Alice, una obsesionada por el trabajo, emprende un viaje relámpago con su madre y hermana a Alemania, pronto descubrirá que habrá cosas muy interesantes en que entretenerse, durante su estadía, en cuanto se trata de investigación. Pronto se obsesiona por descubrir lo que pasa en la casa de al lado.
La casa de los Hamilton
Sin saber a ciencia cierta que era lo que estaba investigando, pronto descubriría la verdad tras aquellos rumores que señalaban a su vecino como un hombre lobo.
Acompáñenme en esta nueva aventura.
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El hombre fantasma y el lobo
parte 9
Alice Wagner
Es tan atractivo y joven, no era Leo Hamilton; grande es mi confusión, no puedo lograr descifrar este misterio ¿Qué sucede, en la casa Hamilton?
Una vez más, nuestras miradas se encontraron, el tiempo se para, la respiración se congela.
Quiero y deseo interrumpir esta conexión, pero es mucho más fuerte que yo.
Lo más loco de todo esto, es que era imposible, que él me esté viendo, estoy con la luz apagada, con las ventanas impenetrables a la vista, sin embargo; al parecer estaba viéndome.
Este caso, es tan extraño y abrumador a la vez, se ha vuelto mi obsesión.
El hombre fantasma, cierra todo y se esconde como siempre, antes del primer rayo del sol, es como si tuviera miedo a la luz del día, desearía saltar el espacio que nos separa y volverme su eterno rehén.
Volví de mis imaginaciones, cuando mamá me tocó la puerta.
_____ Buenos días, Alice; hoy viene un nuevo albañil para terminar la restauración de la casa, Alessandro me invitó a salir de paseo, así que te encargo a tu hermana____ Informó.
_____ De acuerdo, disfruta de tu día mamá___ Contesté sonriendo.
Ella estaba feliz con su nuevo amigo, por lo menos mamá está disfrutando de las vacaciones.
Bajé a la cocina y preparé el desayuno, siempre ando con el arma puesta por cualquier emergencia que se pueda presentar, soy una mujer precavida, el único que me estaba haciendo difícil las cosas, era historia de la casa Hamilton.
Lo tengo impregnado en el cerebro, mientras me hacía unos Hot cakes, escuché un ruido en la casa Hamilton, me acerqué por adelante para ver que pasaba, no obstante, estaba todo cerrado, era imposible el acceso desde allí, el único acceso que tengo es por el fondo.
Una vez más, subí la escalera y bajé con dificultad al otro lado, empuñado el arma; probé las manijas de cada puerta, ninguno estaba sin seguro.
* Lamentablemente, esa casa era naccesible por todos lados, pensé que debía encontrar algún hueco a toda cuesta, pero era evidente que no lo había.*
Estando en el garaje escuché un ruido extraño, como de un rugido que venía desde adentro.
No voy a negar que siento temor, sin embargo; me quedé escuchando por varios minutos, hasta que escuché al albañil llegar a la casa.
En ese mismo instante me doy cuenta de que no había escalera de ese lado, busqué la manera de subir al muro que separa las casas, pero no lo conseguí, estaba muy alto para saltar.
Aun así, busqué cualquier cosa para treparme y lo conseguí, pude respirar al lograr pasar a casa, corrí a abrir la puerta a los trabajadores que eran tres tipos, al verles la cara inmediatamente desconfíe de ellos no parecían ser personas decentes, fingían ir al fondo para trabajar; sin embargo, sus miradas los delataba.
Eran unos rateros, de eso estoy segura; estando en el fondo me agarraron entre los tres, esa situación fue extremadamente difícil.
_____ Tranquila, hermosa; solo queremos todo el dinero que tengas____ Dijo uno de ellos al presionarme fuerte la cara.
_____ Sueltenme____ Grité.
En ese momento, se abrió la ventana Hamilton, y un rugido retumbó fuertemente desde adentro.
Toda la atención de los maleantes se centraron en él.
_____ ¿Qué rayos fue eso? ___ preguntó uno de ellos aterrorizado.
Aún no me habían soltado, cuando de repente un lobo feroz con sus ojos agudos y penetrante se asomó en la ventana.
Los cuatro, quedamos totalmente con la quijada caída; los ladrones reaccionaron y huyeron como podían dejando el eco de sus gritos desgarradores.
El lobo y yo nos miramos el uno al otro suspendido, él interrumpió cerrando la ventana y la cortina.
Entré a la casa en un shock total, mi hermana ni enterada de los ruidos, salió con los pelos parados y me espanté horrible cuando la vi.
_____ ¿Qué te sucede?____ preguntó ella sin entender.
Yo no pude mencionar palabra, cerré la casa con seguro, y subí a mi habitación.
En todo el día, me encerré pensado en todo aquello que vi, con mis propios ojos había confirmado que Leo Hamilton, era un lobo y seguramente el asesino de su familia.
Al atardecer, apenas entraba el sol escuché a mamá llegar con Alessandro, tenía que volver en sí y marcharnos cuanto antes de este pueblo, con ese lobo conviviendo entre nosotros, podría ser fatal.
Apenas Alessandro se fue, hablé con mamá y Giulia.
____ mamá, ya se acabaron las vacaciones, empaquen sus cosas nos vamos mañana mismo ___ comuniqué.
_____ Si estás tan enviciada, con tu trabajo regresa, pero tú sola____ musitó mamá.
_____ Claro que no las dejaré aquí ___grité molesta.
_____ Alice, yo soy tu mamá, no me vas a ordenar y llevarme a la hora y cuando tú quieras, tu papá me hacía lo mismo, así que olvida que vas a repetirme la historia, vete tú, nosotras nos quedamos aquí, nos encanta este lugar____ Aclaró mamá.
Simplemente, gruñí y subí a mi habitación, estaba claro que mamá tenía la decisión tomada, así que no me quedó de otra que quedarme y protegerlas de esa cosa extraña de al lado.
Empecé a investigar sobre lobos en mi ordenador, toda la información me pareció ridículo y estúpido.
Suspiré y dejé caer mi cuerpo en la cama; luego de estallarme la cabeza con mis pensamientos, decidí salir al bar del pueblo por unos tragos.
Me senté en la barra y comencé a beber, bebí una copa por cada uno de mis problemas, así que ya sabrán como terminé, no era apropiado manejar en ese estado así que tuve que caminar.
Para completar, vi que unos tipos me perseguían desde la cantina, empecé a correr en la oscura calle del pueblo hasta que me dí de frente con algún metal que no lograba ver, en eso me doy cuenta de que era un auto. Bajó un tipo, me agarró del brazo y me entró en él.
Arrancó el auto que pareció muy familiar, y recordé que es el porsche de Hamilton.
_____ ¿Por qué bebes si no sabes medirte?___ preguntó, Leo Hamilton, su cara estaba semicubierta con su gorra negra.