Tronos Y Guerra: El Aniversario De Las Cuatro Tierras

Al día siguiente, la luz del amanecer se filtraba por las ventanas del campamento, bañando la pequeña habitación de Nora con un resplandor suave. Los sonidos de la base comenzaban a despertarse, con pasos apresurados, órdenes gritando a lo lejos y el inconfundible murmullo de los rebeldes organizándose para un nuevo día de resistencia. Pero para Nora, el mundo parecía estar suspendido en una pesada bruma de preocupación. Aunque se sentía un poco más calmada que el día anterior, el temor y la ansiedad seguían anidando en su pecho. Sabía que Nolan había sido seleccionado para el torneo, y la idea de perder a su amigo más cercano la atormentaba.

Durante todo el día, Nora se mantuvo ocupada con sus tareas, tratando de distraer su mente, pero sus pensamientos siempre regresaban a lo mismo: las peligrosas pruebas que Nolan enfrentaría. Sabía que las posibilidades de salir vivo de aquel torneo eran escasas, y la idea la llenaba de impotencia. "No debería ir", pensaba una y otra vez, "No deberían obligarlo a hacer esto".

Más tarde, ese mismo día, Nora fue interrumpida por una llamada urgente. Sora, la líder de la rebelión, la había mandado llamar. Cuando Nora llegó a la sala de reuniones, encontró a Sora esperando, con los brazos cruzados y una expresión severa en el rostro.

--Nora, mírame-- dijo Sora con voz firme, mientras se acercaba para quedar frente a ella. --Tienes que despedirte de Nolan. Pronto se irá para entrenar con los demás seleccionados.--

Las palabras golpearon a Nora con fuerza, aunque había estado esperando que esto sucediera. Intentó mantener la calma, pero la frustración y el dolor comenzaron a abrirse paso en su interior.

--¿Y por qué debería despedirme?-- replicó con dureza. --No deberían enviar a nadie a ese torneo. Es solo una forma de los Padres de la Patria de seguir manteniendo el control. ¿Por qué Nolan tiene que ser el peón en su juego?--

Sora frunció el ceño, manteniendo su compostura firme.

--Porque este torneo no es como los anteriores, Nora. Han adelantado la competición un año y medio por el centenario del evento, o al menos, esa es la excusa oficial. En realidad, lo hacen porque saben que la rebelión está ganando fuerza. Quieren aplastarnos antes de que podamos causar un verdadero cambio.--

Nora sintió un nudo en el estómago. Era consciente de que la situación era complicada, pero no podía aceptar que sus seres queridos fueran sacrificados por decisiones políticas.

--¿Y qué tiene eso que ver conmigo?-- replicó, cruzándose de brazos. --No deberían arrastrar a Nolan a esto. ¡Ni a él ni a nadie! No quiero despedirme de él como si fuera una sentencia de muerte.--

Sora la miró con una mezcla de impaciencia y compasión.

--Nora, tienes que entender algo-- dijo con un tono más duro. --Eres la esperanza de la rebelión. No puedes comportarte como una niña egoísta en este momento. Todos te ven como un símbolo de resistencia. Necesitamos que actúes con la madurez y la valentía que se espera de ti.--

Nora sintió que un calor furioso subía por su pecho.

--¿Y me han preguntado alguna vez si quiero ser la esperanza de la rebelión?-- dijo con voz temblorosa, dando un paso hacia Sora. --Solo fue un arrebato. Ese día en que enfrenté a los Padres de la Patria, lo hice porque estaba enfadada, no porque quisiera ser un ícono. Eso no debería significar que ahora tengan derecho a decidir por mí. ¡Y mucho menos a sacrificar vidas inocentes!--

Sora suspiró y negó con la cabeza, dando un paso atrás.

--Ya basta, Nora. Deja de hacerte la víctima-- le espetó con severidad. --Eres parte de la rebelión y, te guste o no, las personas te ven como un símbolo de esperanza. Ya no puedes permitirte estos arrebatos infantiles. Actúa como la mujer que realmente eres, no como una niña caprichosa.--

Nora sintió como si le hubieran abofeteado. La furia y la impotencia se mezclaban en su interior, pero debajo de todo eso, un profundo dolor se asentaba en su corazón. Levantó la barbilla, sus ojos se encontraron con los de Sora, brillando con lágrimas contenidas.

--No quiero...-- respondió con voz entrecortada. --Si soy la esperanza de la rebelión, entonces haré lo que se me dé la gana.--

El silencio se instaló en la habitación por unos segundos. Sora, exasperada, hizo un gesto de cansancio y caminó hacia la puerta. Al abrirla, dejó ver a Nolan, quien había estado esperando afuera. Él entró lentamente, con los hombros tensos y una expresión de preocupación.

