Capitulo 1 ANALIA JEAN

ANALIA JEAN

Soy Analia, de 30 años de edad, me considero una mujer felizmente casada desde los 15 años, junto a mi amado esposo quien me ha acompañado todos estos años.

Tenemos un hijo de 15 años, Angel, quien es un chico parecido a mi, tiene la energía y simpatía que heredó de mi, es muy atractivo de ojos azules y cabello rubio oscuro, muy alto para su edad, y una niña de 13 años, Lorena, callada, sería como su padre, no es muy alta, cabellos largos oscuros y ojos oscuros, es la imagen de su padre, pero en mujer, hasta su tipo raro de sangre heredó, no como Angel que saco el tipo de sangre mía.

Somos una familia tipo con el apellido conjugado tanto mío como el de mi esposo, Jean Cánepa, vivimos en un barrio residencial, de casas bajas familiares, no somos millonarios, pero eso no quita que seamos felices.

Todos los vecinos admiran lo amorosos que somos el uno con el otro. Mi esposo Fernando Cánepa, siempre está dispuesto a dar una mano a quien se la pida.

Las otras madres del colegio están encantadas de verlo siempre cuando retira a sus hijos, es un hombre muy atractivo a sus 35 años de edad. Nunca me sentí celosa, porque siempre creí en el amor de mi esposo hacia mi persona.

Él fue quien insistió en casarse cuando quede embarazada de Angel, siendo que le di la oportunidad a que no lo haga, no quería que se sienta obligado. Pero de todos modos me juro amor eterno.

Es admirable su dedicación a nuestra familia, al ser el único que aporta, porque deje mi carrera como profesora, al llegar a nuestras vidas, nuestra segunda hija. Pero estamos bien con ese acuerdo, yo me ocupo de las cosas de la casa, de mantener siempre todo en orden, limpio y los alimentos a horarios para todos.

Mi esposo siempre me decía que una madre debía ocuparse de sus hijos, no extraños que los maltratarían, que él aportaría el dinero y yo me encargaría de los demás.

Aunque mi labor no era vista, era la primera en levantarme a preparar los desayunos, las cosas de mis hijos, para que vayan al colegio, llevarlos y regresar a limpiar todo antes que regresen, hacer las compras, pagar las facturas e ir al banco.

Ayudar a mis hijos en sus tareas, llevarlos a sus clases extracurriculares, regresar a preparar la cena y me acuesto última, dejando todo listo para el otro día.

Cómo estabamos teniendo problemas de dinero, mi esposo decidió hacer en su ratos libres de Uber, para traer un ingreso extra y que nuestros hijos no pierdan sus clases extras.

 Admiraba la dedicación que tenía él por nosotros, por lo que inicie a hacer trabajos a larga distancia en linea, así poder poner su granito de arena.

Todo parecía marchar sobre ruedas, una familia típica con problemas comunes. Hasta que una mañana que parecía ser igual a todas las demás, con los chicos listos para ir al colegio, despidiéndome de mi esposo que apenas me saludaba con un beso, pero no me quejaba, él era así, no muy afectuoso, no me molestaba, porque me demostraba que nos quería, por la vida cómoda que nos brindaba, no nos hacía faltar nada a nadie.

Llevo a mis hijos en mi pequeño auto, los despidó con un beso, avisando que su padre los retiraría.

Regreso a cumplir con mis habituales tareas, de paso quise ingresar para ver si recibi el pago por mi trabajo a distancia en linea, pero mi computadora no reaccionaba y me di cuenta que mi esposo olvidó su laptop.

Cómo antes me prestó, no tendría problemas que lo usé.

Al prenderla tenía puesta una contraseña.

"Que raro", dije.

Él no acostumbraba a hacer eso.

Busco entre las cosas de él, hasta encontrar la agenda donde anotaba sus cosas.

Descubro cuál era y la introduje. Logre prenderla.

"Genial", vitoreo.

Comprobe feliz que el pago estaba depositado, suspiro aliviada, con eso podía colaborar en pagar unas cosas y quién dice saldríamos a cenar afuera como hace tiempo no lo hacemos al no tener presupuesto para ello. Es lo que siempre me decía Fernando.

Antes de apagar la laptop noto que ingreso un mensaje.

