La Venganza Perfecta

La palabra “demasiado” quedaba muy grande a lo que  estaba cargando y lo que  habia pasado en estos seis días. El viaje a Nueva York habia resultado de manera muy positiva. Mi información y la que habia obtenido era  muy similar, por lo que en cuanto presentara esto y nos dieran luz verde los arreglos  y  la renovaciones se harían inmediato.

En  todo este  tiempo Marcus estuvo a mi lado a un casi cien por ciento. Ayudo  en mi trabajo, hizo el suyo  además de que me dejo  trabajar con mucha mas tranquilidad en el informe de Kate y la  verdad no sabia como agradecerle por el apoyo.

En estos días todo habia estado fluyendo tan tranquilamente entre los dos. Marcus habia estado yendo a mi oficina  y ambos habíamos estado trabajando juntos y también de conocernos, bastante, ¿Saben?

No estábamos necesitando citas para conocernos. En estos días que hemos estado trabajando juntos ambos hemos hablado de nosotros, sobre nosotros y la verdad no he necesitado de nada mas.

Papa siempre nos habia dicho a Kate y a mi que la persona que estuviera a nuestro lado fuera quien vería por nosotras, que nos cuidara y mas que el  apellido y lo que nos fuera a ofrecer, que fuera un hombre que  nos amara, nos respetara y que nos comprendería; mientras que mama siempre recalcaba una y otra vez que el hombre tenia que superar sus expectativas. Y con esto que ha pasado entre Marcus y yo, sin la necesidad de una cena en un restaurante, salir a pasear he descubierto cosas tan increíbles de el; mucho mas que un simple hombre de negocios que ha sabido llevarlo completamente solo, y eso es muy admirable e increíble para el.

Ahora con el a mi lado mi mente se ha abierto un poco mas y mi miedo ha disminuido en todos los sentidos. Marcus es la persona que puede ver lo mejor en las personas, que te alienta a seguir adelante sin importar lo demás, ¿Saben?

Marcus, todos los días, me motiva a seguir trabajando. Con el, en tan poco tiempo, he podido demostrar mi potencial en esta empresa, para  mi. Me ha ayudado a  ver lo que puedo hacer y que lo que digan o juzguen no importa además, de que como hombre es paciente, comprensivo, atento, y son cualidades que un hombre casi no cuenta.

Y el me los estaba mostrando.

Olviden las salidas, los demás estereotipos que generalmente se ocupan para conocer a alguien. Ambos teníamos algo en común; y es que todo eso no  lo requeríamos y que preferiríamos quedarnos en un lugar pequeño, seguro a salir que  la prensa nos viera sabiendo el beneficio económico que esto podía traer. Pero ninguno de los dos éramos así.

Podía parecer extraño pero era lo bastante cómodo, perfecto.

Como hoy; que a pesar de que habia estado conmigo, con parte del trabajo de papa, su trabajo hizo lo posible ayudándome para que yo  no me viera tan presionada.  Aunque mañana ya partía a Chicago  Marcus ya  me habia ayudado bastante hoy pro lo que le rogué, casi implore, que se fuera a descansar y que yo podía irme  mañana al aeropuerto yo sola y que lo mantendría en contacto a todo momento porque este hombre era  bastante atento al grado de que su atención era solo para mi y podía dejar su bienestar a un lado como en estos días que Marcus, por su  rostro, habia ojeras en el mismo y su pelo perfectamente acomodado habia estado todo lo contrario en estos  días.

Por eso le pedí que descansara bien, que se desconectara mientras estuviera fuera y una vez  que regresara podríamos seguir con el trabajo además de que ya estaba bastante avanzado por lo  que no habría necesidad de ir  a  mi  oficina justo, como habia pasado, habia llegado sola a  casa, como ahora que me encontraba arreglando mi pequeño equipaje.

Revise mi teléfono, viendo la hora. Aun era algo temprano para la hora  que siempre llegaba a dormir por lo que  cerré mi maleta ya lista, la coloque a lado de mi tocador y me senté en mi cama. Pensando todo lo que estaba hecho y que de nuevo, justo ahora, los nervios estaban volviendo porque en mi  mente aun estaba la posibilidad  de James apareciera, por muy loco que fuera.

