ENTRE LAS SOMBRAS

MARATÓN 3/3

MELODY

La velada había sido espectacular, Dom me invitó a su casa -que por cierto era lindísima- había aceptado que no conociéramos aunque dentro de mi había muchas dudas, él no me conocía en lo absoluto y tener que lidiar con contarle mis asuntos a otra persona ciertamente me abrumaba.

Él parecía buena persona por lo que acepte comenzar a conocerlo y sé que quizá es porque realmente me interesaba él, era tan misterioso.

Decidí que era tiempo de ir a casa en el momento de ver qué eran casi la una de la mañana, a mi madre nunca le importó la hora en la que llegaba pero a mí sí me importaba, estaba cansada y los tacones me comenzaban a molestar.

Dom decidió acompañarme, y fue ahí cuando me percaté de que tenía muchas personas a su alrededor, como si lo cuidarán, me atreví a preguntarle y solo me dijo que era por su trabajo. Recordé que mi madre me dijo que tuviera cuidado pero bueno, ella nunca tenía razón en algo, así que lo deje pasar. Seguro era empresario o algo así.

El corazón se me partió a la mitad cuando llegamos a casa y me encontré con el desastre en su mayor esplendor, todo estaba peor como la última vez que había encontrado la casa destrozada, está vez la puerta estaba quebrada y no quedaba nada más de mi casa. Se llevaron casi todo y lo que no se llevaron, lo destrozaron.

Dom, que estaba a mi lado tuvo una reacción alarmante.

—Tranquila, lo solucionaré.

Tomo su celular y rápidamente hizo una llamada. Parecía enfurecido.

—Investiga que sucedió aquí... ¡Te digo que investigues, quiero saber si fueron esos cabrones!... si, me la llevaré de aquí. —Y colgó.

Me miró atentamente y cuando lo hizo yo ya lloraba a mares, era mi casa, por más desastrosa que fuera, era mía, me había costado cada dólar que estaba ahí. Derrepente todo lo que logré tener en algunos años se fue a la basura. Mi madre no se veía por ningún lado.

—Melly, no puedes quedarte aquí. —Me dijo suavemente mientras se acercaba.

—¡Mi madre, mi casa, ya no hay nada! —Solloce.

—Tranquila, yo lo voy a solucionar solo necesito que confíes en mí. —Me tomo de ambos brazos y me atrajo hacia él para darme un cálido abrazo, yo sollozaba en su pecho. —Sé que nos conocemos muy poco, en realidad casi nada pero te pido que confíes en mí.

Me separé de él y asentí, en ese momento era el único apoyo que tenía y lo agradecía.

—Solo-solo quiero ver qué quedó en mi habitación. —Dije más calmada.

—Claro, te acompañaré. —Miro hacia atrás de él al hombre que estaba ahí. —Revisen el perímetro y quiero a cuatro hombres cuidando aquí.

El hombre asintió y comenzó a hablar por un radio mientras se alejaba de mí. Camine hacia mi habitación y al abrir la puerta todo estaba igual que en la sala de estar, mi cama volteada, mi armario saqueado y las flores que me había regalado Dom estaban tiradas en el suelo, solloce.

Fui directamente al cajón en dónde tenía lo más preciado para mí con la esperanza de que aún estuviese ahí: Mi álbum de fotos. Ahí tenía todos los recuerdos de mi niñez, cuando mamá aún estaba sobria y papá vivía. Mis momentos más felices. Lo tomé y otra lágrima rodó por mi mejilla, sorbí mi nariz y miré a Dom quien tomo el álbum mientras buscaba el dinero que guardé y para mi mala suerte tampoco estaba, ahora sí ya no tenía nada.

—Estaras unos días en mi casa, toma lo que puedas. —Me dijo.

—Casi no nos conocemos. —Le dije.

—¿Recuerdas que te dije que confiaras en mi? —Asentí. —Bien pues es el momento, yo investigare que sucedió aquí y traeré a tu madre de vuelta.

Él me ayudará, solo él puede hacerlo en este momento.

Tomé la poca de ropa que estaba en buen estado, mi maquillaje y el álbum y puse todo en una pequeña maleta que llevaba al bar, Dom la tomo y después me tomo la mano para salir del departamento.

Dios, ¿cuándo volveré?

Al llegar a la casa de Dom él me dirigió a una habitación de invitados que puedo jurar que era más grande que toda mi casa, estando en un lugar tan bonito y lujoso me seguía sintiendo triste, vacía.

—Dormirás aquí, mi habitación está en la puerta de enfrente y puedes llamarme a la hora que prefieras. —Me dijo.

