Capítulo 11

—Papá te presentó a James mi novio —se emocionó Junior al llevar a su padre a la casa que compartía con su novio. Estaba muy nervioso desdé que su padre accedió a venir a su boda y sobre todo a conocer a su James. 

—Mucho gustó —saludó el aludido de forma seca.

—Igualmente —contestó James fingiéndose emocionado de conocer al patán de su futuro suegro.

—Papá, James va a llevarte a que tomen las medidas para un traje. Yo lo pago así que no discutas —Junior advirtió a su padre después de comer.

—No me atrevería, fue su única respuesta.

—Vamos señor —invitó James.

Este era un chico de cabellos castaños; medio rizados, ojos negros y ovalados bajo unas gafas de marco rosa brillante y de baja estatura; constitución delgada y piel oliva—. ¿No va a preguntar nada?.

—¿Como que? —Paul lo ignoro viendo por la ventanilla del automóvil.

—No lo se ¿No va a decirme que soy un pervertido y que me alejé de su hijo?.

—¿Debería? —levantó una ceja interrogante.

—Tiene ojos bonitos. Es una pena que Junior no los haya heredado. No se preocupe no es menos hombre porque un gay le diga que es medianamente atractivo —dijo al ver la incomodidad de Paul.

—Tiene los ojos de su madre, todo el es igual a ella hasta su carácter.

—Dejémonos de palabrería, le advierto que si intenta lastimar a Junior de cualquier manera nuevamente se las verá conmigo —lo amenazó—. El a sufrido mucho por su causa, creyó que lo había perdido para siempre y si viene con la intención de hacerlo sufrir de nuevo por favor váyase.

—Mira muchacho, Junior es mi hijo y aunque sus elecciones no me hacen feliz no me voy a meter y no me refiero al criminal con que se va a casar.

—No soy un criminal.

—Pero lo fuiste ¿Acaso Junior no te dijo que llevó 18 años en la policía?. Puedo oler un criminal a kilómetros así que vamos a comportarnos como adultos y no patearnos las pelotas entre nosotros ¿Quieres?.

—Yo… no lo sabía, sólo no quiero ver sufrir a Junior de nuevo.

—Lo se, parecés un buen chico y no tienes que agradarme a mi es mas me gustaría que no le agradaras a Junior pero lo hecho, hecho está. Junior a demostrado ser mucho más maduró e inteligente de lo que yo seré algún día, y estoy bien con eso.

—Ustedes los ignorantes no saben lo que es amar a alguien de tu propio sexo con el montón de mierda que le tiran a uno, las personas con usted son de lo peor que hay —término diciendo. Paul no dijo nada sólo le lanzó una mirada después lo ignoró mirando el techo del auto luego de un rato añadió.

—No me conoces así que no hables como si lo hicieras, no tienes ni la más mínima idea de como a sido mi vida así que no actúes como si supieras mucho de vivir temiendo por alguien a quien amas. Yo jamás dejé de pensar en mí hijo.

—Admito fue un gran gesto de su parte encargarse de los gastos de Junior, yo no habría podido con los gastos de ambos.

—Es mi hijo y aunque no te lo parezca realmente lo amo, él me importa mucho. ¿Que padre sería tan cobarde para negar sus responsabilidades?.

—El mío, ahora baje del auto ya llegamos.

Después de tomar las medidas de Paul regresaron a casa. Paul se tiró a dormir o al menos lo intento no llevaba ni 24 horas allí y ya extrañaba a Elliot se sentía cobarde por no decirle que lo quería pero dentro suyo esperaba el día en qué Elliot se marchara o le dijera que se casaba con Fanny esta era una hermosa chica después de todo y le dolía el alma pero estaba seguro que tarde o temprano Elliot quedria una familia ¿Quien no?. Además por más que dijera que lo amaba aún era joven y no sabía nada de la vida. Aunque yo lo amo deberé dejarlo ir algún día se decía a punto de llorar al imaginar aquello, mientras estos pensamientos invadian su mente cayó en brazos de morfeo.

—Papá es hora de desayunar. Date un baño rápido te vamos a llevar a un lugar mágico.

Paul cayó en cuenta que se había dormido desdé la tarde anterior cuando habían regresado del sastre, así que se levantó se duchó y salió con su hijo y futuro yerno a desayunar.

—Papá gracias por venir, esto significa mucho para mí. Creí que jamás volvería a verte pero estás aquí eso me hace muy feliz —contó Junior ya en el restaurante.  

—Estoy aquí, Junior lamentó lo que pasó, no sabes cuánto.

—Lo importante es que estas aquí ahora.

—¿Y James? —Pregunto al no ver al susodicho.

