Selena buscaba libertad. Huir de su pasado, de los lazos que la asfixiaban, de una vida que ya no sentía suya. Londres era su promesa de renacimiento.
Pero jamás imaginó que su nuevo comienzo la pondría cara a cara con él. Ben. El hombre que en su adolescencia la hizo temblar de rabia... y de algo más oscuro y peligroso que nunca se atrevió a nombrar.
Ahora, como su jefe, Ben la observa con la misma intensidad de entonces, pero ya no hay espacio para juegos inocentes. Cada roce, cada mirada, cada palabra no dicha entre ellos es una chispa a punto de incendiarlo todo.
Él nunca la olvidó. Nunca dejó de desearla.
Selena deberá decidir si sigue luchando contra el deseo que la consume o si se rinde ante una pasión que puede destruirlos... o salvarlos.
¿Puede el amor nacer del odio? ¿Puede el deseo vencer al miedo?
NovelToon tiene autorización de J . J para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 10: Sabor a fresas
Ben:
Veo que Ingrid y Selena se llevan bastante bien, pasan mucho tiempo hablando, espero que Ingrid no suelte la lengua, no quiero que se le vaya a escapar que yo estaba enterado que Selena sería mi nueva secretaria, escucho a ambas reírse, me encanta verla sonriente y felíz. Ahora puede caminar y no la escuche quejarse de la herida, entro a mi despacho cuando mi celular suena, cuando miro es una llamada de Rebeca, la atiendo aunque en estos momentos no estoy para hablar con la misma.
-Rebeca¿Qué necesitas?-
-¿Por qué tan formal? Parece que le hablas a una extraña y no a tu novia-
-Estoy ocupado, ahora no puedo hablar-
-Quería pasar un rato contigo, ahora que tienes secretaria, pensé que tendrías más tiempo para nosotros-
-Y lo tendremos, solo que por ahora no se va a poder ella es nueva y no puedo confiarle todo, debo ver qué es capaz de hacer el trabajo, sabes que soy controlador- veo que Selena ingresa a mi oficina, al verme con el celular, intenta irse, pero le hago señas para que se quede -Debo irme, te hablo luego, está bien- y antes de que está me responda, cortó la llamada.
-Disculpe señor, puedo volver en otro momento-
-No, ya terminé la llamada, dime lo que necesitas-
-Quería revisar con usted la agenda, por si quiere cambiarla o la dejo así-
-Perfecto, toma asiento y empecemos cuanto antes-
Después de haber estado editando mi agenda, llamó a Mario un millonario dueño de una cadena de restaurantes muy famoso, ya hemos trabajado en varias ocasiones con él, pero el año pasado nos avisó tarde y solo pudimos hacer dos proyectos para él, es por eso que lo llamo le había prometido que este año le haría espacio a la agenda para los proyectos que faltaban.
Voy a encargarme personalmente de sus proyectos siempre son bastantes interesantes y necesito algo en que entretenerme.
Llamo a Selena desde el comunicador que está en mi escritorio, luego de unos segundos, la veo entrar a mi oficina, la observo sin ningúna vergüenza, el uniforme le queda tan bien, pero me encantaría arrancar esa camisa y despojarla de esa pollera, para poder admirar su hermoso cuerpo.
-Señor¿qué necesita?- mi mente quiere que responda “a ti, eso es lo que necesito”.
-Necesito que estés preparada en dos días viajaremos, debo ver un proyecto que debe comenzar la siguiente semana y como es un viaje de negocios, necesitó que me acompañes-
-Esta bien señor, sonare un poco entrometida con mi pregunta pero ¿a donde iremos?-
-Esta bien, sabes que tenemos confianza, nos conocemos desde chicos obviamente debemos procurar comportarnos en frente de los demás pero cuando estemos solos puedes tutearme y hablar en confianza- sonrió negando -¿quién lo diría?, ahora cuidas como me hablas mientras antes vivias insultando me-
-Pero es diferente ahora eres mi jefe, no puedo propasarme aunque a veces me lo haces difícil, y ya me he cansado de decirte que no hablemos de nuestro pasado-
-¿Qué tiene de malo?- le digo mientras me levanto y camino hacia ella.