--Nora...-- comenzó Nolan, dudando en sus palabras. --Sé que estás enfadada conmigo. Pero quiero que entiendas, si no voy, los Padres de la Patria no solo castigarán a Altum. Podrían acabar con toda la rebelión. Y no quiero que eso ocurra.--

Nora apartó la mirada, negándose a mirarlo a los ojos. Sentía una mezcla de tristeza y enojo, pero sobre todo, la desgarradora sensación de que algo terrible estaba por suceder.

--Te prometo que volveré-- continuó Nolan, su voz temblando ligeramente. --Para estar juntos tú y yo. Somos mejores amigos desde que éramos niños, pero... tú me gustas, Nora. Siempre me has gustado. Cuando termine esta guerra, si logro sobrevivir, podríamos volver a Altum... y quizás, si quieres, podríamos... no sé, tener una familia... vivir en la casa que me dejaron mis padres...--

Nora sintió un nudo en la garganta. Había tantas cosas que quería decirle, pero las palabras no salían. Sabía que él necesitaba oír algo de ella en ese momento, algo que le diera esperanza, pero se sentía paralizada. La impotencia la consumía.

Nolan, interpretando el silencio como rechazo, dio un paso atrás, su expresión cambiando a dolor y resignación.

--Lo sabía...-- murmuró, sus manos cerrándose en puños. --Siempre supe que no sentías lo mismo. Supongo que te enamoraste de Marcus, ¿verdad? Tu amigo... el que murió. Está bien, no importa. Si muero en el torneo, tal vez sea lo mejor. No tengo a nadie a quien perder... y nadie que realmente me espere de vuelta.--

Sin esperar respuesta, se dio la vuelta y salió de la habitación con pasos pesados. El sonido de sus botas resonando en el pasillo fue como un eco en el corazón de Nora, quien finalmente dejó escapar un sollozo que había estado conteniendo.

Eli, que había estado observando desde la distancia, vio a Nolan marcharse con el rostro endurecido y se apresuró a entrar en la habitación.

--¿Qué pasó?-- preguntó con un tono de preocupación, aunque trató de suavizar la tensión con una sonrisa. --¿Por qué parece que se han peleado otra vez?--

Sora, que aún estaba cerca de la puerta, lanzó un suspiro de exasperación.

--Tu hermana actúa como una niña, Eli-- dijo, su tono lleno de frustración. --Nora no entiende la importancia de lo que está en juego. Está enfadada con el mundo, y mientras siga en este estado de negación, pondrá en riesgo todo por lo que hemos luchado. Incluso la vida de Nolan.--

Eli miró a Sora y luego a su hermana, que estaba sentada en la silla, mirando por la ventana con el rostro pálido.

--Entiende que ella lleva un peso enorme sobre sus hombros-- dijo Eli con calma, tocando el hombro de Sora. --No es fácil ser la inspiración de miles de personas. Ella no pidió esto.--

Sora frunció el ceño, aunque su expresión se suavizó un poco.

--Tal vez tengas razón. Pero si no logra encontrar la fuerza para aceptar su papel, no podremos seguir adelante con la rebelión. Y eso significará la muerte de muchos, incluida la de Nolan.--

Dicho esto, Sora salió de la habitación, dejando a Eli con Nora. Él se acercó a su hermana y se sentó junto a ella en la silla, mirándola con una mezcla de preocupación y ternura.

--¿Sabes lo orgulloso que estoy de ti?-- dijo Eli, acariciando suavemente su cabello.

Nora apartó la mirada, sintiéndose vulnerable.

--Sí, lo sé... me lo has dicho muchas veces-- murmuró, con la voz apagada.

Eli le sonrió con tristeza.

--¿Sabes? Cuando Marcos me nombró segundo al mando, me sentí completamente abrumado. Me dijo que para avanzar, tenía que sacrificar cosas importantes... y pensé que estaba loco-- confesó, mirando hacia el techo como si recordara esos días con melancolía.

--¿Por qué te puso triste?-- preguntó Nora, girando la cabeza para mirarlo.

--Porque significaba abandonar todo lo que conocía y amaba... a mamá, a papá, y a ti. Fue difícil al principio, y por un momento quería renunciar a todo y irme de vuelta a casa, pero no lo hice porque sabía que todas las personas merecían ser felices incluso si eso dañaba la mía-- dijo en tono bajo

--No sé que quiero caer, Eli, estoy desesperada por esto-- dijo Nora

--Intenta no ser muy rebelde Nora, actúa como la esperanza de la rebelión por favor sé que es mucho pedir, pero es lo que necesitamos en este momento-- dijo Eli

--Si, lo haré, solo dame hoy.

--Toma-- Eli saco un carta de su bolsillo -- Nolan sabia que no iba a querer hablar con el así que te dejo esto--