Las Crónicas De Salem

A medida que la noticia de la conspiración detrás de los juicios de brujas de Salem se extendía, Emma, Lucas, Nathaniel y el Profesor Carter se convirtieron en figuras prominentes en la comunidad histórica y académica. Sin embargo, con la atención también vinieron los desafíos y los peligros.

Una mañana, mientras Emma revisaba su correo electrónico, encontró un mensaje inquietante.

—Chicos, debemos reunirnos de inmediato —dijo, llamando a Lucas y Nathaniel—. He recibido un correo electrónico amenazante. Parece que no todos están contentos con nuestras revelaciones.

Lucas y Nathaniel llegaron a la mansión Hathorne poco después. Emma les mostró el correo electrónico, que advertía sobre las consecuencias de seguir investigando.

—Esto es preocupante —dijo Lucas, frunciendo el ceño—. Parece que hay personas que están dispuestas a cualquier cosa para detenernos.

Nathaniel asintió, su expresión seria.

—No podemos permitir que nos intimiden. La verdad debe ser protegida, cueste lo que cueste.

Decidieron aumentar la seguridad en sus hogares y estar más atentos a su entorno. Pero también sabían que no podían detener su investigación.

Esa tarde, mientras trabajaban en su próximo proyecto, recibieron una visita inesperada. Era el Dr. Richard Collins, quien lucía preocupado.

—Chicos, necesito hablar con ustedes. He recibido información sobre posibles represalias en su contra.

Emma y Lucas intercambiaron miradas preocupadas.

—¿Qué tipo de represalias? —preguntó Nathaniel, con ansiedad.

El Dr. Collins suspiró, eligiendo sus palabras con cuidado.

—Hay rumores de que algunos miembros de la comunidad están planeando desacreditar su investigación. Parece que están dispuestos a ir muy lejos para proteger sus intereses.

Emma apretó los puños, sintiendo una mezcla de indignación y determinación.

—No dejaremos que eso suceda. Nuestra investigación está respaldada por pruebas irrefutables.

El Dr. Collins asintió, reconociendo su valentía.

—Lo sé, pero debemos ser cautelosos. La verdad a menudo enfrenta resistencia, pero es nuestro deber protegerla.

Decidieron redoblar sus esfuerzos y continuar con su investigación, a pesar de las amenazas y los desafíos. Pero también sabían que necesitaban ser más cautelosos que nunca.

Días después, mientras revisaban los documentos en la biblioteca, Emma notó a un hombre sospechoso observándolos desde la distancia. Su instinto le dijo que algo no estaba bien.

—Chicos, ¿han visto a ese hombre antes? —preguntó, señalando discretamente al hombre.

Lucas y Nathaniel intercambiaron miradas preocupadas antes de examinar al hombre.

—No, nunca lo he visto antes —dijo Lucas, su voz baja—. Deberíamos irnos de aquí.

Cuando se levantaron para irse, el hombre los siguió fuera de la biblioteca. Emma sintió un escalofrío recorrer su espalda.

—Deberíamos llamar a la policía —dijo Nathaniel, su voz temblorosa.

Lucas asintió, sacando su teléfono mientras mantenía un ojo en el hombre.

Antes de que pudieran hacer la llamada, el hombre se les acercó, su rostro lleno de furia.

—Ustedes son los responsables de difamar el buen nombre de nuestros ancestros —dijo, señalándolos con el dedo—. ¡Deberían avergonzarse de sí mismos!

Emma sintió el miedo retorciéndose en su estómago, pero se mantuvo firme.

—No estamos difamando a nadie. Solo estamos revelando la verdad.

El hombre se acercó más, su mirada llena de odio.

—La verdad no importa. Lo que importa es proteger nuestra historia y nuestra reputación. Y si tienen algún sentido común, dejarán de investigar antes de que alguien salga lastimado.

Antes de que pudieran responder, el hombre se dio la vuelta y se marchó. Emma, Lucas y Nathaniel se miraron entre sí, conmocionados por el encuentro.

—Debemos informar a la policía de inmediato —dijo Lucas, su voz temblorosa—. No podemos permitir que nos amenacen de esta manera.

Emma asintió, sintiendo una mezcla de miedo y determinación.

—Tienes razón. No dejaremos que esto nos detenga. Continuaremos con nuestra investigación, cueste lo que cueste.

Con esa promesa, Emma, Lucas y Nathaniel se prepararon para enfrentar los desafíos futuros, sabiendo que la lucha por la verdad y la justicia nunca es fácil, pero también sabiendo que estaban en el lado correcto de la historia.