Matrimonio asegurado. COM es una aplicación para todas esas personas que necesitan un matrimonió bajo contrato.
Anelis es una chica humilde que trabaja en una cafetería y se encuentra en una encrucijada cuando su madre sufre un accidente y debe depender de cuidados intensivos, quedando postrada prácticamente en una cama. Anelis recurre a esta aplicación como última medida para poder ayudar a su madre.
Adonis es un empresario muy conocido por su comunidad, pero su amigo y socio le juega una broma casándolo con una desconocida por medio de una app.
La escusa era el donativo mensual que realizaba para caridad que termino ayudando a una chica con sus problemas económicos.
el trato es simple, matrimonio por dinero, pero será capaz Adonis de fingir un matrimonio feliz cuando descubra que su esposa no es un espantapájaros, como el la llama en la intimidad de su mente o querrá que sea un matrimonio verdadero comenzando con un beso casto.
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capitulo 8.1
Anelis:
Marion me recibe como si fuera su persona favorita. Se abalanza sobre mí y me abraza dándome besos en las mejillas dejándome petrificada en mi lugar sin saber cómo actuar.
—Mama, deja de asustar a mi esposa —escucho que dice Adonis a mi espalda.
—Es que estaba ansiosa por conocerla —dice la mujer separándose de mí, toma mi cara y me sonríe—. Eres muy bella, mis nietos serán unos muñequitos.
—¿Que? —balbuceó.
—¡Mama! Sabes que nuestro matrimonio no será permanente —debate Adonis ya separándome de su madre—. ¿Hijos? ¿Estás loca?
Al menos no me pedirá hijos antes de que tengamos que tomar caminos diferentes y eso dice mucho de él.
—Bueno, uno puede tener esperanzas... ¿No? —dice Marion rodeando su escritorio y acomodándose en la silla giratoria.
Mi queridísimo esposo alarga su enorme mano, toma la mía y tira de mi para que me siente a su lado. Lo hago torpemente.
—No... creo que... pueda... —digo tropezando con las palabras, respondiendo a pregunta de la mujer.
—¿Algún problema hormonal? Podríamos tratarlo si así lo deseas —ofrece Marion.
—No es eso —respondo.
—¡Oh! ¿Qué es? Si quieres compartirlo —la mirada que me dedica es tan cálida que me da pena no responder, miro a mi lado y tengo, también, la atención de mi querido esposo.
—Bueno... —miro a Marion—. Creo que los hijos deben venir por amor, a pesar de que mi madre me tubo ella sola —suspiro apenada—. Se lo mucho que me ama y lo mucho que sacrifico por tenerme, por ello es por lo que pienso que los hijos deben venir en un plano de amor entre los padres y la familia.
—Tienes razón querida —dice Marion tomando mis palabras con comprensión.
—En otro tema... ¿Que nos puedes decir de la señora Felicia? —pregunta Adonis cambiando de tema.
—Bueno, para ser sincera su estado actual presenta algo de desmejoramiento, que se debe a la falta de tratamiento, pero tengo entendido que se iba a comenzar con el —asiento, avergonzada del estado de mi madre por mi culpa—. No te sientas más, querida. Se muy bien el costo de los tratamientos y porque no los estaba haciendo, pero puedes estar tranquila que desde ahora a tu madre no le faltara nada y se recuperara rapidísimo —dice con optimismo—. Ya verás —anima.
La emoción me envuelve y salto de mi lugar para ser yo esta vez la que abrase desaforadamente a mi suegra.
—¡Gracias! Se muy bien que el estado de mi madre se debe a mi culpa, pero...
—Nada de peros, ¿Sí? —dice la mujer limpiando mis lágrimas de alegría, asiento como si fuera una niña.
Volviendo a mi lugar más repuesta, hablamos sobre el tratamiento que recibirá mi madre. Para mi grata sorpresa Adonis se interesa mucho y me alienta a que tenga fe en la pronta recuperación de ella.
Se que nuestro matrimonio es puro arreglo conveniente para los dos, pero verlo preocupado, defendiéndome y ayudando me hace pensar lo buen esposo que será un día. Es una lástima que lo nuestro solo sea una transacción con fecha de vencimiento.
Muy divertida tu historia, un amor de dos locos
felicidades
continúa escribiendo así