Analia al saber de la dolencia que sufría su hija Lorena de 13 años, busca desesperada a su esposo para que la ayude, descubriendo su infidelidad al llegar sin avisar, estando ahí recibe la dolorosa noticia del deceso de su hija. Ante él torbellino de emociones que la atormentan, no se puede darse el lujo de decaer, tiene a su hijo de 15 años que está lidiando con él duelo de perder a su hermana querida y los cambios repentinos en la vida de su familia. Juntos, madre e hijo, emprenden un camino de superación y resiliencia. Analia busca reconstruir su vida, encontrando fuerza en el amor por su hijo. Angel buscará la manera de que su madre sea feliz impulsando a que se de una oportunidad en el amor. Analia se siente en Jaque mate en el amor. ¿Encontrará quien la valore?
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Capitulo 10 Tratando de no decaer
Narra Analia
Cada mañana me despertaba acelerada para despertar a Lorena, ella era la mas remolona siempre, pero luego recordaba que ya no estaba.
Me ponía a llorar bajo la ducha así mis lágrimas se confundían con el agua y era el único lugar que sabía que no me escucharía Angel. Debía ser fuerte para él, debía seguir por él. Pero el camino era costa arriba.
Dicen que hay cinco etapas del duelo, la negación, la ira, la negociación, Depresión y aceptación. Yo aún no salgo de la primera, no puedo aceptar que mi hija murió, es algo que por más que estuve ahí, ví su cuerpo inerte, me entregaron las cenizas, no quiero aceptar. Ya han pasado tres meses y aún sigo como si no hubiera pasado, sigo preparando la comida como si ella también nos acompañaría, sigo poniendo la mesa y un cubierto para ella.
Trato de mantener mi mente ocupada, con los pastelillos, ahora las clases y el gimnasio, pero cuando estoy sola en casa la oscuridad invade mi ser.
Me vesti radiante para la clase de hoy, porque la verdad no tengo ánimos ni de salir, pero se lo prometi al director que lo haría. Los chicos estaban respondiendo bien, asitian a las clases y mostraban interés en mejorar.
Me puse un vestido oscuro al cuerpo, escote cuadrado, de tiras gruesas, es largo hasta la rodilla discreto, con sandalias de tacón en oscuro y mi cabello suelto, hoy está opaco, después iré a la peluquería, me pasó un poco la planchita y me maquillo suave. Todo lo hago en camara lenta.
-Buen día mamá. Le escucho decir a Angel de manera pausada.
-Quieres que te deje en lo de tu amigo... Tengo que dar una clase. Le dije, entendía si tenía vergüenza de que sus amigos lo vean llegar al colegio con su mamá.
-No me molestaría que nos lleves. Me dijo poniéndose derecho.
-De acuerdo. Le digo colocándome labial.
-Ese vestido vas a llevar. Me consulta.
-Si... Es discreto y largo. Le respondo.
-Entallado. Me dice él.
-Estoy delgada... Se que no debo descuidar mi alimentación (Suspiro frustrada)... Pero...
Trataba de decir algo y Angel se me abraza.
Por la tristeza casi no comía y se me notaba, más de una vez me encargo mi entrenador que no descuide mi alimentación.
-Estas bella. Me susurra dándome un beso en la mejilla.
-Gracias tesoro... Quiero decir Angel. Le digo recordando de no olvidar decirle asi, me lo había encargado mucho.
-Dime como quieras... No me molesta. Me dice.
Su cambio de actitud me sorprende, pero no le digo nada.
-Eres muy dulce. Le digo posando un beso en su mejilla.
Salimos de casa y fuimos a buscar a Julián, su padre me pidió que los lleve, él no podía hacerlo por su teabajo, y siempre los del colegio pedían que un adulto los lleve.
-No se preocupe... Yo los llevo. Le dije.
-Vaya... Profesora luce radiante. Me dijo Julián.
-Eres muy amable. Le respondí.
Llegamos al colegio, ellos bajaron a dirigirse a sus clases mientras me dirigí a estacionar.
-Buenos días Analia. Escuché la voz del director atrás mío al bajar del vehículo.
-Buenos días señor director. Lo saludé.
-Digame Alejandro. Me pidió.
-No cree que no será correcto. Le consulto.
-De acuerdo... Puede llamarme por mi nombre cuando estemos solos. Me dijo.
-Me parece bien. Le respondí.
-Nerviosa por su clase. Me consulto.
-Un poco... No le voy a mentir... Pero son pocos. Le digo.
-Siendo sincero... Desde que se enteraron que es usted la profesora se sumaron más. Me dice.
-Y eso... ¿Cómo lo tomo?... Es bueno o malo. Le consulto.
