LA DIFERENCIA DEL AMOR

_ ¡No quiero que te vayas Cooper, me da mucho miedo perderte en una de tus carreras!

_ Mi vida sabes que por el momento tengo que estar viajando, ya pronto no será así…

_ Perdón por ser tan infantil. Entre sollozos

Me abraza fuerte

_ No eres infantil mi princesa hermosa, sabes que te quiero muchísimo; más de lo que te imaginas

_ Si y yo también te quiero a ti… Una vez tranquila nos separamos para terminar de revisar que

todo esté listo para marcharnos

Tomamos el ascensor entregamos la tarjeta de la habitación, caminamos hasta la salida donde ya tenían el auto

listo, para regresar a la realidad, preferí dormir durante todo el camino para no pensar

Cuando desperté casi estábamos llegando a mi casa, nuevamente me invadió esa profunda tristeza que siento cuando no está, pero qué diablos me pasa, cuando estuvimos en el hotel que todo estuvo increíble no pude entregarme a él pues me gano la amistad y ahora estoy tan afectada por su partida como sí nunca más lo volviera a ver; quiero evitar que el güero se sienta mal, pero al estacionarse me tomó de la barbilla para fijar su mirada a la mía

_ Aly, estás segura de que vas a estar bien

_ Sí, no te preocupes, tú eres mi mejor amigo, con el trabajo pronto se me pasa, además voy a estar en el mismísimo infierno rodeada por Edward Evans quien es un verdadero idiota, que voy a tener que controlarme para no hacerle una cirugía a corazón abierto sin anestesia

Por lo que se ríe, para decirme algo que no esperaba

_ Solo te pido que no pienses en que me vas a perder, pero sí por cuestiones del destino te llego a faltar, quiero que sepas primero que soy donador de órganos y segundo que todo lo que tengo te pertenece a ti según mi testamento

_ ¡Qué! ¡Por qué me dices esas cosas Cooper, te juro que si te atreves a morir yo misma te resucito para luego matarte por dejarme!

_ Como te lo he dicho yo soy solo tuyo, no hay nadie más importante en mi vida que tú preciosa, eres esa hermana regañona que nunca tuve…

Aunque no quería llorar, al escuchar sus palabras no puede más, nuevamente comencé a llorar como una bebé desconsolada, él solo me abrazo fuerte, haciéndome saber sin necesidad de decir ni una sola palabra, que me quiere mucho, que va a estar siempre para mí, no importa las circunstancias. Secando mis lágrimas

_ Vas a estar bien Nena, hasta que regrese…

_Sí

_ Me lo prometes

_Sí

_ Me vas a llamar…

_ Sí

Suavemente me besó la frente y acarició mi cabello de la forma más dulce, hasta que logro tranquilizarme, lo abracé fuerte, para despedirme, tomé mi maleta y lo vi alejarse, aunque siento que se me parte el alma como si no fuera a volver a verlo más, tengo que alejar esas ideas locas, que dentro de unos meses lo voy a volver a ver, por ahora tengo que seguir adelante con mi vida

Entré rápido a mi casa, busco un traje sencillo color negro, me maquillo tratando de disimular todo lo que

había llorado, baje hasta la cochera, me subo a mi auto, conduzco como alma que lleva el diablo como solo él me ha enseñado, llegando en tan solo diez minutos a la Constructora, me bajo si quitarme los anteojos de sol e ingreso ignorando a la escuálida recepcionista, que me cae de la patada y me está mirando de arriba abajo; pero hoy en particular no tenía ganas de determinar a “ese insecto”, subí al ascensor llegue al consultorio el cual está completamente equipado, por lo que inmediatamente me enfoque en hacer lo mejor

que se hacer, atender a los pacientes

Soñó mi celular, era un mensaje del güero

“Te quiero más de lo que te imaginas, Nena, por favor prométeme que te vas a cuidar, que tengas un bonito día"

"Lo haré, cuídate mucho por favor, mi príncipe"

No puedo evitar que una pequeña lágrima corra por mi mejilla, no tengo claro estos sentimientos que me duelen de esta manera; cuando escuché que tocaban la puerta, al abrirse puedo ver a Edward, quien me mira serio, frío, estoico… en ese preciso momento trate de limpiar rápido la lágrima que bajaba

Disimule lo mejor posible, pero… Uff, carajo, lo noto...

