LA SIRENA DE LA COSTA

#ARIA DELMAR

A mi padre le conté alegre de lo que me dio Erik, pero su cara se desfiguro, nunca lo vi tan asustado y enojado al mismo tiempo, me lo quito de la mano en una reacción abrupta.

"¿QUÉ HACES CON ESTO?"

-Me lo regalo Erik, asi estamos comunicados, poder hablar cuando no estemos juntos.

Describo alegre, pero la cara de mi padre dice que no es nada bueno.

"NO, ESO NO ES"

-¿Cómo que no es para eso?, Tu tienes uno.

Le señale.

"PUEDEN LOCALIZARTE, PUEDEN SABER DE TI, TE PUEDEN DESCUBRIR"

Enumero alterado y lo veo caminar de un lado a otro muy molesto.

No me quiso dejar el celular, queria poder comunicarme con Erik, no entendia el motivo, no encontraba lo malo en ello, mi padre siempre esta con su celular, pero a mi no me daba uno porque siempre estabamos juntos y no tenia necesidad de ello, sabia donde estaba, cuando regresaba, y si iba a pescar lo acompañaba, pero ahora queria tener si eso significaba poder hablar con Erik, sobre todo cuándo nos embarquemos para ir a pescar.

-¿Qué tiene de malo que lo tenga?

Le consulto.

"TE PUEDEN DESCUBRIR"

Elevo la voz, eso significaba que si sabian de mi naturaleza me agarrarian, encerrarian y me tendrian presa para experimentar y hacer estudios. Como nunca me molesto ser lo que soy, si eso significaba no poder estar con Erik.

Para colmo necesito estar en el agua de mar, no puedo estar mucho tiempo en tierra, era parte de mi naturaleza, si no lo hacia me secaba, mi piel se empezaba a secar, mi temperatura se eleva, necesito si o si estar en el agua de mar un tiempo para regular la temperatura corporal.

Mi padre hizo armar una pecera enorme que abarca la planta baja y la alta en la nueva casa, hasta que podamos regresar a nuestra casa en la costa.

En la pecera me siento incomoda, pero no es para que nade mucho, solo remojarme, extraño el mar, ahi podia andar libremente, recorrer kilometros en un abrir y cerrar de ojos.

Me siento molesta porque mi padre me sustrajo el celular.

"SAL, DEBEMOS IR A UNA FIESTA" Escucho que me dice.

Debemos guardar las apariencias, pero no quiero ir.

"NOS INVITA DAMARIS, CAPAZ ESTE LUIS"

Escuche que me dijo.

Por lo que salgo, si él esta podre decirle que le avise a Erik del porque no lo llame o mejor que me lleve donde esta él, total mi padre pierde la noción del tiempo junto a Damaris, no se dara cuenta si no estoy.

Al estar lista con el vestido que me dejo mi padre, que es en un tono celeste, siempre elige los que hacen juego con mis ojos, sali junto a él de la casa.

-¿Te pusiste perfume? Le pregunte tapandome la nariz.

-Quiero oler bien. Me respondió.

-Para mi siempre hueles bien. Le dije.

-La de la tienda me dijo que es lo que acostumbran los hombres como yo. Expreso con vehemencia.

-Si te gusta. Le comente, pero a mi no me gustaba.

Llegamos a la fiesta, siempre veia de lejos las celebraciones, pero ahora estaba en una. La musica retumbaba, veia desfilar mujeres con vestidos esplendidos, de diferentes formas y colores. Los hombres de trajes, en tonos oscuros y grises. Por fin podia ver de cerca sus rituales.

El ambiente olia a todo tipo de perfumes.

Las charlas y risas ensordecidas por la musica.

Me atrajo un árbol de navidad que llegaba al techo y debajo de el muchos regalos.

-Que alegria tenerlo. Aparecio la señora Damaris saludando muy alegre.

-Es muy amable al invitarnos. Le dijo mi padre.

-Ni lo diga... Ven te presentaré (Se prendio del brazo de mi padre)... Puedes tomar lo que gustes. Me dijo en señal de que solo queria a mi padre.

-Gracias. Le dije pero ni espero a oirlo, se llevo a mi padre que estaba embelesado por la señora elegante.

En eso elevo la vista y para mi dicha Erik estaba en la entrada, me dirigi hacia él, lo abracé con fuerza comprobando que no era mi imaginación.

Estaba Luis también, al saludarlo se retiro dejandonos solos.

-Podemos ir a un lugar mas tranquilo. Me susurro Erik.

-Claro. Le respondi.

"VAYA"

"TU AQUI"

Escuche a una chica, la mire y mire a todos lados, no sabia si me hablaba a mi o a quien.

-¿De cómo te dejo salir mi hermano? Le dijo Erik abrazado por mi.

