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El Fin Justifica Los Medios

El Fin Justifica Los Medios

Status: En proceso
Genre:Romance / Arrogante / Amor-odio / Duque
Popularitas:26.3k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Arane

Lisel, la perspicaz hija del Marqués Luton, enfrenta una encrucijada de vida o muerte tras el súbito coma de su padre. En medio de la vorágine, su madrastra, cuyas ambiciones desmedidas la empujan a usurpar el poder, trama despiadadamente contra ella. En un giro alarmante, Lisel se entera de un complot para casarla con el Príncipe Heredero de Castelar, un hombre cuya oscura fama lo precede por haber asesinado a sus anteriores amantes.

Desesperada, Lisel escapa a los sombríos suburbios de la ciudad, hasta el notorio Callejón del Hambre, un santuario de excesos y libertad. Allí, en un acto de audacia, se entrega a una noche de abandono con un enigmático desconocido, un hombre cuya frialdad solo es superada por su arrogancia. Lo que Lisel cree un encuentro efímero y sin ataduras se convierte en algo más cuando él reaparece, amenazando con descarrilar sus cuidadosos planes.

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Capítulo 5. Whitestone

A la mañana siguiente, Lisel se levantó y, como era habitual, se dirigió al comedor para desayunar con Margaret. Para su sorpresa, su medio hermano Carlier también estaba presente, lo cual era inusual.

La atmósfera era tensa, aún resonando con los ecos del incidente en el baile de la noche anterior.

—Lamento no haber podido acompañarte anoche, Lisel —comentó Carlier con un tono que, aunque intentaba ser compasivo, destilaba una hostilidad apenas disimulada.

Lisel, manteniendo la compostura, simplemente asintió, consciente de la dualidad en las palabras de su hermano.

Fue entonces cuando Margaret interrumpió con una noticia.

—El Rey ha convocado una asamblea de las cuatro grandes familias —anunció con un tono que sugería la importancia del evento. —Debemos asistir.

La reunión se había convocado debido al fallecimiento reciente del duque del norte, viudo de la hermana del rey.

El sobrino del rey, hijo de la hermana del rey, ya fallecida, y del ahora también fallecido duque del norte, había sido nombrado nuevo titular del ducado.

Esto era inusual, ya que rara vez el sobrino del rey visitaba la capital. Y cuando lo hacía, porque las circunstancias eran imperativas, se negaba a participar en cualquier acto o celebración.

Ante tal eventualidad de la aceptación del recién proclamado duque del norte, el rey había decidido organizar una cena para presentarle formalmente a la alta sociedad y nobleza del reino. Una ocasión perfecta para que la corte conociera en persona al nuevo duque.

Al escuchar esto, Lisel reflexionó sobre el territorio del norte.

El norte, un territorio de orgullosa independencia y firmeza, se había unido al Reino de Castella hacía dos siglos. Tras una sangrienta guerra por mantener su independencia que se prolongó durante 50 años.

Los norteños eran conocidos por su dureza y fortaleza. Anhelaron siempre su propio poder e independencia. Para mitigar este hecho, el entonces Rey de Castella casó a su hija con el Duque del Norte.

Y ahora el título había pasado recientemente a manos de su hijo.

Un hombre, vástago de la hermana del rey, fallecida hace diez años, era proclamado duque tras la muerte de su padre. La fusión del dominio nórdico con la sangre real que corría por sus venas le confería, sin lugar a dudas, una posición de indiscutible poder.

Pero para Lisel, este territorio representaba mucho más que una mera zona estratégica y un pilar fundamental del reino.

Era lugar de sus únicos recuerdos felices en la infancia.

Su madre, Isabela Irell, era nativa de un pequeño pero significativo condado conocido como Whitestone, un enclave dentro de los amplios dominios del ducado norteño.

Aunque Whitestone solo ostentaba un modesto castillo y tierras escarpadas, su verdadero valor residía en sus minas de diamante blanco, únicas en su especie. Estos diamantes habían catapultado a la familia materna de Lisel a una posición de envidiable prestigio y riqueza.

Rodeado por montañas perpetuamente cubiertas de nieve, el territorio del norte mantenía su carácter único incluso en verano. Aunque el clima se suavizaba, la nieve nunca se derretía por completo, preservando su presencia blanca y pura.

La madre de Lisel había sido llevada a la capital para un matrimonio arreglado con el Marques Luton. Al mismo tiempo que la hermana del Rey se había unido en matrimonio con el Duque Bertram del Norte.

Esta había sido una jugada política calculada. Destinada a mantener el norte bajo control, ofreciendo a la vez una ilusión de autonomía al enlazar a la realeza con estos territorios.

En sus primeros cuatro años de vida, Lisel visitaba Whitestone en verano con su madre, aprovechando las temperaturas más benignas.

Esos fríos veranos continuaron hasta la temprana muerte de su madre.

Aunque sus recuerdos eran borrosos, marcados por la brevedad de su infancia, algo en la esencia de Whitestone evocaba en su corazón un eco de felicidad y serenidad. Un dulce contraste con las sombras de la vida en Castelar.

