Cupido Me Quiere Como Madre De Su Hija

me voy a quedar, pero no porque me prometas que harás el papel que siempre debiste haber hecho, me quedo porque quiero ver una sonrisa en la cara de esa pequeña y porque deseo que ella sea feliz al menos por lo que resta de nuestro contrato, pero te advierto que no quiero que te me acerques, si quieres ser un padre para ella hazlo, pero hazlo por que asi lo quoeses, dale amor sincero y mantente alejado de mí lo más posible.

- Entonces te quedarás?

para ser un dios eres bastante estúpido.

Regresé a mi habitación lo más rápido que pude cerré la puerta con llave y comencé a pensar en qué podría hacer para no toparme con aquel tipo que antes no me quería ni ver y ahora estaba enamorado de mí o al menos eso era lo que decía, odiaba el hecho de estar en la casa de aquella bestia y no lo decía solamente por su apariencia, sino por su forma de tratar a aquella pequeña que no tenía culpa de nada y por la cual me estaba quedando en aquella casa.

Luego de meditar un rato y tranquilizarme en mi habitación quité el seguro y fui hacia la habitación de la pequeña revisé si aún estaba dormida y efectivamente aún no había despertado, así que me quedé a su lado y en cuanto ella despertó y me vio vi una sonrisa y eso me hizo dar cuenta que la decisión de haberme quedado era la correcta, ya que aquella pequeña niña que había pasado por tanto dolor podía al menos experimentar un poco de felicidad.

Ella me recordaba a mí cuando era niño, ya que la razón por la que no creía en el amor era por mis padres aquellos que se suponían debían cuidarme y amarme hicieron todo lo contrario, desde que tuve memoria mis padres peleaban constantemente y no solamente con palabras, sino que se iban a los golpes, mi madre lloraba todas las noches Mientras que mi padre no se preocupaba, cuando cumplí 8 años mi padre se fue de la casa y nos dejó a mi madre y a mis solos, un año después de que mi padre nos hubiese dejado ella decidió dejarme en un orfanato, ya que yo le recordaba a él y eso hizo que me doliera profundamente, por el hecho de que no porque odiara a mi padre tenía que hacerme eso a mí, por eso sabía que esa niña estaba pasando por un gran sufrimiento y sus rabietas eran a causa de ello.

Luego de que ella despertara la ayudé a escoger la ropa que se pondría luego ella entró al baño y se cambió, después salimos un rato al jardín trasero y jugamos con sus muñecas, cuando terminó me dijo:

-mami Fe, podemos pintar un poco.

yo acaricie su cabeza le sonreí y luego le dije:

- Claro que podemos, ¿qué te gustaría pintar?

ella me miró y sonrió radiantemente luego me dijo:

- un perrito en un bonito jardín con girasoles.

- Está bien entonces organicemos tus muñecas y jugetes y vamos por tus colores para que puedas pintar.

- mami Fe, podríamos hacerlo en la sala de pintura quiero pintar en un lienzo y dártelo como regalo.

- está bien, pero primero organicemos tus juguetes.

-está bien mami Fe.

ya con los juguetes en nuestras manos la miré y le pregunté:

-Hedone, me gustaría saber por qué me dices mami Fe.

- porque a pesar de que tú no eres la mami que me trajo al mundo eres quien me quiere y juega conmigo no como él, que se fue y me dejó solita.

-gracias por explicármelo, me gusta mucho que me digas mami Fe.

- de verdad no te molesta?

-no, estoy feliz de que me digas así.

- Entonces te diré de ahora en adelante mami Fe.

-si está bien pequeña, será un honor para mí.

Luego subimos a la habitación de Hedone y allí dejamos los juguetes bien organizados, después nos dirigimos hacia la habitación donde estaban varias obras de arte y diferentes tipos de pinturas, en cuanto ella entró se sentó en una pequeña banca frente a un lienzo, luego lo midió y después se levantó nuevamente de la banca, fue hacia la estantería donde estaban las pinturas y llevó seis hacia la mesa que estaba cerca al lienzo, luego ya estando allí tomó uno de los pinceles y comenzó a pintar yo me quedé a un lado observando lo que estaba haciendo, al principio pensé que ella haría un dibujo simple, sin embargo, al pasar los minutos y luego las horas me di cuenta de que ella tenía un don innato, ella luego de 4 horas y media ya había hecho casi la mitad de la obra su dibujo iba tomando forma y se veía realmente hermoso parecía una pintura hecha por un profesional, en ese momento estaba por caer la noche, Hedone tenia hambre y yo tambien, asi que baje a la cocina y le dije a una de las empleadas:

-podria por favor llevar la cena de Hedone y la mia a la sala de pinturas.

-si señor, en un momento les llevo la cena.

-gracias.

Luego de solicitar la xena regrese a aquella habitación, en cuanto entre vi que Hedone seguia pintando, luego de 15 minutos, llego la cena, ambos comimos y luego de terminar ella siguio con su trabajo.

Luego de 6 horas y media Hedone finalmente terminó su pintura y en cuanto la vi quedé realmente impactado porque jamás pensé que una niña tan pequeña pudiese hacer tal obra de arte, así que luego de verla le agradecí y le dije:

- tu pintura es la obra de arte más hermosa que he visto, gracias por hacerla.

- no tienes que agradecer mami Fe, lo hice porque quería regalarte algo bonito.

-me encanta tu regalo, es realmente hermoso, en cuanto se seque lo pondré en la pared tras la cama, para verla cada vez que entre a la habitación.

-¿de verdad te gusto tanto, mami Fe?

-sí, es muy, muy bonita.

Ella sonrio, se puso en puntitas para abrazarme, en cuanto lo logro dijo:

-estoy feliz, muy feliz.

Yo le sonreí luego le tomé la mano y le dije:

- Bueno mi pequeña y hermosa niña es hora de ir a dormir así que vamos a tu recámara para que te cepilles los dientes te cambies de ropa y te vayas a dormir.

- Está bien mami Fe.

La llevé a su habitación La acompañé y vigile que se cepillara bien los dientes luego salí del baño la dejé que se cambiara y después de que salió le conté un cuento para que se durmiera, en cuanto quedó profundamente dormida intenté no hacer tanto ruido para salir de la habitación, luego cuando finalmente lo logré cerré la puerta con cuidado y me dirigí hacia mi habitación, pero en el pasillo me encontré con la persona que menos quería ver.