"POR MAS QUE ERIK ESTE CONTIGO JAMAS ME OLVIDARA, SOLO ERES UN ENTRETENIMIENTO, ALGO PASAJERO, UN MERO DESPECHO"

Hablo de manera acelerada y con desprecio.

No entendia porque decia eso.

-ES MI NOVIA Y NOS VAMOS A CASAR, ELLA ES SINCERA Y AUTENTICA NO COMO OTRAS QUE SE GUIAN POR EL DINERO. Le dijo Erik muy molestó.

"SEÑORITA PUYO SUS TRAGOS" Le dijo el que atendia en esa parte.

Ella agarro la bandeja con las copas, me tiro una mirada sisañosa, se metio la fruta roja, de una de las copas, en la boca, haciendo un gesto coqueto, en direccion a Erik.

"¿YA CONOCE TU LLAVE MAESTRA? ¿LE CONTASTE QUE ME ABRÍAS LA PUERTA SECRETA CADA RATO?" Le pregunto llena de ira.

"LA TUYA TENÍA LA CERRADURA GRANDE Y ROTA DE TANTAS LLAVES QUE RECIBISTE"

"ERES UN MALDITO" Grito a punto de cachetearlo y le atajo la mano.

"DUELE QUE TODOS SEPAN LO FACIL QUE ERES" Le dijo Erik con una frialdad en la mirada que helaba.

"HAY AMIGA, TE TARDAS, ME MUERO DE SED" Aparecio una chica seguida por otras dos que se adueñan de las copas que tenia esta que le peleaba a Erik.

"VAMOS A VER A LA BANDA, ESTAN MUY GUAPOS" Grito otra con alegria.

Se alejaron corriendo dejando un olor fuerte en el aire de sus perfumes.

-Por eso me dijiste que era malo que otros visiten la puerta secreta, produce daño emocional. Le dije a Erik.

-Lamento que presencies eso... Pero no sos un despecho, desde que te conocí lo que siento es auténtico. Me dice.

-¿Qué significa despecho? Le pregunto.

El sonrio, me da un tierno beso.

-Mejor vamos a otro lado y olvidemos lo ocurrido. Me sugirio.

-ERIK, TE CREI REPOSANDO. Aparecio un señor junto a otro joven.

-PADRE TE PRESENTO A MI NOVIA ARIA. Le dice Erik sin titubeos.

-Asi que tu eres su novia con la que quiere casarse... Eres muy bella... Que digo de bella... Muy hermosa. Me saludo con un beso en la mejilla.

Asi que Erik le hablo de mi a su padre.

-Es un gusto. Le dije.

-A mi hermano Federico lo conoces. Me señala Erik.

-Hola. Lo salude.

-Un placer volverte a ver, me alegro que seas quien planto esa sonrisa en mi hermano. Dijo muy amable.

-Si nos disculpan debemos saludar a unos conocidos. Anuncio su padre.

Erik se aferro a mi mano y salimos del salon.

-¿Qué son esas luces? Le señale un camino marcado con luces de colores.

-Llevan al gran árbol de la plaza central. Me comenta.

-¿Podemos ir a ver? Le pregunto.

-Si, vamos. Me dice.

-Que hermoso... Jamás vi nada igual. Le comento.

-En serio... La verdad que ahora que lo dices... Nunca le di importancia... Pero es muy hermoso. Comenta contemplando todo.

-¿Por qué? Le pregunto.

-No lo se. Respondio pensativo.

-Que rico aroma... ¿De dónde viene?. Le pregunto al sentir un aroma dulce y mi estomago ruge.

-Tienes hambre... Ahi hay esta el puesto... Debe ser que te atrajo eso. Me comenta señalando.

-Vamos... Quiero probar. Le pido

-Buenas noches... ¿Que tiene para ofrecer? Le consulta Erik a un señor muy robusto con delantal blanco, un gorro blanco y que tenia un palito en la boca.

-Nubes de caramrlo. Le responde.

-Si... Deme y una gaseosa.

-Quiero agua. Le pedi, no acostumbraba a tomar gaseosa.

-Agua para ella. Le dijo Erik.

Nos paso una bolsa que contenia algo esponjoncito en color rosado.

-Come con cuidado que tiene un palito en el medio. Me advirtio Erik enseñando donde mordio y se podia apreciar el palito que estaba cubierto por todo eso.

Lo probe con cuidado y fue una explosion de sabores unicos que me dejo las papilas gustativas palpitando de la emoción.

-MMMM... ESTA DELICIOSO. Exclame emocionada.

-También tengo manzanas caramelizadas. Escucho que me dice el vendedor.

-¿Puedo? Le pregunto a Erik porque él pagaba.

-Si, si quieres. Me dice con una sonrisa.

