adolescencia cuando Reed llegó. Reed, Paul, Mike y Ray son amigos desde entonces pero Paul y Reed siempre fueron más unidos, —contó nostálgico—. El pueblo es pequeño, todos nos conocemos y Paul es muy agradable cuando así lo desea.

—Ya veo.

La molestia que sentía al saber que seguramente Paul conocía mucho más que el a Reed era grande e ilógica, claro que Reed obviamente le tenía confianza y se veía relajado cuando estaban juntos, ¿Pero acaso eran amantes? Eso tenía sentido si se conocían hace tanto analizó.

Cuando el grupo pasó junto a ellos pudo notar la sonrisa burlona de Reed que volteó a mirarlo, no pudo evitar recordar lo que pasó la noche anterior sonrojándose violentamente, se despidió del capitán y fue tras él. Lo encontró en su oficina lanzando papeles por todas partes.

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