Lo se, a lo  mejor, parecía una maniática por imaginar esto en mi  cabeza pero no tenia porque descartarla.  Después de que supe que el me estaba vigilando, aunque no lo dijera, tenia  un poco de  miedo en saber si el estaba vigilándome, o alguien mas por el. Por eso estaba muy agradecida de que Marcus se hubiera acomodado a trabajar en mi oficina incluso tener las comidas ahí mismo porque  si esa persona que tomo nuestras fotos anduviera por ahí; seria  un error exponerlo.

Diablos… creo  que sin  duda estaba  creando una enorme nube  gris muy tonta en mi  cabeza. No podía pensar  tantas cosas porque podía colapsar. Tenia que pensar  tranquilamente y que solo seria un viaje  corto… Que aunque pensándolo bien hasta este momento no habia  tenido contacto con Kate. Ni siquiera sabia si  ella habia aceptado esto,  o si estaba de acuerdo con mi ayuda  que  mas bien papa fue el que  me la ofreció.

Me levante de mi cama, desbloquee mi teléfono hasta que ya me encontraba llamando a su contacto. Comencé a caminar por mi habitación, hasta que la llamada entro.

—¿Katy? — Kate sonó del otro  lado algo confusa  por mi llamada y era obvio, claro  que si—Hola, no esperaba tu llamada.

—Hola Kate. La verdad es que  no  pensaba  llamarte, pero tenia que hacerlo.

—Supongo  que sera por tu visita  a Chicago, ¿No? — no respondí nada además, ¿Qué podía decirle? — no te pongas nerviosa Katy. Se que  papa te pidió ayuda en mi nombre.  Lo sabia muy bien.

—¿No  estas molesta?

Kate se rio de  inmediato— ¡Por supuesto  que no Katy! Mira. Yo  se  que soy muy  individualista con mi trabajo, pero justo en  estos días me  he colapsado por  completo. Le dije a papa  que me  encontraba muy saturada,  por lo  que el me dijo que te pediría ayuda  aunque la  verdad no pensé que aceptarías por lo de mama.

Tome aire y exhale  para no sonar nerviosa. ¡Dios!  Hasta  con  ella me estaba poniendo así—Sabes  que no soy rencorosa Kate. Como le habia  dicho a papa  hay  aprender a separar lo  familiar de lo laboral.  Y  si tu necesitabas ayuda no  iba a  negarme a  eso.

—Yo lo se Katy.  Te vi crecer muy alto y  siempre has sido  muy noble con todos, por  eso  es que en estos días quise hablar contigo pero no me animaba. Que  bueno que aun así marcaste hermana.

—Esta bien. Entonces sabes  que mañana ya estoy por  ahí, ¿Verdad? —ya  un poco mas relajada me  senté de nuevo en mi cama.

—Si. Papa me aviso  en la mañana, así que no  te preocupes, eres bien recibida Katy. —No  podía negar  que me ponía  muy contenta  escucharla muy relajada. —Por cierto, ¿Dónde vas a quedarte? ¿Quieres que te recoja del aeropuerto?

—¡Katy! — casi le  grito por la línea— no te preocupes, ya tengo  reservación en un hotel, no te alteres.

—Pero no creo que sea  lo correcto Katy, de  verdad ¿No quieres quedarte aquí en mi departamento? no tendria problema  alguno.

—No Kate,  de verdad;  no te preocupes. Además no quiero invadir  tú espacio. Esto es rápido por lo que no quiero molestarte por mucho  tiempo.

—Bueno esta bien— exhalo por la línea —No te puedo obligar— me reí mientras caminaba al baño  y  ponía el teléfono en altavoz mientras comenzaba a lavarme mi cara. — Pero se me ocurre algo— deje solo un momento  de lavarme mi rostro, pero seguí— Hasta pasado mañana  es la junta por lo que, ¿No  te parecería bien que me explicaras el  informe en mi departamento? Mañana saldría  de allá como   las cinco  de la tarde  y llego como en 40 minutos máximo a mi casa, ¿Te parece bien?