-Es bueno... Aunque temo que los chicos lo hagan más por usted que por la matemáticas... Se lo digo... Para que sepa cómo tratar con ellos... Ya sabe cómo son los adolescentes... Ven unos buenos duraznos y solo quieren verlos. Decia y carraspeó al ver como lo miraba sorprendida.
-No tengo un atuendo de monja para venir. Le comento.
-No se vista de monja... Es una mujer elegante, hermosa... No es su culpa... Mejor me callo. Dijo nervioso.
-No se preocupe... Solo me limito a enseñar. Le digo.
-Bien... Lo sé... Me corresponde advertirle... Qué desde que viene... Han participado más los padres... Es decir... Qué antes solo las madres estaban atentas... Pero ahora los tenemos a ellos. Me dice.
-Con todo lo que me cuenta me estoy poniendo nerviosa. Le digo.
-PROFESORA JEAN... ME PUEDE EXPLICAR LA FORMULA QUE ENSEÑO LA CLASE ANTERIOR. Apareció un alumno y tras de él otros más.
-Con gusto sus preguntas las contestaré en el salón... Debo registrar mi llegada primero. Le avisé.
-ES USTED LA PROFESORA DE MATEMÁTICAS...POR USTED MI ESPOSO ME DEJA. Apareció una increpandome.
-Disculpe... No tengo idea de que habla. Le aclare tranquila, contrario de ella.
-ES UNA ROBA MARIDOS. Grito furiosa.
-Con todo respeto se equivoca... No tengo idea de que habla... No me meto con ningún hombre... Solo me dedico a enseñar y a mi hijo. Le aclare.
-LUIS GON... LE SUENA ESE NOMBRE. Me grita.
-No... No tengo idea de quién es. Le digo.
-ES EL PADRE DE JUAN PABLO GON. Me aclara el director, mostrándome una planilla.
-Ese chico tiene es uno de los candidatos a las olimpiadas... Es el más aplicado. Le digo.
-YA RECORDO. Me increpa la señora.
-Con todo respeto... No tengo contacto con los padres... La vocera es la que tiene contacto con ellos... Solo me dedico a dar las clases... Si me disculpa se me hace tarde. Le dije tratando de conservar la calma.
-COMO EXPLICA QUE TENGA FOTOS DE USTED EN SU CELULAR. Me enseña.
-No lo sé... Yo no doy números personales y no los tengo. Le respondo.
-Como director soy el que posee los datos de cada padre y son los administrativos que pasan las novedades o comunicaciones ... Sabe señora Gon como nos manejamos... Justamente para evitar estos mal entendidos. Le dice el director.
La señora al verlo se puso roja, no se había percatado de su presencia.
-ES QUE... VI LAS FOTOS... Y... CREI... PERO ENTONCES. Decia nerviosa.
-Por el ángulo de las fotos fueron tomadas en el salón... Le dió a su hijo el celular en algún momento... Eso explicaría como tiene las fotos de la profesora. Le dice el director.
-Mamá... ¿Qué haces?... Los chicos me dijeron que quieres pegar a la profesora. Le dice el alumno Juan Pablo nervioso a su madre.
-Vamos a la dirección... Así hablamos. Indico el director.
-Usted profesora vaya a su clase. Me dijo el director.
-Permiso. Le dije alejándome.
Aparecieron mucho llamándome cuando ingresé a firmar el libro y tomar la lista de asistencias en el área de alumnado. Estaban preocupados por mi.
-Profe la golpeó la madre de Juan Pablo. Me preguntó un alumno.
-Vamos a clases... Está todo bien. Le respondí sin entrar en detalles.
Ingresaron todos, cuando estaba por ingresar el alumno Juan Pablo me freno.
-Profesora, disculpe, por mi culpa mi madre la atacó, yo tomé esas fotos, mi padre me detuvo el celular por bajar las notas, mamá pensó que era de él, lo siento mucho. Se disculpo.
-Disculpas aceptadas... Eres un estudiante extraordinario... Solo enfócate en tu desempeño. Le dije, solo eran fotos de mi parada, nada pornográfico, no le haría lío al chico por eso.
Al terminar la clase se retiraron todos, mientras terminaba de ordenar las cosas en el escritorio ingreso el director.
-Fue admirable con que tranquilidad le hablo a la señora Gon... Lamento que pasó por eso... El hijo fue quien tomó las fotos... Por tener bajas notas el padre le saco el celular... La mujer que es obviamente muy celosa, no se percató que no era el celular de su esposo, solo al ver las fotos de usted se hizo la película. Me comenta el directo.
-Hay cada loco en este mundo. Le digo suspirando.
-Permitame invitarla a comer. Me dice.
Lo quedé mirando sorprendida.
