La italiana y el CEO americano. Una Navidad muy diferente. Monalisa, una italiana fuerte, cariñosa, trabajadora, supertorpe o desastrosa, divertida y muy dispuesta, está pasando por un momento muy difícil. Se siente traicionada por las personas que más apoyó y amó, su familia y la de su exmarido. Cuando su matrimonio terminó, fue juzgada y culpada por todo, incluso por la infidelidad de su ex. Cansada de todo y de todos, incluidos sus parientes, y con la Navidad acercándose, decide visitar a su hija y ayudar a una antigua amiga que vive en Nueva York, para despejar su mente.
Abraham es un importante estadounidense, polémico en su vida personal, guapo y muy poderoso. Suele aparecer en público con mujeres bellísimas. Estuvo casado con una famosa actriz durante cinco años y tiene un hijo con ella. Tras la separación, comenzó una relación igualmente polémica, llena de infidelidades de su parte y altibajos con su antigua entrenadora personal, de la cual también tiene otro hijo. Como empresario, es muy respetado, pero su vida personal es bastante cuestionable. A pesar de tener 36 años, sigue disfrutando de fiestas y clubes nocturnos.
Surge un gran negocio, pero el lado personal de Abraham resulta ser clave para sus socios, y su reputación personal es un desastre. Esto puede convertirse en un gran problema, y Abraham necesita urgentemente ayuda en ese aspecto, ya que está interfiriendo en un trato que ha estado buscando por años. Necesita una mujer que lo ayude a mejorar su imagen.
Monalisa, por su parte, quiere un nuevo comienzo, una nueva vida y un nuevo rumbo. Sus destinos se cruzan y...
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Capítulo 6
Domingo
Despierto y me siento asfixiada, parece que estoy pisando en el aire, me gustaría tener suelo, tierra, casa.... esto de los edificios no me atrae para nada.
Fui a abrir la ventana ¡y está nevando! Precioso y triste a la vez....... no hay manera de abrir las ventanas.
Voy a la cocina, empiezo a moverme para preparar el desayuno, ¡Mio Dio, necesito ir urgentemente al mercado con esta niña, se va a quedar anémica!
Solo hay huevos, agua, todo desnatado e integral, ¿quién sobrevive a esto? no..... necesitamos mucha pasta, carnes, salami, queso.... ¡es disperato! (qué desesperación) ni vino hay en esta nevera,
ya pasé de los 15 años, hace poco, pero pasé y necesito una copa de un buon Vino (buen vino) ¿o cómo voy a dormir? Jesús me perdone, pero sin vino no sobrevivo.
Valentina – Me despierto y qué delicia, olor a café, mi madre se las ha arreglado e incluso ha hecho una cuca ¡me encanta!
Un buen desayuno, ella como la mayoría de los italianos por la mañana temprano no comen salado sino dulce!
Valentina – ¡Buenos días, mamá! Qué bueno tenerte aquí
Monalisa – Buenos días, mi amor, ¡pero escucha Tina, tenemos que ir al mercado urgentemente! Sono terrificato (Estoy aterrorizada)
Valentina riendo- ¿Por qué estás aterrorizada, mamá?
Monalisa – Tu nevera está vacía, parece el desierto.
Valentina riendo – No exageres, como bien, mamá.
Monalisa – Quieres decir mal.... niña, ¡estás seca, necesitas engordar un poco!
Valentina – Ya vale doña Mona, luego vamos al mercado, pero cuando volvamos de casa de Martina.
Monalisa – ¿Dónde está Lisa?
Valentina – En su casa, luego pasamos por su apartamento, vendrá con nosotras a casa de Martina.
Monalisa – Voy a llamarla para que tome un café, incluso he hecho una cuca.
Valentina riendo- Mamá, creo que ella no toma café por la mañana.
Monalisa- ¿Qué? ¿no? ¿cómo puede ser? voy a ir, ahora sí que necesito ir....
¿Cuál es el número de su apartamento?
Valentina comiendo – Es el 2103.
Monalisa – Bueno, si me equivoco de puerta, la invito a tomar café.
Valentina – ¡No! Mamá, por favor, aquí no todo el mundo es amable y agradable, podría ser una mala persona.
Monalisa – Me estás asustando, ¿vas a decir que tus vecinos son delincuentes?
Valentina riendo- ¡Mamá! No conozco a mis vecinos, solo a Lisa porque va a clase de baile conmigo, si no, no conocería a nadie.
Monalisa- Esta generación está realmente perdida, ni siquiera saben quiénes son sus vecinos, no dan los buenos días y no quiero ni pensarlo, lo hacen todo con ese chisme de ahí.
Valentina – El móvil, mamá, y tú también usas mucho ese chisme de ahí.