-Todo, no te das cuenta de lo absurdo que es todo esto antes éramos enemigos y ahora tú eres mi jefe y debo tratarte con amabilidad y respeto-
-Si quieres puedes insultarme, si eso te hace quedarte a mi lado, yo acepto gustoso-
-No puedo hacerlo, eres mi jefe, no el idiota que me volvía loca- se tapa la boca.
-¿Por qué te volvia loca?- la arrinconó contra la puerta -como tu jefe te ordeno que me contestes-
-Tu no me das ordenes- suelta -Y ale..jate- sin esperarlo toma mi saco acortando la distancia para unir nuestros labios, quedo sorprendido por su arrebato, pero luego coloco mis manos en su cintura atrayendo más hacia mí, la beso como si no hubiera un mañana, nos separamos por falta de oxígeno ambos estamos muy agitados -Lo siento esto no devio pasar-
-Te equivocas esto sí debió pasar- vuelvo a tomar sus labios son tan dulces, no puedo dejar de besarla, la llevó hasta el sofá que tengo en mi oficina, dejándola recostada en este, desciendo mis labios por su cuello para luego volver a reclamar sus labios, mis manos recorren su cuerpo tratando de memorizar cada parte de este, todo en ella me vuelve loco, mi cuerpo quiere ir más lejos, pero recuerdo a Rebeca y mi deseo pasa a un segundo plano, me alejó de ella, muy a mi pesar.
-Lo siento Selena, no debí propasarse- suelto dando vueltas de un lado al otro.
-No, esto es mi culpa, yo lo bese, me retiro señor william-quiero detenerla y volver a besarla, decirle que esto no es su culpa, pero me quedo inmovil como un idiota. Me propuse tenerla entre mis brazos pero jamás me puse a pensar que terminaría lastimando a varias personas por mis actos, no puedo evitar pensar que estoy dañando a Rebeca. No es correcto ella ha estado en mis peores momentos, me apoyado y es una gran mujer, no puedo hacerle esto, debo alejarme de Selena ella es una obsesión mientras que Rebeca es mi novia.
Llamó a la misma, la invitó a almorzar al sitio que a ella le gusta, esta se pone contenta y me dice que nos vemos ahí, al cortar abro mi laptop para atender una reunión, con un empresario que se encuentra en toronto EE.UU, es uno de nuestros clientes más fieles aunque quisiera decir que lo obtuvimos gracias a mi sería una mentira ya que este se volvió nuestro cliente, debido a Tristán uno de mis socios, este tiene varios contactos.
Tristan fue novio de Rebeca, ellos se conocían mucho antes que yo llegara a Londres, fueron juntos al instituto, sus familias querían que ambos se casaran, ya que Tristan viene de una familia bastante poderosa, pero aunque Tristan no tenía objeciones, mi novia no quería seguir viejas tradiciones y se opuso al matrimonio, yo los conocí a ambos en una gala de beneficencia, habían llegado juntos pero en cuanto la vi quedé deslumbrado con su belleza y no pude resistirme, me acerque a presentarme y desde ese momento no nos hemos separado, ella luchó contra toda su familia por elegirme, yo no tengo contacto con sus padres, ya que estos me consideran muy poca cosa y nunca me aceptaron.
No fue fácil nuestra relación para ahora tirar todo por la borda, ¿cómo pude ser tan desconsiderado? Ella no dudó en elegirme y yo le pago engañandola con otra mujer, no puedo negar que mi deseo por Selena no se irá, es muy fuerte y ahora que probé sus labios, no podré olvidarme tan fácil su sabor tan dulce, a fresas. Está mujer me hará enloquecer, debo reaccionar y entender que lo nuestro no puede ser, me mantendré al margen, para no dañar a Rebeca, todo por un capricho de la adolescencia.