Capítulo 8

—¿Como lo saben? - esta vez fue Elliot el que cuestionó.

—Porque mientras ustedes se dedican a pelear como adolescentes calientes nosotros los detectives de verdad si hacemos nuestro trabajo —se burló sarcástico Reed, el jefe de detectives local mientras mordía una rosquilla.

—¡Pudrete Reed, no veo como podrías tu hacer una mierda si sólo piensas en donde meterla! ¡¡Pero si me dices que los chicos hicieron su trabajo eso si te lo creó!! —Gritó Paul molestó mientras se le acercaba para golpearlo, Reed se puso en posición y lanzó el primer golpe que quedó en aire cuando Takada enrolló uno de sus gruesos brazos en la cintura del susodicho y lo jaló hacia él, mientras Elliot hacia lo posible por llevarse a Paul también.

—Como he mencionado antes la estación no es un ring, así que muestren un poco de respeto —ordenó el capitán molesto. Un fuerte gruñido de reproche salió de los presentes hacia Reed que sólo les saco la lengua en un gesto de burla. 

—Gracias teniente Takada —agradeció el capitán apartando de un empujón a Reed de Takada, que aún lo sostenía, y acomodándolo a su lado como si de un niño malcriado se tratara, Reed sólo sonrió medio maniático—. Este idiota les mostrará dónde van a alojarse.

—Capitán… 

 —Reed callate. 

—Da igual —se resignó mirándose las uñas. 

—¿Y Reed? Te aviso que estarás bajo el mando del teniente así que colabora por favor y trata de ser menos irritante y fastidioso que de costumbre —recomendó el capitán a lo que Reed puso los ojos en blanco.

—Capitán lo lamento pero ¿No podría enviar a alguien más… no lo sé, cuerdo? Una persona más centrada por ejemplo —sugirió Takada, mirando con desprecio a Reed que jugaba con unas llaves. 

—Lo siento pero es el único aquí que conoce bien el lugar, puesto que él vive allí.

—Concuerdo capitán ¿No puede enviar a alguien más? Tengo que ir a ver si la pintura en casa de Mike y Ray ya se secó. 

 —Reed sí Braun te rompe la cara quiero que sepas que no voy a decirle nada si lo hace fuera de este lugar. Eres una patada en los testículo, te lo mereces. Ahora lleva al teniente y a su equipo a su apartamento, puedo asegurar que están cansados y necesitan dormir al igual que tu así que deja de buscar excusas para negarte y ve a descansar.

—Si señor —aceptó con una sonrisa entre sarcástica y burlona ganándose así otra mirada de asco del teniente Takada, que no podía dejar de pensar que estaba aquí a la fuerza.

—Mierda —gimió Takada muy enfadado, manejando tras la extravagante motocicleta de Reed, de verdad es un idiota pensó.

—Calmate teniente —una de sus agentes le dijo desde el asiento trasero al ver su mal humor.

—No, no voy a calmarme estamos aquí por ese idiota, ¿Recuerdas?.

—Ninguno de nosotros quiere estar aquí, pero aquí estamos.

—Lo sé aún así no puedo dejar de recordar porque estamos aquí. 

Cerró los ojos volviendo a recordar por milésima vez.

—¿Porque vamos a ese insignificante pueblo? —Interrogó molesto el teniente Takada a su jefe. 

—Tenemos información verificada que ubica a los buitres blancos en esa zona, están intentando algo allí. Hace unas semanas dos agentes fueron atacados, el jefe de detectives local investigó y me informó personalmente que efectivamente se trata de ellos.

—¿Entonces nos envía a gastar recursos del estado porque un conocido suyo lo dice?. 

—No teniente, yo lo digo ahora vayan —ordenó el hombre en la enorme pantalla desconectándose.

—Nat’Li investiga a este “jefe de detectives” quiero saber quien es.

—Si señor —obedeció la especialista en informática, cinco minutos después tenía la información—. Ya esta señor, informó poniendo en pantalla la información requerida. 

Nombre: Reed Steat 

Edad: 35

Padre:———————————no hay información 

Madre: Shelly Foreman. No hay más información 

Empleo: Jefe de detectives en Williamsito. ———————————, ———————————, ———————————, 32 archivos más. 

— Además, como puede ver, hay un montón de archivos clasificados de distintas organizaciones para las que hace “misiones” , estas misiones son secretas aparentemente. Eso es todo lo que pude encontrar señor todos sus archivos están sellados con sellos que no puedo romper sin llamar la atención. Extraoficialmente averigüe que es un mujeriego empedernido ya que cambia chica tras chica, lo máximo que dura con ellas son dos meses las mujeres locales lo aborrecen en su mayoría, sus principales amigos son los detectives Mike y Ray, además de un agente de campo llamado Paul con este suele tener muchas peleas que llegan a los golpes pero según parece ser son muy amigo. 

—¿Eso es todo? El archivo es solo una hoja, en mi vida había visto un archivo tan… ¿escaso? Debe haber algo, investiga un poco mas se que hay algo más es imposible que eso sea todo. 

—Sí jefe, hay algo más. Por un momento creí que yo estaba exagerando, después de escucharlo creo que tal ves estoy en lo correcto. 

—Habla Nat —pidió impaciente el teniente. 

—Bueno aquí va, parece que alguien esta muy interesado en que nadie husmee en la vida del detective, es más este archivo parece falso pero investigando a fondo descubrí que no lo es.

—¿Porque creíste que era falso?. 

—Reed Steat no existía hasta hace 20 años, o bueno si existía pero no había muchos registros de él aparte de algunos registros, no había registro escolar, médico ni nada aparte de su partida de nacimiento la cual como ya dije si es real.

—Odio a esta gente, son lo peor de lo peor siempre son hijitos de alguien con poder que limpia sus desastres y que cumple todos sus caprichos. Bueno prepárense partimos en 3 horas a Williamsito —avisó a su equipo, al menos no iría a ciegas contra el enemigo.

Aunque Takada había visto el archivo de Reed una docena de veces y creyó estar preparado para lo que le esperaba cuándo lo conoció la aversión que sentía hacia él creció aún más. El tipo no parecía la gran cosa era alto; delgado, de apariencia felina tenía ojos cafés oscuro, cabello cobrizo en rizos grandes que le caían hasta los hombros y un rostro con facciones finas. Traía una larga gabardina con mangas largas pasada de moda; de color azul marino, casi negro, pantalones rojo oscuro pegados al cuerpo que lo hacían ver aún más delgado. Cuando se quitó la gabardina para su sorpresa traía una sobria camisa tipo polo negra era lo único normal en este tipo ya que tenía los brazos cubiertos de tatuajes de flores feas y mal hechas con muchos colores, incluso en un lado de su cuello había uno enorme de una rosa verde con las espinas azules. Era increíble que alguien como el capitán Neil permitiera que su personal desprestigiara así su estación pensó. Lo peor de todo esto era que el tipo parecía ignorar por completo lo mal que le caía a Takada o no le importaba era tan frustrante. El era intimidante, todo el intimidaba a cualquiera con su sola presencia y con una mirada era capaz de hacer temblar a grandes criminales, pero este sujeto parecía no estar impresionado ya era molesto que a causa de este idiota tuviera que estar aquí y ni siquiera tuviera la decencia de mostrar agradecimiento. Para colmó el idiota ese era el encargado de llevarlos al apartamento donde estarían ubicados mientras durará la investigación. 

—Creó que si lo atropello puedo hacerlo pasar como un accidente -analizó en voz alta ganándose miradas de reproche y diversión de su equipo. El lugar donde iban a alojarse no estaba nada mal. Era un complejo de unos 20 apartamentos semi lujosos, en medio de los apartamentos estaba una gran piscina, alrededor de esta muchas sillas para descansar bajo enormes sombrillas, parecía un un lugar genial la gente definitivamente podría ser feliz allí.

los únicos que no encajaban en el panorama eran ellos y Reed claro, aunque por alguna razón la poca gente que se encontraron parecían quererlo. El apartamento asignado a ellos estaba junto al de Reed que ocupaba uno de los más grandes que habían, el saber que el tipo por el cual se estaba desperdiciando un equipo de élite en un caso pequeño dormía tan tranquilamente justo al lado lo enojaba. 

Al pasar los días se dio cuenta que efectivamente él había tenido razón desde el principio. Reed era un ser prepotente, vulgar, grosero, desagradable y haragán pero lo que más le molestaba era la actitud despreocupada de Reed y como hasta el capitán en ocasiones perdía la paciencia con él aún así parecía no tener intenciones de echarlo, decidió investigar por si mismo. La ocasión perfecta se presentó cuando el capitán y él se reunieron para discutir sobre un presunto espía que los buitres tenían en la estación. 

—¿Qué hay del detective Reed? ¿Es posible que sea el?.

— ¿Reed? No, eso es imposible ya que fue quien descubrió esto.

—Entonces ¿El sabe quien es? ¿Se lo dijo?.

—No Reed es especial, tiene técnicas de trabajo distintas pero confió en él con mi vida.

—Ya veo... —De verdad quería preguntar sin embargo algo se lo impedía, no quería ofender al capitán que tan bien los había tratado a él y su equipo hasta ahora.

El capitán Neil debe haber notado su incertidumbre porque lo alentó a preguntar lo que quisiera

—De verdad teniente contestaré lo que quiera así que pregunté.  

— Capitán, ¿Porque alguien como el detective Reed sigue aquí?.

—Ya sé que él no es convencional y que debería recomendarlo a un mejor puesto. En mi defensa el esta aquí por que quiere no por falta de oportunidades siempre usa la misma excusa “no quiero dejar mis apartamentos” estoy seguro que muchos estarían felices de tenerlo en un puesto fijo en sus organizaciones en lugar de ocasionalmente como hasta ahora.

—¿Que? No, a lo que me refiero es a que es mala imagen para su estación ¿No le preocupa?.

—No lo conoce teniente así que no hablé así de él, sólo le diré que es un excelente detective y un gran ser humano. 

—¿Qué dijo de los apartamentos?. 

—¿No lo mencioné? Reed es el dueño, por eso lo envíe con ustedes, creí que se los diría se lo cuenta a todo el mundo. 

—¿No pudo conseguir en otro lado? Vaya mierda. En fin gracias —expresó retirándose.

—Intente conocerlo teniente tal vez se sorprenda.

—Si claro —un niño de papi, siempre será un niño de papi, pensó saliendo de la oficina y dándole forma a un plan en su cabeza para vengarse del patán que lo tenía atrapado en este lugar salió de allí decidido. 

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