—¿Estas  segura? No crees que es mejor en tu sede?

—¡Oh no! Mañana  desde las nueve tengo juntas en línea hasta que salga, por lo que es mejor en mi departamento, ¿Te parece bien?

—Bueno en ese caso,  esta bien— afirme y rápidamente me enjuague mi rostro. — ¿Te llamo en cuanto ya estés en tu casa Kate?

—¡No! Te voy a  pasar mi  dirección y  te voy a dar la clave de mi casa. No necesitas esperar  a que   te abra.  Mi casa es tu casa Katy.

—Muchas gracias Kate, de verdad.

—No gracias a ti Katy— me  seque mi rostro y tome  de nuevo mi teléfono, caminando  hasta mi cama— de  verdad que no he sido, en estos momentos, la mejor hermana  pero te agradezco  por todo. Como ahora; se que tu también tienes trabajo, mucho mas de lo que tenias antes. Aun así lograste hacer el informe y vas a viajar  para enseñármelo, y eso de verdad se  queda corto a un simple  gracias hermana.

“Hermana” Hacia mucho tiempo que no  me decía así. Siempre, frente a mis padres nos  llamábamos por nuestro nombre pero  solas nos decíamos así; hermanas. Pero fue hasta ahora que lo habia vuelto a nombrar.

—No hay  de que, de verdad. Eres  mi hermana y mientras pueda  apoyarte lo hare.

Kate sonrió al igual que yo. Realmente sentía que después de bastante tiempo nuestra relación de hermanas de nuevo estaba tomando  rumbo.

—Entonces—  Kate sonaba mucho mas animada— te paso mi dirección por mensaje. Si llegas antes puedes estar  en  confianza  en mi  casa, sin problema.

—De  acuerdo  Kate,  pero no  se  aun a  que hora saldría de aquí. Iba a comprarme el ticket pero papa se negó y me dijo que usara el jet solo que no se aun si me  voy por  la  mañana o después  del medio día. A lo mejor parto para allá después del medio día.

—¡Perfecto!  De todas maneras en cuanto llegues al aeropuerto me avisas y puedo ver  si me apuro con todo esto.

—Esta bien Kate. Tu calma, haz lo  tuyo. — me senté en mi  cama  y estire mis piernas. Hoy me estaban doliendo  mis plantas mas  de lo normal. —Entonces, ¿Nos vemos mañana?

—¡Si! Nos vemos mañana y de nuevo Katy, gracias por todo.

—No hay de que, nos  vemos mañana Kate, descansa.

—Descansa.

La línea  se corto. Deje mi teléfono y me metí entre  mis sabanas, descansando e intentando relajarme de todo. Esta llamada para mi habia  sido clave entre nosotras. Los días sin hablarnos habían sido suficiente para que al menos nuestra relación ya no se viera afectada…  Y era lo que esperaba que sucediera porque  si mi relación con ella fallaría sentiría que estuviera sola.

Porque  Kate era mi mayor figura a seguir, la amaba mucho y me dolería en el alma perderla.

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El  jet de la  familia me parecía  una exageración que existía en mi  familia. No  entendía por que  papa y  mama se  habían aferrado a  comprar algo que  costaba millones de  dólares, pero justo  ahora no lo veía así.

Mi familia habia estado en la lupa de las cámaras y de la prensa desde mucho tiempo y de verdad que hacer cosas tan sencillas, con un mundo rodeado al  que  nos  enfrentábamos, era la  sensación para la demás  gente, pero  justo ahora  le  daba las gracias por esto porque como se sabe en todos lados; la hija menor de la familia West Miller odiaba los focos de atención.

El jet me habia permitido tener  un viaje  tranquilo, dormir  un poco  mas ya que  habia decidido salir muy temprano a pesar de que iba a viajar mas tarde pero con todos estos días de mucho estrés  decidí adelantar mi viaje para descansar un poco mi mente  antes que, de  nuevo, volviera a  retomar lo del informe.

Justo  ahora me  encontraba en el taxi que  me estaba llevando a mi hotel. Eran las siete y  media de la mañana y la ciudad ya estaba con demasiada gente al igual que en Nevada pero aun  así me gustaba mas Nevada porque no era tanto el frio que justo ahora me estaba envolviendo a pesar de que estaba en un coche.

