Aria y Devon son tan diferentes en su vida diaria, pero lo que no saben es que sus deseos son similares, sus fantasías una gota de agua.
Y ahora que Aria tiene a Devon en sus manos, él tiene dos opciones:
1. Denunciarla y alejarse de ella.
2.Dejarse llevar y ver qué sucede.
Y si somos sinceros la segunda opción lo tienta demasiado, sobretodo después de que ella despierta su lado más oscuro y perverso.
Por lo que ahora después de que algo más allá del deseo hizo click entre ellos, ¿Estará dispuesta Aria a aceptar todo de Devon, incluyendo a según él, "su monstruo"? ¿Quién iba a decir que un frío empresario, pudiera ser tan ardiente?
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Capítulo 10: Me gusta lo que veo... Miau... Quieres probar cómo se siente.
~Aria~
Dos días después...
— ¿Estas segura de esto jefa? —miro a Angel que me ha acompañado a este lugar. La verdad es que los nervios me invaden pero la curiosidad puede más. Por fuera parece un pub, pero según Angel adentro es en donde esta lo que quiero conocer por mí misma, no por libros, ni por san Google, si no que en vivo y en directo.
— Estoy segura, vamos, no debemos desaprovechar la invitación que tanto te costó conseguir. —camino con la tarjeta de invitación en mano y un guardia nos atiende en la puerta. Hoy para mi suerte es día de disfraces, nadie sabrá quién eres a menos que así ambos lo quieran. O eso es lo que decía la invitación.
— Como digas jefa, entremos. —una vez que pasamos por la entrada una chica disfrazada de... ¿Qué rayos lleva puesto? O mejor dicho que NO lleva puesto. La chica lleva apenas ropa y una máscara adornada con plumas, es alta y su cuerpo es curvilíneo, exótico, y de voz suave. Ella abre la puerta de una habitación indicándonos pasar y luego cierra la puerta tras nosotras. La habitación es de paredes insonorizadas, es de tonos café a plomo.
— Me pueden decir Mar. —se presenta mientras camina por delante de nosotras.
—Yo soy... —rayos no puedo ir por ahí diciendo mi nombre real— Kathleen y mi amiga es Saray.
— Bienvenidas a Light And Darkness (Luz y Oscuridad), como ya deben saber, el BDSM tiene límites, acuerdos, planes y reglas. Deben seguirlas o pueden irse. —nos dice parando de golpe y girándose para mirarnos— Sé muy bien que son invitadas especiales de Raven, una de las dueñas, por eso les digo esto antes de que conozcan el resto. A primera vista se nota que son nuevas en este mundo. Su andar es precavido, tú, agarras tu vestido con los puños y tu cuerpo esta tenso. —dice acercándose a Ángel, luego mira hacia a mí— tú... Te ves nerviosa por como mueves el pie izquierdo, sientes curiosidad y desconfianza por como miras a todos lados, pero lo tratas de disfrazar, ¿no es cierto?
— Esta bien, es cierto, soy nueva en esto, pero he probado un poco de este mundo, y por eso quiero conocerlo. Quiero observar, saber si me gusta, siento curiosidad. —se acerca y me susurra al oído.
— La curiosidad mato al gato... —se aleja y nos observa de nuevo.
— Pero el gato murió sabiendo y tuvo más vidas... —me acerco y hago lo mismo que ella hizo— y tal vez hasta lo disfrutó.
No sé porqué, pero ya me estoy relajando, algo en el ambiente me hace sentir bien. Por lo que voy a sentarme a un sofá que hay en la habitación. Pongo mi pierna desnuda encima de la otra, la abertura del vestido que llevo deja ver mi pierna casi en su totalidad, arqueo una ceja cuando noto como los ojos tras el antifaz de la chica observan el movimiento.
— Esta bien, vamos, veamos que tanto aguantan... O disfrutan. –esto último me lo dice mirando en mi dirección.
¿Acaso fue un desafío?
Salimos de la habitación y nos dirigimos a donde hay hombres y mujeres bailando, compartiendo algo más que saliva y ¡Oh dios mío! Mis ojos vírgenes absorben con curiosidad lo que aquí está pasando, estoy segura que mi abuela diría que esto es un antro del infierno. Pero yo maldita sea estoy peor que nena con juguete nuevo. Quiero ver todo.
— Espero gatita, no te asustes y salgas corriendo... —susurra la voz de Mar en mi oído, y mi piel se estremece al sentirla tan pegada a mi espalda. Uno de sus dedos recorre mi espalda desnuda. ¿Esta mujer me esta provocando o es idea mía? ¿Qué tal si le sigo el juego?
— No lo sé, hasta el momento me gusta lo que veo... Miau... —me doy la vuelta para enfrentarla rozando todo mi cuerpo contra el suyo que es más exuberante que el mío. Apenas va vestida con una tanga de cuero rojo, tacones de varios centímetros y unos cubrepezones, rozo con mis dedos su hombro desnudo, su piel se estremece bajo mi tacto, le sonrío y me alejo de ella sin esperar su respuesta.
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El ambiente es relajado pese a todo lo que he visto, ¡nunca imagine meterme en un lugar como éste joder!