"Pasa a buscarme en el lugar de siempre"

¿Será un cliente?, me pregunto recordando el otro trabajo, que era de Uber, que tenía mi esposo, aparte de la empresa donde trabajaba.

"Me lo recuerdas"

Le escribió, así le pasaría la información a mi esposo.

Noto que tardo en responder hasta que me llegó una ubicación.

Me lo envie a mi teléfono, de ese modo le enviaría a mi esposo.

Justo que le estaba por escribir mi celular sonó, era la profesora de mi hijo.

📱Diga. Respondi.

📱Señora Analia... Lamento molestarla... Su esposo no responde... Angel tiene fiebre... Puede pasar a buscarlo. Me avisó preocupada la profesora.

📱Ya voy. Le respondo, cortando la llamada.

Me apresuró a apagar todo, acomodo la laptop en su sitio, tomo mi cartera, llaves, la identificación de mi hijo para llevarlo hacer ver, por su doctor.

Llegó en cinco minutos al colegio, corri a dar aviso de mi llegada con la administrativa para que notifiquen a la profesora, me molestaba ese tipo de burocracia, pero así se manejaban. Al rato apareció mi hijo junto a la profesora.

 Tenía la cara roja, los ojos brillosos, sudaba frío.

-Tesoro ... Estás ardiendo... Te llevo a emergencias. Le anuncio para que se apoye en mi.

-QUE TE MEJORES ANGEL... TE ESPERAMOS PRONTO. Se le despidió la profesora.

Mientras mi hijo caminaba colgado de mi cuello, trataba de contactar a mi esposo, para avisarle de la situación, sin tener éxito.

-No responde... Te llevo a ver y luego le aviso. Le comunico a Angel haciendo que se siente atrás recostado al no tener tanta energía y le pasó una botella de agua fría para que la tome o apoye en su frente.

Él solo asintió sin responder, sentía su garganta seca y áspera.

En el sanatorio la espera se hizo larga, habían muchos pacientes antes que nosotros. Angel permanecía con su cabeza apoyada en mi regazo, mientras le pasaba la botella de agua para refrescarlo.

Mi celular sonó, lo busco en mi bolso esperanzada de que sea mi esposo Fernando, pero no era así, está vez era la profesora de mi hija Lorena.

📱Señora Analia... Lorena está con cólicos... Le duele el vientre... Venga por ella. Me dijo la profesora del otro lado.

"SE PUSIERON DE ACUERDO EN ENFERMARSE", pense nerviosa.

📱PUEDE LLAMAR A MI ESPOSO... ESTOY CON MI HIJO EN EL DOCTOR. Le aviso.

📱Está bien... Tengo su número. Me respondió cortando la llamada.

-¿Sigues igual tesoro?... Tu hermana también está con dolor de vientre. Le comento.

-Sera el de cada mes. Me responde con la voz ronca.

-No... Ya le vino a principio de mes... Sería muy pronto. Le cuento.

-Mucha información. Respondió con un gesto molesto.

Le beso en la frente comprobando que aún tiene fiebre.

Mi celular sonó nuevamente.

📱Señora Analia... Hablé con su esposo está en una reunión de trabajo...Autorizo para que Lorena vaya sola a su casa... Al quedar a pocas cuadras. Me contó la profesora.

📱Está con dolor, no puede ir sola... Espere... Vere quién puede ir a buscarla. Le avisó cortando.

Busco entre mis contactos el número de mi cuñado, al encontrarlo lo llamo y me daba apagado.

De mi lado no tenia parientes, era hija única y mis padres fallecieron hace tiempo.

Por lo que intento con Fernando de nuevo.

"La profesora dijo que la atendió", recordé.

📱Estoy ocupado. Respondió de mala gana mi esposo.

📱Lorena tiene cólicos. Le aclaró de entrada, él siempre me decía que vaya al grano.

📱No es nada (Escucha que exhala pesadamente)... Puede ir a casa sola... O ve tú a buscarla. Me dice cortante.

📱Estoy en el doctor con Angel, le dió fiebre. Le avisó.

📱Está bien yo iré... Dijo molesto y cortó la llamada.

Paso unos minutos y por fin el doctor nos atendió.

-Campeon... Cada vez más alto. Lo saluda su doctor de toda la vida que los vio nacer.

-Tiene fiebre. Le avisé, asintió revisándolo.

