¿Hasta adonde llegarías buscando venganza?
Eluney Martínez, no conoce límites a la hora de vergar el honor de su hermana. Aunque tenga que sacrificarse ella misma en el proceso.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Una oportunidad de oro.
Veo como Eluney rumbo al baño y por fin puedo respirar.
Le dejo solo una de mis camisas para que vista sin nada más.
Se le ve jodidamente sexy y mi miembro no tarda en responder al oler mi champú en su cabello.
Me le pego y la abrazo con fuerza, pero ella me rechaza fríamente.
__ ¿Qué sucede. Te sientes incómoda?
__ Claro que lo estoy. Me duele todo y tu abrazo solo empeora las cosas.
__ Perdóname creí que lo necesitabas, ven siéntate en la cama curaré tus heridas.
Increíblemente, esa fiera obedece sin oponerse.
Deslizo suavemente mis manos por sus piernas, finjo curar sus heridas.
Pero la verdad deseo acariciarla con pasión.
Reviso su espalda desnuda y tiene pequeños cortes pero nada grave.
Por fin es tiempo de asistir su boca, esa que me pide a gritos besarla y por poco no lo resisto. Pero su voz tenebrosa interrumpe mi pervertida imaginación.
__ Tú también estás herido. Déjame ayudarte.
Asiento dichoso.
Siento su cálido toque en mis labios, lo hace lento y con temor.
No lo recisto más y me abalanzo sobre ella. La beso con desesperación, como si me faltara el aire y solo su aliento fuera mi salvación.
Pero Eluney no me lo corresponde en absoluto.
Me empuja con fuerza lejos de su cuerpo. Enojada me recrimina mi actuar.
Rápidamente el intento explicar que fue un impulso involuntario pero no me cree.
__ Fabricio agradezco tu ayuda. Si no fuera por ti no querría ni pensar en lo que me podría haber pasado.
Pero si esperas que te agradezca de esta forma déjame decirte que no eres diferente a esos asquerosos sujetos.
Yo no te tengo en buena estima Y si sigues así yo te odiaré con todas mis fuerzas.
No sé por qué la simple idea de que ella me odie me estremece.
Eso nunca me importó antes, pero ahora esa idea no la puedo soportar.
__ Muy bien lo siento Eluney. No sé qué me pasó. Te llevaré a tu casa.
__ Muchas gracias por todo. De verdad esta vez te debo una muy grande a cambio y si la aceptas te ofrezco mi amistad.
__ Eso es suficiente. Ven vámonos ya.
Todo el camino Eluney se la pasa en completo silencio.
Solo observando por la ventana. Yo tampoco intento entablar conversación.
Puesto que si abro mi maldita boca no podré medir mis palabras. En mi pantalón todavía existe una fuerte erección que me pide a gritos sentir el cuerpo de la mujer junto a mí.
Sé que podría obligarla fácilmente acceder a mis deseos, pero no quiero que me odie.
Prefiero verla dichosa entre mis brazos.
La dejo en la entrada de su apartamento, veo como se me va entre las manos mi oportunidad.
Maldita sea por qué me cuestan tanto entender a esta mujer.
Cuando estoy con ella no puedo resistir el deseo que provoca en mí.
Pero ahora tengo una oportunidad de oro, por fin está dispuesta a bajar sus defensas y dejarme entrar en su vida.
Justo ahora que se va la muy condenada.