—Gracias por hacer esto por mi, de verdad. —Le dije mientras lo miraba hacia arriba, pues él era mucho más alto que yo.

Hizo algo que jamás imaginé, se inclinó y besó suavemente mi frente, cerré los ojos pues realmente disfrute su contacto. Me inclinó hacia su pecho y me envolvió en un dulce abrazo.

—No te agradecí por las flores y el vestido. —Le dije mientras escuchaba el latido de su corazón.

—No tienes que agradecer. —Me murmuró.

—De igual manera, gracias. —Despegué mi cara de su pecho y lo miré atentamente, él también lo hizo.

Poco a poco nos fuimos acercando hasta que nuestros labios hicieron contacto, fue un beso lento y apasionado, el movimiento de nuestros labios era como una dulce danza, no había prisa de nada y apuesto que él estaba disfrutándolo tanto como yo. Cuando nos separamos los dos estábamos agitados, él me sonrió y yo a él.

Rápidamente nuestros labios volvieron a chocar pero está vez era un beso apasionado, me tomo delicadamente del cuello y me atrajo más asimismo, pude sentir su miembro en mi estómago y suspiré pesadamente, su mano bajo de mi nuca, paso por mi hombro y después por mi brazo para terminar posándose en mi cintura, su otra mano si permaneció en mi nuca. Ambos nos removimos lentamente apreciando el contacto que ambos teníamos en ese momento. Suspiró pesadamente contra mis labios y pude ver qué ya estaban un poco inflamados por los besos, puse mis pies en punta para alcanzarlo y volvimos a besarnos.

Me dirigió hasta la cama en dónde quede recostada y el encima de mi, subió una rodilla a la altura de mis piernas y la otra por el medio, ambas manos se posicionaron en mis mejillas aún mojadas por las lágrimas.

—Dios, eres hermosa Melody. —Murmuro contra mis labios. —¿Qué me estás haciendo?

No respondí, pero dirigí mis manos a su camisa con botones y comencé a desabrocharlos, una vez ya la camisa estaba abierta tuve el panorama de su pecho, algunos vellos color carbón y un físico marcado pero no exagerado, pase mi mano por esa zona hasta llegar a su espalda.

Terminamos el beso y ambos nos vimos a la cara, estábamos jadeando y mientras nos recuperábamos nadie decía nada. Derrepente el se levantó de la cama y me tendió una mano para ayudarme a ponerme de pie. Me descoloqué totalmente.

¿Qué demonios me pasa? Lo conozco hace unos dias... ¡Melody, tienes que calmarte!

—No podemos hacer esto ahorita que estás un poco desanimada. —Dijo jalándome hacia él, sentí su aliento en mi cara. —Quiero hacerlo Melly, de verdad.

—Yo...

—Intenta dormir, espero que en unos días tengamos noticias sobre tu madre.

Asentí y él se marchó, dejándome sola en esa gran habitación. Sin darme alguna otra explicación.

Por instinto toque mis labios los cuales aún estaban inflamados y palpitaban.

DOMINIC

Cuando salí de la habitación estaba descolocado, la besé y está vez ella estaba sobria, ¿por qué no le insinué que la quería en mi cama? ¡Porque claro que la quería ahí, me moría de ganas!

Ella me está cambiando, no sé que me sucede y tampoco sé si sea bueno.

—¿Qué te pasa? —Me dijo Colin cuando me vio bajar por las escaleras, le hice mala cara.

—¿Qué haces aquí?

—Ah, un idiota interrumpió el sexo más interesante que he tenido con Rose. —Dijo obvio. —Porqué a su noviecita le destrozaron la casa, toda una dama en apuros.

Sin pensarlo lo tome del cuello de la camisa y lo acorrale en la primera pared que ví, él levanto las manos en seña de rendición.

—No vuelvas a referirte a Melody con ese tono, ¿me oyes?

—Tranquilo, hermano. —Lo solté bruscamente y él se acomodó la ropa. —¿Así que se llama Melody? Curioso.

Colin rasco levemente su barba de unos días e hizo una mueca, fruncí el ceño.

—¿Qué carajos es curioso, Colin?

—Que la única hija de Kitty también se llama Melody, ah y Kitty no es Kitty, es Cristina.

Nota

¡Capítulo nuevo hasta el lunes!

Si termino de editar alguno el fin de semana quizá los sorprendo con alguno, mientras tanto...

Cuéntenme, ¿Qué les está pareciendo está historia?

Se vienen cosas fuertísimas, van a llorar y quizá me van a odiar poquito:( Pero son necesarias para la trama.