Este mismo  se  detuvo, cinco minutos después, en el hotel  donde habia hecho mi reservación. Minutos después ya estaba en mi cuarto, dejando mis pertenencias mientras caminaba por esta, con mi teléfono.

Habia prometido a Marcus que le avisaría  en cuanto  llegara  y justo eso me encontraba haciendo. Aun no contestaba mi ultimo mensaje  pero me  habia dicho que  hoy se tomaría el día, por lo que estaba segura de que aun dormía. Envié  el mensaje y me  desvié hacia  el chat que tenia con Kate.

Ella, aun sin entender que  no era  necesaria tanta atención, leí el ultimo mensaje donde me  decía  que  ella a mas tardar salía de  su  departamento a las  ocho y media  ya que de su casa a la empresa era mínima la distancia. Ventaja la  de ella. Yo ya habia desayunado, ligero, pero mas  tarde iría  a pasear un rato por la ciudad  pero por  ahora queria ir a saludarla y tal vez acompañarla antes de que se  fuera a  trabajar. Tal vez seria muy repentino y muy impertinente sin embargo; con nuestra platica de ayer las ganas de verla habían crecido un poco.

A pesar de  que habia prometido cambiar, yo no podía olvidar que era  mi hermana mayor y el cariño hacia ella siempre seguiría por lo que salí de  mi cuarto y tome un taxi hacia  la  dirección que Kate me habia dado.

Me ponía a recordar todo lo que ella y yo habíamos compartido. Recuerdo que Kate me cargaba para jugar.  Teníamos  un castillo de plástico que mis papas nos habían comprado para jugar. Kate siempre fue muy alta y yo muy  baja por  lo que cuando jugábamos Kate me cargaba y me  ayudaba a entrar a nuestro juego porque yo no alcanzaba. También recuerdo que ella me empujaba en los columpios, cuidaba que  no  me cayera, que no me pegara… Siempre estuvo conmigo, viendo por mi. Muchas mas razones  para ir a  visitarla y poder, al menos, tener un momento mas  de hermanas con ella.

El taxi me dejo frente a un edificio con ventanales azules, con una entrada  muy elegante. Este era demasiado alto, la verdad muy lindo y muy del estilo de  Kate. Camine hasta la  entrada y de inmediato me recibió un lobby, de color  blanco, me deslumbro, con sofás del mismo color. A mi lado izquierdo  estaba lo que parecía ser el encargado del edificio, por lo que de inmediato  me  acerque a el.

—Buenos  días— el señor de parecer unos  cincuenta y  tantos años quito la vista del monitor que tenia  sobre su escritorio. — Disculpe, la señorita Kate West Miller vive aquí,  por lo que podía  ver si podría tener acceso a su piso, de favor.

El mismo señor frunció el ceño mientras me  veía de arriba abajo, pero no me molestaba. Mi demás familia siempre veían nuestro parecido pero yo por  mas que lo buscaba no  lo veía, así  que de  seguro este hombre era de ese 1% que no encontraba la similitud entre nosotras.

—¿Y usted puede decirme  quien es? Porque de ser un paparazzi me tendré que dar a la tarea de sacarla  del edificio, !Siempre es lo mismo!

—¡Oh no!  Soy Katy West Miller, su hermana menor, y vengo  de visita— sonrei de manera cortes y dejando la carpeta, que  habia cargado conmigo, sobre su escritorio, saque de mi  bolsa mi identificación. Este señor  no parecía creer mis palabras, así que  decidí enseñársela.

El señor la examino, luego a mi y de nuevo regreso su mirada a leer detenidamente mi identificación. Pasaron los  segundos y su reacción cambio por completo.

—¡Señorita West! Disculpe mis modales— el señor  se levanto y se puso  rápidamente frente a mi— es que no la reconocí, de verdad una disculpa enorme.

—No tiene que preocuparse señor— tome  mi carpeta, regresando  a verlo. —¿Ella aun no sale?

