En el corazón de la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, Valeria, una talentosa diseñadora de modas, ha pasado su vida persiguiendo sus sueños y construyendo una exitosa carrera. Sin embargo, su vida personal es un caos, marcada por relaciones fallidas y un constante sentimiento de vacío.
Todo cambia cuando conoce a Marcos, un encantador y enigmático arquitecto que parece tenerlo todo. Su encuentro fortuito en un evento de caridad desata una chispa entre ellos que ninguno de los dos puede ignorar. A medida que Valeria y Marcos se conocen, descubren que ambos han estado llevando vidas solitarias y llenas de secretos.
Valeria, quien siempre ha sido independiente y fuerte, se encuentra abriéndose a Marcos de maneras que nunca imaginó. Por su parte, Marcos guarda un doloroso pasado que amenaza con destruir la conexión que han comenzado a construir. Mientras luchan por superar los obstáculos y los fantasmas del pasado del pasado, ambos deben aprender que el amor verdadero requiere confian
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Capitulo 10: Silueta En La Lluvia
La tarde había llegado con un cielo gris y nublado, y la lluvia comenzó a caer de manera constante, creando un suave murmullo en las ventanas del apartamento de Valeria. La ciudad, bañada en una capa de agua, se veía diferente desde el interior cálido y acogedor del hogar.
Valeria estaba sentada en el sofá, leyendo un libro mientras escuchaba el sonido de la lluvia. De repente, el timbre del apartamento la sacó de su concentración. Al abrir la puerta, encontró a Marcos empapado, con una expresión de determinación en su rostro.
—Marcos, ¡te has mojado completamente! —exclamó Valeria, preocupada.
—Lo sé —dijo Marcos con una sonrisa—. Pero necesitaba verte. Hay algo importante que quiero decirte.
Valeria lo hizo pasar rápidamente y le ofreció una toalla para secarse. Mientras Marcos se secaba, Valeria preparó una taza de té caliente para él. Finalmente, se sentaron en el sofá, cerca de la ventana, mirando cómo la lluvia caía sin parar.
—Dime, ¿qué pasa? —preguntó Valeria, su voz suave y llena de curiosidad.
Marcos tomó un sorbo de su té antes de hablar, sus ojos fijos en el horizonte gris.
—He estado pensando mucho en nuestro futuro y en cómo hemos crecido juntos. La lluvia me ha hecho reflexionar sobre cómo hemos enfrentado nuestros desafíos, como las gotas que caen sin cesar. Cada una de esas gotas es un pequeño obstáculo, pero juntas forman algo hermoso y poderoso.
Valeria lo miró con atención, sintiendo la profundidad de sus palabras.
—Sí, la lluvia puede ser un recordatorio de cómo los desafíos pueden limpiar y renovar. Me alegra que estemos enfrentando esos desafíos juntos.
Marcos asintió, tomando la mano de Valeria con ternura.
—Hay algo más que quería decirte. Estoy pensando en dar un paso más en nuestra relación. Creo que estamos listos para construir un futuro juntos de manera más sólida y comprometida.
Valeria sintió su corazón latir con fuerza, sus ojos llenos de emoción.
—¿A qué te refieres, Marcos?
Marcos respiró hondo, su mirada llena de sinceridad.
—Quiero pedirte que te mudes conmigo. Me gustaría que compartiéramos un hogar, un espacio que sea nuestro, donde podamos construir nuestros sueños y enfrentar lo que venga, juntos.
Valeria se sorprendió, pero también sintió una ola de alegría y amor.
—Marcos, eso significa mucho para mí. No puedo imaginar mi vida sin ti y compartir un hogar contigo suena perfecto.
Marcos se inclinó y la besó suavemente, sintiendo una conexión profunda. La lluvia seguía cayendo afuera, pero en el interior del apartamento, todo parecía cálido y lleno de promesas.
—Entonces, es un sí. Vamos a construir nuestro futuro juntos —dijo Marcos con una sonrisa.
Valeria asintió, abrazándolo con fuerza. Mientras se acurrucaban en el sofá, el sonido de la lluvia se convirtió en una melodía tranquila que acompañaba su conversación sobre el futuro. Hablaban sobre cómo imaginarían su nuevo hogar y las aventuras que les esperaban.
Esa noche, mientras la lluvia seguía cayendo, Valeria y Marcos se sintieron más unidos que nunca, listos para dar el siguiente paso en su vida juntos. La silueta de su amor se dibujaba claramente en la lluvia, prometiendo un futuro lleno de esperanza y alegría.