-SI... QUIERO. Le dije con entusiasmo.

-Su novia sabe disfrutar de la comida. Le dice el vendedor a Erik.

Me paso una manzana roja, brillosa en un palito incrustrada.

-Vamos a sentarnos ahi, asi contemplas el árbol de cerca. Me señalo Erik.

-Me encanta, es muy hermoso. Le comento.

-Tienes razón. Me respondio en un suspiro pensativo.

-¿En qué piensas? Le consulto.

-¿Te gustaria conocer donde pienso vivir?

-Si. Le dije con entusiasmo.

El diviso un auto con letrero de taxi y lo paro.

Llegamos a un edificio alto.

-Tiene muchos cuartos tu casa. Le dije y él se rio con ganas.

-Es un hotel... Soy dueño de ese departamento. Me señalo una ventana en el último piso.

Ingresamos dirigiendonos a una puerta que se abrio ni bien él apreto un boton.

-Es un cuarto muy pequeño. Le dije al contemplar.

-Es un elevador... Con el llegaremos mas rapido. Me explico apretando un boton, cuando senti que se movio haciendo un ruido me prendi por Erik asustada.

-Tranquila, no pasa nada. Me susurro abrazandome.

Se detuvo con un brusco movimiento que me hizo saltar, la puerta se abrio y salimos.

-Ves, no fue nada, esa es mi puerta. Me dice con entusiasmo.

Veo que saco una llave del bolsillo y la introdujo en la cerradura de la puerta, ingreso él primero prendio la luz y me hizo pasar.

Habia un fresco aroma en el interior. La sala era muy espaciosa, contaba con un sofa y una mesa pequeña al frente, la cocina estaba mas adelante.

-Adelante, dime ¿Qué te parece? Me pregunta.

-Es espaciosa y tiene una linda vista. Le señalo la ventana.

-No tengo muchas cosas. Me dice.

-Lo importante que es tuyo... Mi padre siempre dice que se debe valorar lo que es de uno por mas poco que sea. Le comento.

-Es cierto... Ven te muestro el cuarto. Me dijo tomandome de la mano.

Caminamos hacia la derecha de la sala donde parecia haber una pared, pero solo ocultaba la habitación.

Tenia una cama grande en el centro de sabanas azules y la ventana cubierta por una cortina gruesa que dejaba oscuro todo, solo un velador cerca de la cama iluminaba apenas.

-Es grande la cama. Le admire.

Erik se me abrazo de atras.

- Quieres sentir lo suave que es. Me dijo guiandome en su dirección, nos sentamos juntos en el borde.

-Es suave. Le dije.

-Si, acuestate, asi compruebas que es comoda. Me invito. Los dos nos acostamos juntos.

-Se siente comoda. Le dije.

Él se giro dandome un beso tierno en los labios.

-Es muy comoda. Susurro sobre ellos y sus manos se aventuraron a desatar las tiras de mi vestido.

-¿Qué haces? Le pregunte con el corazón galopante.

-Debes quitartelo, asi no lo arrugas, yo hare lo mismo. Me respondio poniendose derecho y despejandose del traje que llevaba puesto.

No era mala idea, por lo que segui su consejo, lo dejamos extendidos en una silla que habia proxima a la cama.

Sus manos aferro a mi cintura y sus labios se adueñaron de los mios, me llevo hasta la cama, con delicadeza nos deslizamos bajo las sabanas, me saco mis últimas prendas y él se despojo de los suyo, sus manos tallaron mi cuerpo.

"Aria, Aria" ronroneo sobre mis labios, se deslizo llenadome de besos que quemaban mi piel, de mis labios broto su nombre que hizo eco en la habitación.

"Erik, Erik"

"Si, sigue asi" me respondio regresando mientras sentia su mano acariciandome, haciendo que mi cuerpo tiemble por completo, y mi corazón esta acelerado a punto de salir de mi pecho, me envolvio con el calor de su cuerpo y sus besos apasionados se apoderaron de mis labios, mientras uso su llave maestra en mi puerta secreta, la paso con suavidad, senti que se desprendia de mi una cascada calida, él al sentirla se animo a deslizar su llave maestra, que proboco un grito ahogado de mis labios, que él calmo con besos, caricias y dulces palabras, se ajusto muy bien en mi y ya no quiso salir, mi cuerpo respondia a sus movimientos, como si los dos danzaramos al compas de una unica melodia. Su aroma se grabo en mi mente, el sabor de sus besos en mis labios anido, me sostuve de sus hombros ante sus movimientos que se intensificaron, él grito con fuerza y su mirada se iluminó como nunca antes lo vi. Mi cuerpo ardia, al igual que el cuerpo de él, nos quedamos unidos, abrazados, él sonreia repintiendo.

"Solo contigo quiero vivir asi"