El incómodo desayuno familiar terminó y las horas pasaron rápidamente hasta que llegó la hora de partir hacia el palacio real para la cena de las cuatro grandes familias.

Lisel, con su cabello castaño claro con reflejos rubios delicadamente recogido, lucía un vestido de seda azul pálido que realzaba el verde vibrante de sus ojos. El vestido, adornado con bordados de plata, era una obra de arte en sí mismo. Reflejando tanto su elegancia innata como su discreta belleza.

Margaret, en contraste, eligió un vestido de terciopelo verde oscuro que brillaba con incrustaciones de gemas rosadas, cada una reflejando su poder y estatus.

Carlier, fiel a su carácter meticuloso, llevaba un traje formal marrón oscuro. En perfecta armonía con sus ojos marrones y su cabello del mismo tono. Realzado con bordados dorados que enfatizaban su posición y aspiraciones.

En el camino al palacio real, Lisel internamente lamentaba la pronta vuelta a ese lugar que tanto desagrado le causaba. Había pensado que, después del baile anual, dispondría de más tiempo antes de enfrentarse nuevamente a la realeza y sus intrincadas redes de poder.

Al llegar al majestuoso salón, donde se celebraría la cena, la opulencia del entorno era abrumadora. Las grandes lámparas de araña destellaban, proyectando un resplandor dorado sobre la vasta extensión de mesas elegantes y los nobles que ya comenzaban a tomar sus asientos.

Lisel se sentía incómoda bajo las miradas del príncipe heredero y de su medio hermano.

Ambos la observaban con una mezcla de interés y cálculo, haciéndola sentir como si estuviera al borde de un precipicio, donde cualquier paso en falso la haría precipitarse al vacío.

En el ambiente se percibía una sensación de expectación. Todos los presentes estaban impacientes por la llegada del duque del norte. Un hombre casi mítico por su infrecuente aparición en la capital.

Cada noble en la sala, ataviado con sus mejores galas, aguardaba con impaciencia la llegada del duque.

Él era más una leyenda que una figura cotidiana en Castelar. Se había ganado un prestigio heroico por sus numerosas victorias en las tierras fronterizas.

Era conocido por su valentía y astucia en batalla, habiendo defendido con éxito el Reino de Castella contra las incursiones de bárbaros que amenazaban con cruzar ese único tramo de tierra norteño que separaba el país del extranjero.

Los susurros y comentarios entre los asistentes no eran solo sobre su llegada inminente, sino también sobre sus hazañas y el aura de misterio que lo rodeaba. Había quienes admiraban su destreza militar y otros que especulaban sobre sus motivaciones y lealtades.

En medio de este torbellino de expectativas y rumores, Lisel se encontraba inmersa en sus propios pensamientos, reflexionando sobre la figura del duque. Un hombre que había logrado lo que muchos nobles solo podían soñar: ser respetado y temido a partes iguales.

Su presencia en la corte no era solo una formalidad. Representaba un cambio en el delicado equilibrio de poder y alianzas que definía la política de la alta sociedad en Castelar.

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JERITSABELA
Margaret es una Putibruja
JERITSABELA
Llore con este capítulo 😢
JERITSABELA
Demasiado bueno todo como lo gas venido desarrollando. Para que queremos leer más de lo mismo... Cuando en esta historia podemos tener romance pasión complicidad misterio terror sangre intriga venganza amistad lealtad y pare de contar. SIGUE COMO VAS ESCRITORA QUE VAS BIEN 👍 y gracias
JERITSABELA
Siento pena por Lisel pero se que es u a estrategia del Duque
DMGA
Cuando caiga esa p$rr$ quiero que sea a lo grande. Ni para ser madre sirve la sucia de Margaret.
José Blanco Suárez
Me encanta,mucha intriga 😊
Betzy Moises
Excelente
Gladys Zapata
mmmm alguien está en problemas
Gladys Zapata
uyyy ésto se va a poner bueno cuando Alaric se entere de la verdad
Conxi Js
Se podía sentir el dolor de los latigazos y la calidez como Alaric la cuida...solo espero que Margaret acabe en el infierno por lo que le ha hecho a la pobre Lisel 😓 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Conxi Js: /Heart//Rose/
Conxi Js: /Rose//Gift//Good//Heart/
total 2 replies
Marsi
Ya no más dolor para ella.
DMGA
Espléndido, vulnerable, reconfortable y muy emotivo (aplausos 👏🏻👏🏻).
Hay mucho romance entre líneas, no se lo han dicho abiertamente pero él se lo demuestra.
Adoré este capítulo, lloré y me transporte a esa habitación.
Gracias 🫂
DMGA
🤦🏻‍♀️
DMGA
déjate cuidar cariño, por favor
DMGA
cómo le dijo Missandei a la Khaleesi: Dracarys. Que malo TODO 😡🔥
DMGA
Que bello, se siente culpable.
DMGA
😭😫
DMGA
Estoy tan sensible, lloro por Lisel, lloro por ese abrazo que mi precioso Duque le quiere dar y no puede.
DMGA
Lo adoro
DMGA
Dios, estoy segura de que se muere por abrazarla pero al mismo tiempo debe estar fuerte para ella.
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