-Debe ser algo virosico, con los cambios de clima es normal en estos días... Que tome esto tres veces al día y este jarabe cada doce horas... Con eso estará bien. Me dijo el doctor.

-¿Para qué es doctor?. Le pregunto.

-Uno para la fiebre y otro para la garganta... La tiene muy roja con placas... En una semana que regrese. Me dice.

-Gracias doctor. Le digo y Angel se incorpora sin ganas abrazado de nuevo por mi hombro, es más alto que yo, pesado, pero una madre saca fuerzas de dónde sea por su hijo.

-Que haga reposo... Y evite los celulares. Me encarga por último el doctor.

En eso sonó mi celular y veo que es Lorena, se ve que la busco su padre, los profesores les sacan el celular y se lo entregan cuando salen, así no se distraen en clase.

📱Loren, tesoro... ¿Ya está tu papá con vos?. Le pregunto.

📱No (La escucho gimotear, eso me agito más de lo que estaba)... Me dijo que te mienta, que él me buscaba y que vaya a casa total solo eran un par de cuadras... Pero me duele mucho, no puedo caminar. Escuchar lo que me relato mi pequeña me destrozó el corazón.

Fernando la incentiva a mentir, ¿cómo se le ocurre?

De seguro le habrá hablado a la administrativa, ella siempre le dice todo que si a él, se le cae la baba por mi esposo, y él se aprovecha de ello por más que no le corresponda.

📱Quédate donde estés... Pásame tu ubicación y yo iré. Le dije cortando.

-Esto es el colmo. Me quejo.

-Ya lo conoces, cuando se pone a modo trabajo. Me dijo con la voz ronca Angel en relación a su padre.

Lo acomodo en el auto de nuevo atrás y me apresuró a llegar donde me marcaba la ubicación que está Lorena.

Llegué viendo a mi niña recostada la mitad del cuerpo en una banca de la plaza, tomándose con la mano el vientre. Se la veía pálida, con la expresión adolorida.

-Tesoro ven. La tomo del brazo llevándola por mi espalda, a ella podía alzarla así, a diferencia de Angel.

-Me duele mucho. Llora mojando mi hombro.

-Te llevó al doctor. Le avisó sentandola a mi lado en la parte de copiloto.

-Hey grano... ¿Qué te paso?. Le dice Angel con cariño a su hermana.

-No estoy para jodas. Le responde gimoteando Loren.

-Sabes que te quiero... Lo digo de cariño. Le dice él.

-Consegui la manzana de oro. Le contó Loren, hablan del juego que juntos comparten.

-Buenisimo... Luego te cambio por el diamante que tengo. Le respondió Angel.

Llegamos al doctor.

-Recien nos vimos. Dijo el doctor que salía.

-Mi niña está muy dolorida... No sé puede mover. Le avisó con la voz cortada por la angustia y notoria desesperación en mi rostro, señalando hacia el auto.

Él miro sobre sus lentes y enseguida pidió una camilla para que la trasladen.

Angel al sentirse un poco mejor bajo a acompañar a su hermana que le tiene pavor a los doctores.

-Hasta aquí... Esperen. Nos frenaron en la puerta de emergencias. Nos sentamos en la sala de espera tomados de la mano angustiados por Loren.

Después de un rato apareció el doctor con noticias.

-Le hicimos una ecografía, presenta una masa en su ovario, que debemos extraer, para lo que hace falta transfusión de sangre y en el banco del sanatorio no contamos con ese tipo de su hija, se que su esposo es del mismo tipo, contactelo para que podamos hacer la operación, de ese modo la salvaremos. Me dijo el doctor.

-Una masa... ¿Qué quiere decir?. Le pregunte angustiada, el doctor me miro fijo, y ahí entendí tapándome la boca, negando frenéticamente.

-Señora Jean Cánepa... Escuché se la puede salvar... Solo se necesita la transfusión. Me dice el doctor tocándome la mano, no quería expresarlo ante Angel pero se que mi hijo no es tonto, siempre está informado de todo.

-Es una niña... ¿Cómo puede ser posible?. Gimoteo tratando de mantener el control y tomo mi celular con las manos temblorosas al querer contactar a mi esposo y no contestaba.

La desesperación se me hacía presente en cada fibra de mi cuerpo.

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