—No  señorita. La señorita Kate sale hasta las  ocho y media  aproximadamente, por lo que aun se  encuentra así. ¿Gusta que le avise a  su hermana que llego?

—No sera necesario señor. No la  he visto y  quiero darle una  sorpresa. — sonrei al igual que el señor,  que no me dio su nombre y trate de buscarle un gafete o algo similar pero no lo encontré. Me dijo que pasara  hacia los ascensores, entre y toque el numero 15,esperando por la llegada la dicho piso.

La verdad es que Kate habia  conseguido un buen  lugar para vivir. Ella habia  adquirido la esencia de mama y ambas tenían gustos  similares y justo aquí Kate lo estaba demostrando.

El elevador se paro y las  puertas se  abrieron, dándome hacia un pasillo blanco, con puertas color marrón. Camine hacia la izquierda, buscando el numero 1516 y justo lo encontré, quedando frente a  la puerta mientras las  manos me empezaron a  sudar mientras  me aferraba a la carpeta con el informe.

Toque  a la puerta varias veces pero no hubo respuesta; a lo mejor aun dormía y yo ya la  estaba molestando pero  aun así algo extraño me  hizo querer entrar a la casa de mi hermana, por lo que inserte su código en el lector electrónico, que  era su  fecha de cumpleaños, dándome el acceso en cuanto su puerta quito  el seguro.

Entre con cautela. Lo primero que  vi fue que su departamento tenia los mismo acabados quela  casa de  Nevada, pero todo era blanco y beige. Todo muy acomodado y limpio. Cerré la puerta con cautela y empecé  a caminar lentamente .

Todo su espacio era amplio. Su sala  de estar estaba de lado  derecho ,con una pantalla de televisión muy grande y una ventana enorme que daba vista hacia la  ciudad, a la derecha estaba su comedor  y cocina y mas atrás en un pasillo  estaba una escalera que  daba a lo que parecía  ser una  segunda  planta.

—¿Kate? —la llame  mientras caminaba  por sus alrededores sin obtener respuesta alguna. Llegue a la sala y deje la  carpeta sobre el sofá, aun caminado por la zona pero sin ver a  Kate.

Su primer piso no tenia puertas, por lo que empecé a subir las  escaleras lentamente. Esto era extraño porque yo nunca me habia tomado  atribuciones en ninguna circunstancia. Jamás habia entrado a lugares ajenos, no sin antes preguntar sin embargo; en estos momentos haba algo que me incitaba a seguir recorriendo la casa de Kate.

Llámenme loca o algo diferente pero justo ahora estaba teniendo  una sensación de nervios y de inquietud  en mi cuerpo.  Y no sabia el por que.

Cuando llegue al segundo piso todo en su similitud me recibió solo que  ahora eran directamente cuatro puertas  color beige que  se iban hacia el fondo  de un pasillo  que solo  tenia una pared como final.

Camine  con cautela,  tratando de escuchar algún  ruido de su parte en la primer puerta pero no obtuve nada ,ni en la segunda puerta. No  fue hasta la cerca del final, en la cuarta que unos murmullos se escuchaban claramente  de la ultima habitación. Eran voces de hombre y mujer, y una de ellas era de  Kate, sin  duda alguna.

—¿Y la vas a  tener aquí? — esa era una voz masculina, pero  me parecía algo conocida. Camine un poco mas hasta que llegue cerca,  muy cerca  de la puerta.

—Le implore como papa me habia  dicho papa ,pero ella es así. Siempre se quiere hacer la que  ella puede hacer sola y no necesita de mama. Por eso ella es así con ella.

—¿Y crees que tu mama la perdone?

—Mas bien debe de  resignarse a que mama no la perdonara. Mucho menos lo hará con esa maldita actitud.

¿Esa era Kate? No…ella no podía hablar así..

—¿Y  tu?  ¿la trataras como tu  hermanita mayor?

Kate se rio y la otra voz masculina  también lo hizo. ¿Qué mierda?

—¿Hermana mayor? — De nuevo risas— Katy es mayorcita como para que uno este detrás de ella. Total, ella siempre cree que lo que hace esta bien, pero ve que camino esta  tomando.  Va a  quedarse muy sola si  sigue creyéndose la mujer maravilla.