-No piense mal... Solo como colegas de trabajo. Me aclara nervioso.
- Un almuerzo... Solo como colegas. Le consulto.
-Exacto. Me dice.
-Siempre almuerzo con mi hijo. Me escuso.
-Mamá voy a ir con Julian... Tenemos una competencia en nuestro juego con nuestros amigos. Me avisa Angel acelerado.
-Bien. Le respondí y así como llegó desapareció.
-Al parecer está libre. Me dice el director.
-Ok... Le acepto el almuerzo. Le digo, ni a Mari tenía para usarla de escusa.
Llegamos a una residencia.
-¿Es su casa?. Le pregunto.
-Si... No me gustan los restaurantes... No sé preocupe... Estaremos en el jardín... Yo la estoy reparando. Me cuenta.
-Vive en su jardín. Le consulto.
-Si... Es raro. Me consulta.
-No... Es su terreno... Puede estar donde quiera... Eso me recuerda cuando los chicos armaron una carpa en el patio... Querían saber lo que se sentía acampar. Le cuento con añoranza.
Descendimos del vehículo y nos dirigimos a un tipo kiosco que tenía al fondo con una cocina y bar bajo techo, Libre a los costados, y una hamaca que se ve usaba para dormir.
-Que repara en su casa. Le consulto.
-Saque las paredes falsas que separaban los espacios, para tener mayor lugar entre la sala y la cocina, no me gusta tener muy cerrado todo... Estudie ingeniería... Pero termine dedicándome a la docencia... Un cerebrito dirían algunos...Y ahora soy director. Me cuenta.
-Es extraordinario en mi opinión. Le dije.
Él se sacó su saco, enrrollo las mangas de su camisa y se puso a preparar una ensalada, saco unos rollitos que tenía armados en un sector, los puso a calentar un momento, acomodo todo en un plato y los sirvió.
-Esto se llama tamal... Suelo probar diferentes platos. Me comenta.
-Probemos. Le digo.
El suspiro armando su plato y se sentó ante mi.
-No esta nada mal... Es muy rico... Suele comer carne. Le consulto.
-Si... También. Me responde.
-Que bueno... Soy muy carnívora... Esto es la entrada verdad. Le consulto.
Él sonrió divertido.
-Es el almuerzo. Me responde.
-Aja... Es rico... Le confieso... Qué ahora tengo ánimos de comer... Gracias por invitarme... Si iba a casa... Capaz solo dormía. Le comento.
-Es por lo de su hija. Me consulta con la voz ahogada.
-Si. Le respondí.
-Hace un excelente trabajo como madre... Sus hijos siempre fueron un ejemplo. Me dijo.
Le sonreí terminando de comer lo que tenía enfrente, acompañamos con jugo que tenía en una pequeña heladera.
Me despedí agradeciendo la comida y fui a lo de mi amiga para ir con ella al gimnasio.
-Me alegro que aceptaste la comida. Me dijo cuando le conté.
-Solo fue como colegas. Le respondí.
-Un hombre... Te invita a comer... En su casa... Te cocina... Está interesado... Además es un buen partido. Me dice Mari.
-Deja de buscarme parejas. Le dije.
-Hace meses nadie riega tu flor... Se te marchitara... Debes buscar a tu jardinero que te cuide el jardín. Me habla de manera metafórica al estar en el gimnasio.
Volvimos a su casa a arreglarnos para ir a festejar su cumple, lleve conmigo a Angel, el era ahijado de Mari. Creí que mufaria como siempre, pero para mí sorpresa acepto ir.
Estando en el bar disfrutando de unos tragos, por el cumple de Mari, apareció a arruinar el momento Fernando.
Quería acusarme de dejar a Angel. Mi hijo tapó la boca de su padre, se muestra sobreprotector conmigo.
" Ella no me deja solo"
"Con mi madre tengo joda sanas", le dijo enseñando la gaseosa que tomaba.
Las otras chicas que son amigas del gimnasio y vinieron con sus parejas, propusieron salir de ahí e ir a otro sitio.
-ANALIA. Me llamo el director del colegio que llegaba al bar.
-Alejandro... Qué sorpresa... Te presento a Mari, es su cumple y ellos son nuestros amigos. Le digo.
-Un gusto... Felicidades. Le dice a Mari.
-Esta invitado a acompañarnos... Vamos a "punto de encuentro". Le dijo Marí.
Él quedó pensativo y asintió acompañándonos al bar que quedaba a una cuadra de ahí.
Angel hablaba con la hija de una de las chicas, era una joven casi de su edad, por lo que no se percató del nuevo integrante del grupo.
'El virus de los virus'... ¡Se pasó Analía!
😆😆😆
(desecho: basura; entreveros de las homófonas)