_ Buenos días, señorita Prottis

_ Buenos días, Señor Evans, en que le puedo servir ¿Se siente mal?

_ Yo me encuentro bastante bien gracias, pero parece que usted no, su cara la delata, no creo que esté en condiciones para trabajar hoy…

_ Perdón, veo que usted no ha entendido que el conocimiento no está en la cara…Sin disimular mi molestia por su comentario

_ Claramente se ve que ha llorado

_Y desde cuando el llorar es un delito o le quita habilidades adquiridas a través de los años o por los estudios, a las personas, además no creo que usted este aquí para hablar de mi cara, con todo respeto, que se le ofrece, se siente usted mal…

Él levanto una ceja algo sorprendido con mi respuesta

_ Nada importante, Señorita Prottis y obviamente no me siento mal…

_ Listo Señor Evans, pero no olvide que soy doctora Prottis, por si necesita que le prescriba un acetaminofén o un antidiarreico y si me disculpa estoy muy ocupada…

Después de eso ha pasado como un mes donde he estado entre la clínica o la constructora trabajando mucho, revisando detenidamente toda la información de los empleados, además de la de mis pacientes ya

que, para mí, el trabajo es la mejor medicina; a pesar de estar topándome al odioso de Edward Evans, como un pelo en la sopa y aunque estoy muy triste de no tener a mi mejor amigo cerca o a Dianny, que la he visto muy poco por lo ajetreado de mi agenda, voy saliendo adelante con todo…

Tocan mi puerta

_Adelante

_ Señor Evans, en que le puedo servir

Él toma asiento en frente de mí cruzando sus largas piernas

_Doctora Prottis me gustaría invitarla almorzar

Trato de disimular mi sorpresa ante la invitación

_ Por qué asunto sería...Colocando los brazos cruzados sobre el escritorio y mirándolo con detenimiento

_Llámame Edward; tengo la leve impresión de que no le simpatizo mucho que digamos o me equivoco

_Con todo respeto, no creo que usted me contratara para que le simpatice o me equivoco, lo hizo porque

requiere de los servicios médicos, para beneficiar a sus colaboradores con una propuesta de salud integral dentro del trabajo...

_Veo que no se anda por las ramas, doctora

_No es mi estilo Señor Evans

_No me llames señor que me siento casi de ochenta, mejor solo Edward. De forma muy coqueta

_Está bien Edward…

_Qué pasa, su novio no la deja salir con otro hombre o me tiene miedo...

_Primero no tengo novio y segundo porque debería tenerle miedo, es acaso usted, es un asesino en serie o algo así...

Veo como se ríe, haciéndolo verse todavía más atractivo de lo que ya es…

_No la última vez que revise mi agenda, pero como veo que a usted le caigo mal, creo que desisto por el momento para no importunarla…

_Está bien…muchas gracias por la invitación

Observo que se levanta de la posición en que estaba para salir de la oficina algo pensativo

**Edward**

Esta mujer no tiene filtro, me sorprende su actitud, nunca había conocido a nadie que no anduviera atrás de mí,

como perra en celo, por mis millones o por ser el dueño de la Constructora…Reconozco que me gustaría conocerla, claro si su novio no se enoja, aunque pensándolo bien cuando eso me ha detenido, para lograr mis objetivos con una bella dama, pero me dijo que no tenía novio. Me encuentro en mis pensamientos cuando escucho la puerta, mi gran amigo Tobías se asoma

_Se puede pasar

_Claro tu siempre eres bienvenido

_Viejo que cara de regalo traes hoy, que te ocurre, parece que estas usando el cerebro por primera vez en tu vida

_Puedes creer que la doctora Prottis me rechazo una invitación a comer

_ Qué, a ti Bro

_ Sí. Casi Bufando

_ Pensé que era por su novio; pero me dijo que ella no tiene novio

_ Ja, Ja el irresistible Edward Evans es rechazado por primera vez en su vida, por una muy hermosa mujer de baja estatura, que parece que se fugó del colegio de monjas con su tierna cara inocente, hay que apuntar la fecha de hoy en el calendario ...