—Tuvo que ir al trabajo, olvidó algo. Aunque sospechó que quería que pasáramos tiempo juntos. 

—¿Que tal les va?.

—Bien papá no te preocupes por nosotros, James es bueno no lo dudes.

—Estoy seguro de que lo es o no lo habrías elegido como tú compañero de vida, siempre fuiste muy inteligente en tus elecciones, nunca dude de ti —suspiró profundamente—. Yo, espero que sepas que puedes contar conmigo. 

—Siempre supe que podía contar contigo papá. Lamento si te hice sentir lo contrario.

—Lamento haber reaccionado como lo hice en el pasado, estoy muy arrepentido de eso.

—¿Entonces porque nunca supe de ti?. Pasaron más de 2 años y si no hubiera ido a buscarte jamás habría vuelto a verte.

—Junior yo no te busqué porque no creí merecer tu perdón, fui un completo y reverendo idiota contigo, si tu deseó era no verme más yo lo aceptaría, estabas en tu derecho a odiarme si tu querías. Lo que te hice no tiene perdón, de verdad me siento terrible estoy muy arrepentido no sabes lo que daría por no haber actuado como lo hice en aquel momento, si pudiera volver en el tiempo y no perderte lo haría, lo siento mucho Junior.

—Esta bien, enserio papá eso quedó en el pasado el que estés aquí significa mucho para mí ¡Me voy a casar papá!. Y con un chico, jamás creí que sería así de feliz con alguien y que estés compartiendo esto conmigo es la cereza de todo, gracias papá.

—¿Que se supone que hagamos en la boda? ¿Tengo que bailar contigo? ¿O algo así?.

—¿Que? No, no, no sigo teniendo dos pies izquierdos, —le recordó Junior con una carcajada—. Aunque me gustaría que estuvieras allí como mi padrino —Paul sonrió.

—Si claro me encantaría.

Los días pasaron de corrido hasta llegar al gran día. Mauda y el capitán no llegarían a tiempo para la ceremonia que estuvo bellísima ya que se llevó a cabo en un hermoso jardín frente a un gran y hermoso lago.

Los novios vistieron ambos cursimente de blanco e intercambiaron extraños votos de amor.

Pero si llegaron para la fiesta que sería en la noche.

Paul estaba sentado en una mesa junto a los novios y la madre de James que era la única familia de este, sobra decir que Paul estaba muerto del aburrimiento aunque contentó de estar allí con su hijo, cuando vio al capitán y Mauda siendo acomodados en una mesa sonrió tendría con quién charlar. Junto a ellos estaba Elliot enfundado en un traje gris a medida y corbata negra este también lo vio, los ojos de Paul brillaron de felicidad al igual que los de Elliot.

Paul estaba tan concentrado admirándolo que no notó que Junior también los veía con mirada incrédula incapaz de que su mente procesará correctamente lo que sus ojos veían ¡Su padre estaba viendo a otro hombre de esa “forma”! No eso no podía ser seguramente el estrés, los nervios y ese trago que bebió lo estaban afectando algo a su lado lo hizo reaccionar.

—Hijo ya vuelvo voy a saludar al capitán y a Mauda.

—Te acompañó papá, también quiero saludar al capitán y a Mauda —Junior quería ver si lo que había visto era cierto o sus sentidos lo engañaban—. Mauda que gusto que pudieran venir.

—O cielo, lamento mucho no haber podido asistir a la ceremonia pero la estación estaba hecha un caos, los chicos querían venir pero no fue posible. Por cierto James y tú se ven divinos muy guapos —alabó Mauda mientras lo besaba como a un niño—. Estoy muy, muy orgullosa de ti bebé siempre supe que serias muy feliz.

—Gracias Mauda —se sonrojo un poco ante las dulces palabras de Mauda.

Junior se quedó atónito viendo a su padre que saludaba al capitán con un apretón de manos, la ansiedad creciente en Paul y el chico junto al capitán era casi palpable pero desapareció misteriosamente en cuanto se dieron la mano, parecía que ambos anhelaban el toque del otro, Junior juraría que entre los dos volaban unicornios de colores su rostro se le hizo familiar, trataba de recordarlo hasta que Mauda se lo presentó.

—Mira cariño, este pobre chico tiene la desfortuna de ser el compañero de tu padre.

—Elliot Silver mucho gusto, Mauda me invitó a tu boda lamentó venir sin invitación.

—No importa eres bienvenido —en ese momento recordó que efectivamente lo había visto cuando fue a buscar a su padre y muchas otras veces después de todo era un pueblo pequeño.

—¿Sabías que van a mudarse juntos? —Añadió Mauda, Paul escupió la bebida que intentaba tomar lanzándole una mirada asesina ella sólo sonrió dulcemente.

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