—Por  favor cariño, no seas  tan duro con  ella. —¿Cariño? ¿Kate ya tenia pareja?

—No  soy dura; soy realista. Además créeme que no me agrada que venga .Odio  que se metan en mis cosas  y vea hora. Tengo  que agradecer por algo que no le correspondía.

—Aun así no seas tan dura con ella. Solo  trata de encajar  entre ustedes.

—No va a encajar y no lo hará. Si mama sigue haciéndome caso y la aleja cada vez mas no insistirá. Créeme. — No, ¿Acaso esto estaba pasando? ¿era real lo escuchaba?

—De verdad Kate que tu no tienes  limites— la voz masculina era  muy similar. Yo ya  la  habia escuchado. — Bueno la pregunta seria, ¿Qué es lo que  planeas hacer?

—¿Yo? Nada querido. Solo intento quitar lo que  estorba de mi camino. Solo eso.

—¿Y eso es Katy? ¿Por  que?

—Por  que ella siempre fue  la querida de mis papas. Le dieron mas atención, mas cuidados, ¿Y yo?  Me quede a un lado como estúpida cuidando a la hermanita menor, pero eso ya se termino. Tengo que  quitarla de  en medio si eso implica poner de lado a mama a papa, quien sea con tal de que se vaya  lejos. Yo no se de donde salió la idea estúpida de que trabajara en la empresa.

¿Por qué ella decía eso de mi? ¿Por qué?

—Aun así eso es algo  fuerte Kate, ¿ Acaso no  tienes piedad de ella?

—Mira quien lo dice;  El hombre que  la acosaba desde lejos y que a la vez se acuesta con su hermana, ¿O  es que aun la quieres después de que te  humillo en pleno restaurante?

¿Restaurante?…oh no, maldita sea, No…no era posible, !No  era posible! Todo este tiempo Kate me estaba dañando; con mis papas ,ella misma me estaba lastimando. Queria eliminarme, ¿Pero por que? ¡Mierda por que!

—Kate…

—Nada querido. Ella sola se lo busco. No debió  ponerse en mi camino, pero piensa; esto no es tan malo. Se aleja, deja  la  compañía y a la vez puede zafarse del porcentaje que  tiene en la empresa. Sin su  presencia, en automático esa  pare me corresponde.

—¿Y estas segura  de que  se  ira?

—Lo  hará, no  tengo dudas. Katy se  rompe como niña pequeña. No tolera la actitud de  mama y eso es lo que la esta matando. No aguantara mas  y buscara otra cosa  con que divertirse.

—¿Y no crees que vuelva a buscarme?

—No lo  hará; porque ahora eres mío.

Maldita sea,  ¿Por qué ella? ¿Por qué mi propia hermana? Esto… !No  tenia ningún sentido!

Camine  mas de cerca, con mis ojos  ya con  lagrimas a punto  de salir  y con el corazón latiendo  muy fuerte.  Esa maldita voz la conocía muy bien, pero tenia que verlo con mis propios ojos. Con dos  pasos mas me bastaron para  llegar a la  puerta entreabierta, viendo justo a la persona  que tenia  en mente.

Kate estaba en su cama, a su lado James, con el torso descubierto, besando a mi hermana y esta con una sabana cubriendo su cuerpo, besándose con fervor.

Mis ojos no creían ver lo que  estaba frente a mi, pero era real. ¿Por qué ella? Las lagrimas  corrían por mi cara, pero trate de no  hacer  ruido mientas los  dos malditos que me estaban haciendo daño yacían gozándose del uno al otro

James me habia estado engañando con mi propia hermana. !Ella fue la razón por la que me fue infiel! ¿Y Kate? Era la hermana “perfecta” que  me habia quitado a mi pareja y  que  planeaba quitarme del camino.

Respire profundamente, quitándome de la maldita puerta.

Ella estaba tratándome quitar de su camino; mi propia sangre…

¿Y yo?  Maldita sea; esto no se iba a aquedar así.

¿Quiere eliminarme? Bueno, le iba a costar quitarme lo que habia construido.

Tenia que pasar por encima mío, hermanita….