No todo puede ser color de rosa, ¿O si?
NovelToon tiene autorización de Nix Agriche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Culpa.
En Italia, Alexander se levantó con una enorme sonrisa al ver a Camila quien ahora se acomodaba encima suyo, montándolo.
Era evidente que ninguno de los dos perdía el tiempo cuando se trataba de tener intimidad. Pero, antes de que él pudiera ingresar en ella, su teléfono comenzó a vibrar. Había olvidado apagarlo para no tener molestias.
—Debe ser tu tonta esposa, ignorala cariño, enfócate en mí –musitó ella de forma sensual, mientras se frotaba contra él buscando más fricción. Él trataba de concentrarse en el delicioso placer que ella le proporcionaba, pero su teléfono no dejaba de vibrar–.
—Maldita sea... –apartó a Camila y se puso de pie, tomando su teléfono y camino al balcón para que no vieran a su amante. Porque si, la persona que le llamaba era Victoria, quien quería hacer una videollamada, o al menos eso creía él, ya que al contestar vió la carita de Lily–.
—¡Papi! –ella exclamó feliz de poder verlo, aunque sea en una videollamada. Pero él seguía furioso, se encontraba muy molesto porque su hija había interrumpido su momento íntimo con su amante–. ¡Papi estoy tan feliz de verte, tengo mucho que contarte! Verás, ayer...
—¡Lily! –el hombre gritó con rabia, haciendo que la pequeña niña guardara silencio al instante–. ¿Que te he dicho de molestarme cuando estoy de viaje?
—Yo... Yo sólo quería saludarte... Mami dijo que estarías feliz de verme...
—¡¿No lo entiendes?! ¡NO QUIERO QUE ME LLAMES! –luego de haber dicho eso, se dió cuenta de lo que hizo, miró el rostro de su hija, quién ahora hacia todo lo posible por no romper a llorar–. No, no, princesa, no quise...
—Perdón por molestarte, no volveré a hacerlo –respondió ella, acabando con la llamada, causando que una enorme culpa surgiera dentro de Alexander–.
—No puedo creer que hiciera eso... –murmuró para si mismo, no podía entender por qué ahora trataba tan mal a su hija y su esposa. Pero, en el fondo, conocía la respuesta, pero jamás lo admitirá en voz alta–.
Camila, por su parte, había estado escuchando dicha llamada y sólo pudo burlarse de la situación. Porque, ¿A ella que iba a importarle los sentimientos de una niña?
Decidió vestirse, porque ahora tenía claro que no podrían tener su mañanero, no le importaba, aún tenía muchos días para seguir acostándose con él y así lograr su cometido.
Ella se puso un vestido demasiado corto, tacones y dejó su cabello negro suelto, se maquilló y nuevamente estaba lista para salir. Camila no era tonta, sabía que, cuando Alexander se ponía así, no estaba de humor para nada y simplemente le daba lo que ella pedía, entonces ahora era momento de ir de compras.
Vestidos, zapatos, joyas, bolsos, todo lo que veía, Alexander se lo compraba. No importaba cuan caro fuere, a él no le molestaba gastar dinero en su amante.
El auto estaba repleto de bolsas y Camila estaba más que feliz. Ella solo podía pensar en que seguramente, luego de este viaje ella quedaría embarazada y a Victoria no le quedaría otra opción que divorciarse de Alexander, porque era obvio a quien elegiría.
—Cariño, como fuiste muy bueno conmigo hoy, te lo compensaré al llegar al hotel. No saldrás hasta mañana, ¿Entiendes? –ella susurró en su oído, mientras le acariciaba la entrepierna. La mente de Alexander era un caos, pero sus pensamientos fueron olvidados ante el tacto de su amante. Para ella era persuadirlo, pues solo era un hombre después de todo–.
—Más te vale, nena.
Tal y como lo prometió, apenas llegaron a la suite y ambos se dejaron llevar por la pasión que compartían. Ahora nadie podía molestarlos, ni Victoria, tampoco Lily, mucho menos Cédric. Lo hicieron una y otra vez, en el balcón, en el jacuzzi, en la cama, en la ducha, en la mesa... ¡En todas partes!
Ambos habían quedado completamente agotados. Alexander dormía plácidamente en los pechos de Camila y, antes de ella quedarse dormida, tomó su teléfono y tomó fotos de Alexander durmiendo sobre su cuerpo desnudo y se las envio a Victoria.
Con un mensaje que decía: «Gracias por dejarlo venir, nos la estamos pasado de maravilla»
Ella sonrió con orgullo, pues estaba segura que el divorcio ocurriría más temprano que tarde, y así Alexander sería completamente suyo. Porque, ¿Por qué querría estar con una mujer insulsa y aburrida como su esposa? No, no, ese lugar definitivamente será de Camila pronto.
quiero ver la reacción de tanta, que pasará con Alexander y camila y la.otra pareja .....
lo tienes bien merecido
siempre se sale adelante 🫣🫢🤫👋🇵🇦