Monalisa- Que sea, ya estoy pensando en tirar el mío contra la pared, no quiero convertirme en un robot como vosotros, dice mientras habla, solo falta que también hagan el amor por el móvil.....
Abraham
Llamé a Emma y Evelyn y les pregunté si podían venir un poco antes, ya que necesitaba hablar con ellas.
Emma dijo que vendría por la tarde y Evelyn por la noche.
Mis amigos vendrán de nuevo, pero más tarde, anoche terminé quedándome con mis hijos y no salí. Hoy dependerá de la conversación que tenga con mis ex.
Monalisa
Llegamos a la casa, ¡menos mal! ¡Suelo! De mi gran amiga Martina, la adoro, hace años que no la vemos, pero seguimos siendo muy amigas,
el tiempo ha pasado y nuestra amistad es la misma.
Martina saltando, gritando y abrazando a Monalisa.
Valentina – Dios mío, van a pensar que ha muerto alguien, estas dos parecen locas.
Lisa – ¡Lo están y me encanta! Qué bueno amiga, tienes una madre que todo el mundo debería tener, ¡llena de vida!
La mía se queja de todo y siempre está llena de dolores y solo piensa en ir de compras al centro comercial.
Valentina – Y la mía quiere ir al mercado, ¡Dios mío! Lisa va a tener que ayudarme a controlarla, tal y como es va a comprar cosas que ni siquiera caben en el apartamento y además apuesto a que va a comprar esas plantas.
Lisa riendo- Déjala amiga, tiene una energía maravillosa.
Abraham
Ruth me avisa que Emma me espera en el salón, vamos para allá.
Abraham – Buenas tardes, Emma.
Emma- Hola, Abraham, ¿qué quieres?
Abraham respirando hondo – ¿Estás bien, Emma?
Emma- Estoy bien, ¿y tú?
Abraham- Preocupado por Vicky.
Emma – No sé por qué, está bien, solo que muy gordita.
Abraham – Emma, es una niña, ¡tiene 3 años, deja de llamarla gorda! Ya ni siquiera quiere comer.
Emma- ¡Mejor, a ver si así aprende! Imagínate que crece así.
Abraham – No veo ningún problema, la belleza Emma va más allá del cuerpo y tienes que parar con eso.
Emma – Mi prometido, se me olvidó decírtelo, ¿ves esto? (mostrando un anillo de compromiso) también está en forma y no comemos nada con grasa, azúcar, carbohidratos....
Abraham – Me alegro por ti, pero Vicky no tiene nada que ver con eso, es decir, ella necesita comer carbohidratos, ¡es una niña!
No puedes privarla de todo ni traumatizar a la niña, estoy de acuerdo en que tenemos que cuidar la alimentación, pero sin exagerar.
Más vale que cambies eso, Emma, o...
Emma- ¿O qué, Abraham? Habla.
Abraham – O pediré su custodia y como quien pasa la mayor parte del tiempo con ella es la niñera o tu madre, Ruth puede cuidar de ella.
Emma riendo- Ni siquiera tienes que ir a juicio, dile a tu abogado que hable con el mío, te la dejo.
La quiero, pero no puedo cuidar de ella, tú tienes muchas más posibilidades que yo.
Abraham – No hagas eso, Emma, es una niña y te necesita, y las promesas de amor que le hiciste cuando nació, las fotos que siempre publicas con ella....
Emma, sé que no funcionó entre nosotros, pero no descargues la raiva que me tienes en ella, por favor, no lo hagas. Soy un hombre, para mí es complicado criar a una niña, ella te necesita, es pequeña.
Cuando estábamos juntos te quedabas con ella, mira, puedo ayudarte más, aumento la pensión si lo necesitas, te ayudo hasta que sea mayor de edad, pero cuida de ella.
Emma empieza a llorar – No puedo, Abraham, sabes que no quería el embarazo, ocurrió entre nuestras idas y venidas y no me dejaste abortar.
No puedo mirarla, es tu viva imagen y la de tu madre, ¡la odio! Tu madre lo sabe, no puedo, luego me mudaré, me iré a vivir con Lucas y a él tampoco le gustan los niños,
así que lo mejor para ella es que se quede contigo.
Abraham – Lárgate de mi casa, mañana le diré a Steven que envíe a algún abogado de su equipo a verte.
Y ahora escucha bien, ten en cuenta que ya no saldrá de mi casa y, además, si quieres verla, pide cita previa, para mí estás muerta, Emma, lo que has hecho con Vicky no tiene nombre.
Emma- Piensa lo que...
Abraham la interrumpe – Vete, Emma, no eres bienvenida aquí.
Emma sale dando un portazo.
Abraham llama a Steven y le pide que venga antes a mi casa, necesito hablar con él.