— Jefa ¿esa mujer te tiro la onda o es idea mía? —me pregunta Angel, y solo sonrío ya que fue lo mismo que yo pensé, pero me hago la desentendida.
— Ni idea... Vamos a disfrutar de la vista. —me encogo de hombros acercándome a la barra para pedir algo sin mucho alcohol, quiero estar sobria para saciar mi curiosidad. Angel se sienta en el taburete que hay al lado del mío y comenzamos con la investigación.
— ¡Jeshu, mishca y pirule!....–escucho que dice Ángel con asombro. La miró sin entender, ella me mira y dice– Jesús, María y José, aquí no usan ni calzones ni colale jefa.
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Mis ojos no se despegan del cuerpo desnudo, el que tiene una cuerda alrededor de la cintura, pechos y brazos. Del hombre que mira fijamente a la chica frente a él, que se encuentra parada y cabizbaja. Con uno de sus dedos toca su mentón, y sigue su recorrido hacia atrás rodeándola.
Un pequeño y casi imperceptible temblor recorre mi cuerpo al verlo tras ella con un pañuelo negro que trae en su otra mano, con el cual venda sus ojos. Algo en mí se excita ante la escena haciéndome cerrar por inercia las piernas. Él tiene cubierto el rostro con un antifaz, ahora, si miramos su cuerpo no puedo negar el cosquilleo que se acentúa a la altura de mi vientre... madre mía que hermoso y ejercitado cuerpo tiene, por si fuera poco va vestido con solo un pantalón de cuero negro que se ajusta a sus piernas. Él pasa su mano por los pechos, estómago... hasta llegar a su entrepierna. Luego se aleja y coge una fusta de una mesita que hay cerca.
La fusta viaja por sus pechos tanteándolos, acerca sus labios al oído de la chica y ella abre las piernas, como obedeciendo a alguna orden susurrada. Ahora él con mucha pericia y gentileza hace deambular la fusta por aquel cuerpo, vestido nada más que por cuerdas. Susurra algo en el oído de ella nuevamente, y la guía hacia una cama que hay detrás de ellos, él le ayuda a recostarse y luego se aleja unos centímetros de ella.
— Abre las piernas. –está vez si lo escucho, su voz es demandante y ronca. Ella hace lo que él le pide, y comienza un nuevo ir, y venir con la fusta sobre sus piernas desnudas hasta llegar a su entrepierna y la cara interna de esta. La mano grande del hombre se posa en su intimidad expuesta a la vista de él y de los presentes en la sesión. Luego palmea con fuerza moderada. 1,2,3 veces, la mujer jadea y a mí se me seca la boca cuando él golpea con la fusta en vez de con sus mano, 1,2,3,4 no son fuertes pero van directo a su clito*is, y al mío. Trato de cerrar los ojos pero me detengo cuando deja de golpear y reemplaza sus dedos por la fusta.
La chica gime, pero no de dolor, si no que de excitación. Lo disfruta.
Baja su boca hasta su entrepierna y besa los lugares sensibles, se mete entre sus piernas y se come literalmente su lugar más íntimo. Otra mujer entra en la ecuación y se hace cargo de él.
Se arrodilla y agarra el cierre de sus pantalones de cuero abriéndolos con rapidez, estos se bajan dejando ver solo piel bronceada y bien dotada. La mujer que también lleva antifaz toma su mie*bro y lo acerca a su boca.
Joder, jamás había visto a dos personas así, le está dando la tremenda mam*da.
La chica jadea y gime. El gime y sigue con su boca dándole placer, así como la otra mujer le da placer a él.
Diablos literalmente me estoy humedecie*do ante tal vista.
Miro a Angel y no la veo, en cambio me encuentro con la mirada insistente de Mar. Alejo mi mirada de ella para seguir mirando la escena del trío. Los veo estremecerse, él levanta la cara de su entrepierna y pasa la lengua por sus labios humedecidos, su sonrisa es seductora sin duda. Y es entonces que ruge cuando se vi*ne en la boca de la mujer, la que por cierto se lo devora y bebe por completo.
Mis ojos se abren tan enormes cuando siento una mano posarse en mi entrepierna palpitante por encima del disfraz que llevo. Su voz es ronca cuando susurra a mi oído, y me desconcierta...
— ¿Quieres probar cómo se siente mi boca sobre ti? Si dices que sí, te prometo que no te arrepentirás y sentirás solo placer. Tú, no debes hacer absolutamente nada. —jadeo ante tal descarada propuesta, nunca lo he hecho con una mujer, bueno, mi única experiencia a sido con mi mano y Devon, ¿qué mierda hago ahora? Tomo un buen trago de la bebida que hay cerca de mí, sin fijarme si es la mía o no. Que bien se sintió esa quemazón bajando por mi garganta, me recordó a la primera vez que tuve a Devon allí— y por si te lo preguntas, estoy limpia, y me gusta recibir órdenes en la cama como creo que te gusta darlas.—aleja su mano de mi entrepierna, no sin antes darle un apretoncito que me vino como un jodido tormento.
No digo que me desagrade del todo su propuesta, además sería una experiencia nueva que me serviría mucho para mis novelas, y con lo caliente y húmeda que estoy, necesito con urgencia o un baño helado, o una liberación.
Diablos mi cuerpo clama